Capitulo- 50 La noche del cazador
Todo se estaba desmoronando, cada día, cada semana... incluso cada segundo, era un obstáculo nuevo en el camino de Darien y su familia. Se sentía saturado y su cansancio mental repercutía en el cuerpo del avatar, quien, para colmo de males, no se había alimentado desde hace ya bastante tiempo y eso lo hacía caer en un letargo que no lo dejaba pensar en otra cosa más que sólo dormir y no despertar en un mes. También se percató de un incomodo mareo, sus rodillas temblaban levemente y apenas podía sostenerse en pie pese a lo fuerte y firme que lucía. Sus ojos cuyos iris destacaban por su intenso color azul cielo, se convirtieron en dos vórtices negros, sin embargo, aquel cambio no se lograba notar pues ya se encontraban en un claro oscuro que no dejaba reflejar los colores del ambiente, más que las pequeñas zonas ya iluminadas.
Las venas de sus ojeras surcaban la piel de su rostro notoriamente y daban la impresión de que en cualquier momento estallarían.
Era debilidad física. Necesitaba absorber toda la energía que pudiera, pero tenía claro que delante de Eliot debía comportarse cueste lo que cueste, por lo demás, en días anteriores, cuando Darien aun conservaba su fuerza mental y física para poder controlarlo, lo mantenía a raya en cuanto ansiedad de hambre y sed se trataba, obligando a Jared a mantener sus pensamiento nada más que en la luchas de entrenamiento y en búsqueda de una solución para detener a Lee, de ese modo el avatar no podía atacar a las personas del aquelarre o de la comunidad en sí.
Sin embargo, esa noche el hechicero tocó fondo, permitiéndole al avatar el control total del cuerpo que muchas veces ambos piloteaban por turnos. Por un momento, Darien temía por la seguridad de Eliot o de cualquier persona a su alrededor durante esos tres días y tres noches de velorio, los cuales estuvieron muy concurridos tanto de mortales como hechiceros; afortunadamente y con orgullo, Darien pudo notar un gran progreso del auto control de Jared, pues éste se supo contener, en especial cuando las personas se le acercaban a estrechar su mano para darles el pésame, pero por sobre todo, pudo mantener el control con Anna.
— Si buscas a tu hermano, no está aquí — dijo Lee entrando por la puerta del laboratorio acompañado de Mia, Julie y Dylan, estos en silencio y sin expresión. Ni si quiera Mia, quien siempre solía ser mas bromista y sarcástica, en ese momento, ella no mostraba expresión alguna en su blanco y maquillado rostro.
— no vine por él — respondió Jared
— Oh... ya veo — contestó el hechicero científico— creí que tenias lealtad por la familia — se mofó — claro, que tú no eres él... y por lo visto, ni siquiera él ha sido capaz de proteger a los suyos — añadió con una pequeña sonrisa. Jared no respondió simplemente empuñó sus manos a los costados. Lee movió la cabeza hacia su derecha y posó la mirada en las matrices
—de todas formas eso ya no importa
— ¿a qué te refieres? — queso saber Jare. Lee volteó a mirarlo
— Nunca pude verlo en acción, el avatar desapareció y Chris también — sonrió — supongo que al ser un progenitor hechicero, tuvo el mismo fin que su hermano menor
— eso no puede ser posible, los avatares demoran días en madurar y otros tanto en nacer
— créelo, el de Chris sólo un par de horas en madurar y luego nacer, su proceso fue muy rápido, pero me costó una mañana y parte del día en mantenerlo estable — volteó nuevamente a las matrices — cuando Anna dejó el laboratorio esa noche, comenzamos de inmediato el procedimiento— suspiró — el Av. PRO 02 se veía prometedor, pero me descuidé un momento y desapareció... simplemente se fue, sin siquiera dejar rastros de su progenitor... tal vez, se lo tragó por completo... ni siquiera manchas de sangre había— sonrió un poco — él si sabe comer ¿ no crees, N°30?
— Que gracioso— comentó Jared de manera mordaz
— ¿no es curioso? — Preguntó Lee— tantos años perdiendo el tiempo creando a los avatares uno por uno, cuando pude haber creado un ejército de ellos de un sólo golpe desde un principio... supongo que me confié, no creí que alguno de ellos terminarían traicionándome... — hizo una pausa, y luego se encogió de hombros— pero ya conoces el dicho: cría cuervos y te arrancarán los ojos.
— Tú no nos criaste, Lee — dijo el avatar — ni siquiera nos viste como a tus hijos o tus seres queridos, jamás viste lo humanidad que podíamos poseer.
— Humanidad — repitió el hechicero científico, cual escupitajo— ¿que tienen de humanos ustedes?
— Mucho más de lo que crees — respondió Jared — pero tú jamás te dará cuenta. Para ti sólo seremos siempre tus mostros absorbe energía... — luego sonrió con amargura y continuó— eres más bien como Víctor Frankenstein... y Darien era tu Igor
Cuando Eliot escuchó hablar a su primo de sí mismo en tercera persona, se alarmó. Volvió a mirar a su alrededor, luego miró una vez más las mesas de cuerpos tapados con sabanas y finalmente las matrices de cristales llenas de personas flotando en un extraño liquido. Entonces lo supo. Aquel hombre que pensaba que era su primo, era un impostor, un usurpador. Recordó la pregunta que su pequeña hija Lucy formuló días atrás cuando fueron a visitar a Darien la primera vez: "¿dónde está tío Darien?"... comprendió que ella tenía un gran don, el cual estaba siendo subestimado y desaprovechado de la manera más absurda.
Sacudió la cabeza ligeramente cuando una estridente carcajada parecida a los truenos de una tormenta lo sacó de sus pensamientos. Lee se doblaba por la cintura mientras sostenía su estomago y lanzaba una ruidosa risa a mandíbula batiente cuyo sonido invadía la habitación expandiéndose en un eco
— ¿enserio, pretendes compararme por un personaje ficticio, N° 30? — Se burló el hechicero científico
— Jared— corrigió el aludido de manera cortante.
—Eso no importa — respondió Lee de la misma forma — ¡yo soy más grande que ese tal Víctor Frankesteyn, querido, N° 30...! — continuó Lee intensificando su voz y haciendo ademanes y énfasis en su expresión corporal por cada palabra que decía — ¡Soy real y más poderoso! ¡Yo creo vida a partir de la vida, no necesito profanar tumbas y usar restos de humanos muertos, compréndelo...! — Yo... — hizo una pausa, su respiración estaba agitada pero no dejaba de sonreír, su desgaste físico no era obstáculo para tanta excitación emocional. Le dió la espalda a Jared y volteando completamente hacia las innumerables matrices alzó sus brazos como si las estuviese alabando para continuar con su discurso.
— los hago renacer, los mejoro y son más evolucionados e inteligentes— añadió después de unos segundos de risa histérica — ¡Ellos están realmente vivos!
— No, tienes razón — dijo Jared — no los matas, pero mueren en el proceso y para el caso es lo mismo — Lee sonriendo levemente, voltio hacia el avatar y alzó una mano un poco la mano, negó con su índice mientras castañeaba con la legua — no, mi querido avatar... ustedes son los que los matan, yo sólo les doy la oportunidad de vivir... por lo demás, sin esa energía humana que tanto necesitan, ustedes no pueden vivir
— son sólo simple mortales y tú nos condenas a todos nosotros con esa debilidad por la energía — dijo señalándose así mismo. Luego señaló a Dylan y Julie y éstos últimos intercambiaron miradas de reojos mientras se removían incómodos en su lugar.
—es el precio que deben pagar... la magia es nuestra y no nos la van a quitar — respondió con voz ronca el hechicero científico mientras fruncía el ceño
— Lee, el aquelarre ya lo sabe — dijo Jared — te van a exiliar de la comunidad.
Lee le sonrió mientras negaba con la cabeza.
— no lo llamaría exilio, lo llamaría libertad... nunca me han apoyado, pero al fin de cuenta soy yo quien se ha encargado seriamente de preservar la magia entre los hechiceros del mundo
— Bien sabemos que no es tan así— dijo el avatar— remplazar a la humanidad, incluyendo a los hechiceros por una horda de avatares, no es preservar la magia, es genocidio
— ¿eso es importante porque...? ah, claro — comenzó a burlarse Lee — humanidad, se me olvida que mis creaciones tiene cierta falla
— « Déjame seguir a mi »— pidió Darien, hablando por primera vez esa noche desde el funeral; noche que prometía ser muy larga y agitada desde que el sol se ocultó tras las copas de los arboles del bosque.
— ¿qué está pasando? — Preguntó Eliot de pronto acercándose a Lee y Jared a pasos lentos, observándolos a ambos con una expresión interrogante mientras ceñía su entrecejo — ¿de qué están hablando?
— « ¿estás seguro? »— Preguntó Jared — « aún estamos débiles y no me he alimentado »
Lee sonrió maliciosamente, triunfante en realidad ante la inesperada pregunta de Eliot.
— Así que... él no lo sabe — comentó remarcando cada palabra
— No lo metas en esto — espetó Jared
— « Vamos, déjamelo a mí, sé que puedo»— apremio Darien
— ¿entonces por qué lo has traído? — quiso saber Lee ignorando por completo a Eliot
— pues... — Jared no supo que responder
— « Eliot no ha usado la magia en varios años, Jared no podrá solo con Lee »—dijo Darien
— « pero fue tu idea traerlo ¿cuál es el plan, Darien, usarlo de sebo? »—Le cuestionó el avatar a su progenitor bastante irritado.
Y lo cierto de eso era, que si, en parte Darien le había pedido a su primo que lo acompañara a la casa de sus padres después del funeral, lo que en realidad, eso fue un engaño. En primeras instancias, esperaba usar a Eliot como apoyo para que pudiesen atacar a Lee. Pero como el hechicero empresario estaba fuera de las pistas en cuanto a magia se trataba, dudaba mucho que pudiese serle de gran ayuda. Entonces decidió que lo más apropiado seria usarlo de carnada para luego atacar a Lee en su momento más vulnerable.
Claro que no contaba con la presencia de N° 22 y N°26, sin embargo, si esperaba la presencia de Mia y estaba seguro de poder con ella pese a lo débil que se sentía esa noche, pero afortunadamente para Darien, ya estaba recuperando su fuerza mental a pesar de que físicamente, aun se sentía indefenso.
— « sólo deja que yo me haga cargo — insistió Darien
—... o será tal vez... — continuó Lee notando la expresión de confusión e incomodidad de Jared —... que no te atreves... enfrentarte a mi solo — su sonrisa se ensanchó aún mas— te lo pondré fácil— dijo el hechicero científico.— enseguida, alzo un brazo castañeó sus dedos y de inmediato los avatares N°22 y N°26 aparecieron súbitamente de tras de Eliot. Lee les hizo un gesto con la mano señalando al primo Cubbins y ambos avatares sostuvieron por los brazos a Eliot y lo arrastraron hasta la última línea de camillas, donde quedaba sólo una desocupada que rápidamente fue utilizada para forzar a Eliot tumbarse de espalda a ella, él intentaba defenderse, pero los avatares eran más fuertes y los poderes mágicos de Eliot eran débiles ante el apuro que se encontraba.
Jared hizo un ademán de querer atacar pero Mia se interpuso en su camino cual guardaespaldas, lo que hizo que el avatar riera con amargura
— ¿y me cuestionas a mí que no soy capaz de enfrentarte solo? — Se burló. Lee sin admitir que tenia la razón en voz alta, posó su mano en el hombro de La hechicera negra y tras un intercambio de miradas entre ambos, ella se alejó mirando a Jared de arriba abajo con desprecio para volver a posicionarse a unos cortos metros de tras del hechicero científico.
— Pero debo admitir que tienes razón — añadió Jared sonriendo después de esa breve pausa — no estoy solo— cerró los ojos unos segundos mientras inclinaba la cabeza hacia delante, luego la irguió y sin borrar la sonrisa clavó sus grandes ojos negros carbón en la oscura mirada del hechicero científico nuevamente; esta vez con fiereza en sus brillantes iris color negro petróleo.
— Supongo que me reconoces — dijo él
— Vaya... Darien, has vuelto
— Nunca me he ido
— ¿Cómo lo hiciste? — preguntó Lee
— Aprendiendo del mejor
— Y supongo que ahora dirás, que el discípulo superó al maestro
— No hace falta que te lo diga, Lee — respondió Darien con determinación — lo comprobarás por ti mismo
— Seguro que si — dijo el hechicero científico haciendo una leve y teatral reverencia mientras caminaba hacia atrás y extendía los brazos hacia los lados en dirección a las matrices, queriendo así mostrar su más preciada obra maestra.
— No vine a jugar, Lee... realmente vine por ti, sí aun no me he ido, es porque tengo asuntos pendientes y tú eres mi gran asunto pendiente
— Como digas, querido discípulo— se burló — pero antes, soy yo el que tiene un asunto pendiente — llamó a Mia moviendo su delgado y huesudo dedo índice y ella apareció enseguida a su lado — ya sabes qué hacer — le dijo. Ella sonriendo de lado asintió con la cabeza una vez y extendiendo ambas manos con las palmas hacia abajo, atacó a Darien con su acostumbrada corriente eléctrica reteniendo al joven hechicero ahí, al principio él se mantuvo en pie intentando resistir lo que más pudo aquella tortura, pero su cuerpo era cada vez mas débil y muy pronto, Mia logro derribarlo. Intentó una vez más mantenerse erguido sobre sus rodillas, pero una vez más falló en el intento cuando se dio cuenta que se doblaba por la cintura y sus palmas se estrellaron contra el duro y frio suelo, ni siquiera era capaz de levantar la mirada y en cada segundo que pasaba, se veía aún más cerca del pis. Los tensos músculos de sus brazos temblaban y sus codos se doblaban cada vez más hacia atrás, como si estuviese haciendo mil lagartijas por minuto. Ya no tenía ni siquiera una mínima posibilidad de defensa.
— « ¡Resiste!»— gruñó en su mente el Avatar pero Darien estaba a unos cuantos pasos cerca de desplomarse por completo
Mientras tanto, Lee cruzaba la habitación y se aproximaba a Eliot, quien en ese momento estaba atado por las cuatro extremidades sobre la cama, sin embargo no demostraba tener miedo a pesar de estar indefenso.
—Tú yo tenemos mucho en común — dijo Lee mirando a los ojos a Eliot, éste último, recordaba al hechicero científico de manera muy vaga, puesto que Eliot ni si quiera era de su aquelarre cuando pertenecía a la comunidad, ya que él y su esposa eran de Fauna
— No entiendo— dijo él — ¿que podríamos tener en común? — Lee sonrió de lado
— Tú no usas la magia y yo sólo cuando es necesario
— Claro que la uso, para entrenar a mis hijos — contestó el hechicero empresario
— Ah, si... cierto, pero si me detienen y dejan que los mortales se salga con la suya, nuestra gran magia será destruida y no existirán nuevas generaciones de hechiceros
— Hablas mucho para ser un poderoso hechicero — dijo desafiante Eliot. Lee se rió un poco
— Hum... creo que aun no te das cuenta de que no estás en posición de amenazarme ¿lo sabes? — le respondió Lee señalando con su dedo las amarras de cuero que apresaban los pies de Eliot — pero, bueno quieres acción, ya la tendrás... pronto, todo a su tiempo — Eliot vio como el hechicero científico sacaba de un anaquel junto a la camilla, una ampolla con un liquido azul y una jeringa metálica
— Sabes, tu primo no ha sido muy honesto últimamente— comentó luego. Lo que era cierto, pues aquel día que Darien llevó a Anna a Washington DC, él no le dijo toda la verdad a Eliot. Simplemente le explicó que Anna estaba siendo amenazada de muerte por un hechicero loco y que debía ocultarla. — Pero no te sientas mal... no fuiste al único que le ocultó cosas— añadió mientras succionaba con la aguja en la jeringa el liquido de aquel pequeño frasco. Sin embargo, Eliot no estaba escuchando el discurso de Lee, pues estaba muy ocupado viendo lo que él hacia mientras el primo Cubbins se removía violentamente sobre la cama intentando desesperadamente de zafarse, el miedo ya comenzaba a apoderarse de él en ese instante. — Shh, ya, ya, tranquilo, mientras menos luches, menos doloroso será...— comentó mientras le hacia un gesto con la mano para que se calmase — relájate— susurró —Como te decía, Darien no ha sido muy honesto con la gente últimamente, por ejemplo... — golpeó con sus dedos índice y pulgar la jeringa para quitarle las burbujas de aire que pudiesen formarse en ella —... a mí, me ocultó que había estado usando a mi mejor avatar como carcasa personal
— ¡No...!¡Lo...! ¡Metas...! ¡En...en esto! — gritó Darien convulsionando en el suelo cada vez más fuerte. Lee lo ignoró y acercó peligrosamente la aguja en la yugular de Eliot, pero entonces, varias cosas inesperadas ocurrieron al mismo tiempo. El avatar Dylan le arrebató la jeringa al hechicero científico y se alejó a la velocidad de la luz de aquella habitación. Mientras tanto Julie desató con rapidez a Eliot y enseguida posó sus manos en el rostro de Lee absorbiéndole la suficiente energía para detenerlo en su lugar y empujarlo contra una fila de anaqueles, sin embargo, él se defendió hechizando a la avatar con un hechizo congelante cuando éste presionó con sus manos las de Jullie, impidiendo que la morena siguiera atacando.
— Par de traidores — siseó con la ira hirviéndole la sangre. Enseguida intentó acercarse a Eliot, él de manera instintiva le lanzó un haz de luz en los ojos al hechicero científico, dejándolo enceguecido por unos minutos, enseguida Dylan regresando tan rápido como flash, lanzó a Lee nuevamente contra unos anaqueles, que pasó a derribar al precipitarse contra ellos.
— ¡Vete de aquí! — le espetó el avatar a Eliot
— ¡No puedo!... ¡Darien!
— ¡Él estará bien, lárgate! — Eliot corrió a la salida, pero a último segundo decidió quedarse a observar justo detrás de la puerta como cuando era un niño asustado que espía mientras sus padres tienen alguna discusión... claro que esto ni se parecía a las peleas que presenciaba de pequeño.
Entre tanto, Darien, aun luchando por liberarse de los rayos eléctricos de Mia a penas dura, logró despegar una de sus manos del piso y con dificultad consiguió estirar el brazo para lanzarle un hechizo a La bruja Negra que hizo que el poder de ésta se anulara y el femenino cuerpo de la gótica se paralizara por completo. Sólo un brazo le bastó para mermar el hechizo, sólo un brazo le bastó para lograr paralizarla de los pies a la cabeza, mientras el resto de su cuerpo aún sacudiéndose con violentos espasmos, comenzaba paulatinamente a calmarse. Por fin ponerse de pie decidió rematar su ataque de defensa, esta vez utilizó ambas manos liberando una onda de poder expansiva lanzando así a Mia en dirección directa hacia las primeras líneas de matrices que se hallaban abajo, derribando algunas mesas con cuerpos vivientes sobre ellas en el trayecto, los cuales cayeron como muñecos de trapos al suelo, pero ni se inmutaban al recibir el impacto pues estaban todos semis inconscientes.
La hechicera negra aterrizó contra uno de los tantos cristales lleno de agua haciendo que el vidrio comenzara a trisarse y eventualmente, el líquido en su interior comenzó a filtrarse, primero de manera lenta, luego con más fuerza, hasta hacerla estallar en mil pedazos inundando con líquido amniótico toda la habitación. Darien sostuvo su equilibrio sin caerse, pero al intentar caminar un poco hacia Lee, una pequeña ola se escurrió por sus piernas y él trastabilló un momento antes de irse de bruces sobre el agua. Soltó un quejido de dolor pues su nariz fue la más afectada en esa caída llegando a sangrar como llave de agua abierta por sus fosas nasales. Cosas que él ignoró por completo; intentó ponerse de pie una vez más y esta vez no dudó en dirigirse directamente al hechicero científico quién con dificultad intentaba incorporarse entre tantos aparatos y frascos quebrados.
Agarró a Lee por los hombros, cuando por fin llegó hasta él y lo jaló de la camisa para poder ponerlo de pie, el hechicero científico sonrió
— Así que, al fin me tienes donde querías ¿y ahora qué? ¿Prefieres un duelo para probar tu habilidad, o simplemente vas a matarme con un hechizo?
— No voy a matarte, sólo voy a... — se detuvo un momento y rodeó los ojos de un lado a otro como si estuviese pensando mejor en la frase que diría. Al mismo tiempo, en su rostro se le dibujó una sonrisa macabra mientras soltaba una pequeña y divertida carcajada traviesa y de pronto Lee sintió que los papeles se habían invertido— ¿a quién engaño? — Borró su sonrisa sarcástica— enfrentarse a duelo... eso es algo que haría Darien, pero yo no soy él. Y ..si, voy a matarte... de una manera muy lenta y dolorosa.
— Veo que estás algo ansioso — se burló Lee dedicándole una débil, pero sarcástica sonrisa
— No sabes cuánto — respondió Jared
— Y luego se quejan de que no conozco a mis creaciones
Esta vez, el avatar no respondió, soltó la camisa de Lee y sus manos se aferraron fuertemente al cuello del hechicero, llegando incluso a alzarlo levemente por arriba del suelo, Lee podía sentir como sus pies colgaban y éstos automáticamente comenzaron a patalear en el aire. En un acto inútil de desesperación, se agarró del brazo de Jared, pero por más que intentaba quitárselo de encima, el avatar mas fuerte apretaba, eso contando también que ya casi no le quedaba energía, pues Jared se la había absorbido casi toda con el fuerte agarre al rededor de su cuello. Finalmente, aflojó el apretón y pese a que Lee aún le quedaba vida, éste no dio señales de movimientos o de querer defenderse nuevamente.
— « Ya todo terminó »— dijo Darien
— No, aun no... — respondió el avatar. Jared arrimó al hechicero a su propio cuerpo ya no lo sostenía del cuello, más bien tenía una mano sujetando firmemente su enmarañado y levemente canoso cabello y la otra se aferraba de la nuca.
Se miraron a los ojos por última vez, Lee pudo notar como los del avatar eran dos perlas negras flotando sobre un par de cuencas inyectadas en sangre, pues las blancas corneas de Jared habían desaparecido, dejando en su lugar dos bolas rojas escarlata, que pese a la oscuridad, brillaban por sí mismas.
Con ansiedad casi frenética comenzó a morder, morder sin parar la imponente vena yugular, a morder tanto, que su rostro completo estaba bañado en sangre y esta vez, no solo por la sangre que provenía de su nariz. A morder tanto, que casi no podía detenerse porque el sabor de la carne y del liquido escarlata que emanaba de aquel cuerpo flácido, era algo casi adictivo... a morder tanto, que sin darse cuenta, desprendió la cabeza del hechicero dejando caer el cuerpo completamente inerte y decapitado porque los dientes de Jared traspasaron el otro lado del cuello cortando cada vena, cada tendón, cada pedazo de hueso y carne que sujetaba el cráneo del cuerpo y Jared no se detuvo hasta que la sangre dejó de fluir.
El avatar suspiró tomando una gran bocanada de aire mientras inclinaba su cabeza hacia atrás y cerraba los ojos; señal de satisfacción, se sentía extasiado y podía sentir como su fuerza volvía a su cuerpo haciéndolo estremecer. La cabeza de Lee, cuyo rostro era de un horror congelado con la boca y los ojos abierto de par en par; aún estaba sujeta entre los dedos del Avatar, quien se relamía los labios mientras volteaba hacia Mia y le mostraba su trofeo alzándolo un poco más para demostrar su victoria. Ella gritó horrorizada y de un salto se puso de pie saliendo huyendo de aquel lugar. Julie salió de tras de ella y Dylan de tras de Julie, pero antes de seguir su camino, se detuvo frente a Jared y dijo:
— Gracias... por liberarnos — Jaren asintió una vez con la cabeza y cuando Dylan finalmente se fue, soltó la horrible cabeza del hechicero científico, ésta al impactar con el agua produjo el sonido de un gran splash. Luego, el avatar se dejó caer de rodillas de la misma forma, pero ya no se sentía agotado, se sentía eufórico, pero por sobre todo...satisfecho y con más fuerza que nunca. Sentía que después de eso, no necesitaría alimentarse de la energía vital o de la sangre de nadie más en un año, su cuerpo temblaba incontrolablemente por la excitación.
Esta vez creyó, que sí sentía que una corriente eléctrica le corría por su cuerpo, no le estaba lastimando, más bien le excitaba la idea de saberse triunfador. Todo había terminado de la misma forma que empezó aquella noche en que nació... en la noche del cazador.
*****
Bien, este es el fin, espero que les haya gustado y muy pronto se viene el gran epilogo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top