Capitulo 46- Provocación
Horas antes de la discusión...
Molly corría por el bosque intentando escapar del avatar que la perseguía. Repentinamente, a modo de defensa, ella lanzó un destello azul entre sus manos en dirección a la persona de quien huía. Sin embargo aquello no funcionó, pues el Avatar con rapidez pudo esquivar el hechizo; enseguida Molly giró sobre sus talones para correr de nuevo y así poder huir del avatar, pero al voltear se encontró con él, frente a frente a centímetro de su rostro.
— ¿Es todo lo que tienes? — Le preguntó sonriendo— si fueses del otro bando ya estarías muerta — añadió casi con sensualidad
— Esto es sólo el comienzo del entrenamiento — dijo Molly empujando ligeramente a Justin para abrirse paso — mejor deja de jugar y sigamos con esto.
El avatar sonrió al verla tan decidida, le gustaba estar con ella, no sabía lo que era, sólo sabía, que no quería alejarse de esa hechicera que sólo había visto hace unos pocos días.
El entrenamiento que Molly mencionó, consistía en mejorar y aprender las habilidades mágicas de los hechiceros, contra las habilidades naturales de los Avatares, como los reflejos, la rapidez y el instinto. Cosa que Tomo ha sabido manejar a la perfección ahora que era invidente, no sólo sus habilidades magicas mejoraron, puesto que, lo que sus ojos no veían se recompensaban muy bien con la agudeza de olfato, oído y equilibrio, también a eso se le sumaba su instinto, sus reflejos y su rapidez para reaccionar ante un ataque sorpresivo por parte de los avatares. Esto último lo demostró muy bien cuando Alexiz intentó varias veces tomarlo por la espalda, pero Tomo en distintas ocasiones supo evadirla moviéndose con rapidez y atacar mágicamente a la chica que era muy rápida para correr, pero su sistema de escabullirse y ataque era bastante débiles. Su sistema de evasión también era bastante pobre pero al menos de esa manera se defendía mejor; sólo tenía que practicar un poco más y Tomo le ayudaba con eso.
Molly y Justin se encontraban en una reñida lucha de cuerpo a cuerpo, sin embargo de vez en tanto el Avatar se dejaba ganar y la joven Leto lo sabía muy bien lo que hacía que su orgullo quedara por los suelos.
— No te dejes ganar esta vez — dijo ella retrocediendo — no porque yo sea una chica debes tener consideración conmigo— añadió lanzándole mágicamente, una pequeña tormenta de arena a la cara, esta vez el Avatar de verdad había bajado la guardia y salió disparado hacia atrás estrelladose así de manera estrepitosa contra un tronco. Molly caminó hacia él de manera decidida, se inclinó junto a Justin, quien estaba sentado y adolorido en el suelo al caer sentado después de ese repentino ataque, sin embargo, no sentía enojo por ello — yo no la tengo contigo — añadió ella de manera severa, luego se puso de pie, estiró su brazo y le ofreció la mano al Avatar para ponerse de pie
Darien explicó que ahora, los Avatares Alexiz y Justin ya no sentirían hambre de energía humana, sin embargo omitió el hecho de que, si bien ellos ya no atacarían a cualquiera, no significaba que ya no podían absorber energía, simplemente los reprogramó para que atacara al enemigo y por ende, de manera inconsciente sus poder de absorción sólo servirían de auto defensa o para defender a sus aliados y nada más.
Justin sonrió de medio lado, como si de pronto por su mente se le hubiese ocurrido una gran idea, así que cuando cogió la mano de la hechicera, esta comenzó a flaquear perdiendo el equilibrio y quedando algo debilitada
— ¡Suficiente! — espetó ella con la voz entre cortada — por favor, alto... me lastimas — suplicó. Justin la soltó de inmediato, como si se acabará de dar cuenta del error que cometía
— Creí...creí que ya no podía absorber energuía — le reprochó ella hablando con una voz débil y cansada mientras se sujetaba de un árbol cercano
— Si puedo— dijo Justin— lo que no puedo es alimentarme de ella— se acercó a Molly y le pasó el brazo por el hombro para ayudarla a sostenerse de pie— debes descansar— le sugirió mientras le ayudaba a sentarse en el suelo— fue mucha la energía que te quité y lo siento— se lamentó él sentándose junto a ella. Molly se sentía aletargada
— Si quieres puedes dormir eso ayudaría un poco— dijo el Avatar, Molly asintió y apoyo su cabeza en el hombro de Justin. Sin embargo, la tranquilidad no duró por mucho tiempo, pues unos repentinos pasos y un revoloteo entre las copas de los árboles que espantaron unos cuantos pájaros por ahí y por allá, le advirtieron que el peligro estaba cerca.
Entre tanto, los líderes de los aquelarres observaban como sus seguidores entrenaban, Tomo se encargaba de enseñarle a la horda de jóvenes hechiceros teniendo como asistente a la Avatar Alexis, de ese modo, la tenía bajo su control, dado que, desde que despertó se puso un poco mas rebelde de lo que era en realidad, sin embargo ella no podía contra el hechicero ciego, que resultó ser más astuto que ella. Así que, en cierto modo, Alexiz era la asistente de Tomo en contra su voluntad.
Los jóvenes hechiceros aprendían a actuar ante el peligro evitando el factor sorpresa por sí alguien atacaba por la espalda aplicando varios hechizos y movimientos de luchas.
— Recuerden — comenzó a decir el hechicero a los jóvenes que estaban parado frente a él, mienta este caminaba de un lado a otro sin perder el equilibrio. Los chicos y los lideres escuchaban atentamente sus instrucciones— ustedes tienen sus cinco sentidos bien sanos, sólo deben aprender a agudizarlos a su maximo potencial, lo que la vista te quita, el oído te lo puede dar, sólo hay que estar atento. El tacto te ayudará a saber lo que estás viendo sin mirar y el olfato es la alerta del peligro en el aire
— ¿Y el gusto? — preguntó Vicky antes de darle un corto beso en los labios, Tomo sonrió
— El gusto, te deleitará a final del día — contestó él en un tono coqueto y juguetón.
Y mientras ese grupo de hechiceros entrenaba para una posible amenaza; Molly y el avatar Justin huían de una real. Tuvieron que salir corriendo despavoridos en el momento en que, el árbol donde ellos se apoyaron para descansar; fue repentinamente derribado por un rayo eléctrico que Molly pudo reconocer muy bien.
Mia había aparecido ante ellos sólo para molestar, porque lo cierto era que aquel encuentro era una simple casualidad. Sin embargo ella no perdió la oportunidad de hacerse presente de alguna forma. De algún modo se enteró del entrenamiento estando ella en la comunidad escuchando los rumores que se supone que eran secreto, no obstante, era evidente que mas de algunos, no podía aguantar la tentación de hablar más de la cuenta diciendo cosas inapropiadas justo cuando la Bruja Negra andaba rondado la comunidad sin que nadie se diese cuenta gracias a su habilidad de camuflaje. Unas horas más tarde, lo confirmó cuando decidió averiguarlo por ella misma descubriendo a Molly y al avatar corriendo entre los árboles, pero eso no le convencía para creer que se trataba de un entrenamiento, así que decidió olvidar el asunto y marcharse, hasta que escuchó a Molly decirle al avatar la frase que le haría a Mia seguir con su plan: "este es sólo el comienzo del entrenamiento"
La bruja negra utilizó su poder de camuflaje para esconderse como camaleón y los observó por varios minutos detrás de un árbol; por un momento pensó que pudo haberse marchado y advertirle a Lee los planes que tenían los hechiceros de la comunidad, pero prefirió quedarse un rato mas hasta encontrar el momento justo para fastidiarlo todo por sus propios medios y divertirse.
Pasaron los minutos desde esa discusión, luego una hora. Anna apareció con la pequeña Emma en sus brazos, la dejaría sentada en su moisés para encargarse de la cocina mientras la observara con la puerta abierta, pues desde donde se encontraba la pequeña sillita de bebé, podía verla muy bien mientras cocinaba.
Anna supuso qué Darien ya no estaba en la casa, pero para su sorpresa; y sin saber cómo, él aún estaba ahí sentado en el sillón, pero no estaba solo, Elliot y su esposa Chloe también estaba presente.
— Vaya— exclamó la mortal— no me dijiste que tenías invitados en el almuerzo — dijo con seriedad mientras dejada a la pequeña Emma en su moisés
— No te preocupes— respondió Darien — no se quedaran
—Ah— expresó Anna dirigiéndose derecho a la cocina
— Ni yo tampoco— añadió el hechicero secamente.
Anna giro sobre sus talones para mirar a su novio sin decirle nada esta vez, simplemente le dedicó una mirada furtiva.
— Uy, siento algo de tensión aquí— dijo de pronto Elliot— Hola, soy Elliot Cubbins, primo de Darien — se presentó estirando su mano para estrechar la de Anna— tú debe ser Anna, por fin te veo despierta— ella se lo quedó mirando con seriedad aun sin decir nada— es que, cada vez que te veo estás desmayada o mágicamente dormida— explicó Elliot riendo nerviosamente mientras se rascaba la nuca
—Ah— respondió Anna de manera cortante —sí, bueno...esa son las desventajas de convivir con hechiceros— dijo ella esta vez mirando a Darien— tienen la mala costumbre de querer controlarlo todo... incluso la vida humana.
Darien entendió la indirecta. Apretó los dientes siente cerró los ojos, le dolía esa situación y de verdad hubiese querido poder hacer algo, pero por más que lo intentara, no habría podido.
Anna entró a la cocina y se apoyó contra la mesa. Darien entró segundos después con el moises en sus manos para no dejar a la bebita sola, nesescitaba que esa combersació fuese en privado por lo que cerró la puerta tras de si.
— Sé lo que haces, Anna y no va a resultar —advirtió él mientras dejaba la sillita sobre la mesa
— ¿Pero por qué no quieres ayudarlo? No lo entiendo — insistió ella retomando la discució de esa mañana
—Ya te lo dije, no es que no quiera, es que no puedo
— ¿Por qué?— chilló ella estallando nuevamente en llanto de impotencia. La bebé también comenzó a llorar.
— ¡Porque no hay magia que lo pueda salvar!— Espetó Darien
— Eso no es cierto — dijo Anna casi sin voz— tiene que haber algo...lo que sea
—No lo hay, Joe esta unido al Avatar por una especie de cordón umbilical. Ese cordón es anti magia, anti intrusos...anti todo. La única forma de que eso deje de funcionar, es si el avatar nace.
— No te creo— le cortó ella
—Anna...— respondió él suspirando de cansancio, ya estaba harto de seguir von esa conversación, pero estaba seguro de que Anna no.
— ¡Es una excusa para no ir en su ayuda!— espetó con voz firme, intentando no gritar. Ella tomando en brazos a su bebé y la arrulló para tranquilizarla, de ese modo, la joven madre tambien intentaba tomar la calma
— Estás diciendo cosas sin sentido— respondió Darien soltando un suspiro de cansancio nuevamente mientras apoyaba sus codos sobre la mesa y ocultaba su rostro entre sus manos
— Estás celoso— le acusó ella insistentemente
— « Claro que estamos celosos »— dijo Jared en su mente para que Anna no pudiese escuchar su comentario
— « Pero nunca al extremo de dejarlo morir a propósito»— respondió Darien
— Él es mi amigo, me salvó, no me dejó sola
Darien levantó la mirada dirigiendo sus destellantes ojos azules hacia su novia, se enderesó y apretó los dientes mientras empuñó sus manos a los costados de su cuerpo. Anna incluso pudo notar como las venas de sus brazos se ramificaban debido a la fuerza que ejercía al cerrar sus manos. De manera instintiba, ella dio un paso atras abrasando a su bebé de forma protectora.
— Yo tampoco te habría dejado sola, pero no tenía opción y tampoco la tengo ahora— respondió con fiereza y rabia el hechicero — y por si no lo sabías, él no te habrá dejado sola a ti, pero dejó sola a nuestra hija, dormida por horas bajo un hechizo de sueño y sin nadie que la cuide
— ¿y que querías que hiciera? Sólo estábamos nosotros dos, él fue por mi y no había nadie más que pudiese encargarse de Emma mientras tanto... tú no estabas, Darien, él si — cuestionó la mortal con voz temblorosa, estaba un poco asustada por las reacciones de su novio, sin embargo, intentaba no demostrarselo
Aquellas palabras, hicieron enfurecer aún más a Darien, no con ella, sino más bien consigo mismo, pero la ira lo hizo dar un paso adelante de manera amenazadora haciendo que Anna se viera acorralada entre el mueble de la cocina y él. Ella no dijo nada, sólo lo miró con los ojos abiertos de par en par y con el labio inferior temblándole.
— Bien sabes que tenía que encargarme de algo importante... lo sabes perfectamente, jamás te hubiese dejado sola sí no hubiese sido por lo que tenía que hacer anoche — sus palabras sonaban dura, como un susurro seseante apretando los dientes — Lee se aprovechó de ese momento de vulnerabilidad ¿crees que las habría dejado sola a ti y a Emma si hubiese sabido que algo así pasaría
— Si lo sabías — dijo ella — era cuestión de tiempo, bien sabíamos todos que cuando naciera la bebé él vendría por mi — Darien no supo que responder, las palabras se atascaron en su garganta consciente de que Anna tenía razón, pero por otra parte, tampoco podía dejar de hacer lo demás. Tampoco podía llevar a Anna a casa de Tomo, porque ahí se efectuó la reunión de aquelarres y estaba seguro de que los demás hechiceros no hubiesen aceptado que una mortal se encontrara presente en un asunto oficial de hechiceros. Definitivamente Darien se encontraba con las manos atadas.
— Ni siquiera Molly con su clarividencia pudo saberlo... pero eso es obvio, si no, no se hubiese quedado callada sobre esto — dijo él finalmente
— Y tú quizás no le habrías creído — respondió Anna — nunca le has tenido fe a ese don que tiene... para el caso sería igual, tú simplemente no estabas aquí, pero Joe si y se sacrificó por mi para salvar mi vida y sí realmente quisieras, si podrías salvarlo.
Darien estuvo a punto de rebatir, pero la puerta de la cocina se abrió de pronto interrumpiendo esa tensa discusión.
— Lo lamento... yo... — dijo Eliott algo nervioso — tú celular sonó y contesté... lamento el atrevimiento, pero era Molly, dice que te llamó hace horas y que realmente es una urgencia lo que está ocurriendo en el bosque — explicó el hechicero empresario
— De acuerdo... gracias — contestó Darien alejándose de Anna, pero luego la miró una vez mas — esta conversación llega hasta aquí — sentenció — pero te juro, ahora en mas, nunca estarás sola — diciendo eso, él y su primo despareciera tras un portal dejando a Anna sola y acongojada en medio de la cocina con la palabra en la boca.
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