Capitulo 36- Una noche para recordar
Molly Leto, la joven hechicera con el don de la clarividencia y la premonición. Ésta adorable muchacha siempre ha tenido aquel poder, pero son muy pocas las veces que se han podido creer, pues al comentarlas, es cuando suele suceder las variaciones de sus clarividencia.
La pequeña Leto creyó estar dormida en su reconfortante y tibia cama, luego de volver a casa aduras penas a causa del dolor en todo su cuerpo por los ataques despiadados de Mia.
Al llegar, apenas y podía mantenerse de pie, temblorosa y sudando, sus piernas apenas respondían, por lo que su padre fue quien tuvo que sostenerla para evitar que se cayera cuando ella llegó cruzando la puerta de su casa con un horrible aspecto; pálida como papel, balbuceando cosas que no se entendía y sollozando por lo bajo, era como si estuviese a punto de desmayarse, su padre pudo darse cuenta que ella tenía leves y apenas visibles marcas de quemaduras en toda su piel. La trasladó en brazos hasta su habitación para acostarla en su cama sin hacerle más preguntas, pues creyó que era mejor dejarla descansar, ya después tendrían tiempo de hablar de ello, sí es que Molly estaba dispuesta a hacerlo, claro.
Una sensación de frialdad y dureza la hizo despertar aquella noche, abriendo sus ojos de un momento a otro con rapidez. Se puso de pie mientras miraba a su alrededor y pudo darse cuenta que estaba en un lugar bastante familiar, pese al aspecto diferente. Parecido al claro donde el aquelarre tuvo su iniciación, pero todo ahí era algo diferente, para empezar el color blanco predominaba en todo su esplendor, como si estuviese cubierto en un grueso manto de nieve o quizás una gran sabana como esas que ponen para cubrir los muebles de una casa que sería abandonada por un buen tiempo.
Las cosas estaban tal como en aquella noche de la iniciación; los pedestales de piedras con sus respectivos boles de acero. En el centro, donde originalmente se encontraba la chispeante fogata; había un vaporoso velo enmarcado en forma de arco, como si se tratara de un espejo de cuerpo entero. La luna llena a lo alto, y los arboles y flores silvestres alrededor del claro; todo en ese inmaculado blanco que se imponía en forma de nieve, lo cual era extraño, considerando la época en que estaban; la primavera casi ni se notaba en aquel frío lugar.
Molly comenzó a temblar de frio, por lo que de manera instintiva se abrazó a sí misma, intentó dar un paso adelante, pero sus piernas apenas se movían, eventualmente podía dar pasos cortos y pesados que le obligaban arrastrar sus pies sobre la gélida nieve. De pronto comenzó a nevar suavemente y pese a eso, la luna aún se podía ver asomada entre las suculentas nubes oscuras.
Se acercó al arco y con asombro notó que alguien le devolvía la mirada, como si se tratara de su reflejo en un espejo, pero éste en vez de ser un cristal, era más bien una imagen vaporosa y casi fantasmal, se acercó un poco mas y alzó la mano hacia delante para apoyar su mano y comprobar que aquello no era una alucinación, pensando que quizás los rayos eléctricos de Mia la dejaron con alucinaciones. Pero la imagen en el velo, hizo el mismo gesto con su mano; mas su expresiones eran diferente. Molly estaba entre asombrada y asustada con la boca abierta y el reflejo vaporoso sonreía
— hola, Molly — habló la chica del velo
— ¿quién eres... eres... mi avatar?
— No — dijo la chica sonriendo mientras negaba suavemente con la cabeza — soy... tú — Molly se sobresaltó de la impresión llevándose una mano al pecho
— ¿vienes del futuro o algo así?
— algo así... en realidad, soy lo que pronto tú también serás a futuro
— ¿y qué es lo que seré? — preguntó la joven hechicera con algo de incredulidad
— un oráculo — respondió la chica del velo como si comentara un tema como cualquier conversación vana
— ¿un oráculo? — repitió Molly frunciendo el seño en un gesto de confusión
— exactamente... tú tienes el don de la adivinación, sabes tanto del futuro como del pasado. Que si bien no es perfecto, es poderoso y tienes un potencial que aún no conoces o no crees tener.
— Es que no siempre funciona — se lamentó Molly agachando la mirada con tristeza
— es porque intentas impedir que las cosas sigan su curso...
— ¿a si? ¿Cómo? — cuestionó la pequeña Leto
— cada vez que le dices a alguien su futuro, éste variará y por lo tanto nada ocurre como debe ser
— ¿me estás sugiriendo que no debo decirle nada a nadie?
— exactamente, puedes advertirle a alguien que correrá peligro y esta persona se encargara de tomar su decisión final, pero no debes interferir diciendo todo lo que viste, no es bueno que la gente sepa todo su futuro, es mejor vivir el momento pensando en el aquí y ahora y no pensando en lo que pasará mañana.
— entonces ¿de qué me sirve tener este don si no puedo ayudar a las personas? — cuestionó Molly un poco molesta y frustrada
— te sirve a ti... no a los demás. Te sirve para que estés preparada
— ¿pre... preparada para qué? — tartamudeó la hechicera un tanto desconcertada
— para cuando llegue el momento de que te conviertas en el oráculo, Molly... debes saber que grandes cosa ocurrirán y han ocurrido... pero se avecina algo más grande
— ¿qué? ¿Qué pasará?
— una guerra en la que están involucradas personas muy cercanas a ti.
— ¿enserio?
— si... y no debes impedir que ocurra, no debes decirle nada a nadie de lo que te diré — dijo el oráculo seriamente
— De acuerdo... lo prometo — dijo, no muy convencida Molly
— el comienzo serán varios sacrificios...
— ¿ sacrificios? — Se alarmó la hechicera — ¿qué clase de sacrificios?
— sacrificios humanos, por supuesto
— ¡pero mi aquelarre no hace esa clase de hechicería...! ¡Nosotros no practicamos la magia negra!
— no, ya lo sé. No es de ese tipo de sacrificios humanos a lo que me refiero
— entonces... ¿a qué te refieres? — Molly intentaba comprender aquella conversación, pero en parte le costaba mucho, pues no sabía si soñaba o era una de sus premoniciones. Muchas veces éstos se confundían en su mente cuando se sentía muy cansada o derrotada.
— El primer sacrificio ya ocurrió, la noche en el que apareció el primer guerrero — dijo el oráculo cuya voz era idéntica a la de Molly.
— " la noche en el que apareció el primer guerrero "— repitió Molly algo confundido y curiosidad — ¿quienes son los guerreros? — el oráculo, no respondió.
—Un fiel seguidor será víctima de un daño colateral sirviendo como ejemplo a otros de su misma clase, y otro seguidor, atraído por la tentación traicionará a su líder y compañeros. También debes saber que, aquel que debe irse volverá y él que prometió regresar, jamás lo hará de la misma forma que se fue
— ¿qué? ¿Alguien nos traicionará? ¿Quien, quien? — quiso saber Molly con desespero
— No te lo puedo decir— contestó su doble
— pero ¿por qué?
— ya te lo dije, porque si te lo revelo, tratarás de evitarlo y afectará el destino de los demás
— Pero no puedo dejar que alguien salga lastimado — protestó Molly
— es necesario, Molly... tienes que dejar que las cosas sigan su curso — dijo el oráculo — todo pasa por una razón y nada deberá ser alterado ni por un mínimo detalle
— Esto es injusto — sollozó la joven hechicera
— aún no he terminado, la espera más esperada, llegará el día más inesperado, el más rebelde se sacrificará voluntariamente para evitar lo que muchos esperaban
— oh, genial, más sacrificios — comentó con amargura la pequeña Leto
— cuando el momento llegue, el que se veía fuerte, se sentirá vulnerable y saldrá huyendo. Un guerrero matará a alguien de su propio bando y conocerá lo que es dolor. Además, debes saber también, Molly; que el guerrero más poderoso vencerá una vez, para darnos esperanza y los que parecían ser débiles, eran en realidad los más fuertes y alguien cambiará su nombre en honor al caído.
Llegó a saltar de la cama al darse cuenta, que todo aquello, no era más que sólo un sueño, sin embargo todo era tan vivido que aquel sueño no lo podía olvidar, recordaba cada mínimo detalle, incluso la imagen y voz del oráculo. Ella al despertar tuvo la necesidad de buscar en su librero el grimorio que estaba preparando escrito a mano, con una letra muy pulcra y clara. Tomó un lápiz de su escritorio y a continuación escribió cada palabra del oráculo una por una como si ya se lo hubiese aprendido totalmente de memoria desde hace mucho tiempo.
Flash back, la pelea entre los hermanos Phillips
Tomo se acercó un poco más a su hermana mayor, mientras que su hermana menor le seguía el paso caminando de tras e él sigilosamente mirando a su alrededor como un ladrón asustado que entró a una casa ajena, y es así era; a Stephanie le preocupaba que de un momento a otro pudiesen entrar los dueños de ese departamento.
— vaya, mellizos y tan diferentes — comentó Mia alzando una ceja mientras miraba a su hermano de manera despreciativa
— ¿ qué esperabas? ¿Que siguiera tus locuras? No, Mia... jamás seré como tú — respondió Tomo con voz ronca
— Así veo, decidiste darme la espalda... a mí, a tu propia hermana — recriminó Mia
— no, tú nos diste la espalda a nosotros, Mia — intervino Stephanie quien habló por primera vez desde que se encontraron con la bruja negra esa noche
— vaya, habló la pequeña princesita de papá... la consentida
— no mas que tú, Mia... que resentida eres — dijo la pequeña Phillips
— ¿por qué? ¿Por tener ambiciones? ¿Por no querer ser una mediocre y querer ser algo más? ¡La gente nos rechaza! ¡Nos mira como híbridos! — exclamó Mia
— ¡porque es lo que somos! — Gritó Tomo exasperado — ¡nuestro padre es un hechicero y nuestra madre una mortal, nacimos con esa realidad y nada ni nadie la puede cambiar!
— eso no es cierto, la gente debe ver que somos más que unos estúpidos híbridos — respondió Mia, esta vez sin gritar, pero con fiereza apretando los dientes
— Somos hechiceros, no hay diferencia — dijo Stephanie
— ¡pero eso no es suficiente! Yo haré que nos respeten — sentenció Mia
— ¿ah sí? — Se burló Tomo — ¿ a ti? El respeto se gana, Mia debe ser algo mutuo
— Pues yo me lo ganaré a mi modo — respondió ella— empezando por ti, hermanito — alzó su mano y rápidamente atacó con una gran bola de rayos eléctricos que Tomo con destreza pudo esquivar haciéndose a un lado rápidamente; la bola impactó en un cuadro que colgaba en la pared opuesta a la de Mia y éste cayó al suelo quebrándose así el vidrio que la cubría. Tomo unió sus manos como sí guardara entre ellas un puñado de arena y de sus palmas comenzó a formarse una enorme bola de fuego que lanzó contra Mia , ella con rapidez utilizó su don de la telequinesia ( don que también poseía sus dos hermanos) esquivó la bola de fuego y la dirigió directo al lugar donde Stephanie estaba parada, sin embargo, la más joven de los tres hermanos lanzó con su magia un gran chorro de agua contra esa ardiente esfera anaranjada , salvándose así de ser incinerada
— ¿y así quieres respeto? — cuestionó el único varón de los hermanos Phillips.
— ¡cállate! — chilló Mia intentando lanzar otro ataque, sólo que esta vez Tomo, no logró esquivarlo, la bola (aunque de poca energía) hizo que el hechicero cayese de espalda al piso, sin embargo logró recuperarse de inmediato. Pero cuando intentó incorporarse, Mia ya lo había derribado nuevamente con otro ataque, así ella se subió ahorcajad sobre su hermano y posando su manos sobre el rostro de Tomo, ella hizo presión sobre sus ojos. Tomo comenzó a gritar de dolor mientras intentaba en vano quitársela de encima; él sentía que sus ojos ardían como en carne viva.
— Escúchame bien, idiota— comenzó a decir la bruja negra mientras se quitaba de la liga de su medias; un puñal, el cual hincó sobre la piel de Tomo bajo su ojo derecho — sí tú decidiste aceptar la humillación de ser hibrido... que así sea — diciendo eso comenzó a garabatear con la hoja del puñal una H cuya sangre emanaba al rojo vivo en cada línea que la bruja negra trazaba haciendo presión con la filosa punta de aquella arma blanca, en la piel de su hermano. Aterrada, Stephanie viendo como sus dos hermanos se batían en una lucha de cuerpo a cuerpo, actuó de manera desesperada mirando a todas partes buscando una ayuda, y entonces vio la cocina americana y en ese mismo instante una idea iluminó su mente. Utilizando sus poderes telequineticos, encendió la llave del agua al máximo , luego, alzó ambas manos al frente y como sí estas tuviesen una atracción magnética comenzó a manipular el agua del grifo moldeándola a su antojo mientras la atraía para sí misma, formó una gran esfera liquida y trasparente entre sus manos y se la lazó con ímpetu a Mia, quien fue derribada de inmediato, dándole tiempo a Stephanie para ayudarle a Tomo a ponerse de pie y salir corriendo de ese departamento, antes de que Mia pudiese hacer algo contra ellos.
Fin del Flash Back
— le dije a Anna que Tomo está bien para no preocuparla — dijo Vicky en un tono de voz angustiado— pero lo cierto es, que él ha quedado ciego
— ¿ qué? — contestó asombrado la voz masculina que Anna supo reconocer de inmediato.
Ella había despertado aquella mañana, muy temprano, y la verdad era que no pudo dormir mucho, pero con pocas horas de descanso, ya era suficiente para ella, claro que su cuerpo aún dolía un poco , pero se sentía lo bastante bien como para levantarse aquel nuevo día.
Las voces de aquella conversación fueron la que la despertaron, y finalmente también fueron la que la impulsaron a ponerse de pie y escuchar detrás de la puerta
— sí, esperamos que no sea algo permanente... pero... — Vicky comenzó a sollozar y finalmente, sacando un pañuelo del bolsillo de su blusa, se puso a llorar — eso lo dudo
— ¿ qué fue lo que pasó? — preguntó aquel hombre
— Anna fue atacada anoche... la... la estaba torturando
— ¡QUE! — Exclamó el hombre mientras dejaba torpemente su humeante taza de café sobre la mesa de centro en la sala de estar. El impacto de aquella noticia fue tanto, que casi derrama de aquel liquido marrón oscuro por todo el mueble — ¿quien fue? — quiso saber
— fue Mia — respondió Vicky con seriedad
— ¿QUE? — vociferó otra vez
— ¡shiii! ¡Cálmate! baja la voz, ella y Tomo aún duermen — le regañó Vicky en un susurro, aun lloriqueando
— La voy a matar — siseó entre dientes Darien
— Darien, esto me preocupa... han pasado muchas cosas extrañas y en la comunidad ya se están dando cuenta... — dijo la hechicera.
Anna al escucharla decir ese nombre se apartó de la puerta pasando a llevar la perilla de ésta, provocando así un chasquido. Darien y Vicky voltearon hacia el pasillo de las habitaciones y se quedaron en silencio para estar atento de quien trataba. Entre tanto Anna se tapó la boca con ambas manos para evitar hacer más ruido y con lentitud comenzó a retroceder hasta caer sentada sobre la cama quedándose pasmada con la vista fija en la puerta cual niña pequeña asustada porque le pillaron en alguna travesura.
— ¿Tomo, cariño eres tú? — llamó Vicky, pero no hubo respuesta
— ¿Anna? — llamó Darien, pero tampoco respondió. Darien , conociendo a su novia supuso que habría sido ella escuchando tras la puerta pero decidió dejarlo pasar por el momento y continuar con la conversación
—... lo sé, Vicky... sabía que tarde o temprano algo así pasaría — dijo Darien luego de un rato
— ¿de qué hablas? — quiso saber Vicky
— Lee — dijo Darien
— ¿Lee, el antiguo líder de Elementis? — Darien asintió — me temo, que en algún momento debemos prepararnos para lo peor
— ¿ qué? ¿Cómo es eso? — espetó la pelinegra de ojos claros
— no se con exactitud que se trae entre manos Lee... pero no es algo bueno, debemos reunir al aquelarre de inmediato. Tengo muchas cosas que explicar
— Pero Tomo no puede salir — se lamentó Vicky
— ¿ te molestaría sí nos reunimos aquí? — preguntó Darien un tanto tímido, era la primera vez que pedía la casa de uno de sus seguidores para hacer la reunión del aquelarre — y por lo demás, creo que es importante que tú también estés.
— No, en absoluto, no hay problema, encantados los esperaremos a todos — respondió ella
— bien— dijo él — será eta noche
— De acuerdo — asintió la hechicera
— gracias— sonrió levemente Darien — iré a ver a Anna ¿dónde está?
— La última puerta al final del pasillo — indicó la hechicera. Darien se puso de pie y se dirigió hasta ahí sin vacilar; antes de abrir la puerta para entrar, el hechicero golpeó con su nudillo un par de veces, y luego, sin esperar respuesta abrió; justo en el momento en el que Anna se estaba encaramando por una ventana para salir hacia el boscoso patio de esa pequeña casa, ella no se sentía preparada aún para liderar con él, no quería enfrentarlo por vergüenza; además del miedo que le provocaba ver su rostro de ira mientras se burlaba de ella y la torturaba, aquello la dejó muy traumatizada y confundida.
— ah no, no de nuevo, Anna — dijo Darien tomándola de la cintura para volver a entrarla a la habitación. Enseguida la dejó en el suelo y la giró para mirarse a los ojos una vez más.
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