Capítulo 1
Literalmente, mi vida fue muy buena al graduarme de la escuela preparatoria Apple White: conocí la Universidad de Juilliard, estuve en un taller de teatro musical durante mi primer año, un productor musical (que iba como caza recompensas) dijo que tenía una excelente voz, me llamaron para firmar un contrato musical; estaba viviendo mi sueño por primera vez, se lo debía al joven multimillonario Richard Vallaj, seguía viendo a Logan, Candy, Lezley y Ryck los fines de semana; aunque tengo que admitir que veía más a Logan. Sí, finalmente le dije que sí y viví como en un sueño hecho realidad, como en un cuento de hadas (solo que gay). Empecé presentándome en bares, me contrataron para abrir los conciertos de artistas de la talla de Selena Gomez y Taylor Swift (otro sueño más cumplido; siempre quise compartir el escenario con Taylor Swift).
Habían pasado solo tres años desde que me gradué de Apple White High School, la extrañaba tanto; caminar por los pasillos, ir al parque Orange, ir al Starbucks que estaba ahí cerca, incluso extrañaba recibir cartas de mi fan #1, ese que decía que yo era su ídolo y la «persona más hermosa que sus ojos hayan visto nunca».
Nunca supe su verdadera identidad, y sí, muchas veces no podía dormir pensando en que al día siguiente tendría un mensaje o recibiría alguna carta de parte de él. Estaba sumamente confundido y nervioso.
—¡Ey, Lou! —me despertaron de mi sueño despierto—. Despierta, ¿estás de acuerdo con lo que elegimos que cantarás para el siguiente show que vas a hacer conmigo como tu representante?
—¿Eh? Sí, sí. Claro, sin ningún problema; cantaré lo que sea —hablé con voz apagada y despertando de mi ensoñación.
—Ese es mi chico —habló David, mi manager: él controlaba lo que hacía, lo que cantaba, a los shows de quién iría para la ser el telonero, etc,.—. Es por eso que eres el mejor de todos, ¿no te parece?
—Lo sé, lo soy —fui modesto, en su totalidad.
—Vamos, ven. Dame un fuerte abrazo de campeones —a pesar de que no me gustaban sus «abrazos de campeones», se lo acepté y nos abrazamos un poco rato, yo me separé de él porque siempre quiso aprovecharse de mí cuando no tenía nada o a alguien; hubo veces en las que yo mismo creía que no tenía a nadie; a pesar de tener amigos y a un maravilloso novio (como lo era Logan en ese entonces).
Lo que me gustaba de David, era que yo podía decidir si lo quería hacer o no, no me obligaba a nada y también me cuidaba cuando en la disquera me querían explotar. Lo único malo de él era que estaba enamorado de mí y yo no podía corresponderle porque tenía novio.
—¿Algún día dejaré de ser un «telonero» y tendré mi propio show, David? —pregunté en cuanto me separé del abrazo. Decidí separarme porque David no me daba buena espina y sentí que eso era como serle infiel a Logan; Logan no merecía algo así.
—Lanzarás otro álbum —mi cara de esperanza mezclada con emoción era enorme; así como la sonrisa que dibujé en mi rostro; emanando felicidad porque creí que por fin había llegado la hora de lanzar mi propio disco y con música que sea cien por ciento original mía—. No sonrías tanto, será de Covers —¡oh, carajo!
Mi sonrisa se desvaneció al instante, ya que yo siempre quise cantar algo más que solo Covers.
—¿Qué es lo que más necesito para que, por fin, pueda sacar un álbum de canciones originales? —miré al piso, estábamos en Francia, tomando un café frente a la torre Eiffel.
—Oye, tranquilo —tomó mi mano, ya sabía qué iba a pasar—. Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea y también sabes que te voy a apoyar en todo, ¿de acuerdo? —sostuvo mi cabeza con ambas manos al tiempo que miraba mis labios; él estaba intentando besarme—. No me gusta que estés triste.
Su voz era susurrante, muy coqueta; David estaba enamorado de mí, es por eso que me apoyaba tanto y me defendía a capa y espada. Pero el amor no era mutuo, sí, lo quería y le agradecía lo que había hecho por mí y que me había defendido; pero nada más, jamás le di «entrada» como decían.
—Oye —aparté mi mano de ahí donde la tenía; justo entre las suyas y estaba a punto de darme un beso en la parte opuesta de la palma, ninguno de los dos queríamos eso—. ¿Podemos hablar? —por fin había llegado el momento perfecto para poder hablar con él y todo ese asunto de «ese es mi chico; ven y dame un abrazo de campeones» se iba a terminar.
—¡Claro! ¿Qué pasa, Lou? —vi su carita con una mirada llena de emoción, de alegría; de amor.
—Gracias por lo que has hecho por mí, en serio —me mataba tener que romperle su corazón, así que no lo hice, simplemente volteé a verlo y le di mi sonrisa más sincera.
—No es nada —me acarició la cara, pasando desde mi cabello, hasta mi mejilla izquierda—. Sabes que haría cualquier cosa por ti.
—Y te lo agradezco —sonreí—; pero esto no puede ser.
Volvió a poner su cara de decepción y tristeza, sí, le rompí el corazón sin querer; aunque él se lo merecía y mucho, yo ya no estaba dispuesto a aceptar más de sus muestras de cariño hacia mí; tal vez él no merecía que yo lo rechazara porque siempre fue bastante amable conmigo.
—Yo sé —la verdad es que era muchísimo mayor que yo. Él tenía 32 años en ese entonces, mientras que yo tenía 19, estaba bastante mal visto el simple hecho de que David quisiera estar conmigo; aún si era mi manager—. Nunca me voy a rendir, tú eres y serás mío.
—No.
—¿Cómo, perdón? —su tono se volvió más serio y yo me reí tras ver su reacción.
—¡Qué gracioso eres! —seguí riéndome; pero fue un poco más fuerte—. Empezando porque tengo novio, Logan, ya lo conoces, ¿no?
—Sí, sé que tienes un novio, ¡qué estupidez! Tú mereces algo mejor que eso y, en caso de que me lo preguntes: siento que eso es algo bastante imbécil —puso los ojos en blanco.
—¿Crees que merezco algo mejor que Logan? —«no juegues con fuego, David, mejor cállate y no respondas», pensé.
—Claro que lo mereces, Louis Gerald ; es obvio que sí lo mereces, mereces algo mejor que ese tonto.
—¿Y quién o qué es ese «algo mejor»? Do I know it? —Dios, por favor, cállate, David. Solo rogaba que él mismo se callara, no quería que algo malo pasara.
—Pues yo, es obvio, ¿no? —David sacó un cigarrillo y comenzó a fumarlo de forma muy provocativa—. Yo sé que soy mejor para ti que ese novato. De hecho, soy el mejor partido que alguien pueda tener en kilómetros a la redonda.
—Nadie es mejor para mí, Logan tiene un lugar muy especial en mi corazón y creo que ya lo sabes; o, al menos, deberías saberlo, ¿no crees?
—Y ese lugar debería ser mío —por Dios, David, cállate.
—No, no lo es ni lo será. —comenté con la voz seca—. Repito, no lo será, por ningún motivo dejaré a Logan, yo lo amo y sé que él a mí me ama también; me lo demostró en estos últimos años.
—¿Seguro que nunca me darás una oportunidad? —oh, Dios, no; ¿era en serio lo que David estaba pensando?
Solo me quedé callado sin saber qué decir o hacer, no quería que David arruinara mi carrera como cantante, apenas lo estaba consiguiendo. No necesitaba que se fuera por la borda.
—¿De qué hablas, perdón? —cuando por fin hablé lo hice sin pensar en su siguiente respuesta.
—Como tu representante, puedo hundirte en el fracaso; nadie más volverá a oír hablar de ti. Puedo borrarte del mapa si quiero.
—Esto es chantaje, ¿seguro que tu apellido no es Miller? —comenzó a reír, siguió bebiendo su café y fumando su cigarrillo—. Él era un viejo amigo: tan chantajista y malo, presumido, orgulloso, criticón, juzgón…
Me encogí de hombros, no podía descifrar la cara que tenía, era como de diversión mezclada con melancolía e impotencia.
—¿Te sabes mi apellido? —preguntó, yo intentaba recordar su apellido, solo que no pude hacerlo.
—No lo recuerdo del todo, eres David, es todo lo que sé de ti —intentaba recordar su apellido, pero era tan difícil que no podía saberlo.
—Smith —seguía sonriendo.
—¿Smith y ya? —¿qué podía salir mal? Me paralicé y comencé a castañear los dientes debido a que su maléfica sonrisa me llevaba a un mal lugar en el que no me gustaba estar mucho tiempo.
—Smith por mi padre —algo andaba mal, muy mal, pude haberlo sentido en mis venas—. Miller por mi madre —y así fue como paso.
Mi sonrisa se desvaneció por un instante, ¿venía de parte de la familia Miller? No, no podía ser posible que fuera verdad.
—¿Lo dices en serio?
—Sí, no tendría por qué mentirte, en especial a ti, hermoso —puse los ojos en blanco ante su comentario (aunque halagara mi belleza, era un poco sofocante).
—O sea que eres un Miller, ¿verdad? Apuesto que debió ser un placer para ti ser parte de esa familia.
—Efectivamente, mi madre es hermana del papá de Marcus, así que sí. También lo conozco a él. In fact we're cousins! ¿No te lo dijo?
—No es cierto… —en ese momento me arrepentí por haber descrito a Marcus así como a la vez tenía muchas preguntas por hacerle. Él, sin embargo, solo empezó a reír.
—Sí, lo es.
—¿Qu… —no me dejó terminar y puso su dedo índice derecho en medio de mis labios.
—Ahórrate tus preguntas, por favor.
—Solo quería saber qué había pasado con Marcus…, eso era todo.
—¡Shhhh! —siseó; haciéndome callar al mismo tiempo—. ¿Recuerdas qué decía Marcus? ¿Que dos pueden guardar un secreto si uno de ellos está muerto?
—Eso es de una canción de una serie que se asemeja bastante a mi vida en Apple White High School.
—Lo sé. ¡Qué locura, ¿no?!
—Sí que lo es —David me lanzó el humo de su cigarrillo en la cara, lo cual me llenó de asco, yo ya casi no fumaba, lo estaba dejando, de hecho. Solo lo hacía cuando estaba con Jessie Jones y Lezley—. ¿Qué rayos te pasa? ¡No sabes el asco que me da que hagan eso!
—Fue una invitación a que nos besemos, aquí y ahora, frente a la torre Eiffel. En este café. Shall we?
—No —levanté mi mano para evitar que hiciera cualquier cosa—. Tengo novio y no vuelvas a hacer eso.
—¿O qué? ¿Me despides y yo mando tu carrera musical por el inodoro?
—No lo harías.
—¿Apostamos? Si no eres mío, no serás de nadie. Así que me pondría celoso el hecho de que le gustes a alguien más, solo piénsalo —oh, Dios; ¡ese sujeto estaba realmente loco!—. Odio a Logan porque él sí puede tenerte y yo no puedo hacerlo.
—Si se supone que me amas, no harás eso de echar mi carrera musical a la basura. El amor se debería tratar de ver lo bien que triunfa el otro y estar feliz por él o ella. No esto.
—Lo sé —sentí cómo mi teléfono vibró al tiempo que sonó para indicarme que Logan me estaba llamando; ya que estaba la canción "I Love You" de Avril Lavigne como su tono predeterminado, gracias al cielo—. ¿No vas a contestarle a tu novio?
Mierda, David sabía que se trataba de Logan; pero ya tenía una emboscada. Deslicé el dedo hacia la derecha para contestar, no encendí la webcam para que no supiera dónde estaba exactamente, pero guardé el teléfono en mi bolsillo derecho de mi pantalón.
—Puede esperar —dije antes de contestar, con mi mano toqué los botones de volumen para tratar de silenciar la llamada lo más que podía y no activé el altavoz. Sabía que Logan estaría escuchando.
—¿Entonces lo vas a pensar? —eso, David; necesitaba que cayera en la trampa.
—¿Pensar qué, exactamente, David?
—Lo del próximo concierto en donde serás el telonero, obviamente, Louis.
—¡Ah, ¿eso?!
—Claro —respondió, algo no me olía nada bien—. ¿Qué otra cosa sería, Lou?
—Estabas coqueteando conmigo, otra vez, y te comenté que tengo novio y lo amo a pesar de todo —lo tenía que atrapar; no pude y él comenzó a reír. ¿De qué carajos se reía este idiota?
—¿Qué pasa contigo? Eso lo sé, conozco a Logan y sé que es un muy buen chico. Yo no coquetearía contigo porque sé lo que tienes; eres lindo y tienes novio.
—Pero…
—Shhhhh, no estamos aquí para hablar de tu desastrosa vida amorosa. Estamos aquí por negocios y nada más, ¿ok?
—Espera, le devolveré la llamada a Logan en este momento —revisé mi celular para darme cuenta que Logan había colgado el teléfono, mierda—. ¿Sabes qué? Le llamaré cuando esté solo en mi habitación del hotel.
—Sí me di cuenta lo que intentabas hacer, Louis —¿fui muy obvio o qué había pasado? ¿Por qué se dio cuenta?—. Fuiste tan obvio, pequeño —obtuve la respuesta de David poco tiempo después de haberme formulado la pregunta en mi mente.
—Solo quiero que me dejes tranquilo, por favor. Es todo lo que pido, ¿es mucho pedir?
—Sí —mierda—. Porque eres tan hermoso que en serio duele.
—“Gorgeous”, Taylor Swift, ¿no es cierto?
—¿Eh? —al parecer David no tenía idea de lo que le estaba hablando.
—La frase, es de la canción de Taylor Swift, de su álbum reputation.
—Así que eres fan, ¿eh?
—Swiftie —lo corregí.
—Como sea, el punto aquí es que sí lo sabía; sabía que la canción le pertenece a ella —se acercó a mí.
—It's time to go home —le dije en inglés.
-You're right, honey, but first —se acercaba lenta y coquetamente.
—¡NO! —me levanté y lo empujé.
—Vamos, solo uno, aunque sea de piquito, will you? —sabía que ese beso «de piquito» se extendería más hasta terminar siendo un beso francés, Logan me había hecho lo mismo.
—Yo sé que no será así, por favor, te pido que te retires.
—Solo uno, por favor.
—«No» es no —empecé a alejarme un poco de él—. Y si sigues con esto, se convierte en acoso; puedo tomar cargos legales y no eres inmune a eso.
—Touché! —se levantó de su asiento.
—Lo sé, me voy de aquí —me fui de donde estábamos sentados tomando un café.
Casi corrí para alejarme de David, ese tenía que ser mi año; lo tenía que conseguir, en serio. Tenía un buen presentimiento, ya que era un año que no se volvería a repetir, como ningún otro, claro; era el 2020 tenía que ser un año único.
Llegué al hotel y llamé a Logan en seguida, esperé y esperé; pero jamás respondió el teléfono.
—Bueno, dicen que la tercera es la vencida, ¿no? —me intenté convencer a mí mismo. Volví a llamarlo con la esperanza de que respondiera esta vez.
—¿Hola, amor?, ¿qué pasó? ¿Por qué carajos respondiste el teléfono si no íbamos a poder hablar y ni siquiera lo respondiste bien? —creo que sí se dio cuenta—. ¿Todo en orden, bebé?
—Sí, amor, perdona. Creí que podría hablar contigo y que no tardaría tanto hablando con David.
—¿Y qué pasó con David, mi vida? ¿Todo en orden? —¿qué pasó? ¿acaso Logan no escuchó que David me hizo quedar como estúpido?
—Nada, hablamos de qué voy a cantar para el próximo concierto donde sea invitado especial o sea: telonero.
—¿Qué vas a cantar, amor? —yo mismo ni siquiera sabía qué iba a cantar, pero podía hacer lo que yo quisiera, así que elegí las canciones en ese momento y se lo diría a David.
—Lose You To Love Me, Love Story, Wrecking Ball, Cool For The Summer, Closer, You Belong With Me y My Heart Will Go On —dije las primeras canciones que se me ocurrieron, las memoricé y las anoté en un post it.
—¿Sí alcanzas las notas de My Heart Will Go On y Cool For The Summer?
—Sí, eso creo. El chiste, realmente, es cantar las canciones con tu tono de voz, creo que deberías saberlo, amor.
—Lo sé, Lou. Solo te lo preguntaba.
—No, no llego a las notas de Céline Dion o de Demi Lovato.
—Eso era lo que quería saber, bobito.
—Está bien, Logan.
—No te enojes, Louis Gerald.
—No estoy enojado, Logan. I'm just thinking!
—¿En que piensas, bebé? ¿Quieres que vaya a verte?
—Eso estaría genial, amorcito, pero no quiero que te distraigas de tu escuela.
—No me interesa la escuela si tengo que elegir entre ella y tú —y eso era la razón por la que lo amaba tanto.
—Eres tan hermoso, Logan —solo pude responder eso.
—Tú lo eres más, me encantas; no sabes lo mucho que te amo, precioso mío —¡ay, por Dios! De verdad, ese chico me traía vuelto loco.
—Te amo muchísimo, en serio —esto merecía una canción—. ¿Sabes qué? Quiero, me urge; mejor dicho, que escuches lo que te tengo que decir.
—De acuerdo —soltó una ligera risa.
Fui rápidamente por mi guitarra acústica, aprendí a tocarla estando en Juilliard. Tomé de nuevo el teléfono y comencé a cantar Wish You Were Here de Avril Lavigne; cuando terminé de cantar comencé a llorar porque, damn! I did really wish he were there. Dejé caer el teléfono al piso y comencé a llorar más y más fuerte.
Pude escuchar cómo Logan decía mi nombre una y otra vez. Solo que yo no tenía las fuerzas suficientes para responderle y dejar de llorar.
Cuando, por fin, pude recoger el teléfono, mencioné el nombre de Logan, no respondió. Le envié mil mensajes, pero tampoco respondió.
«Por favor, respóndeme, lo siento por lo que hice. Lo siento mucho, yo no quería preocuparte, es solo que tengo varios problemas.». Se leía en uno de los mil mensajes que le envié.
«Por favor, responde, por favor, Logan. No me puedes dejar así.», pensaba; no podía hacer más que solo pensar en eso.
«Logan, por favor. No me puedes dejar así. Solo respóndeme y dime que estás bien...», fue lo único que pensé.
Caí dormido, en el piso de la habitación donde me hospedaba, no resistí más. No tenía fuerzas ni ganas de nada. Me levanté cuando escuché el golpetear de la puerta de la habitación; dormí aproximadamente diez horas; o quizá dice horas, no me di cuenta del tiempo.
—¿Sí? —no hubo respuesta, al contrario, volvieron a golpear la puerta. Esta vez no contesté ni pregunté nada, solo escuchaba que seguían y seguían golpeando sin parar.
—David, si eres tú: no molestes, por favor no estoy de humor para aguantar tus payasadas —escuché un golpeteo más, me cansé y abrí la puerta.
—No, no soy David, pero sí te voy a molestar —me decepcioné un poco al saber que no eran ni Logan ni David.
—¡Lezley! ¿Qué haces aquí? —me acerqué a abrazar a mi mejor amiga sin esperar a que respondiera la pregunta.
—Solo quise pasar a visitar a mi mejor amigo de los últimos tres años, ¿tiene algo de malo? ¿Quién carajos es David y por qué te molesta? ¿Logan sabe algo de esto?
—Too much questions! —respondí, pues la verdad sí eran bastantes preguntas las que Lezley me había hecho y no sabía qué responderle a ella—, empecemos una por una, ¿de acuerdo?
—Está bien para mí —Lezley, siempre siendo tan linda y gentil—. ¿Tiene algo de malo que te visite?
—¡Por supuesto que no!
—Next! ¿Quién carajos es David y por qué te molesta?
—Fueron 2.
—¿Y? Quiero saber todo.
—Mi manager, a veces me juega este tipo de bromas —a pesar de que confiaba en Lezley, no quería contarle más detalles explícitos acerca del acoso inminente de David.
—No te creo, pero no importa, algún día te sacaré la sopa. Tarde o temprano lo sabré, mi estimado amigo —puse los ojos en blanco.
—¿Alguna otra pregunta, mi hermosa Lezley?
—De hecho sí, ¿Logan sabe de que David te está molestando?
—¡No! Of course he doesn't! —respondí inmediatamente después de que habló Lezley—. De hecho, es el último que quiero que sepa —una parte de mi corazón se estrujó cuando pensé en Logan y en qué había pasado con respecto a él, lo necesitaba a mi lado.
—¿Pero qué…?
—Lo echo mucho de menos, anoche estábamos hablando y después de cantarle Wish You Were Here de Avril Lavigne, me puse a llorar porque de verdad lo necesito y lo quiero aquí a mi lado. Lo que haría por tenerlo aquí —la interrumpí de forma muy poco educada.
—¿Después qué pasó? —le conté que me puse a llorar y que no le respondía cuando él me llamaba por mi nombre, también le conté que le estuve enviando mil novecientos ochenta y nueve mensajes de texto; también por Facebook, WhatsApp, Instagram y Twitter, pero jamás me respondió un solo mensaje. Ni siquiera me dejaba en visto.
—Whoa! Alto ahí, Gerald —me callé la boca y esperé el peor de los regaños por parte de Lezley—. ¿No crees que fueron demasiados los medios por donde lo buscaste? ¿No fuiste un poquitín exagerado?
—¿«Demasiados mensajes», «exagerado»? ¡Claro que no!, de hecho creo que fue poco.
—Fue demasiado, tal vez piensa que enloqueciste…
—o que de verdad me importa, mujer —la interrumpí—. ¿Por qué me quieres dejar en ridículo o como un loco?
—Para nada —Lezley puso los ojos en blanco—. Pero creo que sí, exageraste un poco.
—¿Crees que solo un poco, Lezley? ¿Eso crees? —pregunté, solo era una habitación de hotel, no había mucho que pudiéramos hacer; pero tenía unas galletas en mi equipaje que había comprado un día antes, las agarré y pensé mucho antes de sacar una galleta del empaque y morderla.
—Bueno, no —¡qué alivio!—. Un mucho, mejor dicho —¡carajo!
Ya llevaba la galleta a mi boca, cuando dijo eso me detuve, Dios. Estaba muy triste por todo lo que me pasaba.
—O sea que exagero —dije con voz ronca.
—Exactamente. Fue mucho, a lo mejor lo espantaste.
—¿Crees que es por eso que no me contesta? —dejé mi galleta en la cama.
—Sí, a decir verdad.
—¿Ahora debo pedirle perdón?
—No, déjalo. Él volverá, tiene que hacerlo.
—¿Esperarlo? ¿Cree que voy a estar a su disposición toda la vida?
—No es eso. El Logan que yo conozco jamás habría hecho algo así —comencé a reírme muy fuerte.
—El Logan que yo conozco me dejó llorando rogándole porque me contestara, no tienes idea de lo mucho que lo extraño.
—¿Qué tanto lo extrañas? —Lezley también se veía triste por ello.
—Mucho, ¿no oíste? ¿Cuántas veces lo tengo que repetir?
—¿Podrías repetirlo solo una vez más?
—Bien, lo extraño bastante, muchísimo; demasiado, estos meses que he estado sin él han sido los peores de mi vida, ¿sabes? Solo lo extraño, quiero verlo y llenarle su carita, tan preciosa que tiene, de besos.
—¿Es en serio?
—Damn! ¡Sí, carajo, sí!
—Solo un favor, dímelo una vez más.
—¿Qué diablos te pasa? ¿Para qué?
—Para que yo te escuche bien —era la voz de Logan, detrás mío, nunca supe cómo entró en la habitación sin hacer ruido, ni siquiera supe en qué momento llegó.
—Holy shit! En verdad eres tú —me lancé a abrazarlo demasiado fuerte, tan fuerte que casi nos caíamos—. En serio no lo puedo creer, de verdad eres tú.
—Mi niño precioso tan bonito y tan bobito, just like ever —se acercó a darme un fuerte abrazo.
—¿Tú lo sabías? —señalé a Lezley después de abrazar a Logan un enorme rato, ella solo se encogió de hombros y sonrió.
—Sí, después de que me llamó investigamos por ti, le preguntamos a todo el mundo, menos a David. Ese tipo me da miedo. ¡Y lo mejor es que te encontramos, Gerald! —Lezley volvió a abrazarme.
—¡Ay, hermosos! Los amo tanto a los dos, chicos —dije con una sonrisa y sintiendo cómo el calor subía a mi cara.
—Y ahora estás sonrojado —Logan me descubrió.
—¡No! I'm not! —me cubrí la cara con ambas manos, me recordó a la primera vez que Marie Wilson me había besado cuando fuimos al cine con Marcus, qué bello era todo, viejos recuerdos vinieron a mi mente en forma de flashbacks. La vida era tan bella, si me hubieran dicho hace 3 años que estaría ahí, en París, con Logan y Lezley, cantando como telonero para abrirles el show a cantantes de la talla de Taylor Swift: nunca lo hubiera creído.
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