Emo y Eider se preocuparon mucho por Noah y le pagaron carísimas medicinas.

Extrañamente ,Noah no paraba de sonreír, le pusieron dolorosas inyecciones y tuvo impactantes síntomas, pasaba los días en la cama con diversos goteros y había perdido cada pelo de su pequeña cabeza.

Sus bonitos ojos ya no tenían emoción, más que una falsa sonrisa para no preocupar a sus adoptivos padres.

Sus bonitos colores se convirtieron pálidos y sus dibujos dejaron de mostrar felicidad, si no, tristeza y desgracia en blanco y negro...

Emo y Eider,preocupados llamaron a los mejores cómicos para animarla y psicólogos para que no se sumiera en una depresión.

Un día, Emo vio una gata en la calle pelirroja y con los ojos iguales a Noah y decidió enseñarselo a su moribunda hija.

Cuando Noah vio aquella gata, sus apagados ojos se iluminaron y una gran sonrisa apareció en su rostro.

La alimentaron y la cuidaron unas semanas y mientras le sometían a aquel tratamiento, ella jugaba con su gata y no se fijaba en aquella "tortura" por la que pasaba y aquellas dolorosas inyecciones fueron olvidadas poco a poco.

Y los dibujos de Noah eran más coloridos y expresivos.

Un día, Emo fue a ver cómo estaba su hija, y la encontró en la cama, fue a despertarla y está no respondía, poco a poco su tez se volvió pálida y sin ningún color, Noah había fallecido con lágrimas en sus ojos , y con su pequeña gata en sus  brazos.