Luego de la última vez, estuve buscándola,
Hasta que vi un paraguas negro,
Destacaba sobre todos los demás de colores,
Era ella, la niña tormenta, apareció de nuevo en medio del espantoso clima de mayo.

Sonreía entre lágrimas desde la distancia,
Miraba cautelosa cuando llegué frente a sus pies,
"Hace mucho que me buscas... Aquí me tienes ahora"
Sus palabras llenas de expectación me dejó intrigada,
¿Extrañas ver a alguien real entre tantas máscaras?

¡Es tan gratificante ver a un corazón latir verdaderamente!
Mis palabras resonaron sobre su rostro triste,
"Tu curiosidad hace que sienta esperanza...puesto que me aburre sonreír a pedazos."

He estado mucho tiempo perdida en mi misma,
Y no he sabido volver a encontrarme, ya que,
Nuestros laberintos son los más confusos,
Y las guerras son agotadoramente largas.

Sus ojos relucieron al pronunciar aquello,
"Pero ahora estoy aquí y encontré mi centro"
No es tan luminoso, pero si muy cálido,
¿Tu centro también de espinas está decorado?

Es un largo jardín bañado por rayos de sol,
Donde las verdades vuelan al aire,
Y la lluvia regocija y no moja,
¿Sabes cuándo tu pecho al fin se logra calmar?
Y una sonrisa hace que tus mitades se unan tímidas.

Si...que lindo lugar, lejos de aquí,
Dónde siempre truena,
siempre duele, ver a la gente me desgasta,
Pero cuando tu voz resonó en las nubes nieve,
Supe que este mundo no era tan malo para regresar.

¿Intentas que te salve de tus fantasmas,
Pero acaso puedes dejar de amarlos?
¿Acaso puedes dejar todo atrás, para brillar tu alma, que pide a gritos una huída desenfrenada?

No somos tan diferentes, la piel es solo exterior,
Llevas tanto tiempo lloviendo por dentro,
Que ya no reconoces a los propios desiertos,
"Hay más mundos en ti, deja de buscarme."

Porque mientras quieres que te muestren el camino,
Este siempre está ahí, solo que cubierto por tus miedos,
La única que puede llegar a salvarte eres tú misma,
Encuentra tu centro de espinas...
Nunca un dolor tan dulce será.

Escrito: 2/7/24
Gracias por leer.