0.- El ángel guardián y la niña.

12 años atrás

🎈

«"Ángel negro de mi guarda o mi dulce compañía, no me dejes sola, porque sin tus alas negras me perdería"»

Sus ojos se clavaron en la imagen del ángel con alas negras y rostro ensombrecido.

-Erika. Mamá se molestara mucho si no nos encuentra en casa-El niño miraba a ambos lados, temiendo que en cualquier instante su madre apareciera y los golpeará por a ver escapado nuevamente.

-¡Callate Damien! Mamá no nos encontrará por que ella nos protegerá.

El niño sintió un escalofrío al ver lo decidida que estaba su hermana.

-Ella no existe -Exclamó con voz temblorosa- Esa niña te mintió.

-No seas un tonto, y si sigues diciendo eso, ya no te voy a querer.

Los ojos de Damien se abrieron con horror. Erika no podía decirle eso, mucho menos sabiendo que el niño la quería con todo su corazón.

-¡No Erika! ¡Tu no me puedes dejar de querer!-chillo con miedo.

Erika sabía que su hermano de 6 años creería todo lo que ella dijera.

-¡Entonces obedece! ¡Y quédate callado!

Ambos hermanos compartieron una mirada de desolación. Ellos ya no querían regresa con Teodora, ni mucho menos seguir viviendo en aquél tormento que los atosigaba diariamente.

-Prometo que todo estará bien-Dijo estirando una mano para tocar los dedos de su hermanito-Yo te protegere.

El niño asintió.

-Bien. Aquí vamos- miro nuevamente la imagen del ángel guardián- "Angel negro de mi guarda o mi dulce compañía, no me dejes sola, por que sin tus alas negras me perderia"

Damien volvió a sentir ese mal presentimiento, sin embargo, se quedó callado, mientras su hermana oraba aquella blasfemia.

-¡Oh mi dulce niña de la noche, e venido tal y como me lo pediste! -grito hacia la nada.

Al instante no ocurrió lo que se habían imaginado, y por un segundó el niño agradeció aquel silencio que los envolvía.

-Vez, te dije que no era cierto.

Erika arrugo la frente y se preguntó por que aquella niña no se hacia presente. Acorde a lo que recordaba, había seguido paso por paso sus indicaciones.

-Yo...

Un estruendo se escuchó en el cielo.

Erika!-Grito Damien al ver que una tormenta se comenzaba a formar -¡Por favor hermanita! ¡Tengo miedo!

Los nervios de Erika comenzaban a explotar. -¡Bien! -grito con frustración ante la idea de regresar a aquel infierno que se llamaban casa − ¡Si quieres irte, vete! ¡Yo no pienso regresar!

Una espesa nube de emociones la atosigaron, nublando por completo su juicio.

-¡No Erika! ¡No me pidas que te deje! -suplico Damien.

-¡No!-grito empujando a su hermano- ¡Tu te iras solo! ¡Ya estoy cansada de que seas un niño miedoso! ¡Ya estoy cansada de ti Damien... -eso último se le escapó sin querer.

Para cuándo se había dado cuenta, el niño ya había recibido aquella apuñalada.
Los ojos de Damien comenzaron a humedecerse, y antes de que ella pudiera detenerlo, Damien salio corriendo.

«Perfecto»

En el segundo que Damien piso el puente por el que habían cruzado para llegar a la capilla, una luz atravesó el cielo, para caer en el sitió donde el niño hiba corriendo.

-¡Damien!

Erika sintió como su pecho se partía en mil pedazos, y su mente se quedaba congelada ante aquella imagen dolorosa.

«Damien... ¡Ha Damien le cayo un rayo! ¡Damien puede estar muerto!»

Un grito se quedo estancado en sus labios, sus pies estaban en movimiento, mientras luchaba por que las lágrimas se hicieran a un lado y pudiera llegar hasta su hermano pequeño.

«No Erika, tu no puedes salvarlo, no mientras no pages la cuota por su alma»

En aquel instante, mientras bajaba corriendo por el barranco que llevaba a las ruinas del puente, Erika se lamento por a verlo llevado a aquel lugar, por gritarle y hacer que Damien saliera huyendo.

-¡Damien!-grito con horror.

El cuerpo inerte de su hermano reposaba en el barro, ahora ya formado por la lluvia que caía sobre ellos.

-Damien...-lloro alcanzando al infante. -¡No Damien! ¡No tu!

Lo tomó en sus brazos.

Damien estaba estático, con la carita manchada y un rastro de tristeza en su rostro.

¿En que momento había pasado eso?

-Eso es lo que les pasa a las niñas malas como tu... -Sus ojos se desviaron de su hermanó hacia aquel espectro que la observaba.

-tu...-dijo con voz ronca-¡Por favor ayudame! ¡Mi hermano... mi hermanó esta...

-Muerto-interrumpió la niña de ojos azules y coletas rubias- Y eso es tu culpa.

Erika sintió más dolor- No... Yo no quería...

La niña sonrió con milicia.

-Si lo querías. Tú odiabas a Damien.

En ese mismo instante, sintió como el cuerpo de su hermanito se hacía mas ligero en sus brazos, y antes de darse cuenta, aquel pequeño cuerpo se desvanecía en sus ojos.

¿Que estaba pasando? No lo entendía.

Miró hacia la niña, ella tenía estirada una mano con varios globos flotando, a pesar de que la lluvia seguía callendo.

-Dios...-susurró con horror.

-Dios no existe en este lugar.

En ese mismo instante, el peso en sus brazos desapareció, dejando solo un pequeño globo blanco, flotando con una luz en su interior.

Erika estaba pasmada. Todo parecía una horrible pesadilla.

-Damien ahora sera mi angelito... -en ese instante, Erika pudo ver claramente como la luz que el globo portaba, se hiba exigiendo más y más.

-¡No! -Gritó.

En ese corto momento  solo tenía una cosa en mente, ¡Salvar a Damien!

***

Actualizaciones una vez por semana.
Hola, parecerá absurdo ya que apenas hace unas horas publique este capítulo, y ahora estoy reeditándolo para evitar las faltas de ortografía (disculpen si llegan a encontrar unas) . La verdad no me esperaba que la niña de los globos tuviera visitas de un momento a otro. Nunca había experimentado esto y la verdad estoy muy emocionada. Para no hacerles el cuento largo, solo quiero agradecerles a las personitas que agregaron esta historia a sus bibliotecas y han dejado pequeños votos a si como comentarios. La verdad estoy muy emocionada que o tengo más palabras para decirles.
:−)

Gracias a @cori_952 por sus lindas palabras y por ser la primera en darle oportunidad a esta historia.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top