Prólogo


"—¡Muy bien! Ahora sólo resta una pequeña entrevista para que te vuelvas parte de la familia".

«Hola mi nombre es Riley Smith, o al menos ése es el nombre que alguien me puso en el orfanato, y ésta es la historia de cómo terminé trabajando para esta gente.»

«Bel quiere —me exigió amablemente a punta de mi propia pistola— que me presente de una manera carismática, porque quiere que le den una oportunidad a mi historia y bla, bla, bla... ¡Cómo si alguien se me pudiera resistir! A ver, ¿qué les puedo contar de mí?»

«Soy alto, sexy, musculoso —muy musculoso—, sexy, cuando todo esto comenzó tenía veinte años, ojos grises, pero me cambian constantemente —he escuchado por ahí que les dicen ojos color del tiempo; asumo que gracias a esas estúpidas estatuitas que cambian de color supuestamente de acuerdo al clima—, y cabello castaño cortado bien corto, estilo militar, ¿ya dije que soy sexy? »

«Para que se den una idea de que tan sexy soy: imagínense a todos los modelos de ropa interior del mundo, ¿pueden? Okay, todos ellos juntos no le llegan a los talones a mi belleza. En una palabra Sexymente irresistible, ¿qué? Bueno son dos palabras, pero entienden la idea, ¿no chiquis? Tengo un solo tatuaje en el pecho en referencia a la pandilla con la que crecí. Sí, mi historia es una mierda, no sé por qué esta loca quiere que se las cuente...»

«¡Ah! Sí, además soy uno de los mejores mercenarios que existen en el mundo, un excelente francotirador, y letal con mi cuchillo. »

«Bel me pide que les avise antes que nada que mi historia no es una ¿cleech? ¿Eh? ¡Ah! ¡Cliché! Dice que ¿Wattpad? Está llena de esas historias... juro que a veces no entiendo qué es lo que dice esta mujer, ¡me está volviendo loco! ¡¡¡Ayuda!!! »

Un par de minutos después...

«Ok, ¿en qué estaba? ¡Ah! Sí, entonces supongo que debería empezar por el principio:

Estaba sentado en el despacho de Viper por haber tenido un pequeño problemita con las autoridades de la ciudad donde yo vivía con su primo.

Tiros y más tiros impactaban el sedan detrás del que nos estábamos refugiando, ese trabajo terminó mal y la policía se vio involucrada; normalmente, los de azul no se meten en nuestras cosas, pero ese día fue un descontrol así que nos tuvieron que perseguir para hacer como que trabajaban.

Max, mi mentor, mi mejor amigo, el que me crió y protegió, recibió un balazo en el hombro cuando intentó devolver el fuego. Un solo vistazo me bastó para reconocer que no era nada grave, una herida limpia, con entrada y salida; sí, tendría que darse algún punto y cuando la adrenalina pasara le dolería como mil demonios, pero sobreviviría.

Me levanté sólo lo necesario para ver mi blanco y apreté el gatillo, un uniformado se desplomó en el suelo de inmediato. Los otros policías corrieron en su ayuda, cesando los disparos para retirar al caído de la línea de fuego.

Estos segundos de distracción nos sirvieron, a Max y a mí, para escabullirnos por el callejón que teníamos a nuestras espaldas, y salir prácticamente ilesos de la situación. Trepamos por escaleras de incendios y saltamos de techo en techo para llegar a nuestra casa de seguridad. «¡¿Qué?! No son exclusivas del FBI, los delincuentes también las tenemos.»

Lo primero era atender la herida de Max. No era grave, pero no podíamos permitir que se infecte; ir a un hospital estaba descartado. Fui a buscar el kit de primeros auxilios, básicamente una bolsa con una botella de Vodka, hilo, aguja y una venda, mientras que Max se quitaba la camiseta de manga corta y encendía el televisor.

—¡Mierda! —Gritó mi amigo—. ¡Lo mataste! Mataste a ese policía ¡niño idiota! —«Para Max siempre seré un niño, lo discutimos mil veces, sólo me lleva quince años».

—¡Mierda! —Fue lo único que pude decir.

«Verán, uno puede robar, traficar, matar o lo que sea; se abre un caso de investigación, uno pasa unos días de vacaciones, tal vez entrega algún dinero de regalo al capitán de la zona, y termina pasando absolutamente nada. Pero... si uno mata a un policía empieza una cacería humana, y al parecer yo iba a ser la afortunada presa. Por esto es que nunca matamos policías, tal vez los herimos un poquito, sólo eso».

Tenía que huir, ¡No había tiempo que perder!

—Esto es lo que vamos a hacer. —Empezó Max, él siempre tenía un plan—. Vas a robar un auto, vas a viajar por calles paralelas y caminos rurales; escúchame bien niño es importante no quiero que te atrapen; irás a ver a mi primo, yo lo llamo para avisarle, tú sólo ve con Viper. Él se encargará de darte algún uso en su organización y protección. En cuanto las cosas se calmen voy a buscarte; aunque no puedo prometer que sea dentro de poco, a los asesinos de policías se los busca por mucho más tiempo.

Max me abrazó fuerte para despedirse, en verdad nos apreciamos, en verdad lo aprecio.

—¡Vete! Antes de que llores como una niña —dijo con los ojos cristalizados. Yo, solamente, pude asentir con la cabeza, y le dediqué una última mirada llena de agradecimiento a ese hombre que me sacó de mi anterior infierno.

E hice exactamente lo que él me dijo.

Una vez que llegue a esta nueva ciudad, fui directo a hablar con Viper; era un tipo rudo, de unos cuarenta años, con tatuajes en sus brazos y su cabeza totalmente rapada. Yo ya lo conocía de hace algunos años, cuando fue a visitar a su primo, y Max se encargó de presentármelo.

Viper me recibió y me hizo pasar al despacho de su lujoso apartamento; las paredes tenían interminables estanterías con más libros de los que he visto en mi vida.

«Nunca entendí a la gente que se obsesiona con los libros, hay una vida allá afuera, ¿para qué pasarla con la nariz metida entre papeles escritos por alguien que se cree mejor que uno porque imagina situaciones?»

«Me gustaría ver a la mayoría de esos escritores, que se quejan de escribir bajo presión, con una nueve milímetros en la sien tratando de terminar su trabajo. ¡Eso es presión! Saber que si uno no elimina la amenaza, lo eliminarán a uno».

«Y sí, Bel me refiero a ti, ¿quién te crees para obligarme a escribir en este aparato del infierno sin teclitas? Ya quiero ver tu cara cuando te des cuenta que subí esto, mientras la señorita, se recreaba con mis abdominales al descubierto».

Las estanterías cubrían tres paredes de la habitación, y una gran ventana hacía las veces de la cuarta pared. La vista era fenomenal; ya que nos encontrábamos en un piso alto, daba la sensación de tener la ciudad a tus pies. En el centro de la habitación, alfombrada, había un gran escritorio de alguna madera antigua y pesada de enormes proporciones, junto con un gran y cómodo sillón de cuero; mientras que, del lado de la puerta, se encontraban dos pequeñas sillas que lucían bastante incomodas, asumí que para lograr intimidar a quién se sentara a tratar con este hombre.

Viper me invitó a sentarme con un movimiento de cabeza, al tiempo que él tomaba asiento del otro lado del caro escritorio; apoyó los codos sobre éste, entrelazó sus dedos y acomodó el mentón sobre sus manos. Me miró directo a los ojos y levantó una de las comisuras de sus labios.

—Así que tú y mi primo la cagaron —dijo enarcando una ceja.

—Solamente fue un contratiempo. Apunté al hombro, pero el imbécil se movió y la bala le dio de lleno en el corazón. Jamás comprometería una operación de esa manera —comenté, sonando más seguro de lo que realmente estaba.

—Entonces, Max nunca me especificó qué rol tenias en su organización.

—Soy el que se encarga de mantener los obstáculos fuera del camino, el que vigila, bueno vigilaba —dije rascándome la nuca—, las operaciones; que nadie quisiera hacer nada que no debiera.

—Un asesino. —Me interrumpió.

—Prefiero el término mercenario, en todo caso. —Él solamente asintió con la cabeza.

—¡Muy bien! Ahora sólo resta una pequeña entrevista para que te vuelvas parte de la familia —espetó, mientras me extendía un sobre amarillo a través de la mesa.

Lo tomé y lo abrí. Dentro, había todos los papeles necesarios para realizar el trabajo: nombre, datos personales, fotografías, y datos de seguimiento. Pero faltaba lo mas importante, a mi entender.

—¿Qué fue lo que hizo para que lo quieras fuera? —Le pregunté.

—¿Importa? —Me contestó.

—No mato mujeres ni niños, pero tampoco a nadie que no lo merezca; así que sí, sí me importa. —Puse mayor énfasis en la palabra "me".

—Intentó violar a la hija de un amigo; la niña tiene seis años, y cómo solamente lo intentó no hay pruebas en su contra. Además ya hubo un precedente con otra niña, por lo que no queremos que se repita. ¿Suficiente información chico?

—Sólo necesitaba saber que intentó violar a alguien, ¿algún método en particular? —Consulté.

—Sorpréndeme —dijo él.

Yo asentí, con la cabeza, mientras daba un último vistazo a los papeles; antes de tomar un encendedor, y prenderlos fuego dejando que se consuma a cenizas, dentro de un tacho de basura metálico.

—Perfecto, entonces creo que puedo hacer uso de tus habilidades chico. ¿Tienes dónde quedarte?

—De hecho, no —respondí, avergonzado—, pero no creo que me cueste demasiado encontrar algún lugar abandonado donde habitar.

—¡De eso nada! —Apretó un botón en una cajita que estaba a su lado en el escritorio—. Mase, por favor, dale a Riley las llaves del apartamento de la zona estudiantil, y escóltalo hasta allí; asegúrate que tenga todo lo que necesita.

—"Si señor". —Se escuchó a través del aparatito.

—¡Todo arreglado chico! Considéralo un adelanto por tus servicios. La zona está cerca de la universidad, así puedes pasar desapercibido. Una cosa más antes de que te retires: en esta ciudad todos los jóvenes o trabajan o estudian, y todo el mundo, conoce a todo el mundo; por lo que, para no llamar la atención, en cuanto a tu situación, deberás ir a la universidad.

—¿¡Qué!?

—Eso chico, lo que escuchaste. Ve eligiendo una carrera, nosotros nos encargamos de los papeles.

¡Ay por favor! ¿En qué me metí?


Nota de la Autora (si! Autora con mayúscula porque soy egocéntrica)

Okno XD

Hola chic@s mi nombre es Belen, si, sin tilde! Porque... soy ruda?

Espero que les guste el prólogo de mi primer novela, tal vez la última eso ya depende de ustedes!

Actualizaré una vez a la semana, aunque el primer capítulo tal vez, sólo tal vez lo suba el Miércoles o Jueves! Yey! De qué depende? De ustedes!

Así que si me llenan de estrellitas y comentarios subiré antes.

Chantajeando? Yoooo? Nah!

Bueno después de todo están leyendo a la loca que tiene a su personaje secuestrado...

Así que déjenme su amorsh aquí

#AmemosABel

Riley: -Yo también quiero amor!  Escríbanme chiquis ;)

Se aceptan críticas constructivas, correcciones ortográficas y musho amorsh

Okay okay ya me voy yendo!

Bye

Bel

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