Capítulo 46.- Horribles Problemas

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Han pasado algunos días desde que Blake nos invitó a pasar días en aquella cabaña de sus familiares, no niego que me divertí mucho fue un ambiente bueno, un ambiente lleno de risas y diversión sobre todo al ver a Adam y a Michael convivir un poco, si como lo escucharon ambos convivieron un poco y me alegra que lo hayan hecho. Hemos regresado a la universidad nuevamente en pocos días será nuestra graduación el sábado que viene será la pequeña ceremonia en el enorme campus de esta y después por la noche nos reuniremos en la casa de Blake para festejar un poco solo nosotros y algunas personas más que no fueron invitadas a la fiesta que Bruno dará, fue tan hipócrita que me invito a mí pero claro está que no asistiré.

Larry está en la sala mientras juega videojuegos, el canalla esta resfriado por lo cual mi madre le prohibió asistir a la universidad él goza de los mimos de mi madre. Está lloviendo agua nieve aún está nevando pero muy poco el clima poco a poco va empeorando cada vez más. Me despido de Larry y de mi madre al escuchar el auto de Michael afuera salgo por la puerta cubriéndome con mi abrigo y corro hasta su auto para subir.

─Maldito clima ─ dice él secando su rostro con una pequeña toalla.

─Es un asco ─ respondo para después besarlo en los labios, al separarnos coloco el cinturón de seguridad y él comienza a conducir.

─Creía que el imbécil de tu hermano se había ido a la universidad.

─Está resfriado ─ respondí al ver que miraba el auto de Larry por el espejo retrovisor ─ fue a jugar ayer con sus amigos y regreso empapado, el agua escurría de él y esta mañana despertó así.

Michael solo rio mientras bajaba un poco la velocidad para girar por una avenida, encendí la calefacción y comencé a frotar mis manos un poco.

─ ¿Has comprado tu vestido? ─ pregunto de forma tranquila, solo niego mientras lo miro.

─Pensaba en usar el que me regalaste ─ sonreí mirándolo ─ a mi madre le ha encantado y Larry dijo que se lo pondría si tan lo menos tuviera pechos.

Él soltó una carcajada estruendosa reí al igual que él, reí porque su risa es la mejor medicina que pueda existir. Paró de reír y me miro divertido.

─ ¿De verdad dijo eso?

─Claro, mi madre rio al igual que tú ─ mire hacia el frente ─ no lo culpo el vestido es hermoso, no me había fijado que solo era de un solo hombro... Esta ajustado...

─ ¿De verdad? en lo ajustado no me había fijado... Es mejor que uses otro.

─Oh por dios... ─ cubrí mi rostro para comenzar a escuchar su sermón de minutos.

Es gracioso pasar momentos así con él, hasta ahora nuestra relación a ido perfectamente bien es una relación que nunca imagine que fuese así de buena, excelente. Los minutos pasaban y él al fin había dejado de darme su sermón tan largo y aburrido al cual no le puse mucha atención. Al llegar a la universidad apago los parabrisas y el auto nos quedamos en el en silencio aun con la calefacción encendida.

─ ¿Tú has comprado tu traje?

─ ¿Debo usar uno? ─ rio ─ pensaba en vestirme como un vagabundo... Como el que vive en el barrio chino.

─ ¿Apestoso, sudoroso y con la ropa hecha mierda?

─Claro ─ me miró sonriendo, su sonrisa es hermosa ─ bueno... Aun no compro nada, creo que debo ir a Yves Saint.

─ ¿Gastaras tres mil dólares en un traje de esos?

─ ¿Puedes recomendarme alguna tienda dónde vendan trajes divinos?

Benetton ─ respondí ─ hay trajes excelentes y muy baratos.

─ ¿Puedes acompañarme?

─Claro ─ respondí ─ con tal de que te veas divino te acompañare ─ ambos comenzamos a reír, me tomo de la cabeza y me acerco a él para darme un beso en mi frente.

Abrimos las puertas del auto y bajamos rápidamente, una vez cerradas corrimos hasta el enorme edificio en donde al entrar él cayo de sentón puesto que el piso estaba resbaloso su cara fue tan divertida que creo que para muchos eso dio más risa que su caída. Harry se acercó hasta él riendo mientras le daba una mano para ayudarlo a levantarse.

─La universidad te odia Joe ─ dice Harry mientras hacen su típico saludo, yo no dejo de reír y él no deja de hacer gestos, es gracioso.

─No me lo recuerdes Harry ─ respondió él.

─ ¿Qué tal sus vacaciones? ─ se acercó a mí y comenzó a saludarme.

─Fantásticas ─ dijo Michael mientras comenzaba a caminar, Harry va a su lado y yo enfrente de ellos escuchando sus conversaciones.

Llego hasta mi casillero y comienzo a colocar algunas cosas dentro de este, estos últimos días que vendremos solo serán para repasar algunas cosas, serán para ver los resultados de los exámenes finales y para ayudarnos a encontrar un trabajo para lo que hemos decidido estudiar. Me giro hacia Michael y él me mira.

─Tranquilo, aquí puedo cuidarme sola ─ sonrío un poco, él se acerca a mí y me planta un beso en la cabeza.

─Estaré con el profesor Allen Henry, por si me necesitas.

Solo asiento y él se despide de mi para irse con Harry, vuelvo a reír al ver que lleva una mano a su parte trasera para sobarse un poco, escucha mi risa y se gira hacia mí solo ríe de igual manera mientras me amenaza con la mirada, le saco la lengua como si fuese una niña pequeña. Cierro mi casillero y camino hasta el auditorio al entrar a lo lejos veo a Janet con Blake y Bridgit, ambos ríen.

─Hola ─ saludo bajando los escalones, los tres giran y me miran.

─Robinsón, por fin llegas ─ dice Janet ─ la directora nos pidió que ordenáramos todo por aquí, al parecer la ceremonia será en el auditorio ya que por lo que ve el clima no ayudara mucho.

─Lo sé ─ llego hasta ellos y comienzo a saludarlos ─ tu hermano sufrió una desgracia por el clima ─ rio.

Ella niega mientras se imagina lo que pudo haber pasado. Adam salió del escenario halando una caja un tanto Grande, Paul iba detrás de él con su celular en manos y con la mirada en esa pantalla.

─El profesor Irving me ha ayudado a conseguir un trabajo en Seattle ─ dice Paul mirándome ─ necesitan un fotógrafo profesional para fotografiar a una importante mujer y perros.

─ ¿Y piensas irte?

─Si irme significa alejarme de mi madre y su esposo... Estoy dispuesto a hacerlo.

Paul sigue viviendo con ellos, a veces va a mi casa llorando por el trato que esa mujer y hombre le dan, no soporto ver a mi amigo triste sé que quiere irse lejos de aquí pero por parte lo extrañaría bastante... Subo al escenario y lo abrazo diciéndole que contara con mi apoyo en todo momento aunque la distancia ahora no lo impidiera. Él se separa de mí y seca un par de lágrimas que han comenzado a caer de él.

─Gracias por tu apoyo... Créeme que eres la primera que me lo ha dado por años... Tú y la rata de Blake.

Blake levanta su dedo medio para subir de igual manera al escenario y comenzar a golpearlo de forma de juego, ambos comienzan a discutir jugando es gracioso verlos así. Me acerco a Adam y lo ayudo con la caja empujándola un poco.

─Lo bueno de esto es que no estaremos repasando ─ dice sonriendo. Se acerca a mí y toma mi mano, siento como coloca algo en ella, al mirar lo que es lo miro fugazmente con una sonrisa.

─Es hermosa... Gracias Adam ─ es una pulsera de cadena con piedras rosadas muy linda.

─No es nada, creo que sé que te gusta llevar esas porquerías contigo. No entiendo el porqué.

─Por la simple razón de que cada pulsera significa algo para mí, cada una de ellas es especial por la persona que me la ha regalado.

─ ¿Y esa? ¿Quién te la ha dado?

─Michael ─ sonreí ─ le he prometido nunca quitármela, es la más especial.

Él solo sonrió un poco para darse la vuelta y comenzar a empujar nuevamente la caja, ayude a empujarla hasta llevarla a la otra parte del escenario sacamos algunas cosas para colocar en el escenario. La mayoría de las horas que han pasado hemos estado ordenando todo sacando algunas cosas viejas las cuales nos pidió la directora al bajar a ver que estuviéramos trabajando y no holgazaneando junto con la profesora Alicia Borniski. Estoy sentada en uno de los miles de asientos acolchonados estoy exhausta...

─Chicos ─ Paul salió de tras de bambalinas luciendo un traje de monje ─ he encontrado mi profesión ─ fue tan gracioso la manera en la que se acercó a Blake y comenzó a bendecirlo mientras sostenía un libro con un rosario en medio de este, Blake le quito el libro y comenzó a golpearlo en la cabeza y hombros Paul reía como loco.

─ ¿Que ese no es el traje de la obra que se dio hace dos años?

─Si ─ respondió Hayley ─ el traje que vomito Tommy por los nervios.

Paul se lo quito rápidamente arrojándolo por alguna parte, Janet reía mientras tocaba su estómago. Paul vuelve a guardar el disfraz en una caja, Adam está sentado en otra mientras come un poco de su emparedado, hace horas que yo no como nada...

─Voy a almorzar algo ─ digo mientras me levanto del asiento.

─Te acompaño ─ Janet corre hasta mi tomándome del brazo, salimos del lugar y caminamos por los pasillos, hay algunos estudiantes conversando en medio de estos al llegar a la cafetería solo hay algunas personas,

Tomo una charola y Janet otra comienza a llenarla de lo que está frente a nosotras en esa barra larga donde hay frutas, verduras y jugos en caja. Nos dirigimos con las mujeres que sirven las pastas o las carnes y esas clases de comidas deliciosas, después nos dirigimos a una mesa para comenzar a comer.

─Le dije a mi hermano sobre la fiesta que dará Blake... Dijo que iría solo por ti ─ sonrió ampliamente mientras llevaba un bocado a su boca de esa ensalada.

─Bueno... No quiero que valla si él no quiere ir, comprendo que quiere estar con sus amigos bebiendo y esas cosas...

─Lo sé, pero dijo que lo aria así que no lo arruines por favor al decirle que haga lo que él quiera hacer.

Bajo la mirada sonriendo y tomo la caja de jugo, estoy dispuesta a darle un sorbo pero alguien lo sujeta con fuerza causando que el jugo suba al límite y se derrame un poco, me levante rápidamente encontrándome con la mirada de Lisa puesta en mí. Esa mirada que siempre me atemorizó...

─ ¿Que se siente dormir con él he Robinsón? ─ siento la palma de su mano golpear mi mejilla con fuerza ─ ¿qué se siente ser una más de sus putas?

Lo vuelve a hacer, solo llevo una mano a mi mejilla para verla directamente a los ojos su sonrisa de hipocresía aparece en ella, esa sonrisa tan falsa como sus palabras. Janet me toma del brazo y comenzamos a caminar lejos de ella.

─ ¿A dónde mierda vas? ¿A contarle lo que acaba de pasar? ─ me giro hacia ella y me suelto del agarre de Janet ─ ve a contarle, andando, me dará la razón a mí porque él sabe que eres una más de sus tantos pasatiempos Robinsón.

─Estas equivocada Lisa... Quizás tú fuiste su pasatiempo en cambio yo te puedo asegurar que lo mío con él es algo más que una amistad y relación.

─Amy, vámonos ─ Janet me toma de la mano halándome un poco.

─Claro, si lo dices porque te ha llevado a la cama y te ha dado lo que a mí me daba es comprensible que te sientas así sabes.

─ ¿Hablas del sexo? ─ fruncí el ceño ─ si Lisa, me llevo a la cama pero a mí no me dio lo que tu llamas "sexo".

Su ceño se frunció levemente mientras que sus ojos recorrían mi rostro con rapidez y asco, Janet seguía halándome del brazo hasta que escuche su voz, la voz de ese hombre llamarme. No lo mire, solo sentía como posaba sus manos en mis brazos tratando de hacer que me girara a verlo.

─Lo que tú llamas "sexo" ese hombre y yo lo llamamos de una manera distinta...

─Cállate ─ me ordeno cerrando los ojos con frustración.

─ ¿Quieres saber cómo lo llamamos Michael y yo?

─Solo cállate...

─Él me hizo el amor Lisa, no me dio "sexo", me hizo el amor eso es lo que paso y lo que me dio una noche.

─ ¡Eres una maldita perra

No la deje terminar, mi mano paro en su mejilla haciendo que su rostro se volteara un poco, los presentes se quedaron boquiabiertos aquella mujer solo acariciaba su mejilla de forma rápida, sus ojos estaban cristalizados mientras que su mirada seguía en un punto fijo.

─ ¡¿Pero qué mierda te pasa?! ─ gritó Tatiana, Janet solo la aparto de mí con brusquedad mientras aquel hombre me tomaba con fuerza de la mano para llevarme hacia afuera.

Suficiente, me canse... Me canse de ser la estúpida inservible, me canse de ser la idiota que no sabe defenderse... Me canse de ser humillada... Soltó mi mano con brusquedad mientras me miraba con molestia.

─ ¡¿Por qué mierda lo hiciste?! ─ me grito llamando la atención de algunos.

─ ¡Porque me canse de ser su estúpido juguete, me canse de que me vea la cara de una idiota que no sabe defenderse! ¡¿Cuál es tu maldito problema de lo que le dije?!

Janet corrió hasta nosotros, él solo apretó la mandíbula con fuerza mientras yo seguía esperando su respuesta, Janet lo miraba y me miraba con preocupación, si una preocupación enorme...

─Nadie Robinsón... Escúchame bien... Creo que nadie debe de enterarse de lo que pase entre nosotros... Me alegró que pienses así de que para ti no fue solo "sexo" que bien me alegro ¡¿pero por qué mierda tienes gritarlo a los cuatro vientos?!

─ ¡Michael! ─ Janet gritó con fuerza ─ ¡cierra la maldita boca!

─ ¡Tú no te metas en esto Janet! ─ le gritó ─ ¡así que te pido que muevas tu trasero y lo lleves afuera ahora mismo!

─ ¿Que nadie se entere? ─ pregunte ─ ¿y por qué con Lisa o las demás era diferente? Si mal no recuerdo... Lo decías a todos lo que hacías con ella o con las demás... Supongo que te a vergüenzas de decir que te acostaste con la imbécil de la nerd.

─ ¿Que? ─ Su ceño se frunció aún más ─ para... No sabes que mierda estás hablando.

─Oh, pero claro que sé que mierda hablo... Hablo sobre la verdad.

─Oh... Ya veo... ─ una sonrisa de hipocresía apareció en él, se está molestando... Me estoy molestando aún más... ─ ¿quieres que lo diga a toda la universidad? muy bien ¡Michael Jackson se acostó con Amy Robinsón y lo grito porque Robinsón ha metido cosas a esta discusión que no pienso seguir discutiendo! ─ gritó, Janet solo lo miró con su ceño fruncido y algunos solo hablaban sobre lo que pasaba ─. ¿Estas feliz?

Y lo vi darse la vuelta con molestia, con esa mirada fulminante, lo vi mientras comenzaba a desaparecer entre la multitud caminando y empujando a los que se le acercaban, quería ir tras él pero Janet me lo impidió tomándome del brazo.

─No vallas... No cuando esta así de encabronado...

─Janet por dios tengo que ir a

─No lo conoces cuando esta así, Amy ─ me interrumpió ─ por favor... No vallas...

Solo la mire para sentir sus brazos rodearme por completo, correspondí a su abrazo por algunos segundos para después separarnos y comenzar a caminar hacia otra parte. Me ha hecho enojar... Lo he hecho enojar... Nada está bien ahora...

***

Han pasado las horas, nos dirigimos a la salida en un silencio estremecedor, él va adelante y yo atrás, no me ha mirado en lo que pasaron esas horas, ni siquiera me ha dirigido la palabra... Siento un nudo enorme en la garganta, es mi culpa que esto haya pasado... Si yo no hubiese sacado ese tema nada de esto hubiera pasado...

─Hey, Amy ─ Paul llega hasta mi saludándome de beso de mejilla, él sigue avanzando, yo me detengo.

─Hola Paul...

─Oye, siento lo que paso... ─ me mira directamente a los ojos ─ me han dicho que fue algo fuerte su discusión...

─... ─ asiento.

─Cuentas con migo para lo que necesites... ¿Quieres que nos vallamos juntos?

─Te lo agradezco Paul pero... Esta demasiado encabronado como para decirle que me iré con alguien más...

─Está bien...

Él me abraza con fuerza y yo correspondo hundiéndome en su pecho, quiero llorar pero no lo hago, él ya ha subido al auto creo que esta vez no me abrirá la puerta o esperara fuera de este... Paul se separa de mí y se aleja sonriendo y despidiéndose, comienzo a caminar entre las personas mientras algunas me miran con asco, cada comentario que hacen se cruza en mí... «Allí va la zorra», «enserio Jackson lo hizo con la nerd»... Duelen esos comentarios... Llego a su auto y abro la puerta para subirme, su mano derecha esta posada en sus labios mientras que la izquierda está en el volante. Su vista está al frente mientras mira a su alrededor.

Alguien toca la ventanilla de su lado y gira su mirada, es Taylor... Baja la ventanilla y me dedica una sonrisa.

─Negro, iremos a casa de Albert más tarde dará una pequeña fiesta por la graduación de Calderón ¿iras?

─Claro ─ respondió de forma seca.

─Amy, estas invitada ─ dice Harry sonriendo.

─Oh, gracias.

─Amy no ira ─ dice él mirándome con seriedad, se gira nuevamente hacia Taylor y Harry ─ tiene cosas que hacer.

─Bueno... Puede dejarlas para otra ocasión viejo...

─Nos vemos haya ─ dice mientras el cristal comienza a subir automáticamente, lo miro frunciendo el ceño con molestia, mientras él se digna a comenzar a conducir.

El silencio es tan estremecedor que puedo jurar que me lanzaré por la ventana si sigue así... He cometido el error de hacerlo enojar... Me arrepiento hasta el alma de lo que hice... Sigue con la vista al frente y su mano en sus labios mientras que con la otra sigue conduciendo con un poco de rapidez la carretera esta resbalosa y a él pareciera que no le importa. Gira por una avenida y vuelve a irse derecho por esta. Su ceño sigue fruncido su mandíbula sigue apretada y su cuerpo está muy tenso... Cuando llegamos a casa se estaciona de forma brusca detrás de un auto color rojo quita el seguro automático y sigue con esa misma posición, con su mirada al frente...

─Perdona... Y-yo estaba enojada y

─Buenas tardes Robinsón.

Su voz es tan ronca... Que me ha producido un escalofrío por todo el cuerpo... Quiero hablar y arreglar las cosas... Pero él no quiere hacer ninguna de las dos cosas que he dicho... Su vista sigue donde mismo, está esperando que baje del auto y yo sigo aquí como una inútil esperando a que me vea...

─Buenas tardes... H-hasta mañana...

─No te molestes en esperarme... Toma el autobús o un taxi.

¿Qué?

─... Claro... L-lo siento...

Abro la puerta del auto y bajo de este cerrando la puerta nuevamente, comienza a conducir sin esperar a ver si he entrado a casa... El nudo esta por romperse... Si, así es... Ya está a punto de romperse por esto que acaba de pasar... Este encabronado hasta el fondo y todo por culpa mía. Camino hacia casa y entro al colocar la llave en la cerradura y volver a cerrar la puerta, no hay nadie en casa tan solo los dos canes que están dormidos y entonces pasa, me rompo, me rompo en un llanto profundo que me ha lastimado hasta el alma, jamás imagine que él se molestaría por eso, jamás imagine que se molestaría de esta manera tan horrible. Me siento en el piso y llevo mis rodillas hasta la altura de mi pecho para bajar mi cabeza a ellas y llorar aún más a fondo. Como me arrepiento de lo que he causado...

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