Capítulo 28.- "No puedo más"
Es otro día, y como lo veía venir nuevamente está lloviendo un poco, el sol sale y se esconde tras las nubes, imaginaba que este día sería igual al anterior, soleado... Sigo acostada en mi cama cubierta por las sabanas moradas y la colcha color lila, Pach y Duke están acostados en la alfombra que tengo en mi piso ambos apenas caben alrededor de esta, son bastantes grandes.
Mi vista se clava en el techo color blanco, es liso, no tiene ningún toque de figuras deformes u otra cosa, simplemente es blanco y liso... Cierro mis ojos y vuelvo a pensar en él... En ese hombre que anoche me hizo pensar varias cosas, en ese hombre que anoche me hizo... Feliz... ¿Por qué me beso? Esa pregunta recorría mi mente una y otra vez, la recorría torturándome con el recuerdo de su beso, con el recuerdo de esos labios tan suaves, con el recuerdo mío de corresponder su beso...
Es imposible que el tipo que solía molestarte ahora no lo haga más, y ahora solo se dedique a torturarme con su melodiosa voz, con sus tactos hacia mí piel... Me estremezco por completo y me giro a mi lado derecho la puerta queda a mis espaldas así que si alguien entra no me daría cuenta. Fijo mi vista en la mesita de noche mis anteojos y un vaso con agua están ahí, una foto de esas personas que anoche me lastimaron... Tomo el cuadro y lo bajo cubriendo esos rostros de mi vista, escucho a alguien golpear la puerta, me giro en dirección a esta y veo a mi madre entrar con dos tazas en una pequeña bandeja.
─Hola cariño ─ saludo sonriendo ─ ¿dormiste bien?
─Hola mamá... Si, lo hice...
─Creí que volverías hasta hoy por la noche o por la tarde.
─Las cosas cambiaron mamá...
Ella me miro con preocupación, cerró la puerta empujándola con su cadera y se dirigió hacia mí, me incorpore en la cama y tome la taza blanca que tenía en una de sus manos. Le di un sorbo al dulce líquido caliente, era café. Se sentó en la orilla de la cama aun con su vista en mí. Coloque la taza en la mesita de noche, su mirada seguía mis acciones al ver la foto que estaba boca abajo abrió la boca para decir algo, la interrumpí.
─Solo fue un simple interés por su parte mamá...
Ella frunce su ceño con asombro, bajo la mirada y llevo un mechón de cabello detrás de mí oreja. Frotó mis manos y me abrazo a mí misma después de tiempo. Ciento la mirada de mi madre en mí, la miro y en efecto, está esperando a que le cuente lo que paso.
─Michael fue... Adam comenzó a beber y lo comenzó a insultar... Michael por su parte solo se defendió... Pero... Las cosas comenzaron a salir mal y Blake me dijo que ellos eran unos hipócritas con migo...
─ ¿Le creíste?
─Sabes que Blake es mi mejor amigo desde el jardín de niños... Nunca me mentiría así... Ninguno se negó... Por lo que sé que es verdad... Empaque mis cosas al igual que Michael, su hermana, Blake y otro chico llamado Taylor... Nos fuimos...
Mi madre se acercó a mí y me abrazo tratando de no tirar el café en mí o la cama. Aun siento ese nudo en mi garganta quemándome, me quema bastante... Siento sus labios en mi frente y después solo me dice algunas palabras para que deje de estar triste, para que vea lo bueno del asunto y deje lo malo y rencoroso atrás. Sale de la habitación sin nada más que decir y yo me limito a dejar la cama, comienzo a hacer mi rutina del día, vestirme, desayunar y salir a correr. Esa es mi rutina del día.
Son las diez de la mañana, mi padre ha salido al trabajo y mi madre está en la cocina, en tanto Larry está en su habitación ejercitándose supongo yo. Me encuentro en mi habitación leyendo un libro, es más una historia romántica del siglo XIX es hermosa, Orgullo y Perjuicio, creo que es uno de los mejores libros que he leído en mi vida.
Narra Michael
Esta mañana me dedique a llevar a Janet a casa de mis padres, Joseph me pidió que la llevara a hora mismo o jamás la dejaría entrar nuevamente a esa casa, sinceramente no quiero que por culpa mía Janet tenga que lidiar día con día con los malos gestos de Joseph, no tolero la forma en la que la trata, la trata como a mí...Hace unos minutos la halo del cabello tras enterarse que mantenía una relación con Blake Michael, el chico se ha portado de lo más amable y cariñoso con ella y ahora Joe le ha pedido que lo termine. Me molesto bastante la forma en la que la nombro, la forma en la que esa mujer lloro a cántaros por no querer hacerlo... Por no querer dejar a Blake.
Salgo de la casa azotando la puerta con gran fuerza, los gritos de Joseph y Jermaine resuenan en toda la casa, tomo el casco que está encima de mi moto para pronto llevarlo hasta mi cabeza y colocármelo por completo, es completamente negro, el pequeño plástico que tiene es polarizado. Me subo en la moto y veo a Katherine salir de la casa.
─Michael hijo, espera por favor...
Enciendo la moto y la miro, camina a paso veloz, aun con su avanzada edad es muy ágil para moverse como si aún fuera un niña pequeña. Quito el casco de mi cabeza.
─Hijo por favor... Lleva a Janet contigo... Tu padre no la dejara en paz...
─Sabes que hay una solución Katherine ─ mi voz suena seca, ronca... Me molesta que no le pida el divorcio a ese sujeto.
─... Michael no puedo...
─Muy bien, entonces yo tampoco puedo hacerme cargo de mi hermana menor.
─Hijo por favor...
─Piénsalo bien Katherine... Janet está en su derecho de tener una relación, Joseph está en su derecho al enojarse con ella por no contárselo, pero... No está en su derecho de ponerle un dedo encima a mi hermana... Así que te pido Katherine... Pienses bien sobre lo que te he pedido por años... Debo irme, voy tarde al trabajo...
Ella no dice más, retroceden algunos pasos y se dirige hacia la casa a paso lento. Vuelvo a encender la moto y me coloco el casco, arranco de forma lenta, y conforme voy avanzando aumento la velocidad. Me encantaría cuidar de Janet, pero quiero que Katherine sepa que en tanto Joseph siga en esa casa, yo no volveré a ofrecerme para cuidarla... Giro en una calle y sigo el camino derecho, giro nuevamente una otra calle y avanzo un poco más, pequeñas gotas han comenzado a brotar nuevamente. Bajo de la moto y me dirijo a esa puerta para golpearla un par de veces. Pasos veloces se aproximan más ladridos de perros.
No sabía que Amy tenía perros.
La puerta se abre dejando ver a una mujer con su cabello suelto, luce una blusa rosada y pantalones de mezclilla, zapatos de piso blancos y un brazalete en su mano derecha. Luce asombrada, su rostro me lo dice todo, una enorme sonrisa aparece en su rostro, entonces habla.
─Dios mío Michael, que sorpresa tenerte aquí ─ se limita a abrazarme y yo correspondo de la misma manera, besa mi mejilla y yo la suya ─ ¿cómo estas cariño?
─Muy bien señora Robinsón ─ sonrío ─ ¿y usted?
─Feliz de tenerte aquí, anda pasa por favor.
Me abre el paso y comienzo a caminar, ella cierra la puerta detrás de nosotros y puedo ver a dos grandes canes sentados ladrando como locos.
─No te preocupes no muerden ─ dice ella relajada.
─Me asustan más los pequeños ─ respondo acariciando la cabeza de uno de los canes, cuando miro a la madre de Amy está sonriendo y ocultando la risa que quiere soltar.
─Bueno Michael dime... ¿En qué te puedo ayudar?
─Oh... Bueno, solo quería saber si Amy está en casa... Quería saber si esta mejor... Por lo sucedido de ayer, supongo que lo sabe.
─Si me lo dijo... Está un poco mejor Michael, muchas gracias por preocuparte... Su habitación está subiendo las escaleras, la segunda puerta a la derecha.
─No le quitare mucho tiempo señora Robinsón.
Ella asiente y se da la vuelta dirigiéndose a lo que parece ser la cocina, me dirijo a las escaleras y comienzo a subirlas admirando las fotos que están colgadas en la pared. Cuando llego al final de las escaleras avanzo por el pasillo hasta llegar a su habitación. Doy un par de golpes pero no responde, vuelvo a golpear la puerta y esta vez responde con voz pesada. Escucho sus pasos acercarse hasta que la manija de la puerta gira, y ahí la veo... Su rostro refleja asombro, asombro por verme aquí frente a su puerta.
─Mi-Michael... ─ tartamudea un poco.
─Hola pequeña.
***
Narra Amy
Han pasado minutos y sigo sin creer que él esté aquí... Al verlo me asombre bastante, no pensé verlo hasta el día Lunes en la universidad... Pero creo que me equivoque... Al verlo mi estómago comenzó a hormiguear, me sentí nerviosa, ansiosa, feliz... Y hasta ahora no me he dejado de sentir feliz por tenerlo aquí.
Este sentado en el piso jugado con Pach y Duke, solo lo observo con atención, tiene más paciencia con los animales que yo. Sonríe encantadoramente al forcejar con Pach para quitarle su juguete favorito. Duke solo ladra y corre de un lado a otro para llamar la atención de Michael. Michael lo toma por sorpresa cuando Duke corre frente a él, pica de forma suave su estómago haciendo que Duke brinque encima de él. La escena es divertida no lo puedo negar.
─Siempre quise un perro de estos... Lo malo es que mi padre nunca me dejo tener uno ─ dice mientras acaricia el estómago de Duke.
─ ¿Y ahora?
─La señora del apartamento no permite mascotas en el edificio ─ se encogió de hombros ─ supongo que viviré deseando un perro.
Ambos reímos y pronto Pach y Duke salieron corriendo de la habitación al escuchar a mi madre llamarlos, su hora de comida es ahora, su momento más ansioso del día. El silencio surge entre nosotros, él se levanta y toma un cuadro de diversas formas y colores.
─ ¿Picasso? ─ preguntó sonriendo, niego con la cabeza.
─Rembrandt ─ digo meciéndome de adelante hacia atrás ─ Picasso nunca ha sido de mi agrado.
─Muy bien, tenemos algo en común ─ sonríe dejando el cuadro en el buró color chocolate. Se acerca a mí y se sienta a mi lado, sus manos están posadas a cada lado de sus piernas, mientras estas acarician la colcha color lila ─ ¿te han llamado tus amigos?
─Si... No les he respondido ninguna llamada, Adam es el más insistente... Tuve que apagar el celular.
─Bueno... Es mejor así.
Asiento levemente y lo miro, su vista está situada en un florero transparente, está cubierto de una fina capa de polvo. La última flor que puse allí fue hace un año aproximadamente...
─ ¿Que ha pasado con Lisa?
Y sé que he cometido un error al preguntarle sobre ella, su ceño se frunce una sonrisa corta aparece en sus labios, me mira.
─Lisa... Lisa y yo hemos llegado al acuerdo de no molestarnos más el uno al otro... Está enfadada conmigo, sus padres le metieron ideas a la cabeza... En fin... Creo que es mejor así.
─Si... Bueno, no es de que no estés con ella pero pues... Si mereces pensar las cosa y-y...
─ ¿Merezco pensar las cosas? ─ alza una ceja aun mirándome divertido, no sé qué diablos estoy diciendo...
─Si, digo... Mereces darte un tiempo y conocer gente nueva y... No lo sé... Salir con alguien...
Él muerde la parte interna de su mejilla mientras trata de ahogarse en la risa que esta por acumularse en él, siento mis mejillas arder al igual que mi cuello, mierda... Creo que me he sonrojado... Deja de mirarme y se encorva hacia adelante, rasca su nuca y vuelve a enderezarse correctamente. La pregunta que me surgía hoy por la mañana vuelve, y vuelve porque quiero saber que piensa, quiero saber el porqué lo hizo... El porque me beso ayer por la noche...
─ ¿Puedo preguntarte algo? ─ Mi voz suena como un susurro, él gira su cabeza hacia mí y sonríe levemente.
─Claro.
─ ¿Por qué me besaste?
Su vista sigue clavada en mí, mi respiración comienza a acelerarse al verlo posarse mejor sobre la cama, ahora estamos de frente uno al otro, ahora me he vuelto a poner nerviosa. Muerde su labio inferior con delicadeza y suelta un suspiro ahogado, baja la mirada dejando de morder su labio y me mira repentinamente.
─Porqué siempre tuve el deseo de probar tus labios Robinsón.
Mi boca se abre para decir algo, de pronto su dedo índice presiona con fuerza mis labios, no puedo hablar... Sus pupilas nuevamente están dilatadas, su rostro serio como si estuviese molesto sin razón alguna...
─ ¿Y todas a las que se lo dijiste te creyeron tu mentira? ─ pregunto apartándome un poco de él, baja su mirada al piso y niega con la cabeza un par de veces.
─ ¿Que mentira? Ni siquiera a Lisa se lo dije, Amy ─ masculla con molestia ─ ¿qué te hace pensar eso?
─No lo sé...
Se acerca un poco más a mí y toma mi barbilla con delicadeza, mi vista esta fija en sus labios.
Quiero probarlos de nuevo... Quiero tener su sabor en los míos nuevamente...
Mi respiración es dificultosa ¿por qué me pone así? Parezco una niña asustada... Una niña estúpida que no sabe cómo actuar... Muerdo mi labio inferior mojándolo un poco con mi lengua, niega con la cabeza un par de veces y me toma de la nuca con delicadeza.
─Te he pedido un millón de veces que no hagas eso...
─L-lo siento...
Siento como aparta su mano de mi nuca y la otra de mi mentón, prosigue a mirar al piso, prosigue la incomodidad entre nosotros... Bajo la mirada y rasco mi brazo izquierdo, estoy apenada, estuve a punto de volver a besarlo y lo arruine... Siento su mano nuevamente en mi barbilla, me hace mirarlo a los ojos, grave error... Aprisiona mi rostro con sus manos y lo vuelve a hacer, me besa, me besa con un poco de intensidad... El cariño que ayer sentía en su beso se transformó en algo más grande...
─ ¡Amy, te llaman! ─ grita mi madre desde abajo.
No quiero separarme de él, no quiero que esto termine... Sus labios presionan los míos con fuerza jalándolos un poco hasta que el beso termina, pega su frente contra la mía y solo quiero cerrar los ojos, solo quiero disfrutar y recordar cada beso que me ha dado en las últimas horas... Acaricia mi cabeza y me da un beso en la frente.
─Debo irme ─ susurra, sus palabras suenan más como un ronroneo que como una aclaración. Asiento como puedo y se levanta de la cama, sigo su acción y salimos de la habitación. Bajamos las escaleras y al llegar abajo mi vista se llena de sorpresa y horror... Adam y Larry están sentados en la sala mirando hacia nuestra dirección.
Llevo mi mirada hacia Michael y pareciera como si hubiese visto a un fantasma. Palideció un poco, sus manos están temblando y su vista no deja de fijarse en esos dos hombres que están allí sentados. Adam esta asombrado por verlo aquí, y Larry solo está observándome negando con la cabeza en forma de desaprobación.
─Vamos Michael... Te acompaño a la puerta...
Él asiente de forma rápida para comenzar a salir por la puerta, mi madre va detrás de nosotros con una sonrisa en su rostro. Esta vez ha venido en su motocicleta, se acerca hasta ella y toma el casco de esta.
─Que confianza al dejarla aquí... Sin que nadie la cuide por ti...
Suelta una pequeña risa y se dirige a mi madre, se comienza a despedir de ella para luego dirigirse a mí. Me abraza y besa mi mejilla con suavidad.
─ ¿Cuídate si? El lunes vendré por ti temprano.
─Si está bien... Cuídate...
─Hasta pronto señora Robinsón.
─Hasta pronto Michael.
Él se coloca el casco y se monta en su motocicleta, comienza a alejarse poco a poco hasta que lo pierdo de vista. Mi madre y yo entramos a la casa, no estoy de ánimos para hablar con Adam, no quiero verlo simplemente... Mi madre cierra la puerta de la casa y sube las escaleras con un poco de rapidez, me quedo de brazos cruzados mirando a Adam, se levanta rápidamente del sofá y se acerca a mí.
─Amy, lo siento mucho, no es verdad lo que Blake te dijo es mentira, Amy.
─Quiero que salgas de mi casa ahora Adam ─ digo dirigiéndome a las escaleras.
─Amy, por favor, créeme... Es mentira, todo lo que Blake dijo es mentira, esta celoso por la relación que tú y yo llevamos y
─Adam por dios... Estas hablando de Blake, mi mejor amigo del preescolar... Anoche insultaste al hombre que estuvo aquí hace unos minutos, y fue el único que me apoyo además de Taylor, Janet y Blake... Y me apoyo porque ustedes le hicieron la misma mierda... ¿por qué no rompiste mis anteojos o me molestaste como todos los demás? ¿Por qué fingir que te agrado?
─Tú me agradas. Amy... Por dios date cuenta que esto solo fue una mentira, un error de Blake...
─Pues Blake hablo con toda sinceridad Adam... Solo, vete... Por favor...
─Amy...
─Vete...
Comencé a subir las escaleras aun escuchando la voz de Adam llamarme, lo ignore... Y lo ignore porque soy demasiado débil, soy demasiado sencilla para perdonar a una persona... Lo quiero al igual que a los demás... Pero no pude soportar esa verdad que me destrozo por completo... Cerré la puerta de mi habitación por completo y me solté a llorar... Soy tan imbécil al llorar por alguien que no lo vale...
***
Narra Michael
Horas después
Después del trabajo decidí tomar rumbos con Taylor, él pobre le confeso a Alison lo que paso con Bridgit y tuvieron un fuerte problema. Me ha pedido que valla pero que no está solo, y eso me recuerda que todos los demás están con él. Cuando llego al lugar bajo de mi motocicleta y coloco el casco en el asiento, quito la llave y camino hasta la puerta del lugar, paso al ver que esta emparejada y la cierro cuando entro por completo. Voces se escuchan en el exterior de la pequeña casa en donde Taylor vive, cuando entro a la sala hay botellas de cerveza vacías latas en la mesa de centro y algunos de esos tipos tomando alcohol. Una mujer pelirroja sale de la pequeña cocina, detrás de ella Mitchel siguiéndola mientras abotona su pantalón.
─Valla que estas mal Taylor... Invitar a estos tipos y traer a una prostituta a tu casa no es lo tuyo.
─Cállate y ven acá Joe ─ dice Bruno sonriendo, Taylor sigue tomando de la lata que tiene en sus manos me dejo caer en un sofá cuando estoy cercas de Bruno. Me ofrece una cerveza pero la rechazo, sinceramente no quiero beber hoy, no cuando estoy cercas de estos sujetos y ahí una tipa Semo desnuda paseándose por la casa ─ ¿qué tal vas con la nerd? ¿Está mordiendo el anzuelo?
─Si... ─ digo con pesadez, pesadez porque ya no puedo más.
No puedo lastimarla...
─No estás muy convencido ─ murmura Mitchel.
Siento unas manos alrededor de mi pecho, la tipa ha llegado hasta mí, esta drogada... No es una prostituta... Miro su rostro con detenimiento y veo que es una de las mejores amigas de Alison... Cindy...
─ ¿Tuvieron que drogarla?
─Michael, la chica vive de las drogas, ella sola se drogo.
Me levanto apartando a la chica de mí, me vuelvo a sentar cuando veo que nuevamente se dirige hacía Mitchel, este la toca y besa el cuello con locura, bajo la mirada y junto mis manos para encorvarme un poco. Harry se sienta a mi lado.
─ ¿Cuándo dejaras de fingir que te interesa? ─ dice Mitchel.
─No lo sé... Yo... N-no estoy muy seguro de seguir con esto...
Bruno dejó de beber de su botella. Siento su mirada de enfado, siento como me mira y presiona sus puños con fuerza... Se levanta del sofá y se coloca frente a mí... Se hinca un poco, lo miro y alza una ceja en señal de decirle mi razón del porque no pienso seguir...
─Bruno ella no tiene la culpa de nada...
─ ¿Ah no? Es hermana de Larry Jackson, Larry tiene una hermanita que es una nerd, una hermanita la cual él se resiste a golpear e insultar... Una hermanita que es idéntica a ti imbécil... Una hermanita que si tú no humillas... Nunca sentirás lo que Larry sintió al humillarte.
─El problema será entre Larry y yo Bruno ─ me levante del sofá y camine hasta las escaleras, él se levantó de igual manera y me siguió a paso lento ─ no la meteré a ella en esto...
─Lo harás Joe ─ advierte Mitchel ─ recuerda que no lo debes.
─... Me reusó a lastimarla Musso... ¡Por dios es una mujer!
─ ¡Me importa una mierda si es mujer o no! ─ Grita Bruno ─ tú lo aras Joe... Oh te juro que nosotros mismos lo aremos.
─Bien ya basta ─ un hombre moreno apareció bajando las escaleras, vestía pantalones de cuero, camisa blanca, chaqueta negra de cuero y una gorra negra. Albert está aquí... ─ no lo puedes obligar más Bruno, el chico tiene razón, no puede hacerle eso a una mujer.
─Cállate Albert, no te metas en lo que no te incumbe... Y tú... Te doy hasta el próximo mes, para entonces la chica ya tiene que estar enamorada de ti.
─... No lo are Bruno...
─ ¿Dime por qué no lo harás?
─...
─ ¡Dímelo con un demonio! ─ gritó al mismo tiempo en que me tomaba de la camisa con fuerza, Albert sostenía su mano tratando de hacer que me soltara. -No me importa lo que me pase... Simplemente no estoy dispuesto a lastimarla- ... No puedo, no cuando ella me ha brindado su confianza, no cuando ella me ha hecho reír, no cuando ahora siento una atracción hacia ella... ─ ¡suéltalo ahora Joe! ─ gritó.
─ ¡Porqué me estoy enamorado de ella! ─ grito al borde de la desesperación, siento su puño golpear mi rostro con fuerza, siento sus pies golpear mi estómago, mi rostro... La misma mierda se repite de nuevo...
─ ¡Bruno, basta! ─ Harry grita alarmado, Albert trata de quitármelo de encima pero no puede, Harry y Taylor lo ayudan con desesperación.
Harry corre hacia mí y me ayuda a levantarme, pocos golpes y siento como si hubieran sido varios... Harry me toma de los hombros y me lleva hacia afuera, me empuja con fuerza y caigo de sentón.
─ ¡¿Tienes mierda en la cabeza?! ─ me vuelve a levantar y me conduce hacia su auto ─ ¡¿con un carajo responde Mike?!
─ ¡Lo hice porque no estoy dispuesto a hacerle daño Harry!... ¡Esa chica es como yo y no estoy dispuesto a verme golpeándola o agrediéndola cuando la tenga rendida a mis pies! ¡estoy cansado, harto de hacerme el imbécil al tratar de ganarme su amistad cuando ahora lo que siento es un puto cariño hacia ella!... ¡No puedo más! ¿Escuchaste? ¡No puedo más!
─ ¿Pero qué?... Mierda Joe... ─ lleva sus manos a los bolsillos de sus pantalones ─ este metido en un gran problema...
─Me importa una mierda el problema Styles, quiero que ella no pase por lo que yo... No quiero que su vida se vuelva una mierda...
─... ¡¿Por qué ahora Jackson?! ¿¡Por qué cuando más decidido estabas por lastimarla te a blandas?!
—...
— ¡Mierda, responde!
—Ya te lo dije... — lleve una mano a mi nariz, estaba sangrando — no pienso lastimar a esa mujer cuando ahora lo único que quiero es verla...
— ¿Estás enamorado de verdad?
—... No... Sólo... — suspiro mientras tomo un trozo de papel de mi bolsillo trasero, lo saco y limpio poco a poco na sangre que sigue brotando de mi nariz — sólo siento un simple cariño hacia ella...
—Ese cariño te costara caro — la voz de Taylor nos hizo mirarlo — mejor vete a casa antes de que Bruno te haga más mierda...
—...
—Michael... Lo mejor es que te alejes de esa mujer... Por tu propio bien...
Miro a Taylor con atención, el tipo hace su mano puño y con la otra lo acaricia lento, puedo ver claramente pequeñas gotas de sangre en sus nudillos. Dejo de limpiarme la nariz y me dirijo hacia la motocicleta, siento una mano en mi hombro, me giro y me encuentro con Harry.
— ¿De verdad te estas encariñando?
—... Si...
Su vista se clava en mí, trata de forzar una sonrisa pero le sale terrible. A lo lejos se puede escuchar la voz de molestia de Bruno, esta encabronado...
Subo a la motocicleta y la enciendo, emprendo camino hacia mi apartamento...
¿Qué mierda haré ahora?
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