Capítulo 20.- Mi nuevo... ¿Amigo?

Maratón; 4/4

***
Narra Michael

Después de dejar a Robinsón en su casa me dirigí a conducir hasta la mía, la cual quedaba un poco retirado de estas residencias.
Cuando llegue al apartamento estacione el auto, baje y mi vista se fue a dos autos, dos autos que reconocí en seguida.

—Mierda...

Cerré la puerta de golpe y coloque la alarma, corrí hasta las escaleras del apartamento y me topé con una mujer de unos treinta años, labial rojo y cabello color rubio y ojos color celestes.

—Por fin te veo. Hay un problema de plaga en tu apartamento Jackson, si no los sacas te juro que tú saldrás de aquí sin tus pertenencias.

—Lo siento señora Millers...

—Apúrate y sácalos de aquí, o juro que llamare a la policía para solucionar ese problema de plaga.

Asiento y paso a un costado de ella dirigiéndome a los siguientes escalones.

—Ah, Jackson... El dinero de la renta, mi esposo pregunta cuando se lo darás.

La miro y bajo los escalones subidos, saco mi billetera y la abro sacando cuatrocientos dólares, me los arrebata antes de que yo pueda estirarlos para que los tome.

—Gracias, ahora ve y resuelve tu problema de plaga.

La veo darse la vuelta contando el dinero dado, musito mientras me doy la vuelta y vuelvo a subir las escaleras. Cuando llego al apartamento pongo la llave en el cerrojo y giro abriendo la perilla.
Mi maldito apartamento parece un criadero de cerdos.

— ¡¿Qué carajo están haciendo?!

Mitchel deja de tomar de la botella de Ron y me mira con sus mejillas inflamadas debido al líquido que tiene en su boca. Veo a Bruno que está jugando con mi consola al igual que Albert, Calderón y Horace. Taylor solo esta con Alison sentado en el sofá.

—Por una vez en su vida pudieron esperar afuera... ¿Cómo mierda han entrado?

—Gracias a Janet — respondió Bruno.

Lance las llaves a una silla y me cruce de brazos mirándolos, al parecer mi llegada les importo un bledo. Escuche como golpeaban la puerta al girar me vi a un tipo con camisa color roja, pantalones vaqueros color beige y gorra roja. Portaba tres cajas grandes cuadradas más pequeños contenedores de unicel.

— ¿Aquí ordenaron pizza y pollo frito?

— ¡Si, si! — Mitchel se levantó y tomo las cajas — viejo, ¿podrías pagar?

— ¿Algo de eso es mío tan lo menos?

—Tu pollo frito obviamente.

Mitchel se giró y fue directo a la barra donde coloco las pizzas y los empaques del pollo frito, saque mi billetera al escuchar al tipo decir el total. Le di el dinero y se marchó sin nada más que decir. Cerré la puerta y tome algunas cosas que estaban en el piso.

—La dueña del puto edificio se molestó por culpa suya, ¿saben lo difícil que es cargar con esa tipa día y noche?

─Ya relájate y ven a alimentarte, te vez hambriento. ¿Qué tal te fue con llevar a Robinsón?

─ ¿Les importa?

─Claro ─ Mitchel sonrió mientras tomaba una rebanada de pizza ─ creo que desde ahora en adelante no dejaremos de preguntarte sobre ella.

─ ¿De qué hablan? ─ Alison frunció el ceño mientras miraba a Taylor.

─Sea lo que sea yo no estaré metido en sus planes, se los dije desde un principio ─Taylor me miro ─ habíamos llegado a un acuerdo Joe.

─Y el acuerdo sigue Taylor, pero... Por ahora are otras cosas si no te molesta.

─ ¿Dormir y joder?

─No, pedirles que salgan de aquí si no quieren que la vecina llame a la policía ¿qué mierda hicieron? Estaba molesta.

─Nada solo llegar y gritarte como vimos que no respondías pues entramos a la fuerza, pero recordamos que le robamos la llave a Janet y listo ─ respondió Bruno ─ por cierto, su hija no está nada mal.

─Cierra la boca ya Bruno ─ lo mire y me acerque hasta Taylor y Alison, me senté frente a ellos ─ ¿y Lisa?

─No lo sé ─ bajo la mirada.

─Alison, tengo cara de idiota, pero a mí no me engañas... ¿Dónde está?

─... Solo dijo que esto no se quedaría así contigo, tomo la mano de Tatiana y ambas se alejaron sin nada más que decir... Supongo que iría ver lo de...

─ ¿El aborto?

Ella asintió lentamente, cubrió su rostro con ambas manos mientras que Taylor la abrazaba por detrás, la miraba atenta y con una gran sorpresa de que esta chica al menos pensara igual que yo, admito que me cae un poco mal, pero a veces agradezco que este informándome de cada cosa que Lisa hace. Me recargue por completo en el sillón y lleve una mano hasta mi nuca, comencé a rascarme para después levantarme del sofá.

─Te juro que intente detenerla con eso pero solo me dijo que dejara de meterme en sus asuntos... Tatiana le dijo que conocía un lugar y pues... Creo que fue allí a donde la llevo...

─De acuerdo... No te preocupes...

Taylor le beso la mejilla mientras que con su dedo pulgar limpiaba las lágrimas que ya se habían apoderado de Alison, seguí caminando hasta llegar a mi habitación, deje la billetera encima de un buró y quite la chaqueta que tenía puesta. Me recargue por un momento en el buró y me puse a pensar si Lisa sería capaz de haber hecho eso... ¿Sería capaz de abortar? No, no lo seria, anteriormente había dicho que lo haría, pero con la discusión de hoy solo me mencionaba sus planes para seguir su vida sin tener que llevar una "cosa" en su vientre... Creo que siendo mío o no me siento mal, culpable... En qué momento me fui a meter con ella...

***
Narra Amy

Ya han pasado algunas horas, me encuentro en mi habitación tecleando en mi laptop, buscando algunas cosas sin importancia, información sobre algunos artistas que ni me interesan. Pach y Duke están a mi lado dormidos, la cama es grande para que estemos los tres felizmente cómodos. La puerta de la habitación se abre y veo a mi madre entrar con un plato de galletas de chocolate y otras espolvoreadas con una fina capa de azúcar glass. Me siento y dejo la laptop a un lado mío. Se sentó a mi lado y dejo el tazón en medio de ambas.

─Nunca pensé que Michael Jackson fuera tan... Apuesto ─ susurró la última palabra, solo reí ─ su hermano Jermaine me parecía apuesto pero creo que me equivoque, Michael es más apuesto que él.

─Mamá ─ la mire divertida mientras mordía una galleta ─ ¿cómo puedes decir eso?

─Oh, vamos Amy tú sabes que es verdad hija... Además... Se me hace algo misterioso.

─Lo es...

─Veo que de verdad detesta a Larry por lo que le hizo.

─Lo odia... Tanto como a mí.

─ ¿A ti?, cariño pero hoy se mostró amable contigo, no le veo el odio hacia ti.

─... ─ mamá si supieras las burlas que me lanza, o los empujones que a veces me da, me entenderías.

─Mañana estaba pensando en ir de compras, necesitas ropa nueva.

─Mamá la ropa que tengo está bien.

─Si pero quiero comprarte más ─ sonrió mientras se levantaba, se dirigió hacia Duke y Pach donde a cada uno les dio una caricia ─ mañana temprano cariño, volveré más tarde debo hacer unos asuntos importantes en la empresa, tu padre y Larry salieron a comprar algunas piezas para el auto de Larry, se sorprendió al ver a Michael con ese auto y pensó que él también debía tener algo así.

─Larry es un envidioso inmaduro ─ la mire ─ al menos no vio el auto por dentro.

─Si eso es lo bueno... En fin, come las galletas cariño, te veré más tarde.

─Está bien a dios mamá.

Ella sonrió y salió por la puerta, la cerro detrás suyo y yo solo lleve mi vista hacia las galletas, tome otra y la mordí. Es graciosos pensar que a mi madre se le hace atractivo ese chico de rizos y piel medio morena, es gracioso pensar en la mirada que ese tipo tiene y te pone a temblar con solo verlo a los ojos... Es graciosos que me parezcan atractivo...

***

A la mañana siguiente hice mi rutina de todos los días, desayunar y salir a correr junto con los perros para después volver a casa a ducharme, cuando salí de la ducha tome un par de pantalones negros y una camisa color negra de mangas largas, por encima me coloque un chaleco color azul marino y me coloque mis tenis color blanco. Amarre mi cabello en una coleta y salí de la habitación. Al llegar abajo mi madre ya estaba esperándome con su bolso en manos. Salimos de la casa y subimos a su auto, hacía frío, bastante frío... Comenzó a conducir hasta la pequeña tienda departamental, muebles, ropa, maquillaje de todo había un poco el ambiente a su lado era sumamente divertido, aun me seguía hablando de Jackson creo que comenzare a odiar a mi madre si lo vuelve a mencionar una vez más.

Cuando llegamos a la tienda departamental se estaciono y bajamos para dirigirnos a esa tienda de ropa, había gente, no mucha pero si alguna la cual se decidía que comprar o simplemente esperaban a alguien, este era el centro de reunión de muchos adolescentes, ya que aparte de ser una gran tienda departamental de ropa y muebles también la es de comida. Mi madre y yo comenzamos a recorrer las tiendas en busca de ropa para ella y para mí, algo que es rápido, sé muy bien lo que ella busca y ella lo que yo busco, ambas nos ayudamos mutuamente en escoger eso.

Ha pasado una hora aproximadamente y estoy agotada de estar de un lugar a otro, subiendo y bajando las escaleras o teniendo que estar formada para pagar la ropa y zapatos. Me dejó caer en una banca de madera la cual está en medio de dos grandes macetas de barro blanco con pequeñas palmeritas en ellas. Mi madre se sienta a mi lado.

─Me había olvidado de comprar algo para Larry y tu padre...

─Hay mamá ─ exclame divertida ─ Larry no sale de la misma ropa y mi padre ni siquiera se pone lo que le compras.

─Que triste ─ mi madre y yo miramos hacia arriba ─ bueno, yo me pondría seguido lo que me comprara mi madre.

─Oh Michael, que alegría verte aquí ─ sonrió mi madre.

─Lo mismo digo señora Robinsón.

─ ¿Qué haces aquí?

─Bueno, mañana es cumpleaños de mi hermana Rebbie ─ se encogió de hombros ─ vine a buscar algo para ella pero no encuentro algo que le guste.

─Oh, ¿la pequeña Rebbie cumple años? qué alegría ─ dice mi madre ─ bueno, puedes comprarle cualquier cosa, ropa o zapatos.

─Lo he pensado pero... Soy algo torpe para buscar ropa de mujer...

─Lo entiendo... ¿Hija por qué no lo ayudas?, yo seguiré buscando algo para tu padre y hermano.

─... Claro...

─ ¿No te molesta verdad Michael?

─En lo absoluto señora Robinsón, creo que su hija me ayudara mucho ─ sonrió ampliamente.

─Bien, no demoren, estaré aquí.

Me levante de la banca al igual que mi madre, ella se despidió por un momento de nosotros y siguió su camino a tiendas de ropa y zapatos de hombre. Baje la mirada al sentir que Jackson me miraba.

─ ¿Vamos? ─ pregunto amable.

Asentí y alce la mirada para encontrarme con un rostro distinto al de todos los días, su sonrisa seguía en él. Comenzamos a caminar recorriendo las tiendas, solo hablaba para preguntarme que si sería bueno comprarle ropa o algo más a su hermana. No cruzábamos tantas palabras, me sentía... Rara... Bien, mal, extraña... Una combinación de emociones era lo que atravesaban por todo mi cuerpo y mente. Se detuvo frente a un cristal enorme que mostraba un muy bonito vestido, lo admiraba con detenimiento.

─Tu hermana es morena... El color verde resalta en ellas... Se vería hermosa luciendo ese vestido.

─ ¿Lo crees? ─ me miró enmarcando una ceja.

─Claro... Digo... ¿Tienes algo más en mente?

Él negó mientras sonreía, fue allí cuando me tomo del brazo y me obligo a entrar con él a la tienda, una mujer castaña y piel blanca no paraba de mirarnos al recorrer la tienda buscando alguna otra opción pero no había más, era el vestido lo que más nos había convencido a ambos. Él se dirigió hacia la mujer castaña preguntándole por el vestido, yo solo me dirigí a afuera avisándole, él asintió y se dirigió a esa mujer nuevamente.

Era extraño que ese Michael molesto y grosero desapareciera... Ahora solo se comportaba conmigo algo extraño para mí, era nueva su manera en la que me trataba, tan rara... Que casi puedo jurar que le terminaré soltando toda mi confianza... Después de algunos minutos salió con dos bolsas de papel reciclado, se dirigió hacia mí.

─Las zapatillas que tiene el maniquí... De igual manera las he comprado ─ sonrió levemente ─ espero le guste...

─Veras que si ─ sonreí.

Silencio... Silencio y más silencio... Solo podíamos escuchar a la gente hablar a lo lejos, podía escuchar su respiración, podía sentir su mirada en mí. Me arme de valor y lo mire, aparto rápidamente su mirada mordiendo su labio inferior este tipo si puede hacerlo y yo no... He considerado lo que dicen todas las de la universidad, cuando esta de perfil y muerde su labio si es considerado un Adonis... Mete una de sus manos a sus bolsillos y baja la mirada aun mordiéndose el labio.

─Vamos con tu madre, debe estar esperándote ─ me dijo en medio de un susurro, a sentí para verlo darse la vuelta, comencé a caminar detrás suyo hasta llegar al lugar que mi madre nos dijo que la esperábamos, me senté y recorrí con mi mirada el lugar, esperando a que mi madre apareciera ─ Robinsón...

Un escalofrío atravesó mi espina dorsal, esta vez pronuncio mi apellido de una forma distinta, de una forma... Relajada, casi puedo jurar que lamió sus labios antes de llamarme por mi nombre. Subo la mirada y lo encuentro hincado frente a mí, sus ojos... Sus ojos son simplemente hermosos...

─ ¿S-si?─ respondo torpemente.

─Yo... Yo quería ofrecerte una disculpa... Sobre cómo te he tratado todo este tiempo... Me he dado cuenta de que he actuado como un imbécil al tratarse así... No te lo mereces... Ni que nadie más te trate de la forma tan absurda con la que yo te he tratado...

Lo miro con atención mientras veo su rostro más relajado de lo normal, no hay arrugas ni ceño fruncido, simplemente hay paz en él... Bajo el rostro y muerdo mi labio, un suspiro escapa de él y entones dejo de morder mi labio.

─Sé que me dijiste que no me ganaría tu confianza... Y creo que tienes razón... Pero... Simplemente quiero llevar una amistad contigo...

─ ¿Q-que?

─Robinsón... No te pido más que hacer las paces contigo... No te pido más, solo quiero ser un amigo para ti, un amigo como Paul, como Blake... Como tu amiga la coreana o cualquier persona que te hable... Estoy cansado de tratarte como una escoria... Simplemente quiero ofrecerte mi amistad...

En ese momento él se levantó y estiro su mano... La mire indecisa, con temor...

¿Y si es una trampa? ¿Y si solo quiere jugar contigo? ¿Y si de verdad quiere ofrecerte su amistad?

Dice esa pequeña voz en mi cabeza.

Acepto o no... Ni hablar... Espero no lamentarme después de esto... Tomo su mano y la estrecho, su sonrisa se apodera de él y aprieta un poco más su mano a la mía...

─Empezaremos desde el inicio ─ murmura ─ gracias por esta oportunidad...

─Gracias a ti... Por hacerme creer que esto no será un estúpido juego...

─Los juegos terminaron desde hoy... Ahora... Tienes un nuevo amigo...

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