Capítulo 01.- Soy Amy Robinsón
─ ¡Aléjate de mí chico cuatro ojos! ─ Tatiana me jalo del pelo mientras caía al mojado piso del baño.
─ ¡Basta, para por favor! ─ suplique tratando de zafarme de su agarré.
─ ¡Dale una buena lección Tatiana! ─ gritó Lisa mientras reía, su risa era muy fastidiosa, como la odiaba...
─ ¡No, no por favor! ─ grite mientras hacía fuerza. Era inútil ya estábamos dentro de un baño.
Tatiana me tomó con fuerza de la nuca, me resistía para no parar dentro del escusado era inútil, Lisa ya se encontraba ayudándola metiendo y sacando mi cabeza de este, escupía el agua que se adentraba en mi boca y nariz, sus risas eran incesantes, fastidiosas...
─ ¡No te acerques más a mi chico Robinsón!
─N-no... N-no... No lo volveré a hacer ─ tartamudee. Estaba aterrada.
─Más te vale cuatro ojos, oh te juro... Que la próxima el escusado no estará limpió ─ me dio una bofetada y salió del baño seguida por Lisa mientras ambas reían sin parar.
Me incorporé dirigiéndome hacia el lavamanos una lágrima recorrió mi rostro me sentía fatal, siempre era la misma rutina no podía hablar con nadie siempre tenía que pagar un precio...
Lave mi cara y mis anteojos me mire al enorme espejo que se encontraba en el enorme baño.
─Eres un desastre, Amy ─ me dije a mi misma...
Tome mi morral que ahora estaba en el piso, tome la perilla del baño para soltar un suspiro, salí de este comenzando a caminar por los pasillos llenos de universitarios...
Mi nombre es Amy Robinsón, tengo diecinueve años de edad, vivo en la ciudad de Forks con mi madre, padre y hermano mayor Larry, mi papá esta fuera del país atendiendo asuntos de la empresa de la familia, vengo de una familia con recursos grandes pero... No aparentó ser de la "alta sociedad".
Visto raro, me dicen las personas de la universidad, uso anteojos grandes, visto con ropa floja y siempre llevo una coleta. Mi piel es blanca, mi cuerpo es un asco...
Me dirijo a mi casillero y de él, saco una libreta color blanca, una nota cae de esta, la tomo y la leo con detenimiento. Lisa...
─Ignóralas.
─No es fácil Adam ─ respondí cerrando la puerta del casillero.
─Claro que lo es, solo... No prestes atención a las idioteces que te digan esas arpías ─ frunció el ceño ─ por cierto, hola linda.
─Detestó que me digas "linda" cuando no tengo nada de eso.
─Lo tienes aquí adentró ─ toco su pecho.
─... Eres un bobo ─ reí mientras miraba hacia fuera ─ sigo sin creer que seas mi mejor amigo... Tú y los demás.
─Eres especial ─ rio ─como no ser tus amigos bonita.
Solo sonreí, él era Adam, un chico de veinte años, piel blanca, cabello un poco rizado pelirrojo, ojos verdes y alto, era uno de mis más cercanos amigos era sumamente especial para mí.
─Hola chicos ─ saludo Hayley, una chica que venía de Corea llevaba dos años viviendo aquí en Forks, era hermosa su cabello era corto hasta los hombros con su fleco pintado de un color rubio, algo rebelde y muy busca pleitos con los que la molestaban o me molestaban, era una gran persona.
─Hola Hayley ─ la salude de beso de mejilla.
─ ¿Por qué estas mojada, Amy? ─ se cruzó de brazos.
─Bueno... Amm...
─ ¿De nuevo Lisa? ─preguntó molesta.
─No, no... Ahora fue Tatiana...
─Uff... Esto no se quedara así ─ respondió.
─Hayley ya estoy acostumbrada, lo sabes... Vallamos al aula ─ respondí comenzando a caminar.
Caminamos por el largo pasillo, subimos las escaleras hasta llegar a otro corredor, nos dirigimos hacia nuestra respectiva aula en donde había algunos chicos y chicas, comiendo, platicando, escuchando música y otros casi cayéndose del sueño.
─Hey chicos ─ era Blake otro de nuestros amigos, gracioso, a veces serio, cabello corto y un poco rizado al igual hasta el hombro, ojos pequeños, alto y delgado ─ nos preguntábamos en donde estaban ─ sonrió.
─Bueno, solo estábamos abajo ─ respondió Adam dejando su mochila en su asiento ─ ¿nos perdimos de algo?
─No de nada, solo que necesito la tarea de aritmética no la hice ─ rio Blake.
─Idiota ─ respondió Hayley sacando su libreta de su mochila, se la dio ─ me debes una hamburguesa con papas fritas.
─Claro, cuando me pagues lo que tú me debes te pagare tus papas fritas ─ respondió Blake.
Ambos comenzaron a discutir, adoraba a estos chicos, por la puerta entro nuestra otra amiga Naomi era muy linda, dulce, carismática, cabello largo negro y sonrisa encantadora.
La chicharra sonó haciendo que los demás entraran de a montón mientras se golpeaban u otras cosas, lo sentí detrás mío en su respectivo lugar, me ponía nerviosa...
─Buenos días jóvenes ─ saludo el profesor ─ espero que hayan hecho su tarea, porque vale el treinta por ciento de su calificación y quien no la haya hecho, estará reprobado, ya que el examen viene difícil esta vez ─ sonrió ─ señorita Thumbtzen, podría recoger las tareas y trabajos de sus compañeros por favor.
─Por supuesto profesor ─ respondió ella, ¿señorita? ella era más fácil que la tabla del uno.
Comenzó a pasar por los lugares recorriendo las filas mientras tomaba los trabajos y recibía silbidos de los demás.
─ ¿Puedo pasar? ─ Pregunto Alison Swift, de ella no puedo decir nada, es tranquila, amigable, de vez en cuando me habla, me agrada...
─Tarde señorita Swift, pero adelante.
─Gracias ─ respondió dirigiéndose a su lugar.
─Comencemos con la clase ─ dijo el profesor.
Sus clases eran aburridas, aritmética, como odiaba esa materia, pero bueno ¿qué más podía decir?
─Entonces si dividimos esto, multiplicándolo por esta raíz cuadrada el resultado... será? ─ nos miró esperando una respuesta.
─Son; 33.025 ─ respondí mientras lo miraba.
─Perfecto señorita Robinsón ─ sonrió el profesor ─ ahora si hacemos
─Que estúpido ─ dijo él en un susurro que todos logramos escuchar, mi corazón comenzó a acelerarse.
─¿Disculpe señor Jackson? ¿dijo algo? ─ preguntó el profesor.
─No... Nada...
─Muy bien... ahora señor Jackson, me gustaría que participara en esta clase junto a la señorita Robinsón.
─Jaja ─ rió Taylor, un chico musculoso, tez morena, cabello corto, era atractivo y el mejor amigo de Michael.
─Usted igual señor Lautner ─ respondió el profesor ─ si se les hace estúpido que esta chica sea más lista que ustedes, entonces tomen un libro, y estudien ─ sonrió el profesor ─ y esto va para todos ustedes ─ volvió a decir.
Todos comenzaron a murmurar cosas, el maestro se giró hacia la pizarra y comenzó a escribir.
─Ahora falta que también nos vistamos como tú cuatro ojos ─ dijo Mitchel, ese chico... Es tan irritante, piel blanca, cabello corto capitán del equipo de fútbol y un casanova... Lo odio.
─Cállate Mitchel ─ respondió Jackson el cual estaba detrás mío ─ veremos que tanto sabe la cerebrito ─ dijo en son de risa.
─Déjala en paz Jackson ─ respondió Adam.
─No te metas en esto Adam si no quieres terminar como la última vez ─ respondió Taylor.
─Déjalos Adam ─ respondí ─ son todos unos estúpidos...
─Ujuju ─ rio Mitchel ─ mide tus palabras nerd.
─Basta Mitchel... Veremos qué tan inteligente es Robinsón para salir del aprieto en el que se metió ─ Jackson tenía una voz ronca eso me hizo temerle...
No dije más, seguía escuchando sus insultos, esta era parte de mi vida, soportar a Jackson y a sus estúpidos secuaces, era absurdo... Él, era el más guapo y popular de toda la universidad, su cabello era largo y rizado oscuro cual carbón, alto piel medio morena y aunque yo no lo he visto sin su camisa muchas aseguran que tiene buen cuerpo trabajado, antes de conocer a Lisa era un mujeriego solía acostarse con cualquiera a costa de pasar el rato... Todas morían por él pero como lo dije, tiene pareja, Lisa Marie Presley... Ellos dos son mi pesadilla...
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