37. ¿Quieres ir?

Maratón 2/3

Mientras iban de regreso Ailey miraba por la ventana del auto mientras Aidan manejaba a velocidad moderada, la pelinegra ya le había expresado su desagrado a las altas velocidades.

— ¡Détente!

— ¡¿Que?!— Aidan freno de golpe y por suerte ningun auto venía tras ellos, el chico se orillo y miró a su novia pues se había sonrojado

— Yo... lo siento, no quería gritar de ese modo, es que ese letrero, yo...— Ailey estaba avergonzada de su reacción

— Oye tranquila, vayamos por ese letrero tan fascinante

Aidan bajo del auto y abrió la puerta para Ailey, la chica entrelazo sus dedos con los de él, y lo guío hasta aquel lugar

(...)

— Bueno señorita Harford, el lugar es suyo, en la semana la transacción será terminada y firmará los papeles, aquí tiene las llaves.

El hombre salió dejándolos solos, Aidan estaba inspeccionando el lugar, la chica corrió y abrazó a su novio por la espalda

— No puedo creer que compraras este estudio, es que... me sorprende, lo siento

Ailey suspiro y lo soltó para rodearlo.

— Cuando cumpli 17, Joanna, u-una amiga, llego con un abogado, diciéndome que mi mamá me había dejado su dinero en una cuenta aparte, que mi padre no conocía, en 3 meses, cuando cumpla la mayoría de edad podre tomar posesión del dinero, por ahora solo puedo disponer de ciertas cantidades

Aidan asintió y la abrazo

— Entiendo, pues es genial que lo hayas hecho les encantará

En la semana Ailey terminó el trato y contrato a unos chicos para que lo arreglaran, solo Aidan y ella sabían de qué se trataba

(...)

2 semanas después

— ¿Sabes? el sábado es el cumpleaños de Jema ¿Quieres ir?— Jema era la hermana menor de Aidan, Ailey se giró para mirarlo, estaban acostados sobre el único sillón que había vacío en medio de la sala.

— Pues... sí, pero ¿tú mamá?— Ailey pregunto.

— Ailey, mi mamá te adora, solo estaba un poco impresionada, pero me dijo que eres encantadora.

— Eso lo dices porque eres tú— Aidan se acercó y la beso

— ¿Cuando les vas a decir?— le preguntó Aidan cuando se separaron.

— No se, la verdad, quiero que esté listo para cuando vengan— los dos miraron la habitación blanca donde estaban, era un pequeño estudio que Aileu había encontrado, había sido de un pequeño productor que ya no lo quería y la pelinegra lo había comprado, lo mejor es que todos los instrumentos y aparatos que necesitaban, estaban ahí, como nuevos. Tenía una pequeña sala, un cuarto de ensayos y la cabina totalmente equipada— Por el momento puede ser nuestro solamente.

Esta vez fue Ailey quien se acercó a besarlo.

(...)

— Chicas ¿Que le regalo a Jema?— les pregunto Ailey a las chicas. Delaine, Allison y Lana estaban tiradas en la enorme cama de la pelinegra

— Pues es un poco pesada la niña y por si fuera poco adora a Raicheal, pero sí hay algo que le gusta, son los caballos— le comento Delaine

— Ahí tienes un gran problema ¡ADORA! a esa zorra— cometo Allison

Ailey no le presto atención atención al último comentario de Allison, su mente ya estaba trabajando en un regalo perfecto para la chica.

(...)

— Hoy pienso decirles que eres mi novia— Ailey comenzó a toser de la sorpresa. Estaba sumamente nerviosa, el segundo encuentro accidental con Cam había sido un tanto vergonzoso y no le habían dicho que eran novios, pero hoy conocería a toda su familia, ni siquiera sabía si iba presentable, llevaba unos jeans blancos algo sueltos y un blusón que casi le llegaba a las rodillas y se había recogido el cabello, también usaba un poco de gloss que Allison le habia regalado, le habia gustado como se veía pero... ¡Ahora ya no!

— Pero...— Aidan la miró mientras estaban en el alto.

— Estas hermosa, es más...— el rubio se estiró y jalo la liga que mantenía su cabello recogido, haciendo que el carro se llenara de su aroma— así estás aún más hermosa.

Ailey se sonrojo y él dejo un beso en su mejilla. El resto del camino lo pasaron en silencio hasta que se acercaron a una casa realmente grande, Ailey no se había fijado ni un momento en el camino pero al parecer habían salido de la ciudad, había varios kilómetros entre la casa vecina y la de la familia de Aidan, era grande de 3 pisos y blanca, estaba rodeada por un hermoso jardín frontal, más adelante pudo ver los autos de sus amigos y le relajo saber que ya estaban ahí.

Aidan se acercó para abrirle la puerta y ella bajo, Aidan comenzó a caminar

— ¡Espera! ¡El regalo!— Aidan se volvió y le sonrió

— En verdad no tenías que traer nada ¿y porque pesa tanto?

— ¡Oh vamos Aid! es su cumpleaños y sería descortés llegar sin regalo— Aidan sonrió porque parecía tan animada y amaba verla así

Caminaron hacía la entrada de la casa y les abrió la misma Cam.

— Oh,¡Ailey Harford! Que bien que hayas venido

— Solo Ailey, señora Evans— Cam sonrió

— Bueno entonces solo Cam— Ailey se sonrojo y los dos entraron a la casa

— Llegaron justo a tiempo, todos están fuera— en cuanto cruzó el umbral Ailey se maravilló, la casa era completamente hermosa y tenía un ambiente tan acogedor que le daban ganas de quedarse ahí para siempre y tenía un ambiente tan acogedor que le daban ganas de quedarse ahí para siempre.

— ¿y papá?— preguntó Aidan mientras maniobraba con la caja de regalo— Esme le indico que a fuera y los dos cruzaron la sala para llegar al jardín hermosamente decorado.

— Ve con los demás, dejare esto y te alcanzaré— Ailey ubicó de inmediato a sus amigas y se acercó

— Woow Ailey, te vez genial— Allison la elogio y ella se sonrojo

— Pensé que no vendrías— le recordó Dev y ella se sonrojo aún más, pues un día antes había estado decidida a no asistir.

—¡Pero miren quien esta aquí!— nadie había visto a Raicheal acercarse

— Por favor, no es el momento ¿sí? Dejanos por lo menos hoy, no eches a perder nada— le pidió Lana

— Ay... ya lo hice enana— se dio la vuelta dignamente y todos la contemplaron irse

— Ya regrese chicos— Ailey fue la última en despegar la mirada de Raicheal y cuando lo hizo se encontró a Aidan junto a una chica de unos 14 años con el cabello rubio y brillantes ojos azules, tan hermosa como su hermano. Pero de todos los escenarios, lo que sucedió no fue lo que esperaba— Lana, Ailey, Kevin, Dalan— eran los nuevos del grupo— Les presento a mi hermana Jema— las dos chicas sonrieron, una con más nervios que las otra, pasaron varios segundos sin que la chica dijera nada, incluso las sonrisas de las chicas desaparecieron, Jema no apartaba la mirada de Ailey y la recorría lentamente, lo alarmante de la situación era la frialdad con la que lo hacía, Ailey se sintió cohibida y no le quedó de otra más que apartar la vista y removerse incómoda— Jema ¿Sucede algo?

La niña apartó la mirada de la pelinegra y la dirigió a Lana y los dos chicos

— ¡Hola chicos! Es un placer conocerlos— dijo Jema tan radiantemente que se quedó trabada, estaba ignorando olímpicamente a Ailey, Jema se dio la vuelta y se fue.

— Yo... iré a ver que pasa — Aidan no sabía ni qué demonios había pasado, se echó a correr para alcanzar a su hermana menor

— ¿Que diablos con esa niña?— soltó Kevin, todos estaban estupefactos

(...)

El resto de la tarde fue increíblemente incómoda para Ailey, las miradas que le dirigían Raicheal y Jema eran increíblemente incómodas, nadie había mencionado nada al respecto pero se notaba, desde el encuentro Ailey había pronunciado 3 palabras y apenas sí había despegado la mirada de sus zapatos.

Aidan había estado muy ocupado ayudandole a sus padres que no había estado el suficiente tiempo para notar que algo andaba mal.

— ¿Estas bien?— Dev la interceptó cuando estaba a punto de escabullirse por un costado de la casa, ya no soportaba la mirada de Jema

— Eh, si yo... solo quería aire fresco— Dev la miró y sonrió

— Sí claro, considerando que estamos en un jardín, ya estás al aire libre— Ailey se sonrojo y Dev se giró para ir con su novia y que la pelinegra pudiera escapar

Ailey suspiro y camino por el costado se encontró con un jardín hermoso, tenía un cerezo en medio, era como si los Evans tuvieran una hectárea de terreno de ese lado de la casa había un pequeño ventanal que daba a un estudio, bajo el cerezo había una pequeña banca, donde se dejó caer, una hija de cerezo cayó sobre su mano y comenzó a examinarla.

¿Por qué Jema la había tratado así? era la primera vez que se veían.

— ¿Qué haces aquí?— la voz de Aidan la asustó y solo miró la flor hasta que él se sentó junto a ella.

— Tu casa es hermosa— Aidan tomo su mano para captar su atención.

— Dudo que más que la tuya, pero gracias, mi madre lo hizo, le encanta decorar

— ¿Mi casa? No lo sé, la tuya tiene algo... que la mía nunca tendrá

— ¿Sabes? encontraste mi lugar favorito— Aidan trato de distraerla y funcionó realmente bien, el rostro de Ailey se iluminó, ese día se veía realmente hermosa así que coloco su mano sobre el cuello novia y la acarició.

— Te ves realmente hermosa ¿sabes?— Ailey le sonrió y él suspiró aliviado. Se acercó a ella y la beso, sabía a fresas, toda ella lo embaucaba, estaba tan feliz de estar con ella. A pesar del par de meses que llevaban jamás se imaginó que estarían ahí, quería pasar su vida a lado de ella, haría lo que fuera, sería capaz de mover cielo, mar y tierra por ella. Cuando se separaron, él pegó su frente a la de ella.

— Te amo— dijo Ailey y él la miró para después besarla de nuevo.

— Yo tambien te amo— cuando Aidan terminó de hablar, sintió algo salpicarle ligeramente el rostro

Reaccionó al ver que Ailey tenía la cara y la blusa empapada de soda y los ojos como platos mirando a su atacante

— ¿Que diablos te pasa Jema?— pero su hermana lo ignoró y miró a Ailey

— ¿Quien te crees que eres para besar a mi hermano? ¡Eres una mentirosa, que solo se burla de él! ¡No quiero que te le acerques!— la pelinegra sintió que llegaba a su límite, su resistencia se quebró y salió corriendo. Llegó hasta el auto de Aidan, ya tenía los ojos llenos de lágrimas ¿por qué Jema pensaba eso? sí su hermana pensaba aquello no quería ni imaginar lo que dirían sus padres.

La pelinegra trato de calmarse.

— ¡Ailey! yo... perdón no se que paso, ella, ella... no es así, mi madre se va a enfurecer con ella, por favor no te vayas ¿sí?— Aidan le estaba suplicando, tuvo que tranquilizarse para girar a verlo

— No, yo solo vine por mi sueter para cambiarme— Aidan la envolvió en sus brazos y se relajo al instante con su aroma

— Vamos al baño para que te cambies— ella asintió y lo tomó de la mano para guiarla

En la puerta se toparon con la persona menos indicada

— ¿Ailey que te paso?— Aidan miró nervioso a su madre

— No se preocupe Cam, tropeze y me eche el refresco encima, ahorita iba a cambiarme

— Muy buen— los dos chicos se encaminaron hasta el baño

(...)

—En verdad no tenias que encubrir a Jema— la voz de Aidan le llegaba amortiguada a través de la puerta mientras lavaba su rostro y cambiaba.

— No te preocupes— dijo mientras salía del baño

— Van a partir el pastel y abrir los regalos, vamos— a Ailey ya no le entusiasmó nada la idea

— ¿Dónde estaban?— preguntó Lana alegremente

— Por ahí— respondió Ailey sonriendo

—¡Hey desaparecieron! — Dev también se burló y Ailey se relajo al estar de nuevo con sus amigos. Aidan no pudo resistir más y la abrazo de la cintura acercándola a él, qué más daba si sus padres los miraban, le dio un beso en el cuello haciéndola sonrojar. Todos sus amigos les sonrieron, cuando llegó la hora de abrir los regalos Ailey sintió un retortijón en el estómago, Cam ya había visto a Aidan abrazándola al igual que Tom, su padre

— Bien, llego la hora de los regalos ¿Cual quieres abrir primero?— Ailey sintió como se le tensaban todos los músculos y le dieron ganas de vomitar las mariposas que había sentido con el beso de Aidan.

Jema comenzó por unas discretas cajas de regalo y después de la cuarta sus ojos se posaron en la grande caja rosa, Ailey asintió como su pulso se aceleró y las palmas le sudaron, la niña comenzó a desatar el lazo y cuando destapo la caja, una enorme sonrisa iluminó su rostro.

—¡Oh por dios! ¿Pero quién me ha regalado esto?— un silencio se propagó y Aidan miró a su novia esperando dijera algo.

— Cariño, no se vale preguntar quien te lo dió— el comentario de Cam hizo respirar a Ailey de nuevo— mejor dinos que es

—¡Es increíble! Es una membresía para el mejor club ecuestre de la ciudad a mi nombre y todo un kit para montar— Jema siguió abriendo los regalos, ninguno le emocionó tanto

— En serio no tenías que...— Ailey lo silencio

— No es ningún problema


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