28. A desayunar...

Los siguientes 3 días pasaron rápidos para la pelinegra, nadie sabía que Aidan había estado con ella.

Por su parte el rubio estaba feliz, pues Ailey se refugiaba más en él y eso le encantaba. La banda era oficial, la habían nombrado DLAAK, a Ailey se le había ocurrido a las chicas les había gustado, aunque ella no les había dicho que era por sus iniciales junto a la de Kate, aún tenía la esperanza.

En esos días la pelinegra también comprendió por primera vez lo que era estar enamorada, pues es lo que le sucedía con Aidan.

Con la profesora de música habían acordado que los viernes serían las presentaciones de DLAAK, por lo que el sábado temprano, fueron a la casa de Ailey para preparar las canciones de la siguiente clase, Ailey había compartido con ellas sus composiciones y estaba feliz.

Cada que llegaban a la mansión Harford, todos menos Lana, se tensaban ante el lujo que reflejaba el hogar. Por suerte tenían a Lana que parecía manejarse mejor que la propia dueña.

Cuando subieron al piso donde estaba la habitación y estudio de Ailey, se la encontraron saliendo de ella con una pijama morada y claramente recién levantada

—¡Oh por Dios!— dijo al verlos, en especial a Aidan.

—Linda pijama— la chica se sonrojo y les dijo que fueran al estudio y que Lana le pidiera lo que quisiera a alguna empleada

20 minutos después entró una Ailey recién bañada y con el cabello húmedo a la habitación donde ya todos revisaban las canciones

—¿Lo olvidaste?— pregunto Delaine

—No, no es solo que dormí demasiado.

Con eso más chicas comenzaron a decidir que canciones cantarían con ayuda de Dev y Aidan.

Justo antes del almuerzo, tomaron un descanso.

—Ailey, iré al baño de tu habitación— dijo Lana

—¿Por qué me preguntas? Sabes que puedes ir a donde quieras—la rubia le enseñó la lengua a su amiga y salió, la habitación de Ailey estaba a unos cuantos metros.

Cuando entro, se encontró la habitación impecable como siempre. Las del servicio no tenían mucho que hacer en aquella habitación pues Ailey era en extremo ordenada.

La chica siguió su camino al baño, era enorme, al igual que todo en la mansión, de colores cremas y lleno de luz, a Lana siempre le había gustado ese baño.

La chica hizo sus necesidades y se acercó a lavarse las manos, sin embargo cuando el agua se fue hizo un sonido extraño.

Lana se acercó a él desagüe y se dio cuenta de que había 2 pastillas atrapadas ahí.

Comenzó a tratar de sacarla, hasta que lo logró, obviamente la pastilla no tenía mucho pues no se había deshecho aún.

Claramente esas no eran las pastillas habituales de Ailey, las suyas era más pequeñas y esta era buspirona.

A Lana se le aceleró el pulso, y corrió a buscar las medicinas, busco entre los frascos y sus sospechas fueron confirmadas, el frasco estaba vacío.

Lana sintió que la respiración le faltaba, no podía creerlo, aquellas eran las pastillas para dormir.

Se dirigió al estudio, cuando entró Ailey hablaba con Delaine, Dev fue el primero en verla con una sonrisa, pero al ver la, desapareció.

Lana entró a la habitación lentamente hasta estar frente a la pelinegra, sólo Allison, Dev y Aidan la notaron.

—Ailey— susurró la chica mortalmente seria— ¿Que rayos es esto?

Ailey la miró confundida hasta que la rubia abrió la palma de su mano, Ailey palideció al ver los fármacos en posesión de su amiga

—Lana... yo... no

—¿Cuando?—Ailey trato de hablar pero la interrumpió— ¡¡¿¿Cuando maldita sea??!!

— El martes— susurro sin mirar a la rubia.

Lana se dejó caer frente a ella, todos observaban la escena atónitos, en otros casos Lana se habría llevado a la chica, pero ahora ellos también eran su familia.

—¿Cuantas? ¿Cuantas estuvieron en tu boca?

—Ninguna...— susurro Ailey

—No me mientas, por favor no me mientas en esto...

—No te estoy mintiendo Lana, las tire ¿ok?— Ailey se arrodillo frente a Lana y la tomó de las manos, ahora era la pelinegra quien consolaba a la rubia— yo las tire antes, creeme... yo, sí no hubiera sido por... hablemos en mi habitación ¿sí?

Lana y Ailey salieron dejando a todos pasmados.

—Esto acaba de pasar ¿cierto?— soltó Allison con voz acongojada— Ailey estuvo a punto de... de...

—Yo... no tenía idea...— susurro Delaine, sentándose en uno de los sofás, su mirada se topó con Aidan— ¿Estas bien? estás demasiado pálido Aid.

—¿Qué sucede?

—Es que yo... el martes después de la discusión por Kate, me quede preocupado— Aidan se sonrojo un poco— así que le llame, pero no se oía bien ¿saben? así que me ofrecí a venir, cuando llegue, ella estaba esperando afuera y solo caminamos por un largo rato, ahora se porque, tambien recuerdo haber escuchado el repiqueteo de algo, supongo que fueron las pastillas....

—¡Oh dios gracias!— nadie se había dado cuenta de que Lana había entrado — por dios Aidan, tú, dios si no hubieras llamado, si tu no hubieras venido...

La rubia estaba abrazada a Aidan mientras este la consolaba.

—Eh... Lana, nosotras...

La chica se limpió las lágrimas y se alejó de Aidan, Allison y Delaine la miraban con preocupación

—Todo está bien chicas, lo cierto es que Ailey suele tener problemas consigo misma, pero llevaba bastante tiempo bien, así que me he alterado demasiado...

—¿Dónde está?

—Fue a pedirle a la cocinera que hiciera algo de comer

—Pero... ¿Realmente está bien?

—Sí, sí, me lo ha jurado y ella nunca miente ni rompe una promesa, ahora, les parece si no lo mencionamos por ahora, tal vez después puedan hablar con ella.

Los 4 estuvieron de acuerdo y después de que Lana se tranquilizara, Ailey regreso como si nada.

Siguieron ensayando hasta media tarde, cuando todos se tuvieron que ir. Aidan no quería dejarla sola y tampoco era como que pudiera, quedarse, así que se despidió de ella con un beso en la mejilla y la idea de venir al día siguiente temprano.

(...)

Ailey seguía dormida cuando Tammy, una de las chicas nuevas del servicio interrumpió en la habitación de la chica.

—Eh... ¿señorita Harford?— Ailey no tenía mucho que había logrado dormido pero tenía el sueño ligero

—¿Qué sucede?— preguntó la chica.

—Eh... hay un joven esperando por usted haya abajo

—Si, es Brian dile que no me moleste...

—Señorita... me parece que no es el joven Colligan

Ailey abrió los ojos y miró a la chica ¿Quien más vendría a esas horas, según ella los demás llegarían a mediodía

—Ahora bajo, Tammy, gracias...

Ailey se colocó su bata y sandalias, recorrió los largos pasillos de la casa hasta llegar al salón, sentía su pulso acelerarse con cada paso que daba.

Entró al salón y al principio no vio nada, después se topó con un chico rubio que miraba algo en el librero

Cuando Aidan se giró la chica ya tenía las mejillas encendidas

—Hola... te pareces mucho a tu mamá ¿sabes?— Aidan sonrió— ¿Pero qué haces en pijama? Te dije que vendría por ti temprano

—¿Lo hiciste?— la pelinegra lo miró confusa, cosa que lo hizo sonreír aún más

—Por supuesto que lo hice, ahora cámbiate, se hace tarde

Ailey lo miró aún perdida, trataba de creer que realmente estaba frente a ella.

—Eh... yo... ¿Quieres subir? Pa...para que no te quedes sólo, suele ser bastante silencioso y solitario

Su voz había ido disminuyendo pero Aidan logro escucharla perfectamente.

—Claro— los dos subieron hasta la habitación de Ailey, donde el rubio esperó mientras Ailey iba su armario a vestirse

Aidan observó la habitación, nunca había entrado y le pareció demasiado sencilla para ser de la hija de Marcus Harford, lo que más sobresalía era un cuadro con la imagen de su madre.

—Eh... esto, ya— Aidan sonrió al verla con sus ya sueltos pantalones de mezclilla y camisa ancha.—Perfecto hora de irnos

Los dos salieron en silencio, antes de llegar por el portón de la mansión Ailey detuvo al chico.

—Aidan ¿A donde vamos?

—A desayunar por supuesto...

Ailey no dijo más, caminaron hasta el auto de Aidan y él sólo comenzó a manejar con una ligera sonrisa en los labios, el silencio no era incómodo y él solo quería hacer sentir a Ailey lo suficientemente cómoda para estar con él.

Tardaron alrededor de 20 minutos en llegar a un sencillo pero hermoso restaurante, a esa hora estaba algo concurrido, pero encontraron una mesa apartada de los demás.

Desde ahí Ailey podía ver la transitada ciudad, era domingo por lo cual varias familias y parejas transitaban por las calles.

—¡Hola Aidan!— Ailey dejo de mirar maravillada el lugar para ver ala chica que había saludado a su acompañante. Era una chica morena muy guapa, Ailey bajo la mirada, mientras la chica la miraba sonriente.

Era la primera vez que Aidan llevaba a alguien, Raicheal no contaba ya que solita se invitaba.

Aidan le sonrió a la morena

—Hola Meli

—Bueno les dejo la cartas y enseguida regreso

La chica se alejó y la pelinegra se atrevió a levantar la mirada, se topó con que Aidan la miraba

El chico noto el sonrojo cubrir su rostro, sus enormes ojos ámbar estaban sin una gota de maquillaje, solo sus enormes pestañas le daban una sombra natural, su piel iba totalmente limpia, por lo que se podían apreciar una ligeras ojeras. Su cabello negro caía en suaves ondas alrededor de su rostro. Era naturalmente hermosa.

Ailey miró la carta, el lugar se llamaba The Evan's, no sabía qué pedir, todo se escuchaba exquisito.

—¿Listos para ordenar?

Aidan pidió un café y unos waffles frutales...

—Eh... yo... ahmmm... un chocolate caliente y unos waffles especiales.

La chica sintió y a la pelinegra le pareció oír un "Por fin, una que no pide ensalada" pero no estaba segura, la chica se retiró

—¿Vienes mucho a aquí?— preguntó con voz queda

—Se diría que soy cliente regular

Minutos después la morena regresó con una enorme taza de chocolate y otra de café. Los waffles de Aidan estaban cubiertos por diferentes frutas y miel de Maple. Mientras que los de ella estaban cubiertos de chocolate con fresas, frambuesa y zarzamoras.

El estómago le rugió y comenzaron a desayunar.

—¿Y qué te parece?— preguntó Aidan al verla comer fascinada

—Esto está completamente delicioso y el lugar es hermoso...

—Me alegra escuchar eso— los dos se giraron, topándose con una mujer rubia, debería rondar los 40 pero era sumamente hermosa y tenía unos ojos verdes impresionantes— Son los favoritos de mi Aidan

La pelinegra se giró hacía el chico

—No me avergüences mamá

Ailey miró de nuevo a la señora y encontró las similitudes entre ellos, obviamente Aidan había heredado los ojos de su madre.

—¿Quien es tu amiguita?

—Eh... mamá te presento a Ailey Harford, Ailey mi mamá

—Mucho gusto señora

—Oh, por favor dime Cam, señora me hace sentir más vieja.

Ailey asintió y miró a Aidan, quien le sonreía a su madre. Ailey también sonrió

—Bueno pues sigan disfrutando la comida, fue un placer conocerte Ailey, que bueno que te haya gustado nuestro restaurante.

Cuando se quedaron solos Ailey se atrevió a preguntar

—¿Ser cliente regular, es ser el dueño?

— Bueno... es el negocio de mamá no mío, además no todos somos herederos de enormes empresas así que, no me interesa ser el dueño, es más sí vengo soy un cliente más, sin preferencias.

Ailey tenía la mirada gacha, más que sus palabras le había dolido el tono que uso.

—Tienes razón... yo, lo siento... me disculpas voy al sanitario...

Cuando Ailey desapareció por el pasillo Aidan noto lo grosero que había sido.

—Has sido un grosero ¿sabes? La has hecho llorar

—No se porque, pero siempre termino cagandola con ella.

La chica se alejó, pues Ailey venía por el pasillo.

—Eh... tal vez debamos regresar, las chicas y Dev no tardan en llegar

Ailey no lo miraba, simplemente se quedó de pie junto a la mesa.

—Si yo... sólo pag...

— Ya he pagado Aidan

—¿Que? Pero... no

— Sólo regresamos, por favor...

Ailey se alejó sin siquiera mirarlo, Aidan se levantó frustrado y la siguió

Esta vez el silencio pesaba para los dos, no era lo que Aidan esperaba, pero su boca parecía no tener filtro con ella.

Como Ailey había dicho cuando llegaron, los demás acababan de estacionarse.

Lana, Delaine y Allison, sonrieron al verlos juntos, pero al notar sus semblantes desaparecieron.

Ailey se acercó a saludarlos, esta vez Kevin acompañaba a su novio.

—Eh... antes de que entren, en Oasis Club, una de la bandas se echó para atrás y tienen ese tiempo libre ¿Que dicen? ¿Se animan?

Allison miró a su novio y comenzó a gritar de la emoción. Tenían la posibilidad de presentarse en un lugar que no fuera la escuela 

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