XXI ¦ No puedo, tengo 'futvo' ¦

| Música de Multimedia:  Un' estate Italiana - Gianna Nannini & Edoardo Bennato |

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"Nuestra amistad no depende de cosas como el espacio y el tiempo".

Richard Bach—.

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Tristán

 Las semanas pasaron, llevándose consigo esa aura mágica del carnaval; todo Ment Valley había vuelto a su estado original y la compañia del Sol se marchó. Aún así, en la Academia de las Artes regresó un aura que jamás me terminaba de encantar.

Y era la etapa de los festivales de primavera. Una época donde el espíritu competitivo recorría los pasillos de la escuela y el ambiente se hacía más hostil.

Y yo odiaba todo eso.

—¡Anímate, Tristín! —exclamó Cecina, golpeando mi hombro mientras ocultaba mi cara del público. Estábamos juntos en Ciencias y yo estaba al borde del cansancio—. Todo saldrá bien, nuestro bloque es el mejor...

—Era, tiempo pasado —respondí, girando mi cabeza, la profesora estaba explicando el ciclo del nitrógeno. Suspiré y recargué mi mentón sobre mis palmas—. El año pasado nos ganó otro de los bloques y quedamos en último por las descalificaciones injustas. Hay mucha competitividad y el ambiente es más pesado.

Cecilia asintió y observó atentamente a los demás integrantes del salón; se acercaba el Festival Deportivo, la primera tradición académica de la institución, en donde todos los estudiantes se enfrentaban por la supremacía de la cadena alimenticia.

Si eras parte del bloque del primer lugar tenías más oportunidades de sobresalir en tus Desafíos Artísticos y mayor índice de aprobación en estos, saliendo del horrible destino que era descender al tronco común y abandonar tu sueño. Y viceversa.

Para mi mala fortuna, el año anterior nuestro bloque fue descalificado por supuestas trampas no comprobables que nos dejaron fuera del campeonato, haciéndonos quedar de últimos y teniendo que soportar desventajas en nuestros respectivos Desafíos. Yo casi fui expulsado si no fue porque me salvó Campo Paraíso.

Y ahora, al ser nuestro último año, nos jugábamos todo. Nadie quería abandonar el programa artístico y de ahí surgía mi pesadez, todos mis compañeros se observaban con malicia y muchos celos.

—Ahora que lo dices es verdad —aseguró la rubia. Lo único bueno de esta época es que, al ser parte del mismo bloque generacional, hicimos las paces, tratándonos con camaradería y unión—. El ambiente es más tenso...

—Eso es porque todo el bloque logró pasar las dificultades y el primer lugar del año pasado casi desaparece —argumenté, mostrándole el teléfono con los índices de descenso—. Ellos se confiaron demasiado y ahora nuestro bloque es tachado de tramposo. No habrá forma de que nosotros salgamos ilesos.

Daniela asintió con mucho dramatismo mientras me tallaba los ojos, esta era la época en la que más me cansaba por tener a mi lado al más competitivo de todos.

—¿Otra vez el estúpido de Alessandro te está obligando a aprender sobre deportes? —preguntó y yo asentí con pesar. Al tener sangre italiana era muy competitivo—. ¿Ahora sobre qué deporte?

—Fútbol... —respondí, estirándome y haciendo crujir mis huesos—. Se ha llevado a los que cree que son buenos y los ha puesto a entrenar hasta el anochecer mientras que a mí me ha obligado a aprender la historia, técnicas y estrategias de todo tipo. Está loco....

—¿Apenas te das cuenta? —cuestionó Cecina divertida, la volteé a ver y pude notar una ligera sonrisa en su faz; aunque no lo admitiera, ella tenía sentimientos por el italiano, surgidos después de una noche de copas y varios encuentros íntimos que Jaiden se encargó de lamentarse en secreto—. Alessandro es un loco...

—Su espíritu competitivo es lo que hace que todo el bloque se esfuerce —razoné, anotando brevemente sobre la clase. Antes de que pudiera decir otra cosa, el timbre de los últimos quince minutos sonó, indicando el final de la hora—. Ay, no...

Dramáticamente giré mi cabeza hacia la entrada y ahí estaba, como un cazador enfrentando a su presa, el aura que emanaba Jaiden no era ni medio normal. Inmediatamente intimidó a todo el salón y yo tragué en seco.

Giré en búsqueda de ayuda con la rubia y esta se limitó a alzar los hombros y sonreír cínicamente, aún en tregua, aprovechaba cada oportunidad para hacerme sufrir.

—¡Yadiel, es hora! —exclamó el italiano, usando un tono de voz totalmente diferente—. ¡Es hora de la reunión estratégica!

—¡Por favor! —le rogué y ella solo levantó su mano y comenzó a moverla lentamente.

—¡Suerte en su reunión, chicos! —dijo Daniela con falsa ternura, recogiendo sus libros y huyendo de la posible escena de crimen—. Espero atentamente la reunión del bloque 123.

Cecina le dio leves palmadas en la espalda del italiano y salió corriendo, gesto que los demás miembros del salón —incluído el profesor— imitaron. Dejándome solo en mi posible muerte.

—¡Es hora, Tristán! —aseguró Alessandro, apareciendo tras de mí, asustandome mientras me tocaba el hombro con un aura siniestra—. Aplastaremos al enemigo.

—¡Pero si es la hora del almuerzo! —dijo con pesadez, comencé a guardar mis cosas en mi mochila pero él fue más rápido, echó todo el contenido dentro de un solo movimiento y tiró de mi camisa—. ¡Vamos, Jaiden, relajate!

—No hay relajación en la guerra —aseguró con dramatismo, arrastrándome hacia fuera del salón—. ¡Venceremos y bailaremos encima de sus cadáveres!

Y así, fui arrastrado por todo el pasillo hasta el Casino mientras el italiano se encontraba con la única mujer que era igual, e inclusive más competitiva, que él, Chuleta

Kira

 Guardé mi celular en mi bolso mientras recogía la comida en el Casino, la clase de Literatura había terminado más tarde de lo usual y yo era de las últimas en llegar al lugar, todas las bancas estaban llenas; le había mandado mensajes a Karen para saber su ubicación debido a que no la ubicaba.

—¿Dónde estás...? —susurré, parándome de puntitas e intentando que la falda de mi vestido no se levantara de más. Exhalé cansada y saqué nuevamente mi celular, no había respondido—. Vamos, responde...

Intenté buscarla con el oído pero fue igual de inútil, la juventud estaba alborotada ya que se acercaba uno de los festivales deportivos que toda escuela hacía pero aquí, todo era diferente. Todos se habían vuelto competitivos.

—¡Kira, huye! —El grito de Tristán llamó mi atención y giré mi cuerpo noventa grados, no podía creer la vista. El músico estaba corriendo hacía mí con una cara de desesperación, me tomó por los hombros y acercó peligrosamente su rostro contra el mío. Estábamos demasiado cerca—. Estás a tiempo de pertenecer al bloque...

—¿De qué hablas? —cuestioné extrañada, Yadiel se separó y yo abrí ligeramente los labios para poder exhalar—. ¿De qué hablas...?

—Hablo de...

Y como si fuese un gas tóxico, el ambiente se hizo bastante pesado, Tristán tragó en seco y de forma dramática giró la cabeza, vio cómo un italiano y una gótica venían con la cabeza erguida.

—¿Por qué te vas, Yadiel...? —preguntó Karen, llegando a su lado y con su dedo índice recorrió la espalda del músico. Este brincó y cerró los ojos ante el miedo—. ¿Acaso no quieres aprender las técnicas de...?

Brasiiiiiiiil. —La voz del italiano se escuchó detrás de mí, asustándome y dejándome los pelos de punta. Sentí su aliento en la oreja y dijo de forma rápida sin que pudiera entenderle—. La, la, la, la, la...

Inmediatamente, ambos soltamos un grito que asustó a media cafetería. 

—Se referían a eso —declaré, sentada en una banca después de haber pasado un shock de miedo—. Deberían de dejar de actuar así.

Los tres individuos se sentaron enfrente de mí con la cabeza agachada, uno por la pena que me hizo pasar y los otros dos por su excéntrico comportamiento. Tanto así, que en compensación, nos compraron una soda para reponer el azúcar.

Aunque hubiera sido mejor que nos compraran algo salado.

—Lo sentimos —rogaron Jaiden y Abigail al unísono mientras agachaban la cabeza; aunque quisieran sonar arrepentidos, se les colaba una breve sonrisa en sus rostros—. Pero es que se viene el...

—Lo sé, lo sé —reconocí, abriendo mi yogurt de fresa—. La Directora me mencionó algo cuando me dio la bienvenida y siendo sincera, no pensé que los festivales se celebraran en primavera. —Me detuve un segundo y observé a Tristán, este ocultaba su rostro en medio de un libro de jugadas de futbol, exhalé cansada y le ofrecí mi manzana—. Toma, pareces más deprimido de lo usual.

El músico alzó su cabeza y me vio con unas cuantas lágrimas en los ojos, tomó el fruto y lo vio como lo más preciado que haya tenido en sus manos.

—Gracias —dijo Tristán finalmente, suspiró y cerró los ojos. Se talló la cara y negó rápidamente, su actitud cambió drásticamente tras abrir los ojos y volvió a suspirar, viendo al italiano—. ¡No vuelvas a hacer eso, Alessandro! No atraigas a más gente a tu religión... Ya somos bastantes.

—¿Religión? —cuestioné, metiendo una cucharada de yogurt a mi boca—. ¿Tienes una religión italiana extraña?

—No, no se refiere a eso —declaró Karen, sorbiendo de su jugo de naranja—. Es la época.

—La... ¿época?

—Sí, la época —respondió Jaiden con seguridad, sacó una página arrancada de un calendario y lo puso en medio de nosotros—. Es la época del Festival Deportivo y nuestro bloque aplastará a todos los demás, para así, triunfar sobre sus traseros.

—Les patearemos el trasero —aseguró Abi, sonriendo con malicia—. Por eso, tenemos que guiar a nuestro entrenador en todos los deportes y hacerlo un experto...

—Y su entrenador es... —Señalé a Tristán y este asintió cansado, recargó su mentón en su mano derecha y con la otra, llevó la manzana a su boca—. ¿Por qué? ¿Por qué te meten en este lío?

—Era el peor en deportes que no involucren atletismo hasta las pruebas de este año —confesó Yadiel, cerrando el libro de "Las Mejores Jugadas de Futbol de la Historia"—. Y por eso, el bloque me escogió como su "entrenador", es decir, me encargo de saber técnicas y saber cómo ayudar a los demás. Y como este año el soccer es el juego que da más puntos... tengo que volverme un experto. —Hizo una pausa y sacó una botella de agua—. Porque es la pasión del poeta y yo soy un ignorante en el tema.

—Eso significa que...

—No puedo participar en ninguna actividad artística o de clubes hasta que sepa, como mínimo, las estrategias fundamentales del fútbol en los 30's. —Volvió a hacer otra pausa y se cubrió el rostro—. Y mi cabeza va a explotar.

—Y lo único que puede decir mi estimado amigo es lo siguiente —interrumpió Jaiden a Tristán, este último suspiró de nueva cuenta, me observó directo a los ojos careciendo de alma. Tragué en seco ante su mirada.

No puedo, tengo 'futvo'...

N. de A.

Y con ustedes, el comienzo de los festivales de la Academia de las Artes.

No saben lo difícil que va a ser volverme un experto en distintos deportes que en mi vida he conocido para esto... Dios me libre de todo la locura que será eso.


En fin, ¿cómo están, pipol? ¿Cómo los ha tratado la vida este primer trimestre del 2022? A mí genial y esto debido a que ya volví a estar presente en mi Facultad :D. No saben cuánto extrañé caminar por esos pasillos y sentir la calidez de la escuela, mis ganas de estudiar regresaron.

Los dejo por el momento y nos vemos la siguiente semana, también os leo en comentario. 


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PD. Todavía no tengo imagen final xd

PD 2. Cambiaré un poco el reparto en unos días, estén atentos.


¡Farewell!

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