¦ IV ¦ Motes de Realidad ¦
¦ Canción de Multimedia: Fire Burninʼ - Dead Posey ¦
Desde la primera vez que hablé con Sam siempre pensé que yo le caía mal a sus amigos.
A lo que quiero decir, sabía que yo la distraía bastante —no me siento orgulloso de eso— y sus amigos parecían molestos con esa situación.
Por eso, cuando comenzamos a salir cada vez más frecuentemente, ella decidió presentarme a la que, yo creo, es su mejor amiga.
Y estoy hablando de cierta chica rubia que me acababa de hablar con sus apodos malos.
—¡Tristin! —volvió a exclamar mientras se acercó y sentó a mi lado. Yo me mordí el epitelio bucal.
—Cecina... —respondí mientras aplanada mis labios y sonreía de forma sarcástica—. Hace tiempo no te veo...
Celina Daniela Jaramillo de la Rosa, era una chica rubia por la que la mitad de la Academia mataría por tener.
Una chica con rasgos definidos, sonrisa tierna y cabello hasta los hombros. Estatura promedio y unos ojos azules capaces de derretir a cualquiera.
Claro, si ese cualquiera no la conociera como yo lo hago.
—Vamos, Tristin —añadió mientras sacaba su libreta con calcomanías de grupos indies—. Desde que terminaste con Beth no hemos podido hablar.
Reí ante su comentario.
—Por lo que vi —respondí asintiendo mientras seguía con los labios pegados—, ella se consiguió a alguien con mejor cuerpo, mejor rostro y, sobre todo, mejor estilo.
—¿Hablas del fuckboy? —Asentí y soltó una carcajada. —. Ese tipo es más nerd que tú; es más, ¿sabías que le gusta el anime? ¡Es un completo otaku!
Cecilia tenía la mala maña de catalogar a las personas en cierto estereotipo; así que, si ella te veía haciendo algo "característico" de cierto grupo social, date por bienvenido a esa clasificación.
Toda la escuela la amaba; ella sabía qué decir y qué no decir con las personas desconocidas. Pero cuando estaba con gente de confianza —o conocidos—, ella podía sacar su verdadero lado.
—¿Y? Ella cayó en las redes de aquel tipo —interrumpí a la par de dar otra mirada a la chica nueva, se veía concentrada en su libreta, ¿cuál será su talento?
—Por favor... —Elevó su mano derecha para restar importancia. —. ¿Quién no caería ante los fuckboys? Todos son iguales, saben manipular muy bien... Tú deberías saberlo mejor que nadie...
Su comentario me hizo girar por completo y verla a completa.
Vestía una falda de mezclilla con una camiseta con un estampado de Snoopy sobre su casita; sus clásicas vans negras y medias del mismo color.
Estaba más maquillada de lo normal.
—¿Por qué lo insinúas, Cecina? —pregunté molesto.
Desde que nos comenzamos a hablar, ella me puso diversos apodos, pero su favorito era Tristin, siempre estaba triste —o eso aparentaba mi faz—, así que en venganza le decía Cecina.
A ambos nos comenzó a dar igual cómo nos llamábamos, era ya una costumbre.
—¿Acaso dije algo que te molestó, Yadi? —preguntó con sarcasmo mientras recarga a su cabeza en su mano izquierda.
—¿Qué estás insinuando?
—Ya sabes... —dijo jugando con su pluma—. Todos saben que Alessandro tiene esa reputación...
—No sabes nada de Jaiden —respondí cerrando mi puño—. Él es una de las personas con mejor intención del mundo.
—¿Por qué no? —preguntó con prepotencia—. Tú juzgas a mi amiga también.
Bingo, descubrí qué la estaba molestando.
—Yo no la juzgo —respondí relajando mi cuerpo—. Ella fue la que quiso que me alejara en primer lugar.
—¿Y no intentaste acercarte? —Mi silencio fue una respuesta directa. —. Ves, a eso me refiero.
—¡Lo intenté! —exclamé y más de un par de miradas se posaron en nosotros—. Intenté mandarle mensajes, volver a ser su amigo; comenzar de nuevo y nada. ¡Me cansé!
—Tristan —Puso su mano sobre mi hombro. —. ¿Por qué crees que tienen clases juntos?
—¿Porque la Srita de la Vega es la profesora con más paciencia de toda la Academia?
—Buen punto —respondió mientras chasqueaba la lengua—. Pero no era el motivo; quiere disculparse...
—Pero cuando quedamos, ella no aparece o no tiene tiempo.
—¡Porque no sabe qué decir, Estupitan! —exclamó frustrada—. Mira, no debería de decírtelo, pero tienes Taller Artístico con ella.
»Solo intenta acercarte y hablar —Hizo una pequeña pausa y giró hacia enfrente. —. No te rindas con ella; no juzgues, ¿vale?
Asentí a la par de que el Profesor entró y todos comenzaran a poner atención; eché un último vistazo a la nueva chica y sonreí.
¿Acaso Cecina me estaba ayudando?
—No, Tristán, no —declaró mi mejor amigo mientras abría su casillero, ambos teníamos hora libre y era tiempo de almorzar.
La clase de dos horas pasó súper rápido, la amiga rubia se despidió de mí y cada quien fue a su respectivo casillero. Dejé mis útiles y solo tomé mi instrumento, después de ingerir mis alimentos tendría Taller Artístico.
Esperé a Jaiden y le conté todo lo que ocurrió en la clase; como era de esperarse, se enojó.
—¿Pero por qué no? —pregunté mientras me recargaba en las estructuras de metal—. Por primera vez sonó sincera.
Alessandro giró su cabeza lentamente, aparentando tener al Demonio dentro de él. Al ser italiano tenía esa mirada de la mafia.
—¿En serio estás haciendo esas preguntas? —Negó y cerró el casillero de un portazo. —Estamos hablando de Jaramillo...
Desde el primer momento en que salimos a comer los cuatro, se cayeron mal. Tanto Beth como yo pensamos que terminarían juntos, quién sabe.
—Detalles... —respondí bromeando, cosa que lo detuvo y me encaró.
—¿En serio, Yadiel? ¡Hablamos de la amiga rubia! —Puso su dedo índice en mi hombro y me empujó con este—. La persona que tú creías que no le agradabas. ¡Y no uses "detalles" conmigo!
—Pero es distinto —reconocí empujándolo y seguí caminando—. Esta vez siento que fue sincera.
Tomé la correa de mi estuche y comencé a jugar con ella, por ansiedad siempre hacia eso.
—Tristan... —El Italiano me pasó su brazo alrededor del cuello—. Cuando te encontré llorando juro que no pude, te lleve a mi casa y cantamos canciones como los viejos tiempos.
»A todo esto, ¿en serio quieres volver a estar con ella? Todo es distinto ahora, ambos se distanciaron mucho tiempo, sí, la anhelas con todo tu corazón, pero ¿es seguro que es amor lo que sientes? —Hizo una breve pausa, yo no respondí—. Sabes que te apoyo en todo, pero si Elizabeth solo quiere recuperarte por la atención que le dabas, no merece la pena.
—Entiendo lo que dices —respondí cruzando mi brazo alrededor de su cuello—. Y sabes que es un tema que no me deja dormir, que no me deja soñar. Es simplemente que la extraño...
—Extrañas esa ilusión —añadió mientras pisábamos los cuadros, evitando las líneas cual niños pequeños—. Extrañas aquellos días en donde eran desconocidos que compartían una simple mirada y sonrisa, quieres hacer las cosas bien y te entiendo.
»Pero por favor, Olvídala...
Y aunque me moría por decir "es que no quiero hacerlo", guardé silencio, tenía que aceptar lo que decía Alessandro.
—¿Estás usando la canción para chantajear mi cerebro? —pregunté con sarcasmo.
—Detalles... —Elevó su mano izquierda, restándole importancia.
Caminando juntos, cruzamos las puertas hacia el Casino.
N. de A. (2023)
Pues este capítulo estaba bastante bien, solo me faltaban algunas cositas que corrigí muy rápido. Aquí la rolita se queda jeje.
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N. de A. (Original)
¡Gud Mornin, Pipooooool!
Lo prometido es deuda, ¡aquí el cap!
Les presento a Cecina, un personaje que me costó crear pero que me divirtió mucho.
¡Nos vemos en la semana!
Que tengo que hacer un anuncio por aquí, aunque no sé el día.
Pd. ¿Sabían que sigo cambiando los guiones cortos por los largos agregando más? Loco, ¿no?
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