Para Momo los labios de Jirou eran suaves y feroces como la misma chica. Labios que se movían siempre al ritmo de la música. Labios que se movían perfectamente con los de la morena.

Para Jirou los labios de Momo eran delicados y llenos de conocimiento. Cada vez que hablaba, Jirou paraba su música para escucharla hablar. Sus labios moviéndose eran como una melodía para Jirou.

Ambos labios encajaban perfectamente, se movían al ritmo de la música que Jirou siempre escuchaba.

Para Momo los labios de Jirou eran algo inexplorado, Yaoyorozu quería ser la primera en explorarlos.

Para Jirou los labios de Momo era como una partitura, estaban llenos de notas ocultas.

—Creo que tengo una nueva adicción.

—¿Cuál?

—Tus labios.