26: Marie

«Es todo o nada, amor. Es lo que quiero de ti.» Tarareó Dean mientras pintaba en el lienzo el dibujo que había hecho el día anterior, «quiero, quiero tus besos y quiero volverte a ver». Quizás lo que más le gustaba a Dean de Kloss era el contenido de sus canciones, a pesar de admirarlos en cada cosa que hacía, Dean pensaba que Axel Trail merecía todos los premios posibles sólo por escribir su primer álbum.

Ellos habían sido la razón principal por la cual él empezó a tomarse su trabajo como artista como algo serio. Cuando estaban sacando el segundo álbum, habían realizado un concurso para incluir un dibujo de algún fan dentro del mismo. Dean ya dibujaba e incluso había mandado solicitudes para ingresar a la universidad y estudiar diseño e ilustración, sin embargo no lo veía como algo serio, quizás un hobbie; participó y casi ganó el concurso, por lo que se dio cuenta de que si eso era posible, entonces podía llegar lejos con lo que hacía, tener quizás algún día su propio libro de ilustraciones y convertirse en uno de los mejores artistas de la ciudad, así como Denise Roscoe lo era.

«Pero parece que tú no quieres, que no deseas saber más nada de mí» Siguió cantando y por un momento se identificó con la letra de la canción. ¡Bendito sea Griffin Arlen por haber escrito esa canción! Lo curioso—para ustedes que saben más de esta historia—era que Griffin Arlen era la razón por la cual Marie no lo estaba buscando.

Pintó a Marie en el lienzo, su rostro muy bien detallado y sus labios de color rojo escarlata para que pudiesen resaltar con todo lo opaco de la pintura. Esta vez no le importaba si ganaba el concurso, lo que quería hacer era una gran pintura y poder llegar a mostrársela a ella.

—Deandré—llamó su mamá entrando a la habitación, Dean pausó la música y la miró—. La cena está servida.

—Voy en un rato, deja que termine—ella negó.

—La cena está servida y si no vas a la cocina en este momento, haré que las moscas se la coman.

—A esta hora no hay moscas.

—Entonces se la daré a Gastón—Dean rodó los ojos y dejó su pincel en un frasco con agua para quitarse luego la camisa que siempre usaba para no mancharse y lavarse rápido las manos en el baño de su habitación.

—Tan buen chico—se burló su mamá y salió de la habitación con él detrás para así llegar a la cocina y sentarse en la mesa en donde su padre y su hermano ya lo estaban esperando.

Su papá estaba contándoles sobre un caso que estaba atendiendo en consulta mientras que los pensamientos de Dean andaban en cualquier otra parte. Bueno, en realidad iban a un solo lugar: Marie.

— ¿Les puedo pedir un consejo? —preguntó interrumpiendo la historia de su padre.

— ¿En qué lío te has metido para que tengas que venir y pedirnos un consejo? —le respondió su hermano.

—Estoy de la deblin—confesó.

— ¿Y ahora es que te das cuenta? —su padre se rió mientras que su mamá regañó al pelinegro por responder de manera un tanto grosera.

— ¿Qué sucede, cariño? —preguntó su mamá amablemente.

—No soy de abrirme muy fácil pero tengo un lío en mi cabeza y sé que es por mi culpa. Yo mismo me metí en toda esta situación y deblin que no sé qué hacer.

—Si te gusta Marie, entonces ve y díselo—mencionó el papá entendiendo hacia dónde iba el tema. Recordaba un poco la conversación que habían tenido semanas atrás.

—Ya lo hice y quiere que seamos amigos—se llevó un pedazo de carne a la boca.

—Oh, ya no hay vuelta atrás entonces, te ganaste un paso a la friendzone por andar de dándote el interesante con Joanne Jones—mencionó Gastón, Dean rodó los ojos.

—Lo que sucedió con Joanne fue una metida de pata.

—Metiste tu cuerpo entero en el lodo—respondió.

—Yo pienso que no te des por vencido con esa chica, si ella te gusta, todo puede suceder—le comentó su mamá—. Además, por lo que sé, ella también tenía interés en ti, sólo que a veces tú alargas mucho las cosas.

—Ve a su casa y bésala—sugirió su papá, Dean analizó la idea, era algo alocada pero no era mala.

—Pero primero termina de cenar—aconsejó su mamá, él sólo se rió y asintió para poder seguir comiendo mientras en su mente pasaba la idea de su padre.

Besarla.

Ella no podía negarse a un beso.

¿O sí?

~•~

Dean llegó a la puerta de la casa de Marie y tocó un poco nervioso. No sabía que iba a hacer, ni decir, ni nada. Él sólo había escuchado la alocada idea de su padre y salió a buscarla.

La puerta se abrió y dos adolescentes estaban parados frente a él. La chica sabía que era su hermana porque una vez la conoció cuando ella estaba supliendo a Marie en su trabajo, y el chico, a pesar de verlo como alguien conocido, no logró saber de dónde lo hacía.

—Buscas a Marie—dijo ella, Dean asintió—. Soy Maia, su hermana, nos conocimos una vez.

—Sí, me acuerdo de ti—le sonrió—, bueno, eh, ¿Marie está aquí?

—Creo que se te adelantaron—respondió el chico—. Y no creerás nunca quién fue—Dean alzó una ceja curioso y esperó que ellos continuaran hablando.

—Griffin Arlen llegó hace como una hora buscándola, esperó como diez minutos en la sala de mi casa y luego se marchó con ella a quién sabe dónde—dijo Maria, Dean frunció el ceño.

— ¿Qué?

—Lo sé, lo sé, yo tampoco me lo creía incluso cuando lo tenía sentado frente a mí y es que wow, es Griffin Arlen, uno nunca piensa que eso podría pasar. Lo lees en los fanfics y todo pero jamás crees que tu hermana protagonizaría la nueva versión de Starstruck.

— ¿Qué? —repitió Dean.

—Que Marie no está—comentó el chico—. No sabemos dónde está tampoco, sólo sé que Maia anda toda shockeada por esto.

— ¿Está con Griffin Arlen? —ambos asintieron—. ¿En plan cita o en plan de voy a aceptar el demo que me mandaste?

—Creo que si fuese la segunda opción nos habríamos encontrado a todo Kloss, no sólo a uno.

— ¿Estaba vestida como si fuese a una reunión de trabajo?

— ¿Quién va a una reunión de trabajo a las diez de la noche? —mencionó nuevamente el chico—. Mira, yo entiendo lo que estás pasando porque yo pongo siempre la misma expresión cuando veo que mi gato se digna en aparecer a altas horas de la noche pero...

— ¿A Marie le gusta Griffin Arlen? ¿Se han estado viendo antes?

—No quieres saber eso.

~•~

Marie colgó la llamada de Dean y observó cómo Griffin le servía un poco de Coca Cola en su vaso. Estaban teniendo una salida de amigos, nada raro había sucedido en la media hora que estaban allí pero no había duda de que ambos tenían esa opción en mente.

Quizás era la química que había entre ellos, quizás era porque tanto como Marie y Griffin se encontraban solos y sentían que podían refugiarse en el otro, o quizás era que la atracción física que se tenían desde el primer día que se vieron, había logrado que ellos continuaran.

— ¿Qué tal todo con el pintor?

—Nada nuevo en realidad—mencionó ella—, no le he hablado y él tampoco lo ha hecho.

—Lo que él necesita es una gran charla de hombres con el buen Griffin—mencionó el pelinegro y tomó un sorbo de su coca cola—. Yo creo que así podría entender.

—Quizás lo nuestro no debe suceder y ya.

—No me vengas con eso que tanto tú como él quieren tener algo, las cosas pasan cuando ambas personas quieren.

—Axel y Jane...

—Axel quiere, Jane no—respondió—, de igual formas no puedes comparar esto con ellos, son dos cosas muy distintas.

— ¿Qué crees que debo hacer?

—Dale la mano, no he visto que le vayas dado la mano, diría yo que se la negaste y todo—mencionó y se levantó del sofá para ir rápido a la cocina, Marie lo siguió.

—Me da miedo darle la mano y que luego quiera darle el brazo completo, o el cuerpo en sí.

Griffin negó y suspiró, conocía ese tipo de situaciones, lo había visto en sus amigos hace mucho tiempo, cuando las dos personas parecen querer tener algo pero ninguna da el paso. Aunque la situación de Marie era un poco más extraña, porque ella había intentado dar el paso y Dean se lo negó, luego Dean intentó hacerlo y ella dijo que no, necesitaban ambos de un buen empujón en cada espalda para atreverse esta vez al mismo tiempo. Y quién mejor que él para hacerlo.

Bueno, en realidad cualquier persona era mejor.

—Ve mañana y habla con él—mencionó Griffin.

—No sé dónde vive.

— ¿Quieres que le diga a T.J que lo averigüe? Él tiene muy buenos contactos con el FBI. Aunque no son tan buenos para buscar a gente que desaparece...—Marie frunció el ceño.

—Creo que prefiero no meter al FBI en esto. Puedo esperar que vaya a la cafetería o ver si Gretta sabe algo sobre él, estudiaron en el mismo Instituto de adolescentes—agregó y observó cómo Griffin abría un paquete de papas saladas.

—Como tú quieras—se llevó una papa a la boca, le ofreció un poco a Marie y ésta agarró de la bolsa—. En otras noticias, Howie escuchó tu demo y le gustó, cree que necesitas más clases pero que para ser principiante eres bastante buena.

— ¿En serio? —se emocionó y sonrió animada.

—Sip—hizo énfasis en la p—. Y quizás cierta persona a la cual le agradas mucho, quiere pagarte algún curso para que tengas más conocimientos—sonrió, Marie lo miró asombrada.

— ¡Oh por dios! ¡Griffin Gracias! —saltó a sus brazos, Griffin sólo se rió coqueto y la sostuvo por la cintura—. De verdad, muchas gracias, en serio, no sé cómo agradecértelo.

—Yo sí, quítate la ropa—dijo y al segundo echó una larga carcajada—. Tenía que ser un poco más serio y te la creías—se rió—. Realmente quise hacerlo porque me agradas, creo que de cierta forma tú me entiendes, o al menos lo intentas.

Marie volvió a abrazarlo pero esta vez con un poco más de cariño, como si quisiera hacerle entender que si necesitaba algo, ella estaría ahí para escucharlo y ayudarlo. No importaba la hora, el día ni el lugar, él la había ayudado y ella quería recompensárselo.

Permanecieron juntos varios minutos, ella no iba a soltarlo y él no tenía siquiera la intención de hacerlo. Cuando pasas los últimos años de tu vida, en viajes, conciertos, lujos y rodeados de chicas, a veces no sabes quiénes son realmente las personas que están contigo por quién eres, Griffin sin embargo podía asegurar que tenía cierto don para reconocerlas y por esa razón es que seguía enganchado a Marie. Porque no le importaba quién era en Kloss ni quién era su hermana, a Marie le importaba su esencia, su vitalidad.

El pelinegro se alejó un poco de ella y la observó a los ojos, le sonrió dulcemente y se dirigió a sus labios para volver a besarlos, quizás se estaba encariñando con ella a pesar de que Marie estaba pendiente de alguien más, pero eso no era algo que él no podía solucionar.

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Me disculpo por tardar en actualizar, no es algo que normalmente hago pero llevo dos semanas sin internet en mi casa, y para subir un capítulo debía hacerlo desde la computadora porque lo tengo todo guardado en word y toda esa cosa.

Pero aquí tienen el capítulo y espero que les haya gustado <3

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