2.
Aixa.
Su vida es un misterio que me encanta resolver .
¿Porque razón era tan diferente a los demás? ¿Tan extraño?
Mis días giran entorno a la maldad de sus acciones. Investigando todo lo relacionado a el , sus antecedentes , sus salidas a bares , los lugares mas transcurridos y hasta las mujeres que han pasado por su cama. Es maniatico, pero lo sé todo. No obstante, todavía no logró descifrar completamente en lo que esta metido.
Me dirijo al escritorio y coloco las fotos que tomé recientemente. Consisten en sustancias que fueron encontradas en una mesa de noche en un motel , junto a armas de fuego y condones usados.
Pongo una mueca de asco.
Tuve que traerlas para revisión. Es el trabajo más asqueroso e imposible que he tenido hasta ahora, pero mi suerte ha jugado a mi favor porque pertenecen al hombre que estoy buscando. Aquel que causa todos mis desvelos y dolores de cabeza , ese que me ciega controlando mis acciones a su antojo.
Sus movimientos bien ejecutados, todas aquellas pistas contradictorias que no me hacen justicia. Porque solo me confunden, más no me da lo que necesito , lo que anhelo y requiero; que es sustraer toda la información que me pueda llevar a el.
Aun no sé del todo su identidad. Me he limitado a perseguir sus pasos, pero todavía no consigo dar con los hechos claves que me llevan a su ratonera. Me siento como una inútil, porque mis esfuerzos siempre resultan inútiles delante de sus habilidades.
Es como si estuviese escondido en las sombras. Siendo amante de la oscuridad.
Tomé la taza de café que reposa en mi escritorio con el fin de tomar un sorbo, pero la suelto con repulsion porque esta fría. No muy apetecible.
Genial.
La monotonía arropa mi vida de pies a cabeza. Mi humilde ser se mantiene envuelto en un suicidio constante , paranormal y misterioso con la soledad, mientras el cigarro se hace mi acompañante en medio de penumbra de mi habitación. A veces me siento observada , como si alguien entendiera mis angustias y pesares, haciéndome compañía.
¿O solo estoy persuadiendo mi mente de lo que verdaderamente pasa?
Una figura en la oscuridad que se ciñe en mi entorno cuando intento desvivir todos mis pensamientos, porque me atormentan. Intento romper con esa figura que se esconde sin dejarse ver, caminando detrás de mi como mi sombra.
Sacudo la cabeza alejando esos pensamientos de mi mente. Seguro se trata de un juego de mi imaginación.
No vale la pena.
Es irónico que un criminal me haga sentir inservible, con mis habilidades desesperanzadas y una tregua con mi agonía. Me hace sumergir en desdichas hasta cansarme de hiperventilar el humo que emana de su cuerpo , cubriendo mis ojos ante su oscuridad cegadora. Su manera de persuadir mis jugadas sin siquiera mover una ficha, porque lo hace. Me deja muda y sin argumentos cuando necesito con todo el aliento lograr descubrirlo.
Como un reto inyectandose en mis venas.
Estoy segura de que algo mucho más grande esconde , y no precisamente solo la muerte de esa chica, Si no , la malévola señal de sus movimientos por toda la ciudad. En pazther las cosas no se quedan así, siempre logran llegar al fondo por la multitud de testigos expectantes y hambrientos por el cotilleo.
La Muerte.
Es lo que consume mis pensamientos, cada vez que una denuncia llega. Me mantengo dispuesta, con el gatillo preparado y las ganas de volarle la cabeza en cuanto lo encuentre, pero sabiendo que matarlo solo dificulta mis resultados.
Algo estoy ignorando.
Al prestarle toda mi completa atención a las pistas reunidas, volvía a resumirse en la misma monotonía agotadora.
Suspiré por quinta vez sintiéndome derrotada.
— Hey , nena — La voz de Aaliyah irrumpe mis pensamientos. Se acerca y deposita sonoro beso en mi mejilla — ¿Estás segura de que te quieres quedar sola?
Asentí y señale la mesa — Necesito organizar este desastre.
Ella sonrío comprensiva y se dirigió a la puerta dejándola levemente abierta.
La falta de sueño me están pasando factura, mi cuerpo la mayoría del tiempo se entreteje en cansancio. Dependo de pastillas para dormir porque la ansiedad me sobreexplota y el insomnio me despierta por las noches. Una esclava de los desastres que conlleva mi vida.
Es media noche y el aire frío de la madrugada me eriza la piel dejándome una sensación melancólica y vacía. Froto mis brazos buscando el calor de mi cuerpo. Almenos me hacía sentir paz el saber que lo estoy intentando. Es indignante estar consciente que aun no consigo nada, ciertamente reconozco mis esfuerzos , pero también sabía cuando estos me fallan.
Me encamino donde se encuentra la llave de la oficina , la cual descansa en el sillón de almohadas cenizas y polvosas. Me inclino con la confianza de encontrarla , pero el sillón esta vacío. Seguí buscando pasivamente por todo el entorno del asiento sabiendo fervientemente que la había dejado en ese lugar. Rebusco en los numerosos cajones visiblemente más agotada, cuando escucho esa voz mecanizada reemplazar todo el silencio de la habitación.
— Buscabas esto.
Sonido de llaves.
Siento sus ojos clavados en mi e inevitablemente me tenso de pies. Es imposible negar que los nervios no se comenzan a apoderar de mi, imposibilitandome reaccionar y obligándome a mantenerme de espaldas con la respiración acompasada.
Se escuchan sus pasos repiqueando en el suelo y el sonido de las llaves dando vueltas en sus dedos continuamente. Maldito desquiciado. Lo necesito cerca , pero no en este momento cuando mis sentidos están demasiado cansados para reaccionar y defenderme. Moví mi mano cautelosamente hacia mi bolsillo delantero donde se encuentra mi arma, con sufientes balas como para agujerar todo su cuerpo.
Me mentalizo positivamente antes de darme la vueltas con ella empuñada firmemente en la mano. Sin titubear, confiada y segura de que podía matarlo si eso quería . De pronto , mi rostro se convirtió en un poema cuando está a escasos centímetros de mi , tanto que podía oler su perfume.
Un tatuaje en el área de su cuello bajando a su abdomen llama mi atención. Es casi imposible saber de que se trata por la oscuridad, pero de solo pensar que cubre esa parte hace que mi curiosidad crezca en amplitud.
¿Tenía algo que ver con alguna secta?¿un rito satánico?
Con pasos pequeños y cautelosos se aproxima hacia, acortando la poca distancia que nos separa. Me mantengo en mi posición , mientras le apunto su cabeza con mi arma. Si hace algún movimiento sospechoso no dudaria en vaciarle todo el cartucho en el cráneo.
El sonrie de lado recorriendome de arriba hacia abajo con burla , como si de solo verme le diera gracia.
—Crees que me vas a asustar con tu pistola de juguete — ríe sarcásticamente.
Aprieto la mandíbula —Créeme, este "juguete" es todo menos eso — le aseguro desdeñosa.
Piensa que puede jugar con mi subconsciente, que lograra manipular mis acciones a su antojo como una marioneta. Se aproxima dos pasos hasta que la boca de la pistola choca contra su pecho.
— Dispara — Me reta , observándome con una sonrisa de superioridad.
Sin inmutarme , tomo el arma con firmeza , presiono el gatillo y disparo en dirección hacia su oreja, en un golpe determinado y directo que se robo un pequeño quejido de su boca. A raíz de la bala , esa zona comienza a destilar pequeñas gotas de sangre dejando el escozor palpitar.
— ¿Sigues dudando? —pregunto burlesca , sin bajar el arma.
— Me sorprendiste, pensé que eras un corderito asustadizo — confiesa.
En un abrir y cerrar de ojos, mi arma vuela a un lado de la habitación sin darme tiempo a reaccionar. Rápidamente intento buscarla pero su mano presionando mi mandíbula me impide moverme y me obliga a mirarlo a los ojos con demanda, apretando y cirniendo sus dedos en mi piel.
Me remuevo con violencia.
—Esa bala te saldrá cara — amenaza, aprieta mis mejillas y yo cierro los ojos al sentir el dolor cruzar mis sentidos.
Intento refutar pero el agarre brusco en mi rostro me impide articular palabra. Lo golpeo y trato de quitármelo de encima con todas mis fuerzas, lo cual parece inútil. Nunca imagine que mi encuentro con el fuera tan humillante. Todo este tiempo buscando como incriminarlo, para verme tan frágil a la par suya.
Lo observo desafiante.
— Deja tus jodidas amenazas , porque no me asustan— Sentencio — Puedo matarte si así lo quiero, no eres un reto para mi.
Carcajea.
—Estoy esperando que lo hagas — ladea la cabeza.
Me empuja haciendo que choque con el escritorio encontrándome presa entre su cuerpo y la madera. Acto seguido, coloca sus manos a cada lado de mi cadera , mientras empujó su cuerpo luchando con las fuerzas y las ansias de detener su aproximidad, sin embargo sigo sin obtener resultado.
Lamentablemente su rostro está cubierto por una sacada negra y al tratar de quitársela su mano toma mi muñeca con rapidez, mientras me observa desafiante.
—Ni lo intentes — escupe — Tus esfuerzos no valen la pena, estas bajo un dominio, pero piensas que tienes el control, cuando verdaderamente no lo tienes — evoca alzando la comisura de sus labios en una sonrisa que pretende ser segura, pero que solo causa nauseas.
¿De quien habla? ¿Estoy en su dominio? ¿De quien?
— Cierra la puta boca — ladró colerica , apretando los dientes. — Sé que solo quieres persudirme.
El ríe.
— ¿Crees que intento persuadirte? Solo te advierto, porque estás ciega — dice — Eres tan irritante , que me encuentro influenciado por las ganas de matarte.
— La fantasia cortarte los huevos también está creciendo en mi — sonrío complacida, no dejándome llevar por sus amenazas.
Sus ojos adquieren una máscara de hielo, mientras se aleja dando pasos hacía atrás sin dejar de contemplarme. Lo observo detenidamente y cuando intento mover mis manos me es imposibilitado.
¿Pero que?
Abro los ojos espantada y mis alarmas se encienden cuando me doy cuenta de que me ha amarrado al escritorio. Unas cuerdas fuertes y gruesas están enredadas en mis muñecas dificultando mis movimientos. Me remuevo con violencia tratando de liberarme , pero solo ocasiona que me lastimé.
— Me has amarrado — escupo con cólera y confusión al mismo tiempo.
¿En que momento?
— Si no me lo dices no me doy cuenta — dice con ironía. — Man muss aufmerksamer sein.
Su risa inunda la sala.
¿Que mierda acaba de decir?
—¡Mis cojones, desatame jodido cabron! — reclamo molesta.
Me ignora aproximandose hacia la mesa, donde reposan las pruebas que lo incriminan de varios delitos, algunas que han sido confirmados y otras que siguen en investigación. Inspecciona la mesa con fascinación, al mismo tiempo que observa el bulevar de fotos que descansa en la pared.
No ,no, no.
—¡No toques eso! — grito profanidades tratando de hacer que se detenga , pero solo consigo que me ignore.
El sigue tomando todo mi trabajo y esfuerzo con toda la calma posible. Lo introduce en una bolsa sin importarle mucho que me desgarre la garganta gritandole insultos.
No puedo dejar que se las lleve , todo mi trabajo depende de esas pruebas.
De repente, comienza a alejarse haciendo retumbar sus pasos en el piso, alejándose de mi. Mi falta de sueño, los días en los que tuve que cerrarme a sentimientos para no poner de por medio mi trabajo.
Intento tomar las cuerdas con mis manos para así soltarlas , pero un nudo difícil de desatar se apretuja en mis muñecas, imposibilitando mis movimientos , dándole la victoria absoluta sobre mi.
Mis ganas se han rebajado a un martirio eterno y he de reconocer que todo fue mi culpa , pero también sé que esto no se quedará así. Buscaré la forma de dar con su identidad y así tenerlo comiendo de mis manos.
El infierno se ha estremecido porque he decidido desterrar a los demonios que habitan en pazther, volviéndolo un lugar de tormento para los habitantes y un trofeo para los asesinos.
Este es el comienzo de algo que no tiene punto final , pero que con el tiempo se volverá un martirio.
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~L~
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