Parte 1: Preparación
Han pasado algunos días desde que la Academia Hyakkaou ha tenido su último juego de apuestas. Por extraño que parezca, desde que la estudiante Yumeko Jabami jugó por su permanencia contra la presidenta del consejo Kirari Momobami, todo se ha vuelto más tranquilo y las apuestas han bajado.
Desde ese espectacular duelo donde la suerte se decidió por una carta al azar, todos los estudiantes de la Academia no dejan de comentarlo por los pasillos, ¿Cómo fue posible que una carta pudiera determinar la permanencia de ambas estudiantes?, claramente el destino y los dioses no querían que ninguna de las dos se fuera de esta honorable institución.
Desde que escuché el nombre de Yumeko Jabami mi fascinación por ella ha aumentado exponencialmente, he oído cosas muy interesantes sobre ella y claramente debo estar preparado para enfrentarla.
Estoy en mi suite, soy un tipo con mucha suerte, vivo en un hotel de lujo, esta habitación es dos veces más grande comparado con las otras habitaciones que ofrece el hotel, tengo un candelabro, una cama gigante, una biblioteca, mi armario, un escritorio al lado de la ventana y dos representaciones del pensador de Rodin a la entrada. Por supuesto que todo esto no habría podido pagarlo de mi bolsillo, esto lo gané en un juego, el estudiante que estaba aquí antes, acumuló una deuda tan alta que prefirió cederme su suite con tal de saldarla.
Abro las puertas de mi armario para sacar lo que serán los instrumento para retar a la señorita Yumeko.
— Espero que te guste mi variación del clásico tiro al arco — me digo a mi mismo mientras saco las ballestas.
Estas ballestas de color negro son un regalo familiar, mis padres siempre ha sido aficionado a las armas de caza y en mi cumpleaños número 15 me regalaron esta maravilla. La arma tiene una mira telescópica que ayuda a disparar con mayor precisión a su objetivo y un gatillo suave haciendo que el acto de disparar se vuelva cada vez más placentero.
Aunque tenga estas armas, no suelo ocuparlas a menudo, ya que estoy inscrito en el club de arquería de la Academia. La última vez que utilicé mi ballesta fue cuando traté de entablar una amistad con Midari Ikishima la chica del parche en el ojo, miembro del consejo estudiantil.
No diría que mi experiencia con Midari fuera agradable, su actitud obsesiva por la muerte casi hace que pierda la mía al negarme al participar en una apuesta. Ella me amenazó con disparar en mi entrepierna si no aceptaba su petición, el saber que podría salir herido de esto la excitaba mucho más, era evidente su demostración cuando movía su lengua de un lugar a otro.
Por suerte pude zafarme de eso ofreciéndole llevarla al campo de tiro a las afueras de la Academia en medio de la noche para amarrarla al blanco y rodear su cuerpo con mis flechas, eso la emocionó mucho y aceptó mi petición. Cuando terminé de amarrarla, ella gemía cada vez que una flecha rozaba su cuerpo, admito que sus gemidos y sus suspiros provocaron que perdiera la concentración, incluso puse su vida en peligro. Gracias a esta experiencia me hice un nombre dentro del consejo estudiantil, pero nunca me ofrecieron ser miembro de ese selecto grupo.
Salgo de esta habitación junto con mi equipo en dirección a la Academia.
————————————————————————————————————
Me retiré del campo de tiro después de dejar todo en orden, ahora falta lo más importante: encontrar a Yumeko Jabani. Los pasillos estaban tranquilos y habían pocos estudiantes luciendo el típico uniforme rojo de la Academia, todo hacía sospechar que no sería fácil encontrar a mi siguiente rival.
Recorrí por una hora todos los lugares donde podría estar Yumeko Jabani, cada club donde ella podría estar apostando, pero no lo conseguí.
Decidí dar un descanso dirigiéndome a la cafetería, el hambre está consumiendo mi cuerpo.
Al hacer ingreso de la cafetería, recordé los malos momentos que viví aquí siendo Fido, las personas me trataban como un esclavo: debía aguantar sus humillaciones, limpiar sus desechos y fui utilizado en varias ocasiones como bufón para divertirlos, pero con paciencia y ganando cada uno de mis juegos, escalé hasta la cima y llegué donde estoy ahora.
Caminando por el piso de madera de la cafetería observo a mucha gente aquí, de seguro ella debe estar entre toda esta multitud.
— Comeré algo antes de reanudar mi búsqueda.
————————————————————————————————————
— Este pastel estuvo delicioso, no podría comer ni un bocado más — digo estando a gusto.
Estoy sentado solo en una de las mesas. Debo confesar que no soy una persona de muchos amigos y que a veces la soledad me consume, pero no es un sentimiento eterno, el juego me hace olvidar esa sensación.
Casualmente, al momento de mirar a mi alrededor distinguí en una de las mesas a la mujer que tanto estaba buscando, la reconocí de inmediato, aunque nunca antes la había visto, la descripción que me dieron de Yumeko Jabami no me hicieron dudar de que efectivamente era ella: tez pálida, cabello largo y oscuro, sus ojos de color marrón, su sonrisa fue lo que más me cautivó, me era imposible de creer que esa chica era la apostadora compulsiva que derrotó a los grandes apostadores de la Academia.
Me levanto con algo de temor y con cierta timidez en dirección a su mesa, a medida que me acercaba noto que ella estaba acompañada de dos personas que desde mi posición estaban de espaldas a mí: Mary Saotome y Ryota Suzui, he oído cosas notables de ellos. La presencia de ambos me servirá para mi desafío.
A medida que me acercaba, caminaba con lentitud con la intención de reordenar mi cabeza y no cometer ningún error en retarla a un duelo de tiro.
— ¿Tú eres Yumeko Jabami?, ¿Verdad? — tomo el valor de preguntar por su nombre, claro esto es una formalidad, en el fondo tenía la certeza de que era ella.
Levanta su vista y me mira directamente a los ojos y mientras hablaba mostraba una sonrisa encantadora:
— Así es, yo soy Yumeko Jabami, un placer conocerte.
— ¿Quién es este? — oí decir a Mary Saotome, la chica de estatura media, cabello rubio adornado con coletas a los lados.
Mientras Mary volteaba para mirarme, percibo la mirada penetrante de Suzui: el chico alto, de tez blanca, cabello castaño y ojos marrones. Por la expresión de sus ojos me imagino que él ha oído cosas acerca de mi, eso me da un punto a favor para íntimidar a Yumeko Jabami.
— Mary... él... es (Y/N), el mejor lanzador de tiro con arco de la Academia — comenta Suzui con nerviosismo.
— ¡Bah! — exclama Mary con total indiferencia, volviendo a voltearse sin interés alguno.
— ¿En serio practicas arquería? — veo a Yumeko levantarse de su puesto y realizar gestos de excitación como una colegiala al ver a su idol favorito por primera vez.
— Así es, señorita Yumeko — me acerco más hacía ella para inclinarme y besar su mano con total elegancia — mi nombre es (Y/N) y soy el mejor arquero de la Academia Hyakkaou.
— ¡Que emoción!, el chico más atlético de toda la Academia vino a verme — cubre su rostro con su mano libre como si realmente estuviera sintiendo nerviosismo por mi presencia.
— Señorita Jabami — Interrumpo — ¿Usted y sus amigos me permitirían invitarlos a mi campo de entrenamiento?, esto como celebración por su permanencia en esta honorable institución, usted es realmente una leyenda en este lugar y sería una honor que asistiera.
— Por supuesto que aceptaré su invitación — cubre sus mejillas con ambas manos y realiza movimientos de típica colegiala de un lado a otro cuando el chico popular la invita a la fiesta de graduación — realmente estoy emocionada, me alaga que un chico tan guapo como tú, me invite a salir, no sabes lo emocionada que me siento.
Yumeko deja ver sus mejillas sonrojadas. Al verla, las mías también se sonrojan, su hermoso rostro pulido por los mismo dioses hace que mi corazón no deje de latir.
Los cuatro nos retiramos de la cafetería.
En el pasillo, Suzui y Mary están detrás de nosotros hablando en voz baja. Yumeko, en cambio, inesperadamente toma mi brazo izquierdo y apoya su cabeza en mi hombro sin dejar de caminar.
— ¿Que hace señorita Jabami? .
— Estoy algo cansada, ¿No te molesta verdad? — pregunta en un tono bastante coqueto.
— No...por supuesto que no.
Mis piernas se vuelven más rígidas, haciendo que me impida caminar con comodidad. Miro de reojo el cuerpo de Yumeko, es bastante sexy, una parte de mí anhela tenerla en mis brazos.
Mantuvimos la misma posición en nuestro trayecto, ella me abrazaba con mucho cariño, incluso ronroneaba suavemente como un gato, por primera vez me sentí apreciado por alguien, no recuerdo la última vez que alguien me haya expresado algún tipo de afecto...de hecho no lo recuerdo.
Cuando finalmente llegamos a las afueras de la Academia, Suzui y Mary aceleraron el paso para estar a nuestro lado.
Yumeko, se separó lentamente de mí brazo, podría decir que no quería separarse de mí, pero deseché de inmediato esa idea, necesito estar concentrado plenamente, no puedo distraerme por ideas que no son exactas.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top