La muerte viene por todos.
Gente no tengo mucho que decir solo.
Disfruten.
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El brillo de la luna llenaba el mundo, las estrellas la acompañaban adornando el cielo con su belleza singular, habían un par de nubes como adornos que no tapaban el cielo en su totalidad dando una hermosa vista pata cualquiera que desee disfrutarla.
Las parejas que salían a dar un paseo, las familias que decidían comer afuera o en sus propios hogares, los ancianos que amaban una taza de té a la luz de la luna antes de dormir. Cualquier persona en general veía esta hermosa noche como un momento que disfrutar.
Una noche más de las que habían en japon.
Pero.
Para para un pequeño e importante grupo de personas está noche era todo lo contrario.
Sabían que en una noche así ocurrían todo tipo de tragedias.
Ocasionadas por unos seres que ellos mismos eliminaban.
Y para esos seres noches así significaba la hora de la comida.
Sin que mucha gente lo supiera las noches tan hermosas de Japón era.
HORA DE LA CASARÍA.
-??? Deme otro.
Un vaso de vidrio vacío fue depositado en la barra de madera del local acción acompañada del pedido de uno de los tantos consumidores.
-has bebido demasiado amigo, deberías parar e irte a casa. (El humilde dueño del bar habló dejando de limpiar un vaso y mirando al cliente).
O mejor dicho el último que quedaba, la media noche había pasado desde hace un par de horas y con eso el local empezó a quedar vacio dejándolo solo con ese hombre de apariencia...peculiar.
Llevaba años en ese negocio, muchos de sus clientes eran amigos suyos, además que su local estaba instalado en un pueblo un poco grande por lo que además de tener muchos amigos también conocía a toda la gente.
Pero eso este hombre se le hacia tan raro, nunca había visto a alguien con ropa tan cara y fina, además de la piel tan pálida, ni estaban en época de nevadas.
Además.
Unos ojos rojos pertenecientes a dicho hombre miraron al directamente al dueño.
Más que sentirse asustado o intimidado el dueño del bar solo dio un suspiro para buscar una botella con el licor que su clientes estuvo tomando.
-Hablo enserió amigo, ya es muy tarde y si sales con esa ropa y ebrio alguien podría intentar robarte. (Dijo pata caminar a la barra y quedar frente al hombre).
-O peor aún...podrían matarte. (Dejando la botella a un lado).
Algo pareció tener efecto en el cliente aun desconocido...sus ojos se abrieron levemente y quedó rígido en su asiento.
-???: la muerte...no me importa. (Su tono había cambiado drásticamente parecía más rabia que otra cosa).
-amigo ya has bebido mucho...escucha bien esto...la muerte nos asecha a todos.
Una de las tantas velas que alumbraban el lugar fue apagada cuando una gran cantidad de sangre calló sobre ella apagandola.
Aquel humilde dueño del bar estaba muerto tras la barra, con su cabeza y una parte de su cuerpo arrancada dejando que el suelo y parte de la pared se llenen de sangre y sesos.
-???: Maldito humano.
El hombre tenía su puño extendido y con un poco de sangre...el fue el causante de esa muerte tan horrible.
A la cual veía como gran indiferencia y algo de despreció.
Nada fuera de lo normal para Muzan Kibutsuyi.
-Muzan: atreverte a decir eso en mi presencia, ni siquiera tienes buen licor.
Tomando la botella que antes fue dejada se sirvió la bebida. Pese a ser un demonio disfrutaba del buen sake y vino, un pequeño gusto de su anterior vida como humano.
El Rey de los demonios se dispuso a beber en total silencio recordando porque estaba en un pueblo tan insignificante.
Su objetivo.
El lirio azul.
Su presencia en ese pueblo era otra búsqueda inútil de la flor que tanto anhelaba encontrar.
Dejando el vaso a un lado, apretó los dientes con rabia por no poder logar su objetivo una vez.
-Muzan: porque...durante más de mil año la eh buscado...la flor que me dio todo pero nada...ni con la ayuda de los humanos eh conseguido hallarla...¿porque?.
Sus ojos entonces notaron su reflejo en el espejo que el bar tenía, el cual tenía gotas de sangre de su dueño ahora muerto, se quedó unos segundos viendo su figura en la superficie transparente verse así le hacia pensar...que nada había cambiado.
Que el no había cambiado en mil años.
-Muzan: lo conseguiré...nada me puede detener...ni lo cazadores...ni los Ubuyashiki...ni la muerte misma puede detenerme. (Con esas palabras bebió el contenido de su vaso).
Una música.
Una rara pero hermosa melodía lleno por completo el bar.
Y con su bello sonido todas las velas se apagaron llenando el lugar en la oscuridad.
Incluso el propio Muzan se vio hipnotizado por esa melodía, busco con su mirada por todo el lugar intentando encontrar de donde venía pero nada.
Incluso para el un demonio cuyo oído era muy superior al de un humano.
Pero...no entendía porque esa música le llamaba tanto la atención.
Voltenandose solo para ver el espejo lo vio.
Alguien estaba sentado a sus lado.
Parecía tener la altura de un hombre adulto promedio, vestía una gran túnica negra que cubría todo su cuerpo la cual venía con una capucha de gran tamaño que tapaba su cara, guantes de cuero oscuro cubrían sus manos y botas a juego con su ropa.
La música entonces paro dejando a muzan más que sorprendido porque no había notado la presencia del humano que estaba sentado junto a él.
-valla pero si es Kuroki Nagayima en persona. (Aquella persona hablo mientras volteaba a ver a quien estaba a su lado pero Muzan no podía ver su rostro capucha era tan grande que su cara se tapaba con la oscuridad).
Levantando una ceja el demonio recordó ese nombre. A lo largo de sus años Muzan había robado muchas identidades, hombres, mujeres, niños incluso, todo para obtener información sobre la flor o generar ingresos.
Kuroki Nagayima fue una de sus tantas víctimas con este fin. Era un hombre poderoso con grandes ganancias y contacto.
Pero también tenía un pasatiempo, era escritor, sus libros eran bastante vendidos pero a él nunca le interesaron.
-Mírate, de carne y hueso, eres más pequeño en persona, mírate vestido tan elegante hasta sombrero traes, mis felicitaciones a tu sastre. (Volvió a hablar, por si tono parecía divertirse con la situación).
El rey demonio solo guardo silencio. Este humano le parecía extraño, en ningún momento había podido sentir su presencia, además le daba una extraña sensación.
Algo que no sabia porque pero no le gustaba.
-mmm eres callado por lo que veo y no imagine que fueras tan pálido...parece que te vas a morir. (Soltando una risa leve).
Las venas en la cara de Muzan se enmarcaron al oír esas palabras...en definitiva iba a matar a este tipo.
-Oye, se que deben pedírtelo mucho pero me das tu firma soy un gran fan. (Metiendo una mano entre sus ropas buscando algo).
-Muzan: yo no doy autógrafos. (Hablo seriamente y con un deje de enojo en su voz).
-oh vamos hombres por favor, te eh seguido desde tu primera publicación.
Un libro fue puesto sobre la barra frente al demonio.
Los ojos rojos sangre de Muzan miraron el libro siendo el título lo que más le llamó la atención.
"La muerte viene por todos".
-la triste historia de un hombre idiota que buscaba demasiado y cuando se dio cuenta de que su final estaba cerca ya era tarde...intento evitarlo pero fue inevitable...al final solo vivio desperdiciando la unica vida que tenia...¿patetico no crees? Es mi favorito por eso quiero que lo firmes. (Señalo el libro).
Muzan pudo jurar que todo se volvió más lento mientras veía el dedo cubierto golpear levemente la cubierta del libro, leve golpe creaba un molesto ruido las veces que su dedo impactada contra la palabra "muerte" del título.
-Muzan: ningún cazador de demonio puede hacer nada contra mí...la muerte no puede hacerme nada.
-eso eh oído. (Hablo estando muy relajado ante la sensación asesina que el contrario emanaba).
-Muzan: maldita basura.
Un golpe fue lanzado, el mismo golpe que había demostrado ser capaz de matar a un hombre con mucha facilidad incluso a un cazador, pero Muzan solo sintió aire.
Un rudo llamo la atención del Rey demonio. Aquel cazador que había evadido su golpe estaba frente a él mirando las distintas botellas de licor que tenía a disposición.
-todos son iguales. (Con fastidio en su voz).
Finalmente eligió una botella y busco un baso para servirse.
-Exactamente iguales...las mismas palabras...la misma estupidez...es como un cliché y me refiero a uno aburrido.
Tomando un baso grande se sirvió y camino hasta estar frente a Muzan.
-Todos creen que pueden huir de mi...derrotarme...al final terminan hullendo...y luego.
El demonio de cabellos negros decidió callarlo con un segundo golpe pero el cazador volvió a desaparecer.
Desconcertado por un momento hasta que lo volvió oír hablar estaba a su lado.
-Oye aun no termine mi monólogo. (Hablo bebiendo su trago).
Las venas volverían a encaramarse en su cara y frunció notablemente el seño este tipo lo saco de casillas.
Decidió lanzar más golpes esta vez con mayor velocidad pero todos eran esquivados y claro su oponente no perdió oportunidad de burlarse de él llamándolo "lento" o "inútil ".
Terminando su trago aquel sujeto se movió a una gran velocidad y sujeto el cuello de Muzan. El Kibutsuyi sentía el aire salir de sus pulmones mientras era sometido por una fuerza mayor a la de un humano. El lo levantó hasta quedar cara a cara...pero no podía ver su rostro como si un manto de oscuridad lo cubriera.
-Tu no eres...¡nada!.
Con gran fuerza lo arrastro por la barra y luego lo lanzó contra la estanteria donde estaban las botellas.
Muzan se levantó sintiendo el líquido ensuciar su ropa y el aroma llenar su nariz pero poco le importó estaba muy enojado por esa humillación a ma lr de un humano como para preocuparse por su ropa.
Levantándose un tentáculo surgió de su espalda. De sus mejores armas,
Un ataque fue lanzado, un zarpazo que buscaba partir al cazador en dos pero algo lo detuvo.
Un par de hoces detuvieron su ataque.
Los ojos del demonio veían las armas con sorpresa...no eran nichirin estaba seguro que no lo eran, tantos años luchando contra cazadores le hicieron reconocer el metal con solo verlo y estaba seguro que esas armas no eran nichirin.
¿quien era este tipo?.
Dejando eso pensamientos de lado saco más de esos tentáculos siendo un total de 4.
El cazador tomó distancia y con un movimiento hábil de sus manos ambas armas giraron para chocar y emitir chispas una clara señal de que estaba estaba listo para pelear.
Una mucha entre ambos dio inicio. Los latigos de Muzan se movían a una gran velocidad una que no muchos cazadores podían seguir, esta era una técnica que desarrollo para avisar ser atacado por espadas nichirin no había nadie que podría evocador este movimiento...solo hubo una sola exepcion.
Pero...esa velocidad...la de ese cazador era una locura en más de una ocasión pudo evadir sus ataques para ir por su cabeza, haciendo que tuviera que esquivarlo...no estaba seguro porque...el no podía morir por decapitación...pero algo le decía que debía evitar esas armas a toda costa.
Esa sensación que le daba tener esas hoces a milímetros de su piel...le hacia recordar algo.
Algo más halla de una imagen.
El rey demonio salió de sus pensamientos solo para verlo frente a frente atacandolo.
Un movimiento simple que pido esquivar...pero esa arma logró rozar su frente haciéndole una pequeña herida.
Tomando distancia Muzan pensaba seguir pero algo llamó su atención.
Una mancha de sangre en el suelo...entonces vio otra caer al suelo..seguido de una tercera y cuarta
Llevando la mano a su frente la vio...sangre...su sangre.
Ese herida insignificante...una herida que incluso un humano vería como nada...estaba sangrando...no...no se regeneraba.
Muzan podía sentirlo...como sus celulas intentaban cerrar esa herida...pero era inútil era que si estuvieran...muriendo.
Esa idea hizo estremecer al rey demonio. Muzan calló al suelo mientras sentía la sensación de su sangre manchando su cara.
Entonces vio a ese cazador parado frente a el pero todo a su ojos estaba cambiando.
¿Alucinaciones?.
No...eran recuerdos...de su vida.
-¿que te sucede Muzan?.
Todo regreso a este momento con ese cazador culpable de su actual situación.
Ojos...podía ver ver sus ojos.
Unos grandes ojos rojos brillando en esa oscuridad que cubría su rostro.
-¿tu vida enteda esta pasando por tus ojo?.
Eso pareció reaccionar en Muzan Kibutsuyi quien sentía como su respiración se entre cortaba..
Frío...empezó a sentir mucho frío.
Pudo ver los pelos de su mano herizarse por esa sensación...algo que no experimentaba desde que se volvió demonio.
Un escalofrío invadió su cuerpo mientras sentía esa sensación recorrer toda si columna vertebral y pasar por todo su sistema.
Gotas de sudor empezar a surgir de su rostro y caer al suelo de madera.
Un fuerte ruido empezó a escucharse...era una de sus corazones latiendo a toda potencia.
-aghhhh delicioso...adoro ese olor. (Hablo tomando una gran respiración dejando que aquel aroma llene su nariz).
-¡como me gusta el olor del MIEDO!.
Muzan empezó a moverse otra atrás intentando alejarse de ese cazador, hasta que sintió su espalda chocar contra la puerta que daba al baño del bar.
-¿te vas tan pronto?...vamos a seguir un poco más...hasta que el sol salga.
Sadismo...extasis...emoción...todo eso estaba en su voz...el disfrutaba verlo asi humillado...derrotado...asustado.
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A paso lento empezó a acercarse lentamente las hoces se arrastraban en el piso de madera haciéndolo ver más aterrador.
Esa música.
Había vuelto a oírla...el la hacia.
El era el causante de todo.
-¿que esperas?...levántate y pelea.
El tono cambio a uno cargado de odio como si esas palabras fueran algo más...profundo.
-Muzan: nakime.
El demonio desapareció como si la misma nada se lo hubiera tragado.
Sin embargo aquel desconocido no mostró sorpresa por eso, en lugar de eso guardo sus armas y se encaminó a las afueras del bar destrozado.
Al salir sus ojos rojas miraron la luna llena.
Por mucho tiempo aquel astro había sido testigo de Muzan Kibutsuyi y toda su vida.
Ahora fue testigo de algo más.
-corre...corre como siempre lo hiciste Muzan...tarde o temprano te encontrare.
Un ligero tono de risa estaba en su voz.
Esas no había sido solo palabras.
Ni una promesa.
Era lo que iba a pasar.
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//3 años después\\
Muzan Kibutsuyi caminaba entre la nieve que cubría una montaña, el rey demonio estaba en otra de sus búsquedas del lirio que tanto deseaba.
En su trayecto se topo con una familia que vivía tranquilamente en esa montaña...todos estaban muertos, ninguno había sido capaz de resistir algo de su sangre como para convertirse en demonio.
Claro que no le veía mucha importancia.
Solo eran otra familia común de las muchas que había asesinando. No tenían nada de importante y mostraban alguna importancia para el.
Ese silbido.
Ese maldito silbido.
¡Otra vez!.
3 años sin escucharlo...pero sentía que no había pasado casi nada desde aquella noche.
Muzan empezó a mirar a su alrededor, desesperado, desesperado por saber donde estaba.
Un dolor punzante invadió su frente y se llevó la mano notando como estaba sangrando.
Esa herida hecha hace 3 años nunca sano, nunca cerró, nunca se fue, seguía ahí como un recordatorio de aquel momento.
Había logrado que dejara de sangrar pero no que cerrará, por eso la tapaba con su pelo para que ningún demonio la vea, y claramente nadie mas sabía de aquel cazador, el orgullo del rey demonio era muy grande para permitir que sus demonios vieran que alguien logró hacerle una herida permanente.
Muzan podía sentir uno de sus corazones latir fuerte mientras intentaba encontrar a aquel cazador con la vista...pero solo podía oír esa horrible música la cual cambiaba de volumen haciéndole imposible saber si estaba cerca o lejos.
La desesperación empezó a invadir y con eso el miedo no tardó en llegar.
Sintió su espalda chocar contra algo, lentam se dio la vuelta...ahí estaba, con sus ojos mirándolo fijamente viéndose imponente y aterrador.
-...bu.
Muzan dejar salir un grito de miedo y se elejo haciendo que se tropiece con una raíz. Se recompuso rápidamente solo para ver que ya no estaba solo una gran roca.
-Muzan: ¿que?.
-JAJAJAJAJAJAJA.
Su risa, su odisa risa estaba en el aire.
-Que pasa Muzan...¿tienes miedo?.
Pudo jurar que escucho su voz en su oído.
Muzan empezó a correr desesperado, no sabia donde iba solo quería huir de él.
-sigues igual, corriendo, huyendo, Creyéndote un inmortal...solo sabes hacer eso...huir como el cobarde que eres.
Su voz era un gran tormento el demonio podía jurar escucharlo en todas partes pero también sus ojos lo traicionaban. Lo veía en todas partes, árboles, rocas, el estaba en todas partes.
Volvió a caerse esta vez rodó hasta chocar contra un árbol. Muzan cerró sus ojos con miedo pero entonces sintió el metal frío de aquellas hoces sobre su cuello, el estaba ahí viendolo, disfrutando de su sufrimiento.
-eso es...muestra como eres en realidad...me encanta el olor...de tu miedo.
Volvió a irse. Pero el miedo seguía en el, Muzan se quedó ahí sintiendo un gran ataque de pánico y su corazón latir, a lo cual se le sumaron dos más.
En estos momentos el temible Rey demonio...temblaba del miedo.
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En otro lugar algo cerca de donde se hallaba Muzan. Estaba un cazador con haori de dos colores y frente a el dos niños, uno de pelo rojo y otra que se había convertido en demonio ambos inconscientes.
-Giyuu: debería ponerle un bozal en la boca. (Dicho eso se dispuso a buscar con que improvisar un bozal para la demonio kamado).
Un escalofrío recorrió la espalda del Tomioka, llevo una mano a su katana listo para enfrentar lo que viniera, como pilar había sentido este sentimiento de estar en peligro pero había algo diferente esta vez. Algo raro que no podía describir.
Pero tal como llego esa sensación se fue, no podía explicarlo pero se había ido.
-Giyuu: que...extraño.
Sin saberlo el pilar era observado por un par de ojos rojos, luego estos pasaron a los hermanos kamado que seguían inconscientes.
Sin ser vista una sonrisa se dibujo en sus labios ocultos al observar aquellos pendientes de cartas hanafuda en las orejas del pelirrojo.
Esto estaba siendo muy interesante.
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//2 años después\\
-Muzan: busquen a un cazador que lleva pendientes de cartas hanafuda y traiganme su cabeza).
El par de demonio bajo sus órdenes asintieron y se retiraron para acatar la orden de su señor.
Muzan entonces se llevó una mano a la cabeza sintiéndose más enojado que en toda su vida.
Se supone que solo estaba para hacer negocios usando la identidad humana que había robado.
¡porque sucedió eso! ¿Acaso el universo lo odiaba?.
Esos ojos, ese cabello, esos pendientes.
¡esos malditos pendientes!.
Lo recordaba todo como si hubiera sido hace un momento.
Recordaba el miedo de hace 400 años.
¿Miedo?.
-Muzan: ¿Porque tengo...miedo?.
Volviéndose lentamente...lo vio entre la multitud.
Pero todo el mundo parecía ignorarlo, como un fantasma entre la multitud, nadie parecía notar a un sujeto con esas ropas entre el gran gentío de la ciudad.
Solo Muzan lo veía.
Solo el quería que lo viera.
Y Muzan solo quería.
-Muzan: Nakime.
Seguir escapando.
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Con el sonido del biwa Muzan fue llavado a ese lugar. Aquel lugar que tenía cuartos y habitaciones por todas partes, aunque lugar lleno de sitios y que lo parecía respetar la gravedad, aquel sitio que parecía...infinito.
El castillo infinito.
Al reconocer su casa el Rey demonio lleno sus pulmones de aire y dejó salir una bocanada, el ritmo de sus corazones disminuía lentamente y y sentia que ese sentimiento se iba poco a poco con el.
-???: ¿Muzan-sama?.
El nombrado no volvió en dirección de la voz. La conocía bien, Nakime la razón de que por tantos años se logrará esconder del sol y de sus enemigos, uno de sus mejores subordinados.
Intentando disimular el demonio se calmo y tomó una postura firma, no podía permitir que uno de sus subordinados lo viera en ese estado.
-Muzan: Nakime trae a las lunas superiores inmediatamente. (Sin voltear a verla).
La demonio solo asintió en silencio y vio como su señor se alejaba llendl a algún lugar de la fortaleza.
Pero algo la desconcertaba, la actitud de su señor...era diferente...parecía...asustado.
Muzan por su parte camino hasta llegar a una mesa grande donde habían varios libros, frascos, plantas, tubos de ensayos entre otras cosas, sacándose el saco y 3l sombrero para dejarlos en un perchero. Volvió a tomar aire, mucho más que antes, dejando que el aroma de la fortaleza llene su nariz. Que ese sentimiento de seguridad lo envuelve.
Porque ese lugar lo cuidaba del sol.
Ahí estaba a salvo.
No hubo que esperar mucho tiempo.
Pasos y voces se estaban escuchando, parecían dos personas discutiendo.
-???: aghhh porque tuvieron que llamarnos, estaba a punto de comer. (Una de las dos figuras con voz masculina hablo en un tono molesto).
-???2: ¿que importa eso hermano? Prefiero ver a Muzan-sama antes que a esos feos clientes. (Hablo la chica del par con molestia pero con un tono más feliz al referirse a su señor).
Ambos caminaron hasta llegar a una zona con luz donde se revelaban los kanjis en sus ojos.
Daki y Gyutaro la Luna superior 6.
-Gyutaro: ¿somos los primeros en llegar? Mujer del biwa porque nos reunimos. (Al notar la ausencia de otros hablo a la mujer de cabello negro).
-Nakime: lamento decirle que desconozco el motivo de esta reunión.
-Gyutaro: aghh que molestia.
-Daki: tal vez una luna creciente fue asesinada por los cazadores ¡tenemos oportunidad de acender!.
-???: hyohyohyo ¿crees que podrás ascender niña?.
Ambos hermanos vieron un jarron moverse y de su interior emergió lo que parecía ser un genio con múltiples brazos. Ojos en su frente y boca y bocas en lugar de ojos. Una aberración total.
Gyokko la luna superior 5.
-Gyokko: para empezar ni siquiera eres una luna superior, como alguien podría acender siendo una debilucha. (Hablo el demonio con burla en sus bocas).
Daki: tsk esperaba que fueras ti a quien mataron feo.
-Gyokko: ¿feo? ¡¿me llamas feo a mi!? ¡insolente mocoso sin cerebro, alguien que solo tiene gusanos ahí dentro no sabe apreciar la belleza verdadera! ¡mocosa con cabello cebollin.
-Daki: ¡como te atreves a insultar mi cabello y belleza! ¡hasta mi hermano se ve mejor que tu!.
-Gyutaro: ¿eso es un halago?.
-???: ahiiii.
Unos chillidos se hicieron escuchar y vieron a alguien escondido detrás del barandal de la escalera. Parecía un anciana con un gran anatomía en la cabeza, parecía muy débil pero era de los más letales y difíciles de matar.
Hantengu luna superior 4.
-Gyokko: ¿que te ocurre estas más molesto de lo usual?.
-Hentangu: ¿no te das cuanta? No nos hemos reunidos en más de 100 años, 113 años para ser exacto...113 es un número impar...es una señal ¡una mala señal!. (Viendo sus manos que temblaban sintiendo un mal presentimiento, aunque no era nuevo lo sentía desde hace tiempo).
-Gyutaro: estas exagerando anciano.
-???: cuida tus palabras Gyutaro. (Hablo una voz que puso a los tres demonios en alerta).
Una figura calló en medio de los 3. Musculoso y con tatuajes.
Akaza luna superior 3.
-Akaza: si la primera luna te escucha no dudará en darte una lección de respeto.
-Gyokko: ¡Oh el buena akaza tanto tiempo sin vernos! ¡se ve más joven de los que recordaba!.
-Akaza: guarda silencio...Hentangu tiene un punto, es poco usual que nos reunamos, mujer del biwa porque nos llamo nuestro señor. (Mirando a la mujer usando un tono de respeto).
-Nakime: como ya le eh dicho a la luna superior 6 desconozco el motivo. (Fue un tono amable para el número 3, era de los pocos demonios que le agradaban).
-Akaza: ¿acaso los cazadores mataron a una creciente? Acaso fue a la segunda .
-???: ¡que dulce es Akaza-dono!.
Los demonios presentes, almenos solo los primeros 3 más bajos entre las lunas superiores, se tensaron y asustaronal escuchar esa voz. Después de todo pertenecía al 3er demonio más fuerte.
Douma luna superior 2.
-Douma: que amable es que se preocupe por mi, yo también me preocupe por usted pensaba que era tan débil que un cazador lo había matado. (Poniéndo su brazo alrededor del cuello de la 3era superior y tocando su mejilla con su dedo).
Akaza más que asustado parecía irritado por su precencia.
-Gyutaro: Douma-sama. (Hablo algo nervioso a la par que Daki se escondía detrás de el).
-Douma: oh si son mis niños ¿como han estado? Tanto tiempo sin verlos, cuanto han crecido ¿se han alimentado bien?. (Por su voz parecía feliz pero en realidad les estaba dando una sonrisa falsa).
-Akaza: tu mano.
-Douma: ¿eh?.
-Akaza: quita tu maldita mano. (Quitándose la mano de Douma con un manotazo).
-???: akaza.
El ambiente se volvió más tenso para los demonios, incluso Akaza estaba nervioso, esta precencia era la del segundo demonio más fuerte solo siendo superado por Muzan.
Kokushibo la primera luna.
-Kokushibo: debes recordar tu posición, si quieres que eso cambie, enfrente a Douma en un duelo sangriento.
La luna más fuerte y con mayor antigüedad estaba sentada en una habitación apartada de los demas.
-Douma: ¿que dice Kokushibo-dono?...akaza-dono es demasiado débil como para vencerme, sus hábitos alimenticios reflejan su debilidad.
El demonio mencionado solo frunció el seño, no podía hacer nada ya que en parte Douma tenia razón, pero el era alguien de mucho honor para seguir los gustos alimenticios del demonio 2.
-Kokushibo: todas la lunas están reunidas, el motivo de la reunión no fue porque una halla muerto...¿porque nos reunimos señor Muzan?.
El resto de lunas miró arriba de ellos y vio a su señor que estaba en su mesa de trabajo, mezclando unos quimicos y lenyendo un libro. Luciendo sereno y estoico como siempre. La imagen de alguien tranquilo pero que en cualquier momento podía hacerles algo sin siquiera moverse.
Esa era la imagen que tenían del rey demonio.
-Muzan: la búsqueda del Lirio...la eliminación de Ubuyashiki...de momento se suspenden.
Cada una de las lunas veía esto con sorpresa, incluso kokushibo. Muzan siempre había estado obsesionado con eso flor, incluso habían demonios que morían por no encontrarla ¿porque razón? No lo sabían no es como si se lo dijeran.
-Douma: are, que extraño siempre nos a pedido buscar esa flor, ¿Porque el cambio señor Muzan?.
-Muzan: tengo toda una vida para buscar el lirio, Ubuyashiki y toda su descendencia tienen las horas contadas desde nacimiento y los cazadores son insignificantes, no representan amenaza alguna para mis planes...nada puede detenerme.
Y mentira no era lo cazadores necesitarían una gran cantidad de milagros para lograr acabar con el. Aunque tengan sus respiraciones para aumentar la fuerza se quedaban cortos ante las habilidades físicas de un demonio, incluso consiste espadas parecían ante los demonios. Y Ubuyashiki aunque inteligente sus métodos para aumentar sus filas eran ineficientes.
Las cazadores de demonios no eran amenaza.
-Muzan: lo que les voy a ordenar es buscar a alguien que quiero muerto quiero que lo encuentren y-.
Esa música.
Estaba aquí.
ESTABA AQUI.
EL ESTABA AQUI.
-Gyokko: oh oh que melodía tan...siniestra ¡hace que un escalofrío pase por todo mi cuerpo! ¡Nakime eres una genia! ¡siempre tuviste un talento excepcional con el biwa pero esta melodía es de lo mejor!.
-Nakime: yo no...estoy haciendo eso. (Hablo lento y algo callada, una máscara que usaba para ocultar la envidia que sentía por quien tocaba esa música, sin duda era mejor que ella).
-Douma: ¡mire Akaza-dono se me pararon los pelitos del brazo!. (Mostrandole su brazo al mencionado).
La luna 3 no contesto parecía estar en trance. Confundido los ojos arcoiris del demonio rubio vagaron viendo a sus demás compañeros. Daki estaba de rodillas y también parecía estar en trance mientras Gyutaro intentaba hacerla reaccionar, Hantengu temblaba más de lo usual y Kokushibo tenía su mano en su katana luciendo más serio de lo habitual.
Todos tenían reacciones distintas por esa música.
Después de todo no era común oír música en ese lugar.
Ese lugar era el refugio del Rey Demonio. Donde la luz del sol no llegaba.
-Muzan: Nakime.
La mujer demonio miró a su señor, su voz sonaba diferente como hace un rato...temblorosa, entrecortada con...
-Muzan: encuentralo...¡encuentra a quien hace ese maldito ruido y sacalo!. (Con las venas en su cara y sudor en su rostro, apenas podía ocultar lo que estaba sintiéndo).
-Douma: ¿que pasa amo Muzan? ¿No disfruta de la música?...hasta parece que tiene.
-MIEDO.
De lo más oscuro de la fortaleza infinita unos ojos rojos emergieron mirando a todos y cada uno de los demonios pero en especial a Muzan.
-Muzan: ¡tu!.
Todo intento de contener sus emociones fue tirado a la basura al momento de verlo, se callo sobre la mesa donde tenía todas sus cosas, haciendo que todo caiga al suelo.
Durante años Muzan huyo del sol. Buscando superarlo. Ser perfecto.
-Como me gusta el olor del miedo...y el tuyo Muzan Kibutsuyi ¡es delicioso!.
Las lunas miraron al desconocido desconcertados porque nadie sabía de esta ubicación. Kokushibo estaba estupefacto por lo que veía o mejor dicho lo que no veía, el mundo transparente no podía ver nada como si el no fuera nada o una sombra oscura que caminaba. No era el único Akaza era incapaz de sentir espíritu de pelea pero aún así se sentía inquieto con su precencia.
¿Quien era?.
-Muzan: ¡DATE PRISA Y SACALO NAKIME!.
La desperacion estaba en su cara, por primera vez en muchos años los demonio veían a su Rey lleno de miedo.
El Sol.
Lo único que se interponía entre sus planes.
Lo que buscaba superar.
Lo normal sería pensar que era su mayor enemigo.
Su mayor Miedo.
Pero al realidad era otra.
Con el sonido del Biwa desapareció.
-jajajajaja.
O eso creían.
Su risa estaba en el aire...el estaba en todo el lugar.
-que lindo creen que pueden seguir así.
Kokushibo juro escucharlo susurrar a su oído. El también empezó a sudar y sentir sus nervios elevarse.
-creen que pueden huir.
Douma llevo su mano a su frente viendo que estaba sudando...jamás había experimentado esto no sabia lo que era.
-escapan de la realidad.
Nakime mostró su ojos y intento encontarlo pero no había resultado, los nervios no la ayudaban. Se sentía tan frustrada y enojada.
-solo siguien corriendo y hullendo.
Gyokko buscaba desesperado intentando encontrarlo mientras no dejaba de tener miedo.
-Creyéndose inmortales.
Gyutaro abrazaba a su hermana que no paraba de temblar.
-pero solo saben huir como los cobardes que son.
Akaza parecía seguir en trance, no dejaba de escuchar una voz en su cabeza que no era la de Muzan.
-todo esfuerzo es inútil...al final...todo termina.
Un gran grito provenir de Hantengu llamó la atención de todos y vieron su cabeza caer por las escaleras.
Pasaron los segundos y nada ocurría. La técnica de sangre de Hantengu era dividirse en 4 de sus emociones, todas molestas pero era una técnica muy útil.
Pero no ocurría nada.
-Muzan: Hantengu está...esta. (entrecortado incapaz de decirlo).
-Muerto.
Ahí estaba otra vez a su lado en la oscuridad, esos ojos rojos mirándolo.
-Como debía pasar hace tantos años cuando era un mentiroso que fue llavado a juicio.
Muzan abrió los ojos en grande recordando el día donde Hantengu se volvió un demonio.
¿Cómo el lo sabía?.
-te sorprende que lo sepa verdad...se muchas cosas Muzan.
-Kokushibo: ¿quien eres tu?. (Hablo seriamente mientras mantenía una mano en su katana).
Con esa pregunta recibió una mirada llena de despreció y Odio.
-deja de hacerte el samurai honorable, los tiempos donde eras un hombre respetable murieron el día que abandonaste a tu esposa e hijos...al final no eres nada Michikatsu.
Los 6 ojos se abrieron en conjunto y los recuerdos pasaron por ellos.
Los recuerdos de un hombre que dejó todo por la envidia para volverse lo que era hoy en día.
Absolutamente nada.
-Aghhh enserio amo ese olor.
Con un par de pasos abanzo hasta estar a la luz dejándose ver por completo.
Un lobo...uno muy grande...de pelaje gris con blanco, se erguida atemorizante en sus dos patas traseras las cuales hacían ruido a la par que caminaba por los pasillos de la fortaleza, dientes grandes y brillantes en una gran mandíbula fueron relamidos por la lengua del lobo. Sus patas delanteras con garras afiladas sostenían dos hoces.
-como adoro el olor del miedo.
-Gyokko: ¿q-q-q-que eres tu?.
Un escalofrío mayor recorrido su espalda, el lobo estaba detrás de el.
-Lamento interrumpir la fiesta con tus, ¿como los llamas? ¿Lunas demonicas? ¡buen nombre!.
Con un movimiento de sus hoces la cabeza de gyokko fue separada de su cuerpo.
-siempre fuiste bueno poniendo nombres, le diste a todos uno, lamentable es lo único en lo que sirves. (Dandole una mirada de despreció).
Moviendo sus hoces camino entre sus peludas patas traseras viendo a cada uno de los demonios presentes.
-Muzan: ¿como es que tu?.
-¿como lo se? Se mucho sobre ti Muzan...después de todo...tu y yo siempre fuimos muy cercanos.
-Douma: a-amo porque no nos dijo que tenia un perrito tan lindo. (Hablo lleno de sudor teniendo miles de sensaciones que jamás había experimentado).
El ser solo bufo por las palabras del demonio de abanicos y miró directamente a Muzan.
-Mírate no has cambiado nada, todavía eres ese pobre dibalo en el piso a manos de Yorrichi con miedo a su espada recordando que la inmortalidad no te salva de tu destino, ese vil hombre que apenas podía caminar, comer o dormir rodeado de medicos que trataban de mantenerte en este plano, esa basura enferma que solo veia como toda su vida pasaba sin hacer nada....ese bebe que lloraba y pataleaba buscando mostrar que vivia para huir de las llamas de la muerte...sigues siendo aquel feto que estuvo a punto de morir múltiples veces en el vientre de su mamá.
La vida de Muzan. Esos momentos pasaron frente a sus ojos una vez más, su vida pasó frente a sus ojos haciéndole recordar esos mil años en un parpadeo.
-Todos esos eventos donde tuviste un pie en la tumba...donde huiste de mi...¡yo estuve en todos ellos!. (Hablo fuerte y alto, su voz estaba cargada de odio).
Nuevamente desapareció entre la oscuridad.
-pero tu no sabias que estaba ahí.
Con hoces en mano emergio frente a Gyutaro y Daki.
-porque Muzan Kibutsuyi se ríe en la cara de la muerte ¿no?.
Con un movimiento limpio de ambas armas las cabezas de los hermanos calleron al suelo.
-pero ahora no te veo reír.
Pasando frente a Akaza rebano su cabeza. Por unos momentos pudo oírlo murmurar "Koyuki".
-Muzan: tu...no eres un cazador de demonios...tu eres.
Su mirada llena de miedo.
Verdadero y absoluto miedo.
El sol su mayor enemigo...valla mentira.
No sabia como pero lo sabia, sabia quien era el.
Su mayor enemigo...no su mayor miedo.
Llevaba huyendo desde antes de ser demonio.
Desde la cuna...incluso antes.
-LA MUERTE.
Cortando la cabeza de Douma reveló quien era.
Aquel que le dio la bienvenido al mundo mucho antes que su propia madre.
-Muerte: y no hablo metafórica, ni retorica, ni poetica, ni teóricamente, ni de ninguna otra forma elegante...soy la muerte sin máscara...y eh venido por ti Muzan Kibutsuyi. (Sacando ambas hoces y haciendo que el metal brillará con la luz de la fortaleza).
-Muzan: pero yo todavía estoy vivo.
-Muerte (ríe levemente): sabes si hay algo que me agrada es la gente que vive su vida para que el día de su muerte pueda decir que tuvo una buena vida...y tu estas en el segundo grupo de aquellos que la desperdician.
-Muzan: ¡Yo tengo más derecho que nadie a vivir!.
Haber nacido enfermo, estar cerca de morir desde antes de nacimiento, siempre sintió que el mundo le debía una vida larga y que estaba en su derecho de reclamar.
-Muerte: ¡y mira como viviste! ¡desde antes de ser demonio eras una porquería que no valoraba lo que tenía! ¡tenías padres afectivos que te amaban y querían y tú los trataste como basura! ¡tuviste esposas que maltrataste de tal manera que hicieron un pacto suicida! ¡pudiste tener hijos a lo que amar y criar pero en lugar de eso preferiste buscar vivir más hasta que un día te volviste un demonio! ¡incluso mataste al doctor que te salvo! ¿¡y todo eso para que!?....para volverte NADA...incluso tras mil años sigues queriendo superar al sol solo para seguir siendo NADA durante toda la eternidad...al final de todo no has cambiado ni un poco.
Podía entender las razones de Muzan. Nadie era responsable de cómo o dónde nacía pero si de como vivían hasta llegar a su muerte. Y Muzan decidió vivir siendo un asco al que se le dio una oportunidad que no merecía. Ser perfecto superar el sol ¿que seguía? ¿Que sentido tenía la eternidad con exactitud?.
Seguir tratando a los demás como basura.
¿eso es vida?.
Los ojos arcoiris de Douma solo veían mientras poco a poco caia en el abismo.
La muerte en persona.
Sonaba loco para el quien nunca creyó en la religión.
Pero eso aceptaba...tenía más sentido que la religión.
En todas las religiones, mitologías o creencias los humanos buscaban la ayuda de un dios que purifique sus pecados para poder acender al cielo y salvarse del infierno, tenían un dios encargado de la muerte o de guiar las almas o también apegarse a una deidad inventada que los salve de un destino cruel que ni existía.
Pero el...la muerte no era religión en absoluto.
Porque al final de todo la religión era creer en un falso dio para huir del infierno al morir.
La muerte es lo único que es real.
-Muerte: a tus demonios les pasa lo mismo...Gyutaro y Ume siguen siendo el mismo par de niños tontos que viven en el barrio rojo, incluso aún viven ahí...Gyokko sigue siendo el mismo artista con una versión asquerosa y retorcida del mundo...Hantengu sigue siendo el mismo mentiroso que solo sábado llorar....Hakuji es el mismo niño idiota que solo sabe pelear incapaz de proteger lo que quiere...Douma aún es el líder de ese culto sin creer nada, sin sentir ningún emoción, fingiendo que es feliz, Nakime todavía es la pobrecita que solo toca el biwa...Michikatsu durante 400 años a sido una vergüenza que solo pensaba superar a su hermano y lo único que consiguió fue volverse un perdedor. (Hablo con asco y al final vio a Kokushibo que estaba enojado porque le decían sus verdades en la cara).
Verdades absolutas porque no había ningún cambio en ellos, si es verdad que unos tuvieron vidas difíciles pero eso no justificaba que mataran a miles de inocentes, no había diferencia en humanos y demonios solo la alimentación que hasta se le podría llamar canibalismo. Solo que los humanos intentaban cambiar y mejorar para cumplir sus deseos mientras que los demonios no veían esa necesidad, porque claro ¿para que hacerlo si no morirás dentro de 100 años?.
Al final la inmortalidad era absurdo.
-Muerte: lo único que saben hacer ustedes los demonios es molestar a otros...durante mil años e tendió que llevarme a muchos por su culpa...personas que buscaban una verdadera vida.
La muerte recorda todas esas vidas que se llevo causadas por demonios. Toda la descendencia Ubuyashiki, la familia kamado, Tsutako Tomioka, la familia de shinobu, Kotoha Hashibira, Uta y todos los cazadores que han tratado de detener a Muzan. Todos aquellos que luchaban por una vida feliz muertos por los esbirros de un incompetente que creía poder decidir sobre los demás.
-Muerte: así que hagamosle un favor al mundo y ignoremos las reglas. (Usando un tono que combinaba burla y sadismo lo señaló con sus hoces).
-Kokushibo: eso es trampa. (Hablo solo para que una Hoz le cortara la cabeza).
-Muerte: shhhhh no lo digas.
-Nakime: ¡amo Muzan corra!.
Muzan empezó a correr mientras que la muerte ya le había cortado la cabeza a Nakime.
-Muerte: eso es Muzan corre como siempre lo has hecho...será más divertido para mi.
Con una sonrisa en su mandíbula la casería empezó.
Muzan corría y corría escuchando su voz en toda la fortaleza la cual empezaba a destruirse poco a poco.
Como un último escape uso sus poderes para tener control del cuerpo de Nakime y abrió una puerta pero a nada de huir el aparecía y estirando su mano lo tomó de la camisa que llevaba.
Muzan grito del miedo y por la fuerza la ropa se rompió. Fue en ese momento que pudo escapar para el final verlo desparecer con la fortaleza infinita.
Había escapada una vez más.
Pero la muerte siempre lo seguiría.
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//un par de días después\\
Dos días.
DOS PUTOS DIAS.
Dos malditos días siendo la presa.
Tras mil años Muzan Kibutsuyi se volvió la presa.
Pero no de los cazadores de demonios.
Cada hora, minutos, segundo. Corriendo de el, escapando de el, escondiéndose de el, huyendo de el.
Otra vez.
La noche fue fácil.
Pero el día fue un tormento.
Parándose en cada sombra.
Durmiendo en una cueva.
Hasta tuvo que cabar un agujero para esconderse del sol.
El silbido...ese maldito silbido cada vez se oia más y MAS fuerte.
Y ahora no era diferente.
Muzan se hallaba entre la espesura del bosque. Estaba aterrado, corría sin parar, como demonio no se cansaba pero eso no serbia de nada, corría y corría como siempre lo hizo, huellendo del destino que se le dictó desde que fue concebido.
Pero era inútil.
Encontré salio de entre los árboles hasta llegar a un gran claro, desde ahí pudo ver el cielo notando con horror como el sol estaba por salir.
Miro a todos lados con desesperó buscando un refugio algo que lo salbe.
Pero el destino ya se había cansado de él.
El sonido que lo llevaba atormentando tanto tiempo llegó a sus oídos.
Voltenandose lo vio emerger del bosque.
No hubieron palabras cuando el lobo claro sus hoces en el suelo y de ellas emergieron llamas que recorrieron todo el claro hasta encerrarlos ambos.
No más escondites.
-Muerte: disfrute la cacería Muzan. (Quitándose la capucha, el lobo cazador literalmente, ente un conejito).
No más correr.
-Muerte: pero ya es momento de acabar esto. (Sacando ambas hoces dejo que el peligroso metal de ambas armas brillará con la luz de sus llamas y los rayos del sol).
No más escapes.
-Muerte: luchar o rendirse...¿Que harás Muzan?.
Solo dos opciones.
Una sola decisión.
-Muerte: ¿que eliges?.
El verdadero terror se apoderó de Muzan cuando vio el alba cada vez más alto a tal punto que los rayos de luz podía llegar.
Lucho siempre por su vida...¿verdad? El miedo que sentía a la muerte siempre le hizo correr en lugar de enfrentarla.
Encaro a la muerte muchas veces para solo huir y vivir un día más.
Una rutina que repetían desde la era Heian.
Y hoy no cambiaría.
Fue con esa idea que Muzan creo una armadura de carne gigante para protegerse del sol.
La muerte miró esta acción con...nostalgia.
-Muerte: que recuerdos.
En un feroz ataque el lobo se lanzo por su presa.
Una serie de ataques fue desatada a gran velocidad, atacaba cortando y rasguñando la carne de la armadura la cual gritaba por el dolor, pero no había piedad para el solo solo atacaba para evitar que hullera, brazos y piernas fueron cortados a la par que toda la espalda se quemaba por los rayos del sol, entonces estado el tórax destruyendo capa por capa, pedazo a pedazos, el suelo era manchado por la sangre y carne de demonio muerta que no se podría regenerar.
Luego su mano y retiro a Muzan del interior el demonio gritaba y lloraba sin cesar producto de todo lo que estaba pasando en ese, el calor de la muerte, morir por esa luz esa calor del que vivio hullendo toda su vida, pataleaba y se movió frenéticamente intentando huir pero era inútil.
Mientras que al lobo todo esto le parecía una gran ironía y un bonito recuerdo.
La historia fue escrita otra vez pero con un final distinto.
-Muerte: que recuerdos...tu llanto y las llamas del juicio final Muzan...pero esta vez...¡NO HAY SALVACION!.
La muerte misma fue lo último que vio.
Con ese amanecer.
Muzan Kibutsuyi pereció.
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Amane Ubuyashiki caminaba por los pasillos de la finca de su familia buscando a su esposo dado que no lo encontró cuando despertó. Era rutina para ella levantarse antes que kagaya y atenderlo en todas sus necesidades, rutina que también era de sus hijos y de los kakushis a cargo de la familia.
Tras unos segundos lo encontro donde siempre estaba. Sentado en silencio mirando el extenso jardín de la mansión.
-Kagaya: buenos días Amane. (Aquel hombre hablo con ese característico tono amable por el que tanto se le conocía pero era más dulce dado que le hablaba a su amada esposa quien lo acompañaba en esa dura vida).
-Amane: buenos días esposo, hoy te levantaste temprano. (Dandole una pequeña sonrisa).
-Kagaya: bueno se podría decir que...hoy tengo mucha energía.
Parándose lentamente se voltea a su esposa.
Los ojos comúnmente en calma y serenos de la mujer se abrieron en grande cuando su esposo la volteo a ver.
La mujer de hermosos cabellos blancos se quedó en shock por lo que veía. No lo creía parecía otro de esos sueños de este milagro era posible. Este milagro que muchos querían, que todos anhelaban, por el que todos rezaban.
Una mano cálida se poso en su mejilla regresandola a la realidad, ella miró esos ojos que transmitían calidez y tranquilidad, esos ojos que había visto desvanecerse con el tiempo, lágrimas empezó a salir de los propios al darse cuenta que no era un sueño.
Lágrimas también caían de Kagaya. Esta imagen, el rostro de su esposa, nunca lo olvido antes de perder la vista se aseguró de memorizar cada parte de su rostro. Su cabello, sus ojos, su sonrisa, orejas, todo. Y no era diferente con sus hijos y cazadores que estaban en su vida.
Su vida como su vista se iba poco a poco y solo podría llevarse recuerdos.
Recuerdos que ahora estaban de regreso como ai nunca se hubieran ido.
-Kagaya; estas tan hermosa como el día que te conoció.
Con esas palabras la mujer dejó caer su máscara de serenidad y abrazo a su esposo con todas sus fuerzas, sollozando en su hombro, dejando que ese calor que el solo podía emitir la envuelva y la tristeza cln ma que llevaba tantos años luchando se fuera con ese abrazo.
-Amane: ¿esto...es un milagro?.
-Kagaya: no estoy seguro...solo se...que estoy muy feliz.
Unos pasos se escuchaban a los lejos.
La sonría de kagaya solo aumentó.
Después de tantos años iba a poder ver a sus hijos.
Sin que lo supieran un gran número de cuervos estaban volando hacia su finca con un informe dado por cada pilar y cazador.
Todo individual pero el mensaje era conjunto.
"Los demonios estaban desapareciendo".
Ajenos a todos un par de ojos rojos observaban todo desde las sombras.
La muerte que tanto acechaba a los Ubuyashiki una vez más estaba ahí.
-Muerte: no será la última vez que nos veremos Ubuyashikis...pero almenos será más tardado esta vez.
Y nuevamente se retiro llendo a otro lugar.
Un lugar en concreto.
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-Tanjiro: ¿Ne-zuko?.
El kamado mayor estaba usando una bata de un espedaje para cazadores donde se quedaba junto a Zenitsu y Insoike quienes había conocido hace poco.
Cuando se levantó lo primero que hizo fue verificar que su hermana estuviera bien. Se asusto por un momento cuando no la vio en la caja entonces la busco con su nariz hasta encontrarla afuera.
-Tanjiro: Ne....zuko.
Encontrarla afuera.
Bajo el sol.
Al oír la voz de su hermano mayor Nezuko kamado quien tenía ya dos años de haber sido convertida en demonio se volteo y lo vio fijamente.
-Tanjiro: Nezuko...¿eres tu?.
Una gran sonrisa envolvió los labios de la kamado menor quien tras dos años volvería a hablar.
-Nezuko: buenos días hermano.
Un gran sentimiento de felicidad inundó el corazón de Tanjiro y las lágrimas no tardaron en salir a mares sin esperar un minuto fue a abrazarlo a su hermana menor quien correspondió el abrazo.
-Tanjiro: ¡no entiendo que pasa pero no importa, solo importa que estas bien! ¡que estas devuelta!.
-Nezuko: ¡te extrañe hermano!.
De entre la casa del hospedaje salieron Inosuke y Zenitsu quienes precensiaban toda la escena sin entender nada.
Era un momento que nadie iba a interrumpir.
Ni siquiera el dueño de aquellos ojos rojos.
Entre las sombras imágenes llegaban a sus ojos.
Recuerdo de la era sengoku llegaban a su mente. Recuerdos de un bebé que nacía con algo...especial.
Recordaba como querían matar a ese bebe por ser un gemelo nacido con algo singular.
Y recordaba esos momentos que tuvo ese bebe cuando iba creciendo.
La muerte de su esposa eh hijo.
Lo que lo llevo a intentar darle muerte a el.
Hace 400 años el vio como Kibutsuyi explotaba y huía, recordaba la rabia que sintió esa noche.
No volvió a ver a aquel espadachín hasta esa noche de luna sangrienta.
-Muerte: vivan bien su vida cazadores de demonios...es la única que tienen.
Así sin decir una palabras más se fue.
¿Esa palabra era correcta?.
No.
El nunca se irá...siempre estará en nuestras vidas.
La muerte siempre existirá y estará para todos.
Porque al final no importa quien o que eres.
Rico o pobre.
Dios o humano.
Hombre o mujer.
Niño o anciano.
Animal o persona.
La muerte tratara a todos por igual.
Lo único que debes tener en cuenta es como vivimos.
Vivir una buena vida antes de la muerte.
Eso es lo que hay que hacer.
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Fin.
Gente aquí termina.
Quisiera darle crédito a SebastianAristizab04 quien me dio la idea para esto.
No tengo mucho que comentar solo que espero y como siempre que lo hallan disfrutado y espero sus comentarios. No olviden dejar su estrellita linda que no cuesta nada.
Nos vemos en futuros One Shots.
Ryuu Hei Hei fuera.
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