El silencio de esta habitación era tan asfixiante que no podía respirar bien.

Los sueños vividos se volvieron realidad. Por qué ya no eran sueños, eran recuerdos.

—¿Señorita Thomas?—La imponente voz del oficial de turno me saco de mis pensamientos.

Levanté mi rostro para mirarlo bien, tiene los ojos cafés y el cabello negro, sus cejas son bastante pobladas y sus labios son carnosos y mojados por el constante movimiento de su lengua sobre los mismos. Su rostro es cuadrado y varonil, es blanquecino, sin barba y bien afeitado, y por lo que veo sus cejas están limpias y sacadas, lo que significa que se cuida lo suficiente como para tener ocho horas de sueño, eso lo confirma sus grandes ojeras y sus labios agrietados, son lindos pero se nota su estado emocional al morderse los labios siete veces en los diez minutos que estamos aquí.

—Señorita Katherine—me miró irritado— ¿Me está escuchando?— su voz se oía tan lejana y tan cercana a la vez pero está desesperado por qué diga algo.

Lo sigo observando poco a poco, intentado guardar muy bien su aspecto en mis recuerdos.

—¿Necesita algo?— mi voz se escuchaba apagada.

El me miró con extrañes disfrazada de curiosidad.

—Necesito que me cuentes que recuerdas— su voz era tranquila y cálida. Algo fuera de lugar si prestas la suficiente atención a su lenguaje corporal.

Está fingiendo serenidad

—Recuerdo llegar a casa después de un día muy pesado en la escuela, recuerdo que era la última semana de clases así que todos estábamos ocupados con los exámenes finales.

<< Durante esa semana no había hablado con mi mamá, solo los buenos días. A mi hermano lo veía a diario, ya que compartimos habitación pero era como estar en lugares diferentes.

—¿Por qué?— el interés sobresalía en su voz.

—Porque cada uno tenía la cabeza metida en los libros, si nos mirábamos ya era mucho...

—¿Podemos enfocarnos en tu madre?—me interrumpió de repente.

Lo mire con el ceño fruncido y una mueca de disgusto.

—Mi madre murió por quién sabe quién y usted está aquí interrogando me por quién sabe qué— dije molesta por su falta de empatía.

—Su madre murió por un cuchillo enterrado en su corazón, yo solo estoy haciendo mi trabajo— dijo molesto.

—¿Entonces su trabajo es querer culparme del asesinato de mi madre?— dije con lágrimas saliendo de mis ojos.

—¡Estabas cubierta de su sangre cuando entramos!

—¡Yo fui quien llamó a la policía por qué mi madre estaba sin vida en el piso de la cocina!— grite furiosa—¡Yo fuí la que tuvo que llegar de la preparatoria para encontrar a mi madre desangrada con un cuchillo en el pecho!

—¿Y por eso crees es eres inocente?— dijo con burla.

—Solo voy a decir una cosa más— dije al ver a mi padre entrando a la sala— El cuchillo no era de nuestra casa.

Salí de ahí con lágrimas en los ojos, odio en el corazón y con ganas de tomar venganza.

—Una última cosa— dijo el oficial antes de que mi padre y yo saliéramos de la estación de policia— El karma es el enemigo de todos.

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Nota de la escritora:
¡¡Holi Holi!!

Voy a hacerle muchos cambios a este libro ya que lo comencé hace un año cuando no tenía ni la menor idea de que era escribir.

Si no lo sabían este fue mi primer libro, así que la trama será un poco diferente pero con los mismos personajes.

Los quiero y espero que les gusta esta historia.

OX