Historia con derecho de autor.

Los personajes y las imágenes utilizadas no me pertenecen, todos los derechos a su autor.

El lenguaje utilizado es típico en mi país.

Está pequeña historia la escribí por el día de muertos, en mi país es una tradición muy arraigada así que lo que comento en la historia es documentado por siglos de tradición de nuestros ancestros.

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"Ojos tristes miran desde abajo,

Arriba;

Silencio, sombras que acechan lentamente.

"Vengo por tí"

Susurran a la noche, voces desconocidas.

" Tengo que irme"

"Pero tendré eternidad, pues siempre que pienses en mí, estaré vivo.
Estaré aquí . . . junto a tí".

Oshiokinomoto

Naraku acompañaba a la señora Akemi, Kagome ya tenía varias horas en labor de parto se escuchaban sus gritos y jadeos poniéndole los pelos de punta a Naraku. Sabía que si algo salía mal le iría muy mal con Sesshomaru, no sabía si lo dejarían presentarse al parto para conocer a su hijo, el supremo se había puesto muy estricto y Sesshomaru cumplía su parte al pie da la letra.
Otro grito se dejó escuchar, una enfermera salió preguntando por el padre, Naraku se acercó.

- Usted es el padre?

La chica, quien tenía unos profundo ojos negros, veía interrogante a aquel guapo hombre, que se había quedado mudo viéndola.

- Señor, se siente bien?

Naraku sin dejar de mirarla reaccionó.

- Perdón señorita, no, no soy el padre, lo estamos esperando . . . Sucede algo?

La bella enfermera, sonrió más ampliamente, no era casado que bueno!!

- En cuando llegue me avisan para pasarlo, ya no tarda el alumbramiento, el bebé ya está en posición.

Antes de que se retirará, Naraku le pregunto su nombre.

- Me llamo Kikio.

Brindándole una sonrisa coqueta se retiró.
" Bonito nombre, me está gustando ésto de visitar el mundo humano".

Sesshomaru termino de despachar las últimas almas, cuando una nube densa, lo transportó con el supremo.

- Qué es lo que pasa.

El supremo de manera tranquila se acercó a Sesshomaru, poniéndole una mano en el hombro.

- Sesshomaru, has cumplido tu palabra, por tal motivo te hare una concesión y podrás ir a estar con tu mujer, quien parirá en cualquier momento a tu primogénito.

Sesshomaru palideció ante la noticia, nacería su hijo, kagome estaría bien?, pensó que aún faltaban unas semanas.

- Gracias, de todos modos pensaba en cambiar mis fechas de las visitas.

- Tómalo como un regalo de mi parte, disfruta de ser padre, y conciente a tu esposa, te lo has ganado.

Y con una nube fue transportado a una parte del hospital, sin percatarse que una señora de edad miraba asustada, cómo de entre aquella neblina salía el hombre más impresionante que había visto. Sesshomaru vestía casual, llamo a Naraku, para saber dónde estaban. Caminaba para salir de esos pasillos, pero se percató de la mirada de asombro de la señora en silla de ruedas que no dejaba de mirarlo.

- Eres un ángel acaso?, O ya me voy a morir.

Pregunto de manera nerviosa a Sesshomaru.

- No mujer, no te vas a morir, te sientes bien?

La señora se tocó un costado y se quejo.

- Si eres un ángel, alivia mi dolor, tengo cáncer pero mis hijos no me quieren dejar ir, pero yo, estoy cansada. Por favor has algo por mí, te lo ruego.

Sesshomaru, se quedó sin saber que hacer era la primera vez que alguien le pedía, algo así, pero estaba apresurado.

- Mujer déjame cumplir con otro asunto y te prometo que regresaré para aliviar tu dolor.

- Pero, si no regresas? Este dolor me está matando.

Entonces Sesshomaru se acercó a la mujer y tomándole la mano se agachó para estar más cerca cerrando los ojos le puso la otra mano en la cabeza, una sensación de paz y alivio invadió el cuerpo de la mujer. Formándose una sonrisa en su rostro.

- Gracias, eres un ángel en verdad, dios te bendiga.

Sesshomaru no sabía si esto tendría algún castigo, jamás había puesto en práctica su poder de esta manera, el cuerpo de esta mujer estaba sufriendo y por lo que pudo percibir ya no le quedaba mucho tiempo, si que eran extraños los humanos, la mayoría no querían irse, pero inexplicablemente los que ya estaban muy cansados pedían ser llevados lo antes posible. Paradójico en verdad.

- No soy un angel mujer, y no pienses en milagros, simplemente me dió pena tu dolor.

- Yo sé quién eres señor, no te preocupes, ahora se que pronto vendrás por mí, igual que lo hiciste con mi madre hace muchos años, yo era una niña pero te ví, tal como ahora y al tocarme lo he recordado, sigues igual de bello, por eso me di cuenta. Te agradezco el alivio, pero prométeme que ya no me dejaras sufrir mucho más.

Sesshomaru medito en lo que le acababa de decir, era cierto que los niños y los perros por lo regular lo veían venir, pero no recordaba que un humano lo hubiera percibido y lo reconociera.

- Te lo prometo mujer.

Sesshomaru, se retiró de manera rápida llegó a dónde lo esperaba Naraku.

- Vaya, te dejaron venir, ella está adentro entra, ya me tiene estresado.

Se escucho otro grito de kagome.
Que sobresalto a Sesshomaru,
Y entró. Lo interceptó la enfermera y al identificarse como el esposo, lo prepararon para que entrara con ella, se podían escuchar los quejidos de dolor, al verle Kagome, comenzó a llorar de felicidad, había llegado.

Sesshomaru la tomó de las manos y le dió un beso.

- Estoy aquí, no llores. Te duele mucho?

Kagome no le pudo contestar, pues otra contracción la hizo gritar y pujar, apretó con fuerza la mano de su esposo. Sesshomaru, angustiado cerro los ojos mientras le besaba la frente, de pronto los dolores de kagome se hicieron más leves, el doctor le previno a Kagome que ya era hora de pujar, el bebé ya venía. Después de varios intentos, la cabeza asomó y el cuerpo se deslizó rápidamente fuera del vientre de kagome, un precioso niño idéntico a su padre fue acercado a su madre para que lo besara.

- Dios mío, eres precioso, mira Sesshomaru se parece a tí!!.

Sesshomaru sentía como su corazón se llenaba de un sentimiento cálido al ver a kagome con su hijo en brazos.

- Es hermoso, gracias por este regalo.

Kagome lo acercó y le dió un tierno beso.

- Es nuestro, y es perfecto, como tú, te amo tanto, gracias por estar a mi lado.

Le retiraron al niño para limpiarlo, cambiaron a Kagome para dejarla descansar, estaba agotada, feliz y en paz, tenía a su esposo a su lado.

La vida del señor de la Muerte cambio totalmente, su esposa y su hijo se convirtieron en el centro de su vida, Sesshomaru sin saber le regaló la vida eterna al unirse a ella, su hijo se convertiría en el futuro señor de la muerte cuando Sesshomaru ya no quisiera seguir, claro, pasarían siglos o milenios . . . Nunca se sabe. Naraku termino pidiendo su dimisión para casarse y tener familia con una mujer humana, siguió siendo amigo de Sesshomaru y llevaba sus negocios. El supremo le extendió los días de visita al mundo humano a Sesshomaru, pero igual seguía haciendo su trabajo. Su felicidad fue eterna, ese fue, al final, el regalo de su madre.
Tuvieron más hijos, kagome se enteró por Sesshomaru quien era, pues pasaban los años y ellos seguían jóvenes, se asustó pero Sesshomaru termino por calmarla explicándole con calma, entendió, al final todo su amor fue su gran recompensa. Los padres de kagome junto a su hermano, se les concedió volver a estar junto a su hija. Eran La señora Akemi, su esposo y su hijo, se les borro la memoria pero no el gran amor que sentían por kagome.
Al final no hubo venganza, sólo una gran lección, el bien y el mal por fin tuvieron su equilibrio, logrado . . . por el amor.

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Espero este final sea de su agrado, no quería hacerlos esperar, muchas gracias a quienes siguieron está pequeña historia, y gracias a los comentarios de Floweranime , y mi amiga yans_kiblu les agradezco su apoyo, son muy amables.