Si no lo conociera tan bien
Había puesto el seguro en la cerradura de la puerta francesa del balcón. No quería estar con la presencia de alguien, no como el desastre que era en ese momento. Solo estaba oculto; mientras abrazaba sus piernas llorando, si estaba sentado en posición fetal llorando como el adulto que era después de una discusión con su hermana. Aunque Makomo no era su hermana del todo, incluso durante los años que estuvieron juntos evito formar lazos con ella lo más que pudo para evitar estar llorando en el futuro como lo estaba haciendo en ese momento.
Giyuu no era bueno para pelearse con su hermana, nunca lo fue con Tsutako, las pocas veces que se encontraron en una discusión, el pronto estaba pidiendo su perdón de inmediato. Nunca soporto el pensamiento que alguien que lo amara como ella estuviera enojado con él al menos un segundo, siempre tenia miedo que lo fuera abandonar como lo hicieron sus padres y al final fue él quien acabo abandonándole, justo como estaba haciendo con los Urokodaki desde que los conocio.
Debería estar acostumbrado ya a ese dolor, pero igual no podía evitar que el remordimiento y las voces llegaran a su mente
"ELLA TE ODIA"
"NO ERES NADA, SOLO UNA PUTA"
"ELLA ESTA TAN EQUIVOCADA, DEBERIAS MATARLA"
Cada voz susurraba palabras de odio a todos y a el mismo como siempre llevandose su cordura, era el precio que tenia pagar por la maldad que iba hacer, por todo el dolor que iba a causar.
Estaba perdido en sus pensamientos, en las voces que no se dio cuenta que alguien estaba escalando hasta el balcón y cuando logro subir, pasando por el barandal por complento es que se dio cuenta que no estaba solo como tanto deseaba. Solo alzo su vista rogando a todos los dioses habidos y por haber que no fuera Sabito en ese momento donde estaba tan destrozado y humillado hasta mas no poder, su apariencia la sentia tan vulgar, tan sucia que se moriria de verguenza si le viera en ese estado.
Tal vez los Dioses escucharon demasiado bien su suplica desesperada, pero no significa que no fueron más piadosos con él.
Ellos nunca lo fueron.
Ahí lleno de lágrimas que hizo que todo su maquillaje se corriera y con ropas demasiado reveladoras se encontró con una de las personas que menos quiso ver su vida, más en ese momento.
Rengoku Kyojurou estaba ahí con los ojos bien abiertos viendo su estado deplaraba que lo tenia su propia desgracia.
Mal momento que un objetivo de captura apareciera en su vida y estaba seguro que en el juego nunca se dejo un indicio que el villano y Rengoku cruzaran muchos sus caminos y había razones para eso, además que el verdadero villano de la ruta del hombre rubio era el príncipe y su novia...Joder tenía que decirle a Hakuji que se alejara lo más posible de aquel hombre como le sea posible.
— ¡Oh! Disculpa no era mi intensión interrumpir en... — su voz era el doble de energética de lo que se imagino, pero bajo su volumen al verlo de arriba a bajo — ¿Esta bien, señor...elfo?
Amablemente ese hombre se arrodillo frente de él y le ofreció un pañuelo. Rengoku Kyojurou era tan amable y cálido como lo era en el juego y sus pixeles no le hacían justicia a lo guapo que era en la vida real. La verdad por el aspecto del personaje en 2D, Giyuu espero que se viera tan ridiculo como las flamas del dibujo. Bueno todos en ese mundo ern tan asquerosamente guapos; incluido Shinazugawa Sanemi, a quien había visto desde lejos por ser un objetivo de captura y el miedo que daba.
Giyuu solo se quedo viendo fijamente al hombre frente a el con ojos amables que le miraban y le daban una muestra de preocupación por su estado, Rengoku siempre había sido tan encantador con la protagonista que incluso le hizo suspirar más de una vez mientras jugaba el juego, recordó porque la ruta de Rengoku era tan popular; no solo era la menos dramatica, toxica, fácil y corta, sino que ese hombre sabia como llegar al corazón de cualquiera que se lo proponiera. Claro que eso era con ella y el elfo recordaba bien su ruta que le hacia pegarse más contra la pared temeroso del otro.
— Si, estoy bien — contesto lo más seco que pudo, tratando que sus palabras no se partieran.
— No estoy tan seguro de eso — expresó con confianza en sus palabras como si la apariencia del de cabello azabache ya no hablara por si sola — Una cara tan bonita como esa no debería estar con una expresión tan amarga si estuviera bien.
Aquello solo le hizo alzar su ceja y el dolor se fue disipando cambiando por un desconcierto e incomodidad que le causaba aquella sonrisa brillante. Si Giyuu no lo conociera tan bien las cosas serian tan diferentes.
— Lo siento, así es mi rostro siempre — ignoro el pañuelo que le ofrecia y se levanto sin tomar la ayuda del caballero, pasando por su lado y limpiando sus lágrimas con el maquillaje caído con sus manos.
— Entonces eso es una lastima — su voz ni animo flaqueba por su actitud como lo haria cualquiera.
Aquello le detuvo un segundo... Una lastima su rostro... Si usuario de fuego pensaria eso.
— Así es la vida, si me disculpa quiero estar a solas — insistió, no quería pasar más tiempo del adecuado con ese hombre que le podía llevar a la destrucción.
— ¿No cree que es una noche fría para estar afuera con un.... su revelador atuendo? — aclaro su garganta antes decir lo último.
Si lo era, incluso cuando era el inicio de la primavera el jardin del palacio estaba espléndidamente lleno de cientos de flores hermosas; aún se sentían vestigios del invierno y si no fuera por su gusto por el frío hace rato se hubiera quejado de que se le estaba congelando el culo. Pero era mejor estar afuera que en los brazos de Douma y además no queria volver entrar todavía, no en su estado actual, cual era un desastre.
— No tengo frío — respondió cortante esperando que entendiera el mensaje.
— Si, eso puedo verlo — le dijo con una sonrisa viendo como el otro trataba de ocultar su temblor por el clima.
— Entonces puede entrar a la fiesta, disfrute el gran baile — se dio la vuelta para poner sus manos en el barandal esperando que se fuera.
Claro que como todo hombre de Otome, Kyojuro no entiende un "por favor, vete a la mierda" para colocarse al lado del elfo, Giyuu podía sentir el calor que irradiaba por su magia y llevo discretamente su mirada al hombre que miraba la noche y actuaba como si no se coloco a su lado para mantenerlo caliente con su magia.
"¿Por qué todos los hombres eran tan confusos en un juego otome?" Se preguntó el elfo en su mente.
— La luna esta hermosa, ¿Cierto? — actuaba como si no supiera lo que estaba haciendo.
El de cabello oscuro solto aire cansado y quitó su mirada de aquel hombre que solo le estaba provocando mas dolores de cabeza del que quería. Así que hizo lo que mejor sabia hacer, actuar como si la otra persona no existía, ignorar por completo su presencia y en algún momento se daría cuenta que no era buena compañía. Algún momento Rengoku se iría cuando se diera que Giyuu no era el que podía dar respuesta a lo que buscaba y se iría.
— La comida también estaba deliciosa, ¿Probó usted el cerdo?... Estoy seguro que he comido la ración de 5 personas esta noche — siguió hablando con su energía y confianza que impactaria a cualquiera, era como si no notara que era un presencia no deseada — No probaba comida tan deliciosa desde la fiesta de la señorita Mitsuri. Ella hizo unos pastelillos para chuparse los dedos, le puso algo de limón así que estaba escéptico porque una vez probó unos que eran muy amargos, pero los de ella eran totalmente dulces...
La verborrea que tenía ese hombre era impresionante, hablabade comida con tanto lujo de detalle y las historias como llego a comerse cosas que por primera vez Giyuu sentía que eso era lo más largo que alguien le había hablado en sus dos vidas combinadas. Quería mandarlo a la mierda, pero el calor que irradiaba le hacía callerse porque era tan acogedor estar a su lado y tambien le empezaba a picar la curiosidad.
¿Cuando Rengoku dejaria esa sonrisa tan falsa para él?
— Iguro me dijo que no era capaz de comerme una sandia entera en 5 minutos, era totalmente imposible; Pero verá señor Elfo, yo no creo en las cosas imposibles, menos si es con comida y yo de por medio, así que me lo tome como reto personal...
Hablaba... No monologaba sobre comida, incluso Rengoku Kyoujuro seria mejor villano que el si se lo proponia, porque era perfecto para monologar ese hombre. Seguía, se reía y miraba a cualquier cosa menos al elfo; mientras mantenía su magia para mentener calientes a ambos esa noche fría de primavera.
— Le juro que después de eso dije que no iba a volver a comer otra sandia en mi vida. Claro eso duro dos semanas, la verdad son demasiado deliciosas para no probarlas de nuevo y apuesto que usted pienso lo mismo...
— No me gustan las sandias — salio de su boca sin siquiera pensar y vio como la sonrisa del rubio se ensancho.
Joder, él sabia como hacer hablar a cualquiera.
— ¿En serio? ¡Qué mal! — no dejaba de sonreír y no parecía que lo dejaría en ningún momento.
— ¿Qué hacia afuera del castillo y entrando por un balcón? — si no podía callarlo, iba a saciar su curiosidad.
— Lo mismo que usted, escapando de su real molestia — por fin, después de un buen rato ya no había una sonrisa en su rostro.
— ¿El Rey? — Se atrevió a preguntar, aunque ya sabia la respuesta, solo quería confirmar.
— Su hijo — Podía sentir la molestia en su voz, incluso el calor que emanaba de él empezo a crecer haciendo que se alejara un poco.
— ¿Haku... ¿El principe Akaza le estaba molestando? — Ya sentía el dolor de cabeza volver.
Ellos ya se conocían y eso podía ser un problema, conocía a Hakuji demasiado bien para saber que como era de busca problemas y si alguien le ofrecia golpes el ya estaba dando patadas. Incluso si ya no era el mismo príncipe molestia del juego, ahora era un tipo que antes se metia en cualquier lugar donde hubiera una pelea.
— ¿A usted no? — hubo confusión en su rostro — Hace rato se veía como si.... Bueno él se estaba divirtiéndose bastante con usted y la señorita Koyuki.
— ¡Oh eso! — hubo un liguero rubor en las mejillas del elfo — La verdad estaba protegiéndome, no es lo que parece se lo aseguro, pero el príncipe es buena persona.
— ¿Buena persona? ¿Protegiéndole? — Había un toque amargo en sus palabras, incluso se podía decir rabia que guardaba bajo su porte firme.
— Es mejor hacer eso y evitar que el Rey me mire, él me ayuda a quitar su vista de mi...
— ¿Tocando le indebidamente frente de todos? — pregunto alzando una ceja y una sonrisa amarga el rubio.
Si aquello se veía mal en esa sociedad y no es que podía decirle " Tranquilo el ha tocado incluso adentro de mi, así que simple toque de culo no es nada si no le molesta a su novia y no es con otras intenciones"
— Bueno, s...
— Hace rato dijo que estaba muy agradecido con ellos y haría cualquier cosa para mostrarlo — mencionó rápido y ya el calor llegaba al lado que estaba Giyuu — Lo siento, oí sin querer su charla cuando venia subiendo por la pared.
Oh claro, lo estaba juzgando. No, desde incluso desde que nació Rengoku le estaba juzgando. Por eso estaba ahí, por eso le hablaba. Así que una parte del elfo ardia con recelo; incluso una persona tan calida le odiaba y sin miedo alguno dio unos pasos mas adelante adentrandose mas en las casi flamas de calor para confrontarlo.
— Si quiere que le diga que los odio, pues creo que esta buscando a la persona equivocada. Señor — le dijo de la manera más fría posible — No le pido que comprenda mis acciones o que debe pesar sobre mi, la verdad me da igual si usted piensa que soy igual a mi reputación. Pero a ellos, en especial a los príncipes le pido por favor que vea con su corazón y no con su prejuicio para que tenga derecho de juzgar quienes son.
— No lo entiendo — dijo para poner una sonrisa otra vez en su rostro y voltear al jardín sin verlo — No quiere su vista sobre usted, no quiere estar en su presencia y aún así no los odia ni un poco; incluso los defiende. O usted es el alma más pura que he conocido o solo es una persona sedienta de poder que busca su favor a cualquier medio — le miro de re ojo de nuevo.
Él ya habia hecho su juicio y Giyuu junto a Hakuji eran culpables incluso antes de que ambos supieran.
— ¿Qué si soy una persona sedienta de poder? — contraataco sin temblar un poco ganandose toda la atencion del contrario — Eso no los hace ellos iguales a mi.
Ellos no eran igual a Giyuu, ellos todavia podian ser villanos con finales felices que se merecian. Ellos estaban tratando de encanjar en un nuevo mundo del cual no tenian idea y hacian lo mejor que podian.
— Le dire esto solo una vez Rengoku Kyoujuro, se cuales son sus intenciones y más con el príncipe heredero. Pero si usted llega a tocarle nada más un cabello a él o a un miembro de la familia real, incluyendo a la señorita Koyuki. Le juro que se arrepentirá de haber hecho eso — amenazó sin una pizca de miedo y sintió una ráfaga de calor que casi quema su "ropa"
— No puedo creer esto, una persona como usted... Pensé que seria diferente.
Rengoku se comió sus palabras... Giyuu le había una respuesta a su pregunta, a sus dudas sobre él. Ya no importaba.
— Como una ramera.... no como un simple elfo — completo sin pena alguna — No tengo porque justificar mis acciones o la de ellos con usted, pues cada quien tiene su vida y la vive como quiera.
Había fuego en los ojos del contrario cuando dijo esa palabra, por algo Rengoku lo llamaba asi cuando obviamente ya debia saber su nombre. Douma lo dijo a todo el mundo cuando entro al baile, no era para referirse a lo que era, para recordarle que es lo que era. Rengoku había tratado de ser amable con él porque le enseñaron a ser buenos con todos, pero eso no podia evitar lo que pensaba o lo que sentía sobre el elfo.
— ¿Entonces estas feliz con esto? — dio en el clavo — Si estuvieras feliz con todo eso no hubiera dicho esas cosas a la señorita Makomo y definitivamente no existirian esas lágrimas en sus ojos. Por eso no lo comprendo señor Elfo.
— ¿Acaso importa que yo este feliz? — se atrevió a preguntar
— Todo el mundo merece ser feliz — le respondió más calmado.
— Pues bien, si es así — dio unos pasos mas adelante y estaba a pocos centimentros de la cara del otro mirandolo directamente a los ojos — Quiero que me mire a lo ojos y me diga de todo corazón que yo merezco ser feliz, yo UN ELFO, señor Rengoku — le enfrentó mirando como por primera vez en la noche aquellos ojos flaquearon un poco cuando expuso la verdad que ambos querían evitar.
La razón por la que el camino del villano y la Rengoku nunca se cruzaba era mucho más simple que simplemente el autor quiso poner otros villanos en el juego, bajo ese manto de calidez y amabilidad Rengoku Kyojuro no podía estar en presencia del elfo por mucho tiempo, su corazón no le dejaría. Más que rabia y odio, que queria evitar a toda costa porque su madre le enseñó a ser amable con todos; Rengoku Kyoujuro nunca podría perdonar a alguien de la misma especie que asesino a su precida madre e hizo que su padre cayera en una profunda desesperación y fuera negligente con sus propios hijos para centrarse en el entrenamiento del principe heredero.
Kyoujuro era amable, por eso evitaba al elfo para evitar que una furia creciera en su pecho en recuerdo de su madre cuando la parte racional de él sabia que Giyuu no era el culpable de su desgracia. Eso era algo que le gusto de Rengoku Kyoujuro, que a pesar de su pasado y de su infancia difícil nunca se dejo marcar por eso y decidía ignorar al elfo durante todo el juego en vez de pagar la furia que sentia en su pecho contra los suyos en él. Era un hombre maduro y sensato incluso para su corta edad, tal vez estaba razonando las actitudes del elfo que era sin sentido para cualquiera, tal vez que cuando lo escucho llorar espero que él viniera y dijiera todo lo que sentia provando su inocente alma y así dejar que la rabia sin sentido se fuera.
— Por favor míreme a los ojos y sea honesto conmigo, digame si un elfo hambriento de poder que no le importa usar el recurso más bajo para tomar lo que quiera como yo merece ser feliz — casi susurraba esas palabras contra su cara con una sonrisa y veía como el puño del contrario estaba apretado y temblando de furia — Si yo también pensaba eso — dijo para alejarse del usuario de fuego.
— Yo...
En eso hubo un forcejeo en la puerta del balcón y Giyuu fue abrirle a Ume que le miraba preocupada por su estado.
— Giyuu ¿Qué le paso a tu maquillaje? ¿Qué te hizo este pollo de church chicken? — preguntó la chica tomado su rostro en sus manos y mirando al otro individuo con desprecio.
— No fue él, solo tuve una discusión con Makomo. El señor Rengoku me estaba haciendo compañía y hablando de la comida de la fiesta — le dijo para tomar la mano de la princesa — ¿Me veo tan mal?
— Nada que no pueda arreglar — ella le respondio con una sonrisa limpiando su rostro con la tela blanca y suave de sus guantes — Vamos apúrate que los tortolos están preguntando por ti.
— Nos vemos, señor Rengoku — el elfo se despidio con una simple reverencia para seguir a la princesa.
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La fiesta siguio igual o peor incluso después de ese encuentro con uno de los obejtivos de captura. Ume no se despego de su lado así como Gyuutaro que no estaba feliz de su cercania con su preciada hermana. La princesa le habia dicho que Sabito ya se habia ido del palacio de inmediato que termino de bailar con ella y eso ennegreció mas su noche, Sabito debía estar tan asqueado como Makomo lo estuvo de verlo de esa manera.
Para empeorar la noche fue llevado a la recamara del Rey a lo que seria su primera noche juntos, el problema en si no fue el Rey que con un hechizo de sueño cayó rendido sin darse cuenta y nada pasa a mayores que uno que otro beso y toque asqueroso. El problema es que todos sabían que él fue llevado a esa habitación de noche y los rumores volaran.
¿Cómo iba a probar su inocencia ante el mundo si nadie pensaba que era otra cosa que eso? Además, la gente se preguntaria la razon por la cual el Rey no lo toco.
Estaba molesto a más no poder, así que invadió la licorera en la habitación de su majestad. Cuando abrió la primera botella vino suspiro pesadamente mientras escuchaba los ronquidos del Rey para beber de ella con amargura. No podia seguir ebrio esa noche, iba a terminar matando a Douma si no ahogaba sus penas en alcohol.
Se quito las pocas telas que cubría su cuerpo y la dejo por toda la habitación como si fuera aún más prueba de lo que no hizo y luego se coloco una camisa del Rey para fingir todo bien. Era el plan correcto, le haría creer al gobernante que había bebido tanto en la noche que no se acordaba de su ardiente noche por eso, Incluso dejo caer algo de vino en su ropa y puso la botella en la mesa de noche.
Era un plan a prueba de tontos, incluso diría que durmio en el piso porque lo mando a dormir ahí por ser su esclavo.
Cerro los ojos y durmió pensando que el siguiente día seria mejor, pero no lo fue.
— ¡Ahhhh! — El gritó de Douma se debió escuchar por todo el castillo — ¡SABIA QUE ME TENIAS GANAS TOMIOKA, INCLUSO TE COLOCASTE UNAS LINDAS OREJITAS DE ELFO PARA MI!
Giyuu empezó a extrañar al viejo pervertido cuando Douma lo perseguia por toda la habitación.
Bueno, así es como las demás fiestas se hicieron más pasables, Giyuu escondido en su habitacion y sin el drama de la primera.
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Entrada del "rival de amor" totalmente innecesario pero siempre presente en los mangas de reencarnación. Tal vez hasta desarrolle mejor la historia de Rengoku que la de Sabito solo para hacerlo lo mas apegado posible a los Manhwas y mangas donde las autoras hacen eso y se ganan el odio de las lectoras porque alguien merecia quedar con otro alguien. Si hablo de ti emperatriz abandonada.
La verdad desde que estoy pasando los capítulo han cambiado tanto que creo que lo que tengo escrito a futuro cambiará completamente. Ademas que tengo unas ganas de escribir Smut aquí pero no es momento.
Dejen aquí una frase de personaje de Otome/manga /MANHWA/Manhua toxico. Necesito hacer estos chicos peor y quiero entrar en mood
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