No seria un buen inicio de arco sin la introducción de un nuevo problema

A diferencia de la primavera donde las flores vuelven a renacer. El verano es la primera prueba de supervivencia, entre los ardientes rayos del sol que podían volver en llamas la hierba seca, hasta las potentes Tormentas de verano que destruían todo a su paso.

El verano era el primer anunció a un final lejano que era el invierno, del que sí lleganabas a sobrevivir aún quedaba las fuertes brisas de otoño y el comienzo de las bajas temperaturas para acabar con todo a su paso antes de la primera nevada.

— Tomioka... — La mano de la princesa Daki estaba frente de su rostro.

Se había quedado dormido con los ojos abiertos de nuevo, era doloroso y ni descansaba pero no podía evitarlo. Su cerebro era como si hubiera derretido dentro de su cabeza.

— Disculpe, su Alteza.

— Disculpado, pero en serio necesito ayuda con esto — Ella alzó el gran libro de herbologia que tenia entre sus manos.

¿Cuándo le dio ese libro? El conocimiento de ese libro era un poco peligroso en manos de la princesa.  Había plantas peligrosas que era mejor mantener alejado de ella por los momentos hasta que comprendiera la responsabilidad que era saber sobre plantas venenosas y con extraños efectos como esas.

Tomo el libro de las manos de la chica y lo cambio por uno más básico, ella hizo una mueca de desagrado. Si la mayoría era monte bonito o medicinal algo que no le interesaba en lo más mínimo.

— Su Alteza solo tiene que hacer un estudio de diez plantas y presentar una muestra de ella — Le señaló una de las tantas flores que dibujadas en el libro — Solo tiene que colocar el nombre de la planta, donde encontrarla, sus beneficios y una pequeña muestra. Solo es leer y copiar del libro, lo demás estoy seguro que se divertirá encontrando cada planta.

— Pero es que todas son tan aburridas e idénticas — Señaló ella como un quejido de una niña pequeña — Son tan feas.

No podía hacer mucho contra eso, había contadas plantas que eran bonitas y actas para que la joven poseyera su conocimiento. Era un mecanismo de defensa, las más vistosas eran así para avisar a los depredadores de sus peligros.

Solo bostezo y empezó a buscar en el libro que le había ofrecido plantas bien parecidas o que ella encontrara interesantes por lo menos para que se interesará en su tarea. Estaba tan metido en eso que ignoró al hermano de esta que siempre la seguía como si fuera su sombra, Gyuutaro era más silencioso si estaba en compañía de su hermana dejando que ella hiciera sus cosas por su cuenta; pero siempre vigilante a su entorno a cualquier peligro.

Incluso en su segunda vida era un siscon, pero él mismo no podía hablar mucho sobre eso ya que si hablaba técnicamente él tenía el suyo propio.

El segundo príncipe hacia su tarea en silencio, nunca necesitaba su ayuda para sorpresa del elfo. Era alguien bastante inteligente para sacar notas altas con facilidad.

— Hermano, no soporto esto no me gusta herbologia — Se seguía quejando la princesa que siempre actuaba como niña pequeña cuando su hermano estaba presente.

— ¿No te gusta o no lo entiendes? —Preguntó el mayor sin alzar la vista de lo que estaba escribiendo — Siempre has sido una cabeza hueca cuando se trata de estudiar.

— ¡Hermano! — Chilló ella de una manera bastante irritante — Yo me estoy esforzando, pero es que son horribles. Incluso hay un árbol con cara de bebé feo, ¿Para que rayos existiría algo así?

— No es un árbol, es una planta y es una mandragora — Corrigió el mayor — Dicen que si lo escuchas llorar mueres.

— ¡¿En serio?! — Dijo ella emocionada.

— No, solo te desmayas y ella planta solo llora cuando la arrancas de raíz. — Respondió de inmediato corrigiendo.

— Es interesante como esta catalogada como planta y no como criatura mágica — Continuo el mayor incluso dejando de escribir y acomodándose en su asiento.

La princesa escuchaba con total atención a su hermano, tenía una charla relajada buscando interesar a la menor en la tarea. Inventando algunas cosas por el camino del cual corregia de inmediato antes que causara mal entendidos.

En un momento el príncipe saco una pipa, puso algo en ella.

No pregunto lo que era, ni tenia derecho de juzgar.

En su vida pasada habia sido un fumador desde que tuvo edad suficienfe y algo le decia que ambos hermanoa en su anterior  vida habian empezado desde jovenes también.

Encendió la hierba, ni siquiera podría decir que era algo ilegal porque los estudios de las plantas en ese mundo estaban más atrasados para saber sus daños a largo plazo. Era una planta de ese mundo, de hojas totalmente redondas y cuando se secaba en vez de volverse naranja, se volvía de un púrpura profundo que producía un leve olor ligeramente parecido a la lavanda.

Giyuu continuo ayudando a la princesa, marcando cada hoja. Viendo como entre los hermanos entre risas suaves y más animados completaban la tarea pasando la pipa entre ellos y ese ligero olor casi a lavanda llenaba la habitación.

Sus pulmones.

Inhalo profundamente.

Sus músculos se relajaban, cada uno de ellos se sentía como si la fueran un fuerte nudo que se desataba suavemente.

Exhalo.

Tenía tiempo desde que se sentía tan relajado, desde antes de la cacería o aún más lejano.

No lo recordaba.

Inhalo ese olor y una pequeña sonrisa se instaló en su rostro.

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— Hermano — La voz de Nezuko le trajo de vuelta a la realidad.

Su mente había caído se la nube de la que reposaba y se sentó derecho casi en un brinco en su asiento.

Se había quedado dormido, en la habitación de la biblioteca rodeado de libros.

De lo que había sido una apacible mañana de otoño, ya era un tarde con un sol abrumador y vientos que habían hecho un desastre de hojas donde estaba.

Alguien había dejado la ventana abierta.

— Hermano, te había estado buscando — Comentó la menor con una sonrisa — Pensé que te habías olvidado que me ayudarías con mi trabajo...

— No... Yo... — Su mente aun estaba procesando que se había despertado.

¿Por cuantas horas había dormido?

Había sido un sueño tan profundo que ni soñó de alguna manera, era como si cerebro se hubiera apagado por unas horas.

Sin pesadillas.

Sin insomnio por sus propios pensamientos.

¿Desde hace cuanto que no dormía así?

— Te quedaste dormido — Comentó ella con una sonrisa — Es normal, has estado trabajando duro estos días ayudando a todos. El príncipe Hakuji le comentó a nuestro hermano Sabito que cuando no estabas con tu investigación para la señorita Kocho, ayudabas a su majestades con su enseñanza y de paso en las noches prácticabas tu magia.

Tendría que aprender a coser, porque le iba a coser la boca a Hakuji si seguía hablando de más. Nadie tenía que saber de sus prácticas de magia, si alguien se presentaba y veía que en realidad era un conjuro de magia negra, estaría acabado.

— Ahora me siento tan culpable por haber pedido tu ayuda — Dijo la menor — Creo que es mejor que regreses a tu cuarto y sigas descansando.

— ¡¿Qué?! No, ya he descansado lo suficiente — Respondió de inmediato, algo le decía que si iba a su cuarto no descansaría como lo había hecho ese día — Ven, ayudame a recoger las hojas y empezaremos con tu tarea.

Se levantó para dar unas palmaditas en el cabeza y cerrar la ventana.

No había dolor de cansancio en su cuerpo, en verdad había descansado como no lo había hecho en semanas, tal ves meses. Definitivamente no era como la poción de curación que borraba heridas, pero era algo diferente y su mente se sentía relajada.

Inhalo y sintió un leve olor ligero emanando de  su ropa, donde aún quedaban vestigios de aquel relajante aroma. Sintió la extraña necesidad de llevar su nariz a donde provenía el olor, pero no lo hizo y solo volteo para volver a empezar a estudiar con Nezuko.

— ¿Cuál era la tarea que necesitabas ayuda, hermana? — Contestó con la calma y tranquilidad que no tenía en meses.

Estaba tan calmado que no se dio cuenta de dos cosas realmente importantes.

La primera, es que ese era el comienzo de un futuro problema.

Y la segunda, es que faltaba de entre los libros, el libro de Herbologia avanzada que le había quitado a la princesa a principios de la mañana.

Pero obviamente ese sería un problema para después.

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Hay mucho que abordar en este arco, en el anterior siento que corte muchas cosas para subir capítulos. En este quiero subir todo lo que tengo planeado y espero hacerlo.

Quiero que sepan que este arco será completamente basado en el verano, todo es sol, brillante, diversión, pero en el verano siempre hay como unos efectos secundarios a estos que se oculta bajo todo eso.

Recuerden que Giyuu no ha dicho ni la mitad de sus verdades, en realidad no ha avanzado nada. Pero en este arco creo que el comienzo de la gran subida en la montaña rusa para caer, lo que sería ya otoño (el siguiente arco).

Aunque no lo crean no habrá tantas lágrimas en este arco como en el anterior. Todo esto es como en esos mangas donde crees que por fin las cosas empiezan a salir bien por el camino fácil hasta que no.

Siguiente capítulo, clase de Alquimia.

Si no sería un buen cliché este si no meto al "interes secundario" para tratar de prender fuego donde no lo hay y solo hacer sufrir a los demás 

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