Demons


El eclipse avanzaba lentamente, casi tapaba por completo a la luna causando que las sombras atrás de él incluso se sintieran más sólidas y reales.

— Sinceramente pienso que deberíamos dejar morir a Kocho Shinobu — Hablo su doble desde la cama.

— ¡¿Qué dices?! — Giyuu se alejó alarmado de la ventana.

— Bueno, si muere o vive no nos debería importar — Respondió sus sentimientos como si tuviera sentido todo aquello — A ella nunca le importamos, ¿Por qué nos debería importar ella?

— ¡Debido a que es nuestra mejor amiga! — Exclamó horrorizado de las palabras del otro.

Espero una risa o aunque sea enojo del otro, sabía que sus emociones se habían concentrado en el más puro odio y dolor, como un vino se habían añejado durante años para dejar en un más concentrado producto con el cual no se podía razonar. Sin embargo su otro yo solo le dedicó una mirada cargaba de la más profunda lástima que tenía.

— ¡¿Mejor amiga?!... ¡Oh, cierto! Se me olvidaba que nunca tuvimos amigos para comparar — Se había sentado para mirarle a los ojos — Pero tu lo viste en películas y series, ¿Cierto?

Giyuu dio un paso hacia atrás negando ante su acusación.

— La amistad siempre ha sido un concepto tan extraño, por eso no has hecho amigos de verdad ni antes ni ahora. — Confesó su doble — Incluso para mi es algo que no llego a entender, pero después de tanto tiempo estamos seguros que la manera que ella se comportó no es de una amiga... Ni siquiera un enemigo es capaz de hacer las heridas que ella dejó.

— ¡Silencio!

— ¡Oh, Vamos! — Se levantó de la cama y se acercó — ¿Un amigo seguiría actuando como si nada cuando sabes que le gustas? Incluso hubiera sido más amable de su parte mandarnos a volar de su vida, no suplicarnos que estuviéramos ahí mientras ella estaba con otros.

— ¡Eso fue mi culpa, yo seguía ahí incluso si sabia que no me amaba!

— Un amigo no te dejaría en un club borracho para irse con su ligue — Señaló de nuevo — Incluso ni siquiera nos acordamos de esa noche, alguien abuso de nosotros y actuamos como si nada. Ni nos recordamos si consentimos algo para empezar.

— ¡Ella me dejó con Hakuji! — Justificó de nuevo — ¡Él nunca me haría nada malo!

— ¡¿Como escribir una canción sobre nosotros fingiendo que está dolido por algo cuando la verdad es que nunca lo hizo, por algo que le tomo otra vida para pedir perdón!?— Es acusación hizo que hasta las sombras temblaran — Puedo seguir enumerando cada una de ellas... Culparte por la muerte de un animal, dejarte solo y volver solo cuando no tiene otro sitio donde llorar, decirte cómo la gente te odiaba, llevarte a conocer gente que obviamente no era la mejor compañía con el mejor historial, incluso cuando era obvio que estabas mal nunca preguntar nada...

— Es que yo no quería decir algo... Es mi culpa, yo me aleje de ella porque...

— Dolía estar con ella, dolía estar con cualquiera

Giyuu llevó sus manos a sus oídos no quería escucharle más.

— ¡Es mi culpa! ¡Es mi culpa! ¡Es mi culpa! — Repetía una y otra vez con dolor.

— Te aléjate de todos. Claro que fue tu culpa, Pero ¿No fue también su culpa? — Había una sonrisa triste en su boca — Claro que estaban ocupados para responder, pero ¿No lo estabas tú? Claro que era difícil para ellos dejarte ir, pero ¿No lo era para ti?, claro que ellos tenían sentimientos, pero ¿No los tenias tú?

Esas palabras hacían temblar la habitación, incluso escuchaba chillar a los gusanos que comían todo su pesar encerrado en su corazón.

— ¿No era lindo? — Preguntó acercándose y tomando su mejilla — ¿Pensar que en todos esos animes y series donde todo se podía resolver porque la amistad de los protagonistas era tan fuerte, que en la vida real tú podías tener algo ligeramente igual?

Giyuu lloraba porque si lo era, lo había soñado tanto hasta que se obligó a dejar de hacerlo a pretender que no podía tener esos sentimientos y esos sueños jamás porque él no se merecía nada de eso.

— Si lo era.

— Ahora llegamos a este mundo y probamos el delicioso sabor de la amistad y el amor. Pero aún así quieres dejar todo eso ir ¿Por ella? — Habló tan suave que le aterrorizó — Podríamos fácilmente sacar cada una de las piezas y dejarla adentro de ella, que muera con ella mientras nosotros somos felices, Si lloraremos un rato, pero pasará; ó bien podemos tomar todo ese poder para reformar este mundo, donde seamos por fin tan amados como siempre lo pudimos ser...

— ¡BASTA! ¡PO... por favor... Basta!

Suplicó, nunca había estado llorando tanto. Nunca había sentido un terror que le consumía, le hacía querer acurrucarse y desear nunca haber nacido.

— Esto definitivamente es culpa de nuestros padres — Continuó la voz — Tener hijos solo para dejarlos, solo para cumplir con lo establecido con la sociedad. Pues ellos saben hacer bebés fácilmente, no obstante no saben ser padres que es una parte muy crucial del proceso... Recuerda a nuestra querida hermana, desde joven ella tuvo que creer más rápido que los demás para cuidarnos. No es de sorprender que la primera oportunidad que tuvo para dejarnos, la tomó sin dudar.

— Ella no... Ella me ama, solo se fue a vivir con su esposo...

— Pudo al menos llevarnos con ella a la misma ciudad, decirle a nuestros padres que sería mejor inscribirnos en una escuela cerca de su casa y pagar una habitación como lo estaban haciendo en ese lugar. Sin embargo, nos abandonó, todos nos abandonan, sabes ¿Por qué?... Es debido a que somos una causa pérdida, lo has visto tu... Mira lo que le has hecho a la familia Urokodaki.

Y algo se rompió, fue la ventana detrás de él clavando los vidrios rotos en su mano.

No dolía.

— Tu lo sabes, cuando dicen "hazte amigo del que no tiene amigos" debe haber una razón por la que no tiene, que no encaja. No importa donde no lo haces.

Gritó de desesperación al no sentir dolor físico y solo mental, empezaba a caer en cuenta de la realidad.

Todo ese era un sueño, todo eso era su mente que ya había sido consumida por los demonios.

Sus propios demonios que se mezclaron con los de la magia negra.

Quién era su doble ya no importaba, hubo un segundo que pensó que era Zeriel, el verdadero villano de la obra buscando su verdadero cuerpo y expulsando el alma parásita que se instaló en él. Sin embargo, empezó a comprender que ese siempre fue él, todo lo que guardo, todo lo que nego para protegerse... Para no romperse... Pero ya era demasiado tarde.

— No digas que no, lo sabes. Lo has pensado, has evitado esos pensamientos a toda costa. Te niegas a aceptar que tú eres el problema en todo esto, no importa si es este mundo o el anterior. No deberías haber nacido, solo le traes sufrimiento a todos.

Le comprendía tan bien.

— Por eso hacemos todo esto, para morir. Para un gran final donde ellos o nosotros desaparecemos.

— ¿Ellos?

— Si, los demás que están tan malditos como nosotros — Le recordó — O juntamos las piezas para acabar con todos o lo hacemos para acabar con nosotros.

— Yo... Yo... No puedo... Ya no puedo hacer magia — Insistió negando.

— No seas ridículo, sabes que puedes. Solo tienes que pagar el precio y si no puedes lo haré por ti. Como lo hicimos desde el principio

El eclipse tapó la luna completamente dejando todo en una completa oscuridad. Giyuu lo recordaba, justo después que tomó la vida del doctor Kocho, supo que eso no fue suficiente.

Nunca lo fue.

Siempre había un precio por pagar para la magia oscura.

Cuando se despertó, vio el cuerpo de Hitomi frío, pálido, vida. El precio había sido cobrado, pues él hizo un trato y siempre tenía que pagar.

Esta vez no fue así, ya no podía más.

— Mi alma por la eternidad de lo que sea después.

Ofreció alzando su mano llena de sangre, agarrando el poco valor que tenía.

— Ya no podrás reencarnar. Ya lo has hecho antes, siempre te reun...

— No me importa, ya no puedo más. Tómala, no toques a nadie más. — Suplicó

Vio la sonrisa de su contraparte, con el eclipse en lo más alto este estaba a punto de tomar su mano. Cuando la luna brillo tan fuerte como él sol

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top