Cuando el río suena, es porque piedras trae
— Shinobu, estoy preocupada — Ume habia interceptado a la hermana menor de las Kocho después que saliera de la enfermería por tratar a Iguro Obanai.
— Su real majestad, estoy realmente ocupada en este momento.
Shinobu estaba frustrada, Iguro habia llegado a la enfermeria después de vomitar sangre en un entrenamiento en clases de esgrima. Si no fuera porque Sanemi se habia quedado un poco mas en el entrenamiento, el hijo adoptivo del marques estuviera muerto en esos momentos.
Justo hoy la maldición se habia activado en su cuerpo afectado todo su sistema gastrointestinal causándole un sangrado interno que casi le lleva al borde de la muerte que era muy probable que era derivado de su constante sobre entrenamiento que realizaba a altas horas de la noche.
Ahora todos los personajes malditos ya presentaban la maldición en sus cuerpos que se empezaba a extender de una manera sigilosa pero aterradora. En un momento estaban totalmente bien y al otro al borde de la muerte mientras la maldición hacia un avance.
Su marca de la maldición era más ondulante que la de los demás, supuso que era para extender mas su tiempo a diferencia de los demás ya que ella ahora en ese mundo tomaba el papel de la protagonista.
Ahora la joven chica estaba totalmente cabreada por eso, no se sentia que era la completa definición de protagonista y además ella no estaba para la estupidez que era completa definición enamorarse para salvar al mundo y matar a su mejor amigo en el proceso.
Maldecia su suerte, estaba segura que ella en su otra vida habia deseado formar parte del juego de La espada de la Doncella, claro que hubiera deseado estar en este mundo para hundirse en las tetas de Mitsuri Kanroji y olvidar todos sus problemas. Pero como un extra, no como la jodida protagonista.
Ahora estaba en el modo súper dificil del juego y se suponia que ella tenía que tener un final feliz con el cabron que era Sabito Urokodaki que la odiaba sin ninguna razón aparente y aparte interferia aún peor de lo que lo hacia en el juego cuando se trataba de acercarse a Giyuu.
El jodido de Tomioka, realmente lo iba a golpear muy fuerte cuando recuperara susrecuerdos. Estaba segura que ocultaba algo, lo podía ver en sus ojos, estaba buscando una manera de romper la maldición así sea por los peores métodos posibles. Pero aun podia detenerlo, aun podia salvar su vida.
— Es sobre Giyuu — Apenas esas palabras salieron de la princesa y ella detuvo su caminar.
— ¿Ya tiene sus recuerdos? ¿Esta bien? — Preguntó de inmediato alzando su voz.
Vio como la de cabello claro desvío levemente su mirada y luego después volvió a verla con su ceño un poco fruncido.
— No, es sobre eso. Todavía no recuerda — Dijo rápido como si no fuera nada — Es otro problema que me esta empezando a preocupar.
— ¿Qué sucede con él? — Su emoción bajo y llevo su mano a su frente ya podia sentir el dolor de cabeza venir.
— Creo que necesita ayuda psicológica.
— Él siempre lo ha necesitado no es nada nuevo, pero que tu te dieras cuenta debe decir algo de como esta.
— Bueno... Si no prometes decirselo a alguien o armar un escándalo — la chica buscando las palabras correctas para decir lo que pensaba.
— Ume, me estas dando dolor de cabeza. Di lo que tengas que decir — siguió ella un poco molesta con una sonrisa. La migraña comenzaba.
Sí, Givuu siempre necesito ayuda psicológica, aparte de sus Daddy y Mommy Issues, debido a la falta de amor de sus padres que le hacia dedicar su vida a cualquier persona que le ofreciera la mas mínima muestra de cariño, baja autoestima, conducta autodestructiva y un posible cuadro de depresión. Todo eso no era nada nuevo para quienes conocian a Tomioka, en esta o en su anterior vida, era muy evidentes sus problemas emocionales derivados de su infancia y personalidad que le hacia tener problemas en entablar relaciones sociales normales, y mas en una sociedad como la japonesa que minimizaban la salud mental que hacían que fuera un estigma buscar ayuda medica.
Kanae y Shinobu habían mantenido en la raya como pudieron a Tomioka en cometer una locura, Claro sin mencionar el evidente Apego nada sano que le tenia a Shinobu que termino nada bien para ambos.
Muchos dirían un amor romántico a morir y ese era un problema porque Tomioka también lo romantizaba.
Tomioka no podía amar a nadie, porque no se amaba a el mismo y ese era un hecho sabido. Al menos por Shinobu.
— Creo que desarrollo una dependencia emocional — Dijo eso ultimo casi con un hilo de voz, como si fuera su culpa todo aquello.
— ¿Una que? ¿En quien? — la chica del pin de mariposa paso sus manos por su
cara frustrada a morir.
Una dependencia emocional era que Shinobu conocía muy bien, ella también tenia una insana con Douma que le perseguia hasta en esta siguiente vida. Una dependencia emocional era un estado psicológico que se da en las relaciones personales como las familiares, amistad o amorosas, las personas que lo experimentaban desarrollan una insaciable necesidad de estar con la persona con la que desarrollan esa dependencia y son incapaces de cortar con el vinculo que les une sin ayuda, algunas ni siquiera son concientes que tienen eso y son incapaces de controlarse, incluso presentan un gran malestar y ansiedad si es separada de la persona por la cual sienten ese apego.
Normalmente se daba en personas que presentan una baja autoestima, la inseguridad, un vació emocional derivado de la falta de amor en su infancias en algunos casos. Lo que provocaba caer en una relación extremadamente toxica donde un lado dominaba y podia controlar a la otra persona para su completo placer al explotar las inseguridades de su pareja.
Shinobu habia sido una persona dependiente emocional a Douma, viviendo en una relación tormentosa alimentada por los celos, inseguridad, manipulación de ambas partes y miedo a separarse en enserio por el pensamiento que los sentimientos del otro era lo que podio llenar el vació de su corazón. Por suerte Shinobu en su tiempo tuvo ayuda incondicional de su hermana y asistió a terapia adecuada.
Pero ahora estaba en un mundo que la medicina era magia y estaba segura que su magia no servia para arreglar cerebros, porque eso iba más allá, era el alma misma que estaba corrompida.
"El alma de Giyuu ya estaba corrompida” pensó Shinobu.
Aunque era algo de esperarse. Giyuu ya habia desarrollado una dependencia emocional en su amistad en su vida pasada. Por eso sabia que el otro no habia recuperado sus recuerdos porque su Giyuu jamás le responderia como lo habia hecho en la fiesta de te, de esa manera tan posesiva con su...
"No me jodas" Pensó la maga de luz
— No me creerás si te digo — Dijo la princesa evitando su mirada
— Te sorprenderias — Suspiro cansada.
Las locas de twitter, estaban en lo correcto para Shinobu. Ahora ella tenia que evitar el apego entre Urokodaki Sabito y el villano, para que cuando Giyuu recupera sus recuerdos le fuera mas fácil aceptar su nuevo cuerpo cuando despertara. No sería bueno si un día solo despertara y tuviera una molestia como lo era Sabito pegado de garrapata a él.
— Tengo un plan, debemos hacer una intervención en esta — menciono la princesa decidida
— Soy toda oido, espero que esto sea algo bueno
— Te sorprenderias
La sonrisa de Ume le incomodo un poco Algo le decia que nada bueno iba a pasar.
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Giyuu miraba por la ventana como el cielo estaba tan azul que si hubiera mar, no sabria donde comienza uno y termina el otro en el horizonte. Era tan azul, brillante y sin una nube, que le parecia totalmente falso.
Exhalo todo el humo que nublaba sus sentidos, la estala de humo se dispersaba como sus pensamientos. Aquel humo gris con un olor tan parecido a la lavanda era como niebla que llenaba su cuerpo, que si bien no era lo más sano; le hacia sentir tan ligero que le hacia sentir que podía volar.
Llevo otra vez la pipa a sus labios para darle una última fumada por la tarde. Deleitándose de esa gloriosa sensación cuando aquella escencia llenaba su interior y se sentía como si fuera Kazanburo mismo volando por el cielo.
Estaba tan alto en ese momento.
— Creo que deberías dejarlo, Tomioka — La voz tímida de Koyuki corto sus alas.
Exhalo el aire de nuevo hacia la ventana y agradeció que lo estaba haciendo cerca del marco para que aquel humo no se concentrará en la habitación.
— Debería — Estuvo de acuerdo con ella.
— Se que duele, pero... — Ella contuvo sus palabras — Se que no soy nadie para estar hablando con usted sobre lo que debería o no debería hacer, pero no creo que sea lo correcto, debido a que no sabemos los efectos a largo plazo de eso.
Ella expusó con timidez lo que todos lo que sabían lo que hacia pensaban. Era bastante impresionante y en realidad pensó que serían los otros que le darían una intervención antes que ella.
— ¿Efectos a largo plazo? — Evitó su mirada debido a la vergüenza que sentía al ser regañado a su edad — Probablemente necesite una larga exposición a esto en tal caso y no creo tener ese tiempo.
Era una verdad o al menos lo que el pensaba. Ella se quedó callada unos segundos sin saber a cómo responder.
— Tomioka...
— Koyuki, mi pequeño copito de nieve, aquí estas — El primer príncipe entró al salón interrumpiendo lo que ella iba a decir — Te estaba buscando para... ¡Oh! Yuu también estas aquí.
El elfo solo les dedico una mirada y luego la desvío otra vez al cielo.
Era tan azul.
Tan alto, que estaba seguro que con todos sus pecados nunca iría ahí. Tal vez por eso estaba empezando a pagarlos en vida de los tanto que eran.
Pero si tenia esperanzas, se supone que incluso hasta el alma del villano fue eliminada en la batalla final y eso cada vez dejaba ser menos un temor y más un sueño feliz.
¿Qué seria dejar de existir por completo?
"Ni lo sentirías, no molestarías más, no harías más daño. Imagina lo feliz de la vida de todos sin ti"
Esa voz en su mente no dejaba de susurrar, tanto que la magia oscura salió por sus dedos y sin querer pudrió un poco la madera del marco de la ventana.
— Yuu, ¿Vienes con nosotros? — Preguntó su amigo.
Aquello lo había sacado de su trance, Hakuji no dijo nada como sus ojos habían perdido toda vida posible de ellos por unos segundos, por otro lado Koyuki mordió su labio aguantando unas palabras.
— Sí, tengo tanta hambre — Dijo para sacudir la pipa por la ventana botando todo su contenido — Vamos por algo de curry.
Sonaba animado, comía como jamás lo había hecho en meses recuperando algo de peso y viéndose más saludable cada día. No habia ojeras, su cabello estaba perfecto, sus uñas impecables sin una mordida por alguna parte y una pequeña sonrisa en sus labios que no sabían descifrar.
— Sí... Vamos — Respondió algo incómodo el príncipe, pero en eso el elfo pasó su brazo por su hombro tensandolo completamente.
La cara del príncipe que siempre parecía tan relajada, tenía una pizca de horror en sus ojos al estar tan cerca de alguien de nuevo. En especial de Giyuu, sintiendo su piel fresca por su magia junto a la suya siendo separada nada más por sus capas de ropa.
El olor de carne quemada, el grito y las lágrimas volvían a su mente. Lo que le hizo separarse bruscamente de su amigo como si fuera fuego mismo, mientras su respiración se agitaba.
Koyuki se colocó a su lado de inmediato, con cuidado de no tocarlo, ella también estaba agitada y preocupada. Sabe por todo lo que estaba pasando y respetaba con una sonrisa amable su repulsión a tocar a las personas, estaban trabajando en ello de apoco, ya podia entrelazar sus meñique mientras caminaban. Sin embargo, tocar de nuevo la piel de Giyuu era como estar de nuevo ese bosque, en ese lago con esos gritos y sangre en sus manos.
No podía.
No aún.
Giyuu lo comprendía y le daba su espacio, pero... ¿Por qué?
— ¡Oh vamos! — Soltó él — No es como si me vas a quemar de nuevo, ¿Verdad?
Aquella voz cargaba algo de emoción, a diferencia de la típica monótona y seca de su amigo. Incluso con una ligera sonrisa en su rostro mientras rodaba los ojos.
El elfo solo salio del salón como si nada hubiera pasado, como si no hubiera dejado al príncipe frío y sin aire en un ataque de pánico.
Koyuki miraba a la puerta, mientras le decía a su novio que contará con ella del 1 al 100.
Ella se lo esperaba, después de todo cuando un río empezaba a sonar tanto, es que piedras traía en su corriente.
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Comienza el drama de este arco. Es que no se escribir sin drama y aquí hay más cosas de las que parecen. Pues por mucho que el guión ayude a giyuu a ocultar sus cosas, nadie es tan pendejo.
Help recibí una intervención por parte de mi familia y amigos sobre que debería renunciar a mi trabajo y mi mamá me puso como ultimátum que hasta el sábado trabajo.
No me gusta mi trabajo, no me pagan algunas cosas y a veces me toco mentir por mi jefa para que siga evadiendo a los de los impuestos.
Pero en mi casa necesitan ayuda, no tengo ni tres meses trabajando y me cuesta mucho conseguir trabajo. Así que siento que no debería dejarlo, no soy buena y ,nadie más me va aceptar.
Además de que varias de mis compañeras renunciaron y otra piensa renunciar, así que solo quedamos como dos en el trabajo. No me puedo ir dejarle a otra todo el trabajo. Consejos.
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