Desperté, eh intente levantarme de mi cama, pero no pude, sentía su presencia, aun sin poder verla, y era una sensación Horrible. después de unos minutos logre levantarme de la cama, las manos y los pies me temblaban, baje las escaleras mientras sentía un aire frío que recorría todo mi cuerpo, no se oía ningún ruido, tampoco podía ver a nadie, lo que reforzó mi teoría, en efecto, ella estaba aquí; me paralice de nuevo, no sabía si gritar o salir corriendo a esconderme, aunque de igual manera me iba a encontrar, ella siempre me encuentra, suspire asustado y me dirigi a la sala a paso lento, donde después me senté en el sillón ; me encantaba ese sillón, blanco, con algo de amarillo, ya que era algo viejo, recuerdo que todas las noches me sentaba Con mi madre a ver alguna película, y comer cuálquier golosina, más que todo helado, me encantaba el de vainilla y ella siempre me compraba botes enteros!!, así que ya se imaginaran el dolor de panza al otro día jaja, fueron momentos muy alegres, por ello, siempre que me sentaba en ese sillón sentía nostalgia y felicidad,sensaciones qué me calmaban cuando estaba nervioso, pero no se que fue lo que ocurrió ese día, en cuanto me sente en el sofá, en vez de sentirme seguro, sentí totalmente lo contrario, podía sentir como me miraba fijo, con esos dos hoyos negros que tiene en el lugar de los ojos y que parecen no tener un límite en profundidad, por esa mirada, es que siempre que la encuentro, deseo morirme en ese mismo lugar.
Yo seguía sentado en el sillón, con las rodillas contra mi pecho, esperando a que esa tortura acabará pronto, en ves de eso, la espera se volvió más larga, empeze a escuchar voces

-! No otra vez¡- dije mientras sufría un ataque de pánico.

Era señal de que se aproximaba lo peor.
Al principio eran leves, como susurros, pero empezaron a incrementar. pronto, lo único que escuchaba eran gritos, qué rebentaban mi cabeza. Las palabras no eran muy claras, parecían dichas en lenguas; mi paciencia se estaba terminando, me levante rápidamente del sofá y tire la almohada qué estaba usando para tapar mis oídos, y empeze a correr por toda la casa, intentando huir de esa cosa, lo cual era algo totalmente inútil, pues como dije en un principio, ella nunca me deja en paz.
Corría sin rumbo, solo me golpeaba contra las paredes, me arrastraba y me rascaba muy fuertemente la cabeza, tanto que empeze a sangrar; al darme cuenta de ello, solo me acosté en el suelo y respire hondo, pues no tenía caso alarmarme, de una uh otra forma ya estaba sufriendo de un Dolor interno mucho peor.
Recuerdo que fije mis ojo en el reloj y daban las 10:30 am.. Apenas habían pasado 10 minutos ,lo que para mi parecía una eternidad; pronto me quede dormido y desperté al escuchar el sonido de la puerta abriéndose, y unos cálidos brazos levantándome, era mi madre. Suspire aliviado una vez más, por fin, ese horrible mostruo, al qué personas con nervios de hierro llamaron "soledad" se había ido...aunque sabía que no tardaría en volver, como les dije.. Ella siempre me encuentra.

*Autofobia*

Es un padecimiento a nivel psicológico, donde alguien expresa un miedo irracional por quedarse SOLO.