Entre sueños el castaño sentía el peso en sus costados, al abrir sus ojos se encontró con sus hijos abrazados a él y a Kyoya lo mas cerca posible.

Se removió un poco para poder levantarse, pero al darse cuenta que no podía se quedo acariciando los cabellos de sus pequeños.

-Buenos días- dijo el azabache- Iré a preparar el desayuno.

-Buenos días- saludo y lo vio salir por la puerta del cuarto.

A los minutos, Emi despertó y se puso a hablar.

-¿Ya te sientes mejor papi?- preguntó.

-Si mi princesita- acaricio la mejilla de la menor.

-Buenos días- dijo Ryuu en un bostezo.

- Hola mi príncipe - le dio un beso en la frente.

La pequeña encendió la televisión y puso caricaturas, ella y su hermano cantaban al compás de la música.

Kyoya apareció con una bandeja con el desayuno, cereales con leche para sus hijos y café con tostadas para ellos.

La mañana la pasaron el familia, entre risas y sonrisas los mayores olvidaron por lo que tendrían que pasar en un futuro muy cercano.

A la semana siguiente, el castaño se encontraba en su oficina hablando con su abogado, Hayato.

-¿Qué podemos hacer para que Ryuu se quede con nosotros?- miro a su esposo que estaba sentado al lado suyo en el sillón.

-Primero tenemos que presentar los antecedentes del porque Ryuuji tuvo que ser sacado se su hogar- los miro- Y también presentar referencias que son buenos padres, como ya tienen a Emily varias personas podían ser testigos se eso.

-¿Qué podría presentar este sujeto?- dijo respecto al padre biológico.

-Saben - hizo una pausa- Que las parejas del mismo sexo no son muy bien vistas, ademas el querer tener hijos lo hace aun mas complicado respecto a la ley.

Conversaron durante horas para saber como se defenderán en un eventual juicio.

Por la tarde, la pareja fue a recoger a sus hijos al preescolar. Al llegar, Emi y Ryuu estaban jugando en el patio delantero de la escuela.

Mirar las caras sonrientes de sus hijos, se percataron que hacían lo correcto, querían proteger esa felicidad que generaba una familia.

Como era costumbre varias madres y padres hablaban a sus espaldas, opinaban sobre temas que no les incumbe. 

La profesora de sus pequeños de acerco a saludarlos.

-Buenas tardes- dijo con una sonrisa.

-Buenas tardes Hana- saludo Tsuna mientras que Kyoya saludo con la cabeza para luego mirar donde se encontraban sus hijos- ¿Paso algo con Emi o Ryuu?

-No- respondió rápido- Nada de eso- hizo un gesto con las manos para negar- En dos días se llevará a los pequeños a un paseo.

-Eso es genial- sonrió mientras su esposo se alejaba para ir a bajar a su hija del árbol- ¿Donde irán?- pregunto.

-Iremos al museo tecnológico de Vongola Corporation- dijo nerviosa.

Tanto como la directora, como las profesoras de sus hijos, Hana y Kyoko, sabían que era el dueño de dicha empresa y prometieron guardar el secreto del castaño.

Tsunayoshi rogaba para que Hayato no hubiera agendado la reunión pendiente con Irie, Spaner, Verde y Giannini para ese día.

-Lo entiendo- hablo mas relajado- Espero que los niños se diviertan, aunque Emi ya lo conoce de memoria- rió bajo.

Ya en el vehículo, mientas los menores iban jugando en el asiento trasero, Tsuna le contó al azabache el panorama que tendrían los niños. 

Como era una salida con casi todos los pequeños de la escuela, las madres acompañarían a sus hijos, por eso la pareja opto por pedirle a Chrome que los cuidara, la cual acepto encantada, adoraba a sus sobrinos, como le gustaba llamarlos.

Al día siguiente, el castaño reviso la agenda de su amigo peliplata y al leerla se sintió aliviado, no tenia que ir al departamento de tecnologías. 

Sus hijos estaban emocionados, aunque mas el pequeño que nunca había ido. Kyoya les puso sus mochilas, donde llevaban sus almuerzos para ese día. 

La pelimorada llego y los pequeños saltaron a abrazarla, lo cual genero unas risas por parte de la pareja. 

Kyoya los dejo en el preescolar, cerciorarse que tuvieran todo lo necesario.

Chrome los llevaba tomados de la mano, mientras veía como la miraban. Odiaba a la mayoría de las personas que se encontraban en el lugar. 

Al llegar el autobús y sentar a los niños a su lado, se relajo un momento. Converso con Hana y Kyoko durante el viaje. 

En el edificio principal de Vongola Corp, Tsunayoshi se encontraba trabajando en el computador, cuando Hayato entro.

-Perdone Jundaime- dijo inclinándose.

-¿Que pasa?- pregunto este alzando la miraba y sacándose los lentes.

-Irie me llamo- dijo mirando su tablet- Necesita que vaya ahora al edificio de tecnología e investigación- levanto la vista- Es algo urgente.

Tsuna sintió que el mundo estaba conspirando en su contra, lloro internamente y se preparo, si Irie lo llamo era por algo grave.

-Llama a Kyoya para que nos acompañe- dijo mientras se levantaba para ponerse la chaqueta- Estaré listo en 5 minutos. 

Al llegar el grupo, fueron recibidos por Takeshi, el cual tenia una gran sonrisa, las mujeres lo quedaron mirando, para desgracias de ellas vieron el anillo de matrimonio que llevaba en su dedo, el ya tenia dueño y una hermosa familia. 

El moreno los guió por el recinto mostrando varios artilugios que captaba la atención de los menores. Contentos se acercaban a manejar algunos robots, drones, y miniaturas.

Cuando Chrome llevo a Emi-chan al baño, los compañeros de Ryuu se acercaron a el y le quitaron su osito de peluche. El pequeño pelinegro se acerco a recuperarlo, pero al intentar llegar a el, un niño lo empujo haciendo que se cayera al suelo. Sus ojos verdosos se llenaron de lagrimas al ver como pisaban a su peluche, el cual habían arreglado con Tsuna.

-Eres un llorón cuando su hermana no esta protegiéndote- dijo un pequeño sin dejar de maltratar el peluche.

Ryuuji se sentía incapaz de hacer algo, ellos eran mas. Pero no podía correr, el osito era su amigo,  fue su consuelo en los días que sus padres lo maltrataban. 

Quería que Tsunayoshi lo abrasara calidamente y protectoramente como lo hacia cada noche cuando tenia pesadillas. 

Lo quería con el en ese momento, quería a su papi.

-!Papi¡- grito entre llantos.

El castaño iba entrando al edificio mirando para todos lados, los guardias y empleados lo saludaron con una inclinación de cabeza. 

Camino por el recinto, al lado iba el peliplata y detrás suyo Kyoya.

De pronto un grito lo alarmo, no era el de cualquier niño, era el de su hijo llamándolo. Sin importar la miradas de asombro de los guardias y de sus acompañantes, corrió. 

Por su parte Kyoya reconoció la voz y llamo a dos guardias para que lo siguieran.

Ryuu se encontraba en el piso arrodillado, llorando. Las madres habían llegado junto a el cuando sintieron el grito.

Emi al salir del baño, corrió y al ver lo ocurrido, les dio una paliza a los que le quitaron el peluche a su hermano. Chrome tomo en brazos al pequeño, intentándolo consolar, pero era imposible.

-Ryuu- llamo una voz.

Los presentes vieron como Tsunayoshi se acercaba cansado y como su hijo al verlo alzo los brazos para que lo tomara.

-¿Que paso?- dijo acunando al menor.

-Boss- llamo la pelimorada- Unos niños le quitaron Milo- dijo tomando el peluche y pasándoselo al castaño.

-¿Que haces tu aquí?- pregunto una madre con desdén. 

El azabache harto de como miraban a su esposo iba hablar, pero fue interrumpido.

- Décimo- dijo un guardia con respeto e inclinándose- ¿Quiere que procedamos a sacar a las estas personas de edificio?

-No tienes que ser tan extremista- dijo con una sonrisa- Son de la escuela de mis hijos, pueden volver a sus puestos.

-Como ordene- se retiraron.

-¿Quien eres tu para dar ordenes?- dijo la madre del pequeño que empujo a su hijo.

-Mas respeto mujer- hablo Hayato harto- No sabes con quien estas hablando.

Mientras Hayato reprendía a la mujer, Kyoya se acerco a Tsuna y tomo a su hija en brazos.

-¿Con quien estoy hablando entonces?- repudio la mujer- No, mejor dime quien eres tu para hablarme en ese tono, tu no sabes que mi esposo trabaja aquí y ademas es amigo del dueño de esta empresa- dijo con aire de superioridad.

Takeshi miro a su esposo con cara de asombro, sabia que Hayato se reía por dentro y abriría la boca sin medir sus palabras, todo para defender a su amigo.

-Mi nombre mujer es Yamamoto Hayato y soy la mano derecha del Décimo Vongola- dijo acercándose a la mujer- Y el es mi esposo- dijo apuntando a Takeshi, las mujeres se sorprendieron y vieron al moreno sonreír.

El castaño rió al ver la escena mientras acariciaba los cabellos negros de su hijo, el cual había calmado su llanto y se había quedado dormido.

- No me interesa quien seas- hablo la mujer llena de odio- Llamare a tu jefe para que te saque de aquí- amenazo.

-No tendrás porque llamarlo mujer- sonrió el peliplata- El esta aquí- dijo mirando a su amigo.

El castaño se dio cuenta que no tenia escapatoria, su secreto se revelaría.

-Les presento- hablo Takeshi para llamar la atención- A Tsunayoshi di Vongola- acercándose a su amigo- El dueño de Vongola Corporation. 

Tanto las madres de los pequeños, como los niños mismos quedaron con la boca abierta. Mientras los que conocían el secreto de su amigo se reían internamente. 

Continuara...

Un nuevo cap con un poco de demora u-u 

espero que les guste <3 nos veremos lo mas pronto posible con el siguiente cap 

bye bye