Revelaciones y Promesas

Capítulo 12: Revelaciones y Promesas


Después de aquélla huida imprevista, los muchachos se habían dirigido hacía el hogar de los hermanos Acosta para así el integrante de la familia Luceri logrará pasar una noche en esa propiedad, ya que si regresaba a su hogar y en el momento se topaba con su padre, no traería muy buenos resultados.

- Es muy linda su casa... - Impresionado al ver las decoraciones en cada estante o mueble. Inclusive la delicada precisión en las plantas del patio lo dejaba sin palabras.

- Nah, una vez te acostumbras no es algo nuevo- Sin ánimos dio aquélla opinión- ¿Tienes hambre?- Con el café en manos le ofreció para tomarlo.

- Gracias, es mi favorito...- Tomo un poco del sorbete que salía del vaso- ¡Aahh no! Olvide mi mochila en el restaurante, y ahí tenía mi ropa y mi celular- Decepcionado de sí mismo pensó que llevaba consigo todas sus pertenencias, solo que omitió aquél detalle de su escapada.

- Si quieres te presto algo para que uses- Ofreció amablemente.

- No, no quiero aprovecharme... Además ya te he causado muchos problemas por hoy... - Con tan solo recordar la situación causaba que sus emociones se apagaran.

- Sinceramente, fue muy gracioso, mas gracioso que la vez en que me tocó hacer de uno de los tres chanchitos y con los chicos salimos con voces de chinitos - Con solo recordar aquélla clase le generaba cierta gracia que el menor no captaba- Dale, ¡Ríete un poco!- Comenzó a hacerle cosquillas por todo el cuerpo a su invitado para que este expulsara alguna carcajada.

- ¡Jajaja para jajaja! - Intentaba evitar que el mayor dejara de hacerle cosquillas, pero al no disgustarle el simple hecho de reír se dejó llevar por completo.

- Oye ¿No se si quieres venir a mi habitación? - Preguntó para así pasarán un rato tranquilos.

- Está bien... No veo porque no...

Ambos subieron por las escaleras en dirección al cuarto del de cabellos castaños, sin embargo en el momento en que se cruzaron con uno de los familiares de Valentín, la sangre de Aarón se heló por completo. Una vez entraron al cuarto el menor se dignó a preguntar quién era.

- ¿Él que pasó hace un rato era tu hermano...?- Al recordar la forma en que lo vio de reojo lo tensaba, ya que debía cumplir la promesa que cumplió esa mañana en el aula.

- Si, es mi hermano Iván - Respondió sin sospechar ante tal pregunta.

Aarón comenzó a dudar sí era buena idea pasar la noche en aquélla casa, ya que si Valentín se enteraba que había tenido relaciones con su hermano, no lo volvería a ver con los mismos ojos.

- Aarón, perdón si pregunto esto pero, quiero que me cuentes un poco de vos... ¿Si es que quieres?- Con una sonrisa en su semblante formuló aquella pregunta.

- No sé... Nunca hable de mí mismo a una persona... - Al ver la manera en que el castaño le suplicaba con la mirada, no logró resistirse- Esta bien, cuando yo tenía diez años mi madre falleció en un accidente automovilístico, ese mismo día se iban a llevar a mi hermanito a una escuela para así educarlo pero ocurrió lo que ocurrió... Mi hermanito sobrevivió al accidente solo que... Es sordo y mudo... Unos años después, no se por qué exactamente, pero mi padre comenzó a tratarme horrible, nunca supe porque pero siempre me decía lo mismo.... Para que no vuelvas a tratar mal a tu hermano... Pero nunca lo trate mal... Yo siempre lo amé con el alma... Pasaba el tiempo y como ya no me gustaba la forma en la que mi padre me trataba, comencé a juntar dinero para así pagar dos boletos de avión e irme hacía Madrid junto a mi hermanito...

- ¿Y porqué eres tan triste...?

- A pesar de la forma en la que mi padre me trataba ya ni me dejaba sonreír... Siempre temía que él me hiciera algo peor y desde entonces comencé a sentir miedo... Y bueno, ya sabes que del miedo nace la inseguridad y a la hora de socializar siento temor a ser rechazado... - Concluyó sintiendo unas ganas inmensas de desahogarse.

- ¿Te encuentras bien? Si quieres llorar hazlo, siempre es bueno desahogarse-Completamente desprevenido, Aarón recostó su cabeza en las piernas del mayor... Sin duda alguna cayó con lágrimas en sus ojos.

Al sentir pena por el trágico pasado del castaño, comenzó a acariciar su suave cabello en señal de que todo se encontraba bien.

- Que suave su cabello- Acercó su rostro hacía la nuca del adolescente para así sentirla. Sintió un suave aroma desprender del cuerpo del menor y con algo de curiosidad acercó sus labios, para así dejarle una pequeña marca en aquélla pálida piel.

Al sentir un contacto húmedo en su piel volteó su rostro para así mirar a los ojos a Valentín.

Mientras ellos se miraban sin nada ni nadie que los interrumpiera.

- Quédate tranquilo... No tengas miedo que yo no te voy a dejar... - Lentamente comenzó a pasar su mano en la mejilla del menor para así acariciarla lentamente, causando que estas se sonrojaran ante el tacto que le brindaba aquélla mano.

Sin miedo y con seguridad comenzó a cerrar sus ojos, ya que por dentro sabía que se encontraba en buenas manos.

Capítulo 12: Revelaciones y Promesas

Después de aquélla huida imprevista, los muchachos se habían dirigido hacía el hogar de los hermanos Acosta para así el integrante de la familia Luceri logrará pasar una noche en esa propiedad, ya que si regresaba a su hogar y en el momento se topaba con su padre, no traería muy buenos resultados.

- Es muy linda su casa... - Impresionado al ver las decoraciones en cada estante o mueble. Inclusive la delicada precisión en las plantas del patio lo dejaba sin palabras.

- Nah, una vez te acostumbras no es algo nuevo- Sin ánimos dio aquélla opinión- ¿Tienes hambre?- Con el café en manos le ofreció para tomarlo.

- Gracias, es mi favorito...- Tomo un poco del sorbete que salía del vaso- ¡Aahh no! Olvide mi mochila en el restaurante, y ahí tenía mi ropa y mi celular- Decepcionado de sí mismo pensó que llevaba consigo todas sus pertenencias, solo que omitió aquél detalle de su escapada.

- Si quieres te presto algo para que uses- Ofreció amablemente.

- No, no quiero aprovecharme... Además ya te he causado muchos problemas por hoy... - Con tan solo recordar la situación causaba que sus emociones se apagaran.

- Sinceramente, fue muy gracioso, mas gracioso que la vez en que me tocó hacer de uno de los tres chanchitos y con los chicos salimos con voces de chinitos - Con solo recordar aquélla clase le generaba cierta gracia que el menor no captaba- Dale, ¡Ríete un poco!- Comenzó a hacerle cosquillas por todo el cuerpo a su invitado para que este expulsara alguna carcajada.

- ¡Jajaja para jajaja! - Intentaba evitar que el mayor dejara de hacerle cosquillas, pero al no disgustarle el simple hecho de reír se dejó llevar por completo.

- Oye ¿No se si quieres venir a mi habitación? - Preguntó para así pasarán un rato tranquilos.

- Está bien... No veo porque no...

Ambos subieron por las escaleras en dirección al cuarto del de cabellos castaños, sin embargo en el momento en que se cruzaron con uno de los familiares de Valentín, la sangre de Aarón se heló por completo. Una vez entraron al cuarto el menor se dignó a preguntar quién era.

- ¿Él que pasó hace un rato era tu hermano...?- Al recordar la forma en que lo vio de reojo lo tensaba, ya que debía cumplir la promesa que cumplió esa mañana en el aula.

- Si, es mi hermano Iván - Respondió sin sospechar ante tal pregunta.

Aarón comenzó a dudar sí era buena idea pasar la noche en aquélla casa, ya que si Valentín se enteraba que había tenido relaciones con su hermano, no lo volvería a ver con los mismos ojos.

- Aarón, perdón si pregunto esto pero, quiero que me cuentes un poco de vos... ¿Si es que quieres?- Con una sonrisa en su semblante formuló aquella pregunta.

- No sé... Nunca hable de mí mismo a una persona... - Al ver la manera en que el castaño le suplicaba con la mirada, no logró resistirse- Esta bien, cuando yo tenía diez años mi madre falleció en un accidente automovilístico, ese mismo día se iban a llevar a mi hermanito a una escuela para así educarlo pero ocurrió lo que ocurrió... Mi hermanito sobrevivió al accidente solo que... Es sordo y mudo... Unos años después, no se por qué exactamente, pero mi padre comenzó a tratarme horrible, nunca supe porque pero siempre me decía lo mismo.... Para que no vuelvas a tratar mal a tu hermano... Pero nunca lo trate mal... Yo siempre lo amé con el alma... Pasaba el tiempo y como ya no me gustaba la forma en la que mi padre me trataba, comencé a juntar dinero para así pagar dos boletos de avión e irme hacía Madrid junto a mi hermanito...

- ¿Y porqué eres tan triste...?

- A pesar de la forma en la que mi padre me trataba ya ni me dejaba sonreír... Siempre temía que él me hiciera algo peor y desde entonces comencé a sentir miedo... Y bueno, ya sabes que del miedo nace la inseguridad y a la hora de socializar siento temor a ser rechazado... - Concluyó sintiendo unas ganas inmensas de desahogarse.

- ¿Te encuentras bien? Si quieres llorar hazlo, siempre es bueno desahogarse-Completamente desprevenido, Aarón recostó su cabeza en las piernas del mayor... Sin duda alguna cayó con lágrimas en sus ojos.

Al sentir pena por el trágico pasado del castaño, comenzó a acariciar su suave cabello en señal de que todo se encontraba bien.

- Que suave su cabello- Acercó su rostro hacía la nuca del adolescente para así sentirla. Sintió un suave aroma desprender del cuerpo del menor y con algo de curiosidad acercó sus labios, para así dejarle una pequeña marca en aquélla pálida piel.

Al sentir un contacto húmedo en su piel volteó su rostro para así mirar a los ojos a Valentín.

Mientras ellos se miraban sin nada ni nadie que los interrumpiera.

- Quédate tranquilo... No tengas miedo que yo no te voy a dejar... - Lentamente comenzó a pasar su mano en la mejilla del menor para así acariciarla lentamente, causando que estas se sonrojaran ante el tacto que le brindaba aquélla mano.

Sin miedo y con seguridad comenzó a cerrar sus ojos, ya que por dentro sabía que se encontraba en buenas manos.

Continuará.

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