Noche de Pelicula

Capítulo 23: Noche de Película

Gael- Esto no va a fallar - Escondido en una parte específica de su hogar se preparaba para su plan.

Mientras Gael se las ingeniaba para no fallar en su idea, Aarón se encontraba en su cuarto acompañado del de cabellos castaños. Ambos se hallaban sentados en la cama sin soltar sus manos de las del otro. Al parecer ellos estaban disfrutando de un tierno y a la vez tenso momento, ya que se encontraban disfrutando de una película de cierto género muy conocido, una de terror.

En medio de ambos se encontraba un platillo que contenía unas grandes y deliciosas frutillas para así mientras disfrutaban de la película podrían degustar de aquella fruta. Además, aquella película elegida entre ambos no era nada mas ni nada menos que un clásico del terror, El Resplandor, un clásico de drama y terror que sin duda tensaba a sus espectadores.

-Sabes, mi hermano miro esta película cuando tenía doce años y por lo que me dijo, se traumo de por vida cuando aparecen las gemelas muertas...- Comentó al mismo tiempo que mordía una fresa.

- No me spoilees nada que no la vi- Comentó con cierto tono burlón evitando escuchar el comentario del mayor.

- No te quejes que ni siquiera la vi- Contradijo rápidamente para luego soltar una risilla.

Las cosas comenzaron a tensarse mucho mas que antes, ya que comenzaban a presentarse los primeros sucesos anormales en aquella película, que como consecuencia comenzó a tensar al más joven de ambos, haciendo que el mismo apretara con un poco más de fuerza pero manteniendo la sutileza, la mano del mayor.

- ¿Tienes miedo...?- Interrogó tranquilamente al mismo tiempo que observaba con una sonrisa el rostro de su pareja.

El tan solo sentir como el menor retenía sus nervios, temores e inquietudes en aquel tierno agarre, automáticamente se percató del nerviosismo del menor por lo cual opto por preguntar para así relajarlo.

Al ver que Aarón no respondió de ninguna manera, lentamente se acomodó mucho más cerca del castaño, pegando sus cuerpos más cerca de la cuenta. Pasó su brazo por detrás de la nuca del menor para así brindarle un cálido abrazo para así dejara de sentir temor. Soltó su mano para así conducirla al platillo y tomar una frutilla y así ofrecérsela el mismo, sin que el otro objetara nada.

Aarón al ver aquel gesto sintió sus mejillas arder levemente, ya que al ver la fresa arrimando la comisura de sus labios, por dentro lo avergonzó, solo que intentó mostrarse fuerte ante la película. Sin embargo no pudo evitar sentir algo de miedo.

Aun avergonzado de sí mismo mordió la mitad de la frutilla de forma adorable, pues una vez terminó de degustarla, observó a Valentín con una pequeña sonrisa indicando que sus temores se estaban esfumando. Lentamente apoyó su cabeza en el hombro del más grande para así sentirse protegido.

Continuaron mirando aquella película, de vez en cuando se compartían mutuamente las frutillas, compitiendo entre sí para ver quién de los dos era, por así decir, el más afectuoso. Sin embargo, al terminarlas rieron mutuamente, aunque el ganador de aquella batalla terminó siendo el menor de los Acosta.

Con el pasar de los minutos comprobaron las palabras de Iván, sin duda la escena de las hermanas gemelas fue la más perturbadora de todo el film.

Con el pasar de los minutos, a la misma le faltaba poco para concluir, pues una de las escenas finales devolvió cierta angustia y temor, ya que al ver que la mujer que protagonizaba a la esposa del maniático se encontraba atrapada en el baño con el esposo intentando abrir la puerta con un hacha, lo tenso al punto que hundió su rostro en el pecho del mayor.

Valentín no pudo evitar el reaccionar ante la situación que se presentaba por lo cual, con su mano acariciaba sus suaves cabellos devolviéndole la tranquilidad. Sin embargo aquella tranquilidad no duro suficiente tiempo, pues una ves el hombre logro hacer un agujero en la puerta...

- ¡¡Hace algo Estúpida!!- Al dar semejante comentario, Valentín no pudo evitar reír.

En el momento en que el hombre intento abrir el cerrojo de la puerta desde aquel agujero, ella logro reaccionar, pues con el cuchillo que tenia en manos realizo un corte en la mano de su agresor.

Aarón/Valentín- ¡¡Bien Estúpida!!- Gritaron al unísono.

Los minutos transcurrieron velozmente, El Resplandor finalizó.

Ambos se miraron mutuamente por unos segundos, no sabían qué hacer en ese mismo instante aunque Valentín ya tenía una idea en mente desde el momento en que llegó al hogar de su novio. Lentamente se acercó al oído del menor para así susurrarle ciertas cositas que generaron un pequeño escalofrío en la columna del mismo. Acto seguido mordió suavemente el lóbulo de la oreja del castaño, dejando salir un pequeño gemido.

- ¿Qué dices...?-Tomó las manos de su pareja para así brindarle cierto calor- Yo no te obligaré a algo que tu no quieras amor.

Aarón trago en seco, el deseaba con todo su ser que aquel momento entre ambos ocurriera, aunque por dentro se sentía culpable de ciertos aspectos y defectos de sí mismo. Específicamente, el que más le dolía por dentro, era el simple hecho de que Valentín no sería el primero.

Miró las sábanas de su cama detenidamente, observando cada detalle para lograr distraer sus pensamientos. A pesar de que ya había transcurrido suficiente tiempo desde que abandonó su "trabajo escolar", todo ya estaba hecho y no podría reparar el daño que le causó a su propio cuerpo.

Por el otro lado, Valentín al ver que Aarón comenzó a tardar en su respuesta no hizo nada más que suspirar. Solamente pretendía darle el mejor momento de toda su vida, pero nunca se imaginó lo que en verdad le sucedía a su amado en ese mismo instante.

- Lo entiendo... Si no te sientes listo para hacerlo conmigo lo entiendo... - Tomó la mano del menor para así tranquilizarlo e intentar hacerle olvidar aquella indecente propuesta, sin embargo al sentir un pequeño suspiro por parte del castaño elevo su mirada.

- Yo... Si... Si quie... Quiero... -Por dentro se sentía orgulloso de sí mismo, ya que logró meditar su simple pero complicada respuesta.

El mayor solamente sonrió levemente para así tomar suavemente el mentón del menor para regalarle un tierno beso. Sus ojos comenzaron a cerrarse para así aquel tierno momento no se tornara en uno incomodo.

Aquel contacto comenzó a tornarse en uno húmedo, pues sus lenguas rozaban entre sí al mismo tiempo que el mayor comenzó a dejar caer al menor en las sabanas, dejándolo debajo suyo sin romper aquel beso. Con sus manos comenzó a acariciarle la nuca para que así no se tensara, al contrario, todo era con la tierna intención de relajarlo.

En cambio las mejillas de Aarón se veían adornadas por aquel tono carmín que le agradaba ver al más grande, ya que le causaba cierta gracia ver a su novio en aquella faceta tan adorable. Cada vez que aquel sonrojo se hacía presente entre ellos dos, el menor no podía evitar abrir sus ojos como un niño curioso.

Aquel beso con el paso de los segundos comenzó a tornarse en uno lleno de deseo y lujuria, pues los labios del menor comenzaron a humedecerse ante tal contacto hasta tal punto de hincharse. Por el otro lado, el mayor no paraba de adentrarse en toda la cavidad del castaño, pues con su lengua exploraba cada parte sin dejar una sola sin ser explorada.

Aquel beso duro unos segundos mas, pues la temperatura en ambos cuerpos comenzó a aumentar conforme sus lenguas no abandonaban la otra. El corazón del menor comenzó a palpitar mucho más rápido ya que hace bastante tiempo no experimentaba aquellas sensaciones, sin embargo dos cosas eran obvias, aquel beso no era para nada comparado con el de aquella vez que tuvo su primera salida con Valentín. Y la segunda, ese momento ni llegaría a compararse con el de sus ex - clientes.

Por falta de aire ambos se separaron unos centímetros, aun seguían unidos por un pequeño hilillo de saliva que automáticamente fue borrado. Valentín acercó por segunda vez sus labios a los del menor para así morder el labio inferior del castaño, dejando que este largara un suspiro un tanto excitante.

Acomodo su cuerpo sobre el delicado cuerpo del menor para así apreciar su rostro. Se veía jadeando por la falta de aire mientras que sus ojos se veían entreabiertos, parecía estar pidiendo por más sin tan solo hablar.

Delicadamente fue acariciando aquella suave piel, desde sus mejillas hasta su cuello aunque de vez en cuando se atrevía a delinear la formada cintura del menor. Aquellos roces le generaban cierto cosquilleo al castaño, sacándole una que otra risilla o algún suspiro. Aunque a la vez intentaba no gemir no tan fuerte, ya que si Gael se había dormido con los audífonos puestos, traería ciertos problemas.

- Te prometo que te haré gemir de placer... - Su voz se escuchó más ronca de lo normal, a la vez se apreciaba aquel tono seductor, solo para cautivar los deseos de Lucero.

Aarón al oír aquella afirmación dejo salir un agudo gemido que llego a oídos del mayor, sin duda Valentín haría todo lo posible por volver a oír aquel sonido que solamente era como una melodía para sus oídos.

Lentamente comenzó a despojarlo de aquella polera ajustada que resaltaba aquel cuerpo trabajado con aquellas rutinas, una vez el torso del castaño se encontraba completamente visible, admiro por unos segundos a su amado. Sonrió de lado para así continuar.

Continuará.

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