La Última Vez de Aarón

Capítulo 45: La Última Vez de Aarón


No lo pudimos creer, dos semanas en las que Valentín estaría ausente en el transcurso escolar. Aunque lo más justo hubiera sido que me expulsaran junto a él, sin embargo Valen optó por asumir toda la responsabilidad de lo ocurrido y ser él quien reciba el castigo, ya que fue él quien inició el acto sin ninguna clase de noción por el sitio en que nos encontrábamos. Por lo tanto pidió que mi suspensión de una semana se anulara y él la cobrara, pues yo no tenía la culpa de lo ocurrido, según su lógica.

Ese gesto fue sin duda el más valiente de su parte, se sacrifico solamente por mi... Ósea, sacrificó su título de alumno modelo por mi... Todos los años obtuvo el título del Alumno Modelo, el cual es un alumno solidario, humilde y responsable. Aquel que se interesa por el estudio y nunca rompió una ley institucional, aquel que respeta tanto a los alumnos como a los docentes, ese debe ser el ejemplo de cada curso, ya que a fin de año dependiendo los expedientes del año, cada curso tendrá su alumno modelo y mejor promedio.

Algo me decía que a Valen no le interesaba el diploma o la medalla, solamente le importaba mi bienestar y protección... Esos motivos por los cuales él dio todo por mi, me dejan amarlo cada vez más.

Hemos tenido una larga charla con el director y sub director, junto a sus secretarios. Al parecer un alumno de segundo año que por gran casualidad, Gael, debió buscar los trabajos de segundo a nuestro curso, encontrándose con tal escena. Al parecer no dudo en llamar a una autoridad, delatándonos.

Por un momento el sub director insistió en llamar a nuestros padres, sin embargo ambos negamos el que llamara a mi padre para evitar un futuro problema a mi vida, solamente llamaron a Alma, quien parecía oírse más que eufórica, decepcionada y molesta, nunca se imaginó semejante situación por parte de su hijo.

Esa situación en la cual debíamos estar frente a las penetrantes miradas acusadoras de los secretarios, nos incomodaban hasta tal punto de distraernos con nuestros propios dedos, ya nos dejaron en claro que todo lo sucedido fue inaceptable, pero llegaban al punto en que te lo recalcaban como diez veces, irritandonos más de lo normal.

Por lo menos, no fue expulsado, eso demostró que por lo menos el director había tenido algo de compasión con su alumno preferido, así es... Aquí predomina la preferencia institucional. Como los hermanos Acosta estudiaron desde el primer grado de la primaria en esta institución, ganaron la confianza y favoritismo de los profesores, en cambio yo llegué desde el tercer grado, ganando o perdiendo mi reputación.

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~Narra Narradora~

Nuevamente, ambos hermanos Lucero habían llegado a su hogar, dividiéndose en la individualidad de sus rutinas. Durante varias horas se mantuvieron distanciados el uno del otro, solamente que a la hora de la merienda, inconscientemente se unieron para dicha práctica, manteniendo su distancia.Aarón, quien charlaba discreto con Valen desde su celular y Gael, sentado en la cocina bebiendo un mate cocido.

Mientras no despegaba su mirada del celular, de a ratos se cebaba algún que otro mate, disfrutando su extraña tarde de paz.

Valen.Cipriano: ¿Cómo acabó tu día amor?

Venus_Aarón: Tenso. Cada día los demás son más insoportables.

Valen.Cipriano: Déjalos, son boludos.

Venus_Aarón: ¿Y tu mamá?

Valen.Cipriano: Ahora está más tranquila. Si le llevó por sorpresa la noticia y me pidió que me controle más, que tenga respeto por ti más que nada.


Venus_Aarón: Te cuida. Tal vez nos la jugamos mucho y quiere prevenir que esto vuelva a pasar.

Valen.Cipriano: Lo se... Y te pido perdón por haber hecho tal estupidez.

Venus_Aarón: No te hagas problema. Este es el pan de cada día mío.

Valen.Cipriano: El pan viejo de la semana pasada.

Venus_Aarón: Jajajaja. ¡Ese que ni con motosierra se corta!

Pudo oír como la puerta de su hogar era azotada sin piedad, cerrando sus ojos y apagando su celular.

Valen.Cipriano: Por cierto, mi mamá me comentó que el director le mandó un correo a tu padre. Por favor, ten cuidado...

Valen.Cipriano: Puedo pasar a buscarte ahora y pasas la noche en mí casa, ¿Quieres?

Valen.Cipriano: ¿Aarón?

Sabía a la perfección que era su padre quien llegó, su lento caminar erizaba hasta el último de sus cabellos y su corazón experimentaba un nervioso aceleramiento. Pudo sentir como este se detuvo frente a su posición, observandolo fijamente, aniquilando su mera presencia con una simple pero mortífera mirada.

Sin moverse de aquella silla, Gael no dejaba de disfrutar su bebida caliente, deleitándose con el calor de la misma y el espectáculo visual que se avecinaba.

- Está vez excediste todos los límites Lucero y no te voy a perdonar tan aberrante comportamiento- Al ver qué su primogénito no reaccionaba ante su presencia, acabó por tomarlo cruelmente por sus cabellos- ¡Mírame a los ojos cuando te hablo y no me ignores!

Aquel accionar fue doloroso, no tanto como el despiadado golpe el día de su cumpleaños.

- ¡¿Qué te sucede ahora?!, ¿¡Qué te hice Alessandro!?- La incredulidad de sus palabras mostraba su desconocimiento.

- ¡No te hagas el que no sabes, pendejo despreciable!, ¡¡Esta es mí casa, hay reglas y decencia!! Decencia que tú no cumples...- Apretó aún más su agarre, obteniendo un quejido de dolor.

- Justo tú... Me vas a hablar... De decencia... Que me vives maltratando y lastimando... ¡¡Aahh!!- Un nuevo impacto fue propiciado en la boca de su estómago, robándole hasta el último suspiro. Dolía horrores, era un martirio hasta el simple respirar. Debía tolerar las injusticias que constituían su día a día en tan cruel forma.

- Despreciable... Me pude imaginar todo de ti... Menos que eras un maldito regalado que le abre las piernas a quien sea...- Sentenció en un imponente estado neutral, aniquilando la existencia del menor en un simple mirar- Ahora entiendo de dónde sacaste todo ese dinero... ¿¡Cuánto te pagó!? ¡¡¡Dímelo!!!- Estaba sacado de sus casillas, endiablado en su infernal ira.

Su cuerpo solamente temblaba intimidado, estar sometido de tan humillante forma lo dejaba más que inutilizado. Solo era capaz de percibir su acelerado y nervioso palpitar.

- ¡¡¡Dímelo maldita prostituta!!! Porque eso eres...- No era capaz de regularse, el tono de su voz vagaba entre la histeria y una extraña calma- Trajiste a un hombre a que te la metiera y tu encantado, le abriste las piernas, ¡Maldita ramera!- Nuevamente intentó alzar su mano al rostro de Aarón, siendo detenido en su intento.

- ¡¡¡Es mí novio!!!- Grito desesperado- Es mí novio... Tanto me desconoces que no sabes que soy homosexual y tengo novio- Pudo responder seguro.

- ¡¡No me interesa si eres homosexual!!, ¡Trajiste a un muchacho para tener sexo en mí casa!

- Como si tú no lo hubieras hecho con mamá de adolescente...- Sintió la cercanía de su padre a escasos centímetros de su rostro, desistiendo a último segundo de violentarse.

- Encima te grabaste... Y compartiste el vídeo... Llegó a mí celular... Yo lo vi... ¿Cuantos más lo habrán visto...?- Parecía susurrar impotente, asqueado de aquello que tenía frente a sus ojos.

- Yo no me grabe y jamás lo haría. ¿Por qué querría mandar un vídeo mío a quién sabe quién? Alguien más debió grabarlo y compartirlo, sin mí consentimiento- A leguas de distancia se sentía su inconformidad ante tan aberrante hecho.

Había comprendido la razón de la colérica furia de su padre, pues al observar la deleitante expresión de su hermano, lo entendió todo. ¿Cómo se había enterado de su reconciliación? No dejaba de hacer aquella pregunta sin descanso. Lo había mandado, no tuvo piedad en enviar su video a toda la escuela. No le importaba el hecho de que sus compañeros de institución vieran su video, más le impactaba el solo saber que su padre lo vio.

Era tan fuerte su impacto que en verdad temía y desconocía la reacción de Alessandro ante semejante descubrimiento. A criterio del adulto, últimamente solo se dedicaba a desobedecer y comportarse como un rebelde. No podía imaginarse el martirio que significaba conocer su más íntimo y vergonzoso secreto, mucho menos aquello que le deparaba.

- Yo jamás me grabaría, mucho menos divulgarla semejante video. Es mí intimidad y de hasta dónde hacerla pública. Además, esa noche solo estaba Gael en casa, ¿Quién más iba a grabar?- Alzó una de sus cejas, retando al destino y la verdad.

- ¿Acaso insinúas que tu hermano grabó el video?- El silencio no fue capaz de perdurar- ¡¿Acaso te escuchas a ti mismo Lucero?!, ¡¡¡Estoy harto de que seas tan cruel con tu hermano!!! Además, me hablas de tu intimidad y que tan pública la quieres hacer, ¡¡Me llegó un correo de tu director diciéndome que te encontró intimando, en el aula, con tu novio!!, ¡¡Eres un maldito hipócrita desvergonzado!! No tienes respeto por nada ni nadie.

No hacía más que observarlo, dejando vagar su mirada por breves instantes. Intentaba no recordar su intento por evitar que dicha situación llegara a oídos de su padre, descubriendo miserablemente que todos sus intentos fueron en vano. Empero, no debía ceder ante la tentación de la debilidad, debía mantenerse firme aún después de sus recientes fallos.

- No quiero verte Aarón. Eres una total decepción de hijo, si así te pudiera decir.

Aún dolía, dolía como la primera vez.

- Está bien...- Apretó fuerte sus labios, sintiendo una extraña tensión que jamás había experimentado.

Dispuesto a retirarse en dirección a su cuarto, la voz de su padre nuevamente lo detuvo, está vez en un afirmación sin un punto de retorno.

- No te quiero ver más Aarón, no te quiero en mí casa. Tu te largas de aquí y no vas a regresar, ¿Entendiste?- Fue su misteriosa calma la que descolocó su sistema, acelerandolo en su controlada desesperación- Lárgate de mí casa- Sentenció firme.

- ¿Qué...?

- ¿No me escuchaste?, ¡¡Lárgate de mí propiedad y no vuelvas a pisar un pie nunca!!, ¡No voy a tener a una maldita prostituta vagando de aquí para allá, manchando la imagen de la familia y promulgando prácticas tan aberrantes!, ¿Por qué no mejor te vas con tu noviecito? Seguro te va a tener contento.

- No... No, no, no, no, no... ¡No puedes echarme así como así!- Su corazón palpitaba con horror y desesperación, ahogado en la cruel injusticia.

- Soy quien decide bajo este techo querido y tu ya tienes la edad suficiente como para hacerte valer por tu cuenta. El nene puede trabajar, estudiar, prostituirse y cuántas cosas más. Agradezco que no me saliste mujer, sino ya hubiera salido con su Domingo 7 hace rato. La verdad, me asqueas... Por todo lo que haces... Me repugnas... ¿Cómo es posible que seas mí hijo?

Ya no era capaz de tolerar ni un segundo más aquella situación, no podría tolerar un minuto más de su vida replicando el sufrimiento otorgado por su progenitor. Comenzaba a analizar lo que en verdad significaba abandonar su hogar, ¿Y si se trataba de una oportunidad de comenzar a vivir la vida? La distancia se convertiría en su medicina, pudiendo respirar el aire puro del bienestar personal.

Mientras más lo pensaba, más tentadora se volvía la idea. Solo era cuestión de acatar su condicionado abandono.

- ¡¡Bien!! ¿Quieres que me largué?, ¡Perfecto! Me voy y no me volverás a ver nunca más. Por fin vas a estar en paz- Decidido pero levemente dolido, camino en dirección a su cuarto para así prepararse.

Ropa, documentos y algunos objetos personales conformaron su mochila, llevando consigo las pertenencias de mayor valor e importancia, ya que dentro de su mente y corazón llevaba consigo lo más importante de su hogar: Los hermosos recuerdos del lejano pasado.

Listo para emprender su nuevo camino, fue descendiendo lentamente las escaleras, observando con tristeza y nostalgia los espectros de su feliz infancia. De repente los pasillos y las paredes se tornaron en el tenue color de su inocencia y un delicioso aroma se impregnaba en el ambiente. Verse a sí mismo correr con alegría, abrazando a su madre y su padre, lo abrazaba en su desconsuelo.

- Los quiero mucho...

La realidad invadió su dulce recuerdo, tornándose oscura y apagada, sintiendo las frías brisas erizar sus cabellos. Nada más se limitaba a observar la puerta principal dolido y decaído, ocultando dichos sentimientos en una coraza de pura seriedad.

Una vez quedó frente a la puerta, la repentina aparición de su pequeño hermano llorando sin consuelo acabó por matar lo poco que quedaba de su melancolía.

Gael, con manantiales de lágrimas cayendo de su mirada, abrazaba con fuerza a su hermano, rogando, suplicando que este no se fuera. Sus señas aceleradas mostraban su angustia y desespero, mostrando el inmenso horror a perder su única compañía.

Gael: (¡Por favor!) (¡No te vayas Aarón!) (¡No me dejes solo!)

No hacía más que observarlo seriamente, sintiendo como este se aferraba cual koala al bambú.

Gael: (¡Papá!) (No lo hagas) (Por favor) (Es mí hermano)- Sus ojos hinchados reflejaban su dolor.

- Gael... No insistas...- Respondió indiferente.

Gael: (¡Eres mí hermano!) (¡No me dejes solo!) (¿Quién me va a cuidar?) (¿Quién va a jugar conmigo?) (Solo tu me haces feliz)

- Gael... No vuelvas esto más difícil...- Continuaba indiferente.

Gael: (¡No quiero perderte!) (¡Por favor!) (Te lo ruego) (¡Yo te quiero!)- Al aferrarse aún más fuerte, pudo sentir como clavaba sin compasión sus uñas en la piel del más grande.

- ¡Me lastimas!- No iba a tolerar un instante más de semejante hipocresía.

Gael: (Papá) (Por favor) (No me quites a mí hermano)- Suplicaba con su mirada.

- Es triste que también le hagas esto a Gael, tanto dices quererlo que también lo lástimas. Pero que se puede esperar de alguien que no tiene alma ni corazón- Dirigió su mirada a la posición del adulto, compartiendo el mismo sentimiento de frialdad.

Nuevamente Gael se unió en un fuerte abrazo al cuerpo de su hermano, sintiendo como su cuerpo temblaba en dicha unión. Su nariz se había tapado a causa del llanto, por más que intentaba no paraba de sollozar e hiperventilar, acompañado de varios sonidos guturales escapar de sí al compás de su dolor.

Gael: (¡Te lo imploro!) (No seas injusto) (No importa lo que hizo) (¡No me alejes de Aarón!)

- Basta Gael. Basta- Impuso firme y seguro, demandando su furia en una simple orden, callando el llanto del menor- Ya tomé una decisión, Aarón se va y nadie va a cambiar mi decisión. No me quieras provocar Gael Lucero, ¡Ya tuve suficiente!- Intimidado fue soltando leve y suave el cuerpo de su hermano, rindiéndose en su objetivo de no perderlo.

La tensión entre cada uno fue recorriendo sus cuerpos, Gael acabó bajando su faz con tristeza,mientras que Aarón solamente se dedicaba a observar por última vez las paredes que conformaron su hogar. Aquel momento donde su hermanito se partía en un incontrolable llanto fue crudo y grotesco a la vez, indignado por la falsedad que este imponía a los ojos de Alessandro.

Estaba listo para darle un cambio a su vida, no volvería a ser pisoteado nunca más y la fortaleza que mostró ese mismo día, solo era el comienzo de su nueva valentía.

La puerta del cerro a sus espaldas, suspirando pesadamente, dando inicio a su caminata bajo la luz de la ciudad.

Puertas adentro de su hogar, Gael acabó corriendo con lágrimas en su mirada en dirección a su cuarto, llorando desconsoladamente contra su almohada. Podía sentir un dolor jamás experimentado en su vida, uno tan intenso como lo era perder a su macabro divertimento. Claramente que sentía profundamente la pérdida de Aarón, ¿A quién torturaría entonces?, ¿A quien manipularia a su antojo?

Si algo en verdad detestaba era que las cosas no resultaran a su manera. Esa vez el verdadero vencedor resultó Aarón, siendo Gael un perdedor por mano propia.

Continuará.

Saludos y muchos besos 😘 vuelvo después de una fuerte gripe que me dejo en cama más de una semana. No era capaz de escribir ni media palabra 😢 No obstante, volví después de una semana sin actualizar con un capítulo bastante largo... Con bastantes sucesos que marcan un antes y un después.

Primero que nada, La Meta de 27 obtuvo una mención de honor a la frase del año ❤️ ¡Algo que no me vi venir! Pero fue un gesto hermoso y muy divino ✨

Segundo, tuve una pequeña reunión en la cual leyeron los primeros capítulos de esta historia en vivo, en un grupo de Facebook yyyyyyy Tuve una pequeña entrevista en vivo y en directo 😅❤️ Así que, quien guste escucharla y conocerme, dígame y con gusto le pasó la entrevista 💕 (P/D: No se imaginan mí cara de "ay dios" cuando leyeron el capítulo "El trabajo" 😅)

Tercero y mucho menos importante, agradecerles a quienes siguen esta historia ❤️ De corazón. No seremos millones pero con llegar a ustedes es un montón, una alegría poder compartir tan linda historia con tan lindas personas ✨


¡Muchos besitos y nos leemos el Lunes! ¡¡¡La cosa no acaba!!! ✨

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