Consecuencias

Capítulo 44: Consecuencias

~Narra Aarón~

El momento menos deseado para la gran mayoría de mis pares de la institución dio inicio, sinceramente me uno al grupito de muchachos que no querían regresar a un lugar en el cual nos obligan a convivir mutuamente. Claro, claro... Convivir, en el dialecto de todos ellos, seguramente significa humillar al otro a más no poder. Aunque ahora tengo un motivo por el cual me agrada pasar el tiempo en el colegio. Nuevamente puedo disfrutar cada día junto a Valentín.

En el momento en que pise la vereda de la institución, todos los alumnos, desde los recién llegados de primer año hasta los egresados de sexto comenzaron a murmurar entre ellos, me señalaban, reían... Que gran bienvenida... Aunque lo que más llegó a fastidiarme fueron los piropos subidos de tono por parte del grupo de los amigables bullys, sus chiflidos y coqueteos. No comprendía el porqué realizaban aquellas acciones.

Observe de reojo a mi despreciable hermano quien solo mostraba una expresión neutra, no parecía importarle el simple hecho de que mi persona se desmoronaba segundo a segundo, sin embargo la voz de una persona que nunca en su vida se atrevió a dirigir su atención, justamente requería de mi persona a su disposición. Tadeo, un compañero al que mí presencia jamás fue de su importancia, no obstante compartía una linda amistad con Valentín.

- ¡Eh, Lucero!- Me daba rabia el que me llamen por mi apellido, eso demostraba que nunca habían mostrado el más mínimo de los respetos en aprender mi nombre.

-Tengo nombre- Crucé mis brazos.

- Lo lamento, ven conmigo- Era extraño, inusual, el que se disculpara y me necesitara.

Realice caso omiso a su petición, avance algo dudoso al sitio al que fui guiado, al llegar mi rostro cambió radicalmente, aunque, por dentro la preocupación me dominaba de pies a cabeza. Cerca de la librería se encontraba Valen acompañado de varios compañeros suyos y su hermano Iván. Por un momento él parecía estar preocupado, ya que su rostro expresaba aquel sentimiento notoriamente, algo debió ocurrir.

- Chicos, será mejor que le expliquen...

- Antes que nada, me siento feliz por ustedes dos, hacen muy linda pareja- ¿Acaso una de las muchachas más populares del colegio, me hablo? Era impresionante, más aún recordando que era amiga de Julieta Roma.

-Gracias...- Agradecí cortez- ¿Qué sucedió...?

- Aparentemente, ayer nos llegó a todos un video poco común por parte de un amigo invisible. Algo extraño, ningún tenía su número registrado. Más bien le llego a todo el colegio... Y no es algo muy lindo de ver...- Comencé a rogar internamente que no fuera lo que pensaba.

Recibí en manos el celular de la única presencia femenina en manos, en el momento en que di play al mismo, en carne propia, con mi alma, deseaba desaparecer de la faz del planeta... Era aquel video que mi descarado hermano oculto durante todo este tiempo... ¿Cómo se enteró? Ósea, nunca había dicho que regrese con mi ex, desconocía la forma en la cual se enteraba de los sucesos ocurridos en mi vida. Puede ser que me delate inconscientemente por sí solo, pero... El día de hoy mi vida social se derrumbó más de lo que ya estaba.

Lo peor de lo ocurrido es que, mis compañeros rieron a carcajadas ante mi presencia y hablaron a mi espalda, no han tenido la más mínima pizca de compasión por mi vida, me hirieron descaradamente con sus acciones. Ellos no parecen tener una noción por mi historia, mi mundo, mis sentimientos.

Se creen superiores solamente por humillar al otro.

- Aarón... También se han reído de mí... Me gritaron miles de barbaridades... - No lo podía creer, se atrevieron a burlar a uno de los alumnos con una reputación de hierro... Ellos... Lastimaron a mi novio...

-Pero ¿Por qué a ti?

- Como salgo claramente en el video, me gritaron flor de puto y es el insulto más suave que recibí hasta el momento... Encima, se atrevieron a decirme en la cara, que a los homosexuales como yo los deben meter en la cámara de gas...

- Le dictaron su muerte en la cara y nadie se mete con mi hermano. El que se mete con él, le rompo la cara y no es ninguna mentira. Que tengan los huevos de decírselo frente a mi- Se oía mucho más que furioso, al parecer no le agradaba en lo absoluto que trataran de esa forma a su familia.

- Sinceramente, esta generación cayó miserablemente... Además, quien haya mandado ese video, debe ser expulsado, ya que está promulgando contenido indebido- Todos estaban de acuerdo de que esta locura había pasado todos los límites.

- Es cierto... ¿Saben quién fue...?- No sabía si dar el nombre del culpable de todo esto o tragármelo, era la perfecta oportunidad de desenmascarar a Gael, sin embargo, no le deseaba semejante mal a mi propio hermano a pesar de todo lo que me había hecho, y aunque lo mandara al frente... Él se haría la víctima para zafar ante todas las consecuencias de sus actos.

-Etto...- Todos me observaron fijamente, esperando una respuesta afirmativa o negativa.

~~~

- ¿Por qué no les has dicho la verdad? - Nos encontrábamos a solas en nuestra respectiva aula, a pesar de que no estaba permitida la permanencia de los alumnos en cualquier aula para evitar ciertos asuntos, ambos necesitábamos charlar a solas un momento.

-Valen... No es fácil, esto no es para nada fácil...- Estaba nervioso- De por sí me llevó por sorpresa enterarme que Gael mando el video y por más que intente salir adelante, me cuesta aceptar que aún sigo teniendo miedo. Tengo miedo... Tengo miedo a decir la verdad... Tengo miedo a lo que Gael es capaz. No es lo mismo contarle esto a mí círculo más íntimo a contárselo a todo el mundo, ¡Son demasiadas cosas para asimilar en tan poco tiempo! Mira lo que nos ha hecho... Nos arruinó... ¿Acaso hay alguna probabilidad de vencerlo...? - Mis ojos se humedecieron rápidamente. Quería llorar... Desahogarme.

- No sientas miedo... Él se alimenta de eso... Debemos mostrarnos fuertes... - Tomó mis manos para así observarme al rostro- Además, prometí ayudarte y esta vez no te decepcionaré... No dejaremos que Gael nos domine a ambos, pues no es nadie para andarse metiendo en nuestras vidas- Se oía tranquilo, calmado- Anda, no te desanimes, no me gusta verte triste... Mucho menos llorando... Muéstrame una sonrisa... - Sentí sus manos pasar por mi espalda, generando un ligero cosquilleo por toda esa zona, pues digamos en pocas palabras que soy bastante cosquilludo.

Como consecuencia ante su acción, me sobresalte levemente empujándolo torpemente y así caer contra la pared en una posición algo comprometedora. Para no golpearme en la caída, aferre mis piernas a su cintura para así en el momento de la caída, yo terminara sobre sus piernas haciendo que nuestras entrepiernas rozaran.

Antes que nada, largamos una gran carcajada ante tal momento, era más que obvio, si uno se cae o tropieza, lo primero que uno hace es reír para así crear un ambiente amigable, sin embargo nuestro ambiente se torno a uno inesperado...

- Me gusta verte así...- Susurro lento en mí oído.

-¿Cómo?- Exprese incrédulo.

- Riendo... Te hace ver mas lindo...-Ante tales palabras, no pude evitar sonrojarme. La mayoría de las veces en las que me da cumplidos así de tiernos, no lo puedo evitar. Lentamente se acerco a mi oído para darme algunas palabras- No te sonrojes... Eso me provoca...- En la que me acabo de meter...

-¿Eh...?- Completamente desprevenido, plantó sus labios en los míos en un lento beso, el cual lentamente fue tornándose en uno mucho más que intenso y demandante.

Nuestras lenguas chocaban desesperadas entre sí, lo cual me agradaba de su parte ya que hace un largo tiempo no compartiamos momentos de esta magnitud. Sentía como su lengua invadía en su gran totalidad mi cavidad bucal, generando ciertos cosquilleos por todo mi cuerpo. Sus manos pasaron por detrás de mi espalda en dirección a mis nalgas, las cuales parecían ser su adicción.

Mientras el beso se intensificaba segundo a segundo, sus manos las masajeaban, de vez en cuando las apretaba solamente para hacerme sentir a gusto y yo para dejar en clara mi satisfacción, lentamente movía mis caderas para así él las gozara con más intensidad.

Debía de admitirlo, el simple hecho de encontrarnos en un sitio en el que podríamos llegar a ser descubiertos por quien sea, era algo extremo como excitante, aunque al estar pegados a la pared no nos dejaba visibles a los ojos del resto de los alumnos, sin embargo el que debía de ser más que precavido, era yo, debía de ser cuidadoso, ya que si generaba algún sonido subido de tono, sería nuestra perdición.

Por falta de aire separamos nuestros labios, los cuales continuaban unidos por un hilillo de saliva, el cual desapareció en el momento en que comenzó a devorar mi cuello con cierta sutileza. Lentamente su lengua recorría toda esa zona, de vez en cuando se atrevía a dejarme algunas marcas, las cuales indicaban que nuevamente todo mi ser le pertenecía. Sus manos fueron colándose por debajo de mi buzo, sin ningún apuro fueron recorriendo toda mi espalda para luego pasar en dirección a mi abdomen en donde lo fue repasando, generándome pequeñas sensaciones agradables.

Con ambas manos levantó parte de mi buzo y polera dejando a la vista mis pezones, acercó su mano a uno de ellos para así estimularlo con leves apretones, mientras que con su lengua repasaba al otro. De vez en cuando se atrevía a morderlo, lo cual eso me hacía sentir más que bien.

No lograba controlarme del todo, él sabía perfectamente cómo hacerme sentir satisfecho y conocía todos mis puntos débiles, que con el más simple contacto, mi cuerpo caía en sus brazos. En ese mismo instante no hacía nada más que gemir, aunque con mis manos cubría mi boca solo para prevenir, sin embargo en el momento en que intentó atender aquella erección que se presentó en mi entrepierna, la peculiar voz del secretario del director interfirió el momento...

No sabíamos como sentirnos, nos habían descubierto... Ni aunque lo intentáramos, disimular no serviría para nada, la posición en la que nos encontrábamos, mi rostro completamente sonrojado, sus manos en mi cuerpo... Y muchos más tips delataban nuestro acto...

Ambos quedamos completamente inmóviles, no podríamos mentir de ninguna manera, pues el rostro del adulto no demostraba ninguna clase de aceptación ante nuestras acciones, habíamos violado una de las reglas institucionales, la cual dejaba en claro que la permanencia de los alumnos en las aulas durante los horarios de receso, quedaba totalmente prohibida.

Ante todo esto, no comprendía el cómo fuimos descubiertos, estábamos bien escondidos en el salón y no había manera alguna de haber sido captados por el resto de la institución, a no ser...

~~~

- Entonces quedó bastante claro, Acosta Valentín Cipriano quedará suspendido en el plazo de dos semanas.

Continuará.



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