19:30
Capítulo 43: 19:30
~Narra Aarón~
¿Qué debía hacer?
Ahora la vida me jugaba una terrible pasada, una tan confusa que me impedía pensar con claridad. Si debía ser totalmente sincero conmigo mismo, dudaba, dudaba que era lo correcto.
¿Le daría paso a los sentimientos? Era una pregunta muy curiosa.
Era una situación que marcaría, nuevamente, un antes y un después en mí actual presente, sin embargo debía meditar muy minuciosamente lo que en verdad quería hacer. Haber estado con Valentín fue una linda experiencia, una que disfruté plenamente y aunque me conste por aquel mal trago, admito que me gustaría volver a experimentar todo aquello.
Pero es aquí donde entra la duda, ¿Acaso yo merezco volver a llorar de manera tan injusta? Tristemente cayó en el juego de Gael, él como muchas otras personas que conozco y no tengo porqué castigar a las víctimas de tan ruin persona.
El fue mí primer amor, aquel que nunca se olvida, uno que llegó de repente y hubo una inmediata conexión. Hermosos momentos y recuerdos son los que guardo dentro de mí, desde lo bueno y lo malo, no porque haya sido mí ex me debo condenar a recordar todo lo negativo. No obstante, son estas cosas las que me vuelven más cuidadoso a la hora de abrirme.
Se que no confío en mí desde el primer momento y las cosas se fueron agravando hasta lo ocurrido en el hospital, pero eso también le enseñará a ser más atento ante la vida misma.
¿Qué debería hacer? ¿Perdonarlo? ¿Debería?
Eso solo me hace pensar en otras cosas, cosas en las que no dejo de divagar estúpidamente.
En el hipotético caso de que perdone a Valentín y retomemos lo nuestro, ¿Eso significa que soy capaz de perdonar a quienes me dañaron?
Es una pregunta con una pequeñísima trampa, tan diminuta al ojo humano, tanto que reformularía dicha interrogante. ¿Soy capaz de perdonar a las víctimas de Gael, quienes no tuvieron pudor a la hora de dañarme? La pregunta misma lo dice, ellos no tuvieron la culpa de nada, pero el daño ya fue hecho. ¿De qué me sirve castigar a las personas equivocadas? ¿Y quién soy yo para castigar? No tengo el corazón tan despiadado como para gozar la súplica de quién aclama mí perdón.
Esto era más complicado de lo que parecía…
Si algo puedo rescatar de todos los obstáculos que se han interpuesto en mí vida, es la experiencia que fui adquiriendo, experiencia que me fortalecería y alimentaria mí espíritu de voluntad a continuar mí camino y seguir adelante.
Observaba el reloj de mí cuarto inquietamente, nunca lo había visto funcionar con tanta velocidad, pues sin darme cuenta este ya se hallaba marcando la mitad de su curso. El solo observarlo me recordaba el hecho de que aún mí decisión no estaba tomada, restando 1 hora y 30 minutos para el punto pactado.
- ¿Qué puedo hacer?- Titubee- Enserio qué hiciste de mí corazón un manojo de emociones incontrolable. Más aún que te arrepientes de tu error, eres humano y todos cometemos errores. La diferencia es, ¿Quien es capaz de reconocer sus errores? Tu reconociste tu fallo. Quiero creer que todo lo que vino de ti no fue una simple mentira, o que quisiste decir lo que deseaba escuchar ante las circunstancias. ¿Me voy a arriesgar?
Caí en cuentas que toda la mentira de Gael me hacía dudar de las personas reales. Si tan así fuera ¿Por qué nunca dudé de Dante? Tal y como dijo Valen, todo dependerá de qué tan genuina se muestre la persona con uno mismo. A diferencia de mi hermano, ambos fueron genuinos a su personalidad. Valentín recién ahora pudo comprender lo que en verdad sucedía.
De lo que no dudo en verdad es en su ayuda. El me brindo la calidez de su corazón aún en mí peor momento, siendo quien escuchó mí desesperada súplica de una vida mejor. En esta nueva etapa, donde daré a relucir mí nueva versión, quiero estar rodeado de las personas que en verdad ven por mí.
- A fin de cuentas… Creo que nunca deje de sentir algo por ti… - Sonreí con leve nostalgia, sintiendo la tranquilidad que tanto necesitaba.
No me daba cuenta, pero todo esto solo me volvió más fuerte de lo que ya era. Solo que recién comenzaba a notarlo.
~Narra Narradora~
Sin ninguna clase de apuro, tomó su abrigo y descendió las escaleras en dirección a la puerta principal. Le aguardaban unos largos 25 minutos de caminata, los cuales juraban que se le volverían los más eternos de toda su vida. Sin objetar ni una palabra a su familia, salió de repente con un objetivo en mente.
- ¿Qué traes entre manos Lucero?- Mantuvo su mirada fija hacía la puerta, cuestionando el repentino accionar de su hermano.
De la avenida a la plaza, de la plaza al casino y del casino una recta caminata por la gran avenida hasta llegar a su destinó. El cielo se oscureció temprano y el mar adoptó un manto oscuro, tan intenso que pasaba inadvertido ante el ojo humano. Contrario a las corrientes de viento y a la marea de personas que avanzaban hacia el centro, Aarón no quitaba su vista de su cercano futuro.
Pronto el reloj marcaría la dichosa hora pactada, siendo divisada por ambos jóvenes. Aarón, quien caminaba y Valentín, quien aguardaban sentado en la entrada de su hogar.
19:30hs
La puntualidad no era algo propio de todos, exceptuando para el Lucero mayor, quien al vivir cargado de exigencias horarias, cumplía al pie de la letra las indicaciones del reloj.
Al elevar su mirada, lo pudo ver, con sus manos en sus bolsillos y una expresión que denotaba seriedad. El pequeño de los Acosta parecía estar hipnotizado ante la llegada de Aarón, puesto que no contaba con la ilusión de que esté apareciera tal y como mencionó. Esperaba con predisposición la ausencia que tanto temía.
- Aarón…- Sus orbes se iluminaron, siendo separados por escasos metros.
El mencionado solo se limitó a avanzar lentamente a su lugar.
- ¿Puedo sentarme?- Automáticamente recibió un espacio para así acomodarse- ¿Esperabas a que viniera?- Para su sorpresa, la tranquilidad y dulzura con la que se expresó fue la caricia que tanto necesito.
- Sinceramente… Pensé que no vendrías… - Suspiro.
- Pues aquí estoy- Una pequeña sonrisa escapó de sus labios, tan imperceptible que ni fue notada.
- Aarón, estoy muy apenado por todo…- Intentó ocultar su rostro, movimiento que fue evitado para así crear un contacto visual mutuo.
- Valen, mírame- Se aseguro- Esto no es fácil para ninguno de los dos y aprendimos que las cosas no son lo que parecen. Aún sigo temiendo, estoy asustado pero no quiero que eso me domine. Quiero poner en orden mí vida y es algo que haré paso por paso, no voy a conseguir nada si sigo en la misma nebulosa de cada día. Si te soy sincero, me costó tomar esta decisión, no estaba seguro, no obstante, recordé lo que tu dijiste sobre la genuinidad de las personas y el hecho de que, sin saberlo, fuiste una víctima del mismo demonio. Quiero cambiar mí vida Valentín, quiero ser feliz, un muchacho que haga lo que lo hace feliz y nadie controle su vida.
- No dudó de tu capacidad para afrontar las cosas, tampoco dudo del potencial que tienes para lograr todo lo que te propones. Ese eres tú Aarón, un luchador…
- Soy más un sobreviviente que un luchador. Recién ahora estoy comenzando a pelear por lo que quiero. No quiero que mí vida esté en manos de Gael o de mí padre, ya no más- Poco a poco fue tomando la mano del mayor, cautivandolo en un simple accionar- También quiero estar contigo Valen, no será sencillo, está vez será más complicado que al principio. Ya no me guardaré nada, no me voy a censurar frente a las macabras condiciones de Gael, no voy a permitir que el interfiera ante las personas que yo quiero. No voy a permitir que te lastime… Ni a ti, ni a mí, ni a nadie…
La sincronía de sus corazones se volvió una hermosa melodía y sus miradas experimentaron un brillo tan precioso como las estrellas mismas.
- Yo te amo Valentín, pero te advierto que esto no va a ser fácil- Advirtió.
- No me interesa lo complicado que se torne el camino, está vez no vas a estar solo. No me voy a dejar intimidar por un niñato con serias tendencias psicópatas y no volveré a caer en su juego.
- ¿Estás dispuesto a cruzar el mismo infierno para convertirlo en una inalcanzable utopía?- Al realizar tal pregunta no pudo evitar reír- Bueno, tal vez no una utopía, pero sí un mejor lugar- Sonrió.
- Estoy dispuesto- Respondió seguro sin titubeos- También te amo Aarón… Fui un estupido, insensible, egoísta, orgulloso y… - Fue interrumpido con un dedo en sus labios.
- Ya nos dimos cuenta- Nada era capaz de borrar su tierna sonrisa- Ahora… Déjame hacer algo un poco atrevido… Si me lo permites… - Sin soltar sus manos, acabó por robarle un dulce pero a la vez tierno beso en sus labios, siendo el sentimental apogeo de su sincronización.
Sus cuerpos se fundieron en un solo ser en la delicada unión de sus labios, experimentado nuevamente aquellas hermosas sensaciones que el destino les privó en un pesadillesco mes. Tal vez no estaba explícito entre sus palabras, siendo aquel beso el perfecto indicador a su ya anunciada reconciliación.
No muy lejos de tan amoroso encuentro entre ambos jóvenes, una mirada expectante, inundado en su celoso y diligente pesar, observaba con repudio la empalagosa escena de los reconciliados. Apoyado contra uno de los árboles, pasando inadvertido entre todos los transeúntes que gozaban de su instancia en La Feliz, enfocaba hasta la última gota de su inmensurable odio hacia la feliz pareja.
- Que viva la feliz pareja- Expresó mentalmente con gran sarcasmo- Ojala puedan ser muy felices los dos, ¡Pues claro que lo serán! Dos idiotas enamorados en medio de la gran calamidad que es la realidad. Tu fuiste advertido Aarón, abrazaste tu condena al volver con Valentín. Lástima por el… ¿Quieren ser uno? Perfecto, enfrenten las consecuencias como la feliz pareja que son. Quiero ver cuánto duran.
Sin ningun apuro tomo su celular y busco entre la galería uno de los archivos que con tanto cuidado guardo.
- El que avisa no traiciona querido- Poco a poco fue seleccionando cada uno de sus contactos- No soy ningún estupido. Me quisiste ver la cara de imbécil, me retaste al querer delatarme con Alessandro y tentaste mí furia. No busques sacarme de quicio hermanito querido, porque ahí no prometo ser piadoso- Incluyo el contacto de su padre- Nunca lo fui y nunca lo seré, así que deja de tentarme con tu rebeldía incontrolable. Aún no terminas de conocerme de Aarón, porque esto no es ni la gota de lo que soy capaz- Concluyó apretando el botón de enviado, creando una rápida cadena del dichoso video donde ambos amantes realizaban el acto del amor.
Su invisible presencia desapareció, caminando con una neutra expresión, finiquitando su sombrío acto al lanzar su celular a un cesto de basura.
Continuará.
El final se aproxima y fuertes momentos están a punto de suceder. ¿Será descubierta la farsa de Gael?, ¿Podrán Aarón y Valentín perdurar ante la adversidad?
La cuenta regresiva ha comenzado...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top