Todos tenemos una misión en la vida...

La mía, es proteger a quienes amo. Por esa razón es que voy a tener que dejarlos. Por pretegerlos.

Nunca dudes de mi amor hacia ti, Alexander. Porque es lo más puro y sincero de mi.

Cuando nos casamos, prometí estar a tu lado, pasé lo que pasé. Y no voy a romper esa promesa, solo que ahora viviré en tus recuerdos, en tu piel, en tus ojos, en tu corazón. Seré tu ángel guardián, así como tu seras el de de Emma.

Lamento mucho que estés sufriendo por mi. Esa nunca fue mi intención.

Tienes que reponerte, Gideon. Eres una persona muy fuerte y determinada. Yo sé que puedes con esto.

Te amo más que a nadie Alexander, nunca dudes de eso. Tu y Emma son lo mejor que me ha pasado.

Sé que te parecerá horrible al principio, por eso he dejado varias cartas escondidas.

Son 12 exactamente, 13 si contamos esta.

Una vez al mes, te llegará un mensaje de fuego con la dirección específica de cada una de las cartas. No te desesperes, la paciencia es la clave.

Promete que serás paciente. Todo llega a su debido tiempo, y esto no será la excepción.

Te amaré siempre. Espero que tu también.

Siempre seremos uno, no importa lo que pase.

________ Lightwood-Blackheart.

Alec sostenía la carta entre sus manos, con pequeños hilos de lágrimas en sus ojos. Era la letra de su esposa, de su difunta esposa.

Habían pasado ya unas 4 semanas de todo aquello, y él no había visto o hablado con nadie. Sólo se encerraba en su habitación y no salía de ahí.

Pero, esa carta era justo el incentivo que necesitaba. Aquel escrito le había renovado las esperanzas, las ganas de vivir.

-Te lo prometo, pequeño ángel.-Hablo con convicción en lo que decía.

Esta será el inicio de una nueva etapa en la vida de todos.