Luna y Lincoln se quedaron bajo un árbol esperando a que la lluvia para poder así continuar con su cita que Lincoln quería darle a Luna antes de que se valla una semana. Cuando estaba dejando de llover...

—Vaya, sí tardo un poco en parar la lluvia, si continuaba lloviendo de esa manera ya me hubiera tocado dar por perdido está cita —dijo Lincoln, observando cómo estaba parando de llover.

Lincoln miró a Luna la cual se había quedado dormida en su hombro, esperando a que la lluvia termine. Al verla, al tener su rostro tan cerca, no pudo evitar sonreírle.

—Luna en realidad es muy hermosa... —pensó el jóven peliblanco—, no la cambiaría por nada en este mundo —se acercó a su oído—, Luna, despierta dormilona ya paro la lluvia —le dijo Lincoln con un tono de voz cariñoso.

Luna poco a poco fue despertando y luego miró a su amado hermano.

—Hola hermano, ¿Qué sucede? —preguntó aún somnolienta, luego de eso miró a sus alrededores—. ¡Oh genial, ya paro la lluvia! Eso significa que podemos continuar con lo nuestro ¿Verdad Lincoln?.

—Claro, Luna, ese supone que ese es el objetivo o ¿no es así? —preguntó de manera irónica el peliblanco.

Luna y Lincoln salieron del lugar de donde se estaban escondiendo de la lluvia y comenzaron a caminar por el parque. Al avanzar, en el camino se toparon con varios charcos de agua, los suficientemente grandes como para caminar con cuidado.

—Luna, camina con cuidado y no pises lo charcos de agua, no me gustaría para nada que te caigas en uno y te ensucies la ropa —Dijo Lincoln mirando a su hermana.

—Oh Lincoln, es lindo que te preocupes por mí de esa forma, pero la que tiene que decirte eso soy yo, yo debería de cuidarte a tí, ya no tengo ni 10 ni 11 años jaja. —Dijo Luna con una tierna sonrisa en su rostro.

—Jajaja, Luna puedo cuidarme yo solo, no soy un niño tonto ni nada por ese estilo —dijo Lincoln, intentando sonar como todo un chico maduro y responsable.

Luna en ese momento dibujó una sonrisa maliciosa en su rostro, y miró a Lincoln directamente a sus ojos, oh sí,  ¿Ya no era un niño tonto ni nada por el estilo, eh?

—¿A sí que puedes cuidarte solo, eh? ¿Y que pasaría si no sé, viniera alguien y por cosas del destino, te empujara a uno de esos charcos de agua? —preguntó Luna, acercándose a Lincoln aún con su sonrisa maliciosa.

—Ehm, Luna... —murmuró retrocediendo el peliblanco—, ¿Qué pretendes hacer? No creo que alguien dulce como tú haga eso ¿Verdad? Aparte no creo que seas capaz de hacer eso.

—¿Hacer qué, hermano? ¿Empujarte a uno de esos charcos de agua? Hay cosas que no conoces de mí, Lincoln —respondió ella, con malicia, pero también bromeando un poco.

—Ok, ok, ya entendí, pero no hagas eso por favor —suplicó el peliblanco.

—Esta bien, no haré eso por esta vez, pero la próxima no te salvas de mí, eh, jaja.

Luna y Lincoln continuaron su camino y cuando estaban por salir del parque, Luna observó a otra pareja de enamorados los cuales estaban tomados de la manos, al parecer, pasándola bien, como lo que eran, una pareja de jóvenes enamorados.

Luna miró a Lincoln y en verdad quería que Lincoln la tomara de su mano, pero al ser ellos hermanos y conocidos en Royal Woods, los malos pensamientos y chismes no iban a tardar en aparecer. Sí, a veces ser muy conocidos no era lo mejor. Ver esa escena la frustró.

—Ni siquiera podemos caminar tomados de las manos sin que las personas piensen mal, ¡Rayos! —pensó Luna para luego dar un largo suspiro de frustración.

—¿Qué pasa Luna? ¿Por que ese suspiro? —preguntó el albino.

—Por nada hermano, no me pasa nada, tranquilo, es solo que... —hizo una pausa—. No, nada, olvídalo.

—¿Estás segura, Luna? si algo te pasa puedes decirme con confianza, por algo somos hermanos —Dijo Lincoln mirando a su hermana.

"Hermanos" "Hermanos" "Hermanos" esa palabra rebotaba en la mente de la jóven rockera, aunque luchó en ese momento para que, con cada rebote, no vaya a causar más alboroto por ahí y por allá.

—Si jeje —miró a otro lado—, hermanos.

Lincoln y Luna salieron del parque y decidieron caminar al lugar donde Lincoln tenía planeado llevarla, pero al llegar por desgracia el establecimiento estaba cerrado.

—¡Oh genial lo que faltaba! No puede ser, ¡¿Por qué justamente hoy tenía que estar cerrado este lugar?! Luna de verdad, lo lamento —dijo con pesar, mientras tocaba su nuca—. Tal ves salir no fue una buena idea, primero la lluvia y ahora esto, quería darte la mejor cita de tu vida, pero fue todo lo contrario. Perdóname.

—Ey, Lincoln... —colocó su mano en el hombro de su hermano—, no te pongas así,cno es tu culpa, vamos, aún hay muchos lugares a donde podemos ir, esta cita no está arruinada ni nada por el estilo —dijo Luna, intentando subirle el ánimo al jóven peliblanco.

—Sí, tienes razón, esta cita no está arruinada del todo, y aún podemos disfrutarla. ¿Pues dime a dónde te gustaría ir ahora? —preguntó Lincoln.

—Ehm, ¿Qué te parece si vamos al cine, Lincoln? Estoy muy segura que ahí podremos disfrutar los dos solos y sin nadie que nos interrumpa. ¿Qué dices te animas?.

—Está bien, a donde quiera ir usted señorita, yo la llevo no se preocupe —dijo Lincoln, hablando como todo un caballero y haciendo una sutil reverencia, lo que provocó una pequeña risa en su hermana mayor.

—Jajaja, ay pero que caballeroso es usted joven.

Lincoln y Luna decidieron caminar nuevamente para poder llegar al cine, Luna y Lincoln pensaron que tal vez estando los dos solos en el cine podrían pasar un rato juntos, a oscuras, se tomarían de la mano y tal ves pudieran besarse sin que nadie los moleste, eso era algo que emocionaba a Luna enormemente, ya que pensaba que al fin podrían pasar un rato como pareja y no como dos simples hermanos, puesto que ellos siendo Louds, toda Royal Woods los conocía como hermanos.

Pero como su servidor es un verdadero hijo de la ver.. no iba a poner las cosas sencillas. Cuando llegaron al cine por "obra" del destino —o por obra del autor— Lincoln se topó con dos de sus amigos, los cuales eran Liam Rusty, mismos que también iban a ver una película de la cual quedaron fascinados con el Triller. Lincoln al ver a esos dos, intentó irse del lugar junto con Luna, pero fué inútil, sus dos amigos de dieron cuenta de su presencia.

—Pero miren a quién tenemos por aquí, hola Lincoln ¿Cómo te va amigo? —saludó Rusty, acercándose junto con Liam al peliblanco y su hermana Rockera.

—¡Liam! ¡Rusty! Wow es genial verlos, chicos, pero... —dijo Lincoln, sonriendo algo nervioso.

—¿También vienes a ver una película como nosotros amigo? ¡Ah! Y vienes con tu hermana, genial.

—Hola —Dijo Luna, la cual por fuera parecía estar feliz, pero por dentro era todo lo contrario, muy diferente.

—¿Pero que hacen aquí chicos? ¿Liam no dijiste que estarías ocupado en la granja? Y tú Rusty, tenía entendido que ibas a hacer un trabajo de la escuela con Stella —dijo Lincoln.

—Pues mi trabajo en la granja lo terminé muy temprano y bueno me dieron permiso para poder venir aquí al cine, el trabajo duro en la granja siempre debe ser recompensado —dijo Liam.

—Sí, y con Stella, bueno, digamos que ahora me toca hacer el trabajo solo ya que declinó en hacerlo conmigo, pero eso no impide que pueda venir al cine, y por eso lo invité a Liam, también llamé a casa de Clyde para invitarlo y me dijo que faltabas tu en el grupo y no quería venir sin tí —respondió Rusty.

—Dijo también que tú estabas realizando limpieza en tu garage o algo así —comentó Liam.

—¡Oh! Bueno, si, sobre eso —se aclaró la voz—. Mi hermana me ayudó a limpiar temprano y bueno..yo la invité al cine no es así Luna.

—¡Si! Se suponía que veríamos una película los dos solos —desvió su mirada y susurró—. Pero al parecer todo se fue al carajo ¡Otra vez!

—¿Oigan chicos porque no vemos una película todo juntos? Es más divertido si hay más gente —propuso Liam, sin tener la más mínima idea de que estaba arruinando una cita, dos son compañía, tres son multitud, ¿Pero cuatro? ¡Maldita sea eso arruina cualquier plan!

Lincoln dibujó una sonrisa muy forzada al escuchar la propuesta que hizo Liam.

—Claro, es más divertido... cuando hay más personas, que te interrumpan ¡Digo! ¡Que te acompañen! Jajaja.

—Vamos Lincoln, aparte estoy muy seguro que tu hermana no se molestará si acompañar a su hermano y sus amigos, porque eso hacen las hermanas con sus hermanos. ¿No?

Esa frase..."Eso hacen las hermanas con sus hermanos" hizo que Luna llorara por dentro mientras comenzaba a sentirse realmente mal, a donde quiera que Lincoln y ella iban todo el mundo los conocía y ni siquiera en el cine, donde se supone que pueden estar solos, no podía.

—¡MALDITA SEA COMO ODIO ESA PALABRA! ¡¿POR QUÉ?! ¡¿POR QUÉ NOSOTROS TENÍAMOS QUE SER HERMANOS?! —pensó Luna, muy frustrada por dentro.

—Luna ¿Qué te parece si vemos una película con mis amigos? —preguntó Lincoln.

—No, Lincoln, yo solo venía a acompañarte, porque eso hacen las hermanas con sus hermanos, ¿Verdad? Y, como estás en compañía de tus, amigos, creo que no me necesitas ¡Me devuelvo a casa! ¡Diviértete nos vemos luego! —Dijo Luna la cual sale casi corriendo del lugar, ya cansada de que las cosas no le salieran para nada bien.

—¡Luna espera aún podemos..! —dijo Lincoln, mirando como se alejaba—, tener una cita.

—Oye, Lincoln ¿Qué le pasa a tu hermana? Al parecer se fue muy triste —preguntó Rusty, mirando como se alejaba Luna del cine.

—¿Acaso hicimos o dijimos algo malo amigo? —preguntó Liam, sintiéndose culpable.

—¡No! ¡Ustedes no tienen la culpa! Chicos miren la verdad quería ver una película con mi hermana, era una forma de pagarle por tomarse la molestia de ayudarme con la limpieza del garage. Eso es todo.

—Lo sentimos Lincoln, no era nuestra intención arruinar eso noble gesto de tu parte, eres un buen hermano —dijo Rusty.

También Lincoln comenzó a gritar por dentro al escuchar esa palabra, ¡Hermano! Cómo empezaba a detestarla.

—Si jeje, buen hermano —Dijo Lincoln de manera triste.

—Pero, si aún deseas, puedes ver una película con nosotros Lincoln, y así te relajas luego de haber limpiado el garage ¿Qué dices? —preguntó Liam.

—Lo lamento chicos pero no puedo ahora sí me disculpan me tengo que ir ¡Cuidense y disfruten su película! —Dijo Lincoln el cual sale disparado del lugar dejando solos a sus amigos.

—¿Qué le pasará a Lincoln y a su hermana? —preguntó Rusty.

—No lo sé, actúan de manera extraña, pero bueno nosotros a lo que venimos.

Ahora nos vamos a ver a Luna la cual está caminando rumbo a su casa mientras lágrimas caían de sus ojos como cascadas y tenía una expresión que reflejaba tristeza pura.

—¿Por qué? A donde quiera que vayamos nunca podemos estar juntos —recordó la frase de..."Eso hacen las hermanas por sus hermanos"—. ¡¡Maldita sea!! Cómo odio esa palabra ¡La odio, la odio tanto! No podemos ir a ninguna parte sin que nadie nos reconozca o nos conozcan como hermanos. Sam tenía razón, jamás podremos estar juntos. ¡¿Por qué tuvimos que ser hermanos?!

Luna continuó su camino de manera rápida hasta llegar a su casa. Cuando llegó se topó en su camino a Lori Leni y Lynn.

—Luna ¿Literalmente que te pasó? ¿Por qué vienes de esa forma? —preguntó Lori.

—¿Acaso tuviste algún problema, Luna? —preguntó Leni, confundida de verla así a su hermana.

—¡No no tuve ningún problema, solo quiero estar sola! ¿si? —Dijo Luna la cual comienza a subir las escaleras.

—¿Por cierto alguien a visto a Lincoln? Ya se está haciendo algo tarde —preguntó Lynn.

—Lincoln, él está en el cine con sus amigos..¡disfrutando! —dijo Luna casi gritando.

Cuando Luna entró en su cuarto su hermana Luan estaba ahí.

—¿Luna qué te..?

—¡Luan no estoy para tus chiste ¿Si? así que solo cállate ¡Por favor! —Dijo Luna un poco furiosa.

—Wow tranquila, Luna, al parecer tu práctica con tu banda se arruinó. —dijo Luan mirando a Luna con pena.

—Si si sé arruinó ¡Se arruinó por completo, Luan!.

Luna se acostó en su cama mientras comenzaba a llorar en silencio sin que su hermana Luan se diera cuenta. Se acostó boca a abajo para callar así su llanto. En ese momento Luna recordó otra pregunta que la afectó mucho..

¿Por cuánto tiempo? Fue la pregunta que Sam le había hecho horas atrás.

—¡Creo que lo mejor será... no! ¡No, no, no es para tanto Luna, no pienses en eso, solo tuviste un mal día, un mal y horrible día. No pienses en eso Luna no es para tanto no, no lo es —pensó la jóven Rockera.

Continuará...