CAPÍTULO 1: EL COMIENZO.
Disfrútenlo muchas gracias!!
Nos encontramos en la casa Loud, propiedad de la familia más ruidosa de todo Royal Woods. Y no es de esperarse, con 11 hijos cada uno más loco que el anterior, uff, el caos reina todos los días —y ahora cabe preguntarse, ¡¿Acaso los padres no conocieron los putos condones?! ¡Joder, 11, loco, 11!—.
Ahora nos vamos a ver a Lincoln, el hijo y único varón de la familia, el cual se encontraba en la sala junto con su amigo de alma, el negro chocolatero, ¡Oh perdón!, —Family Friendly— Clyde, jugando videojuegos.
—Bien —mirando la pantalla, muy emocionado—, vamos Clyde, ¿Qué pasó?, has tenido una mala racha hoy jaja, te voy ganando 4 veces seguidas, ese cómic de Ace Savy será mío.
—No te preocupes hermano, esta partida la ganaré yo, tengo mucha confianza en mí mismo —dijo Clyde, creyendo ciegamente que con tan solo tener confianza en sí mismo, era suficiente.
—Si claro, lo que tú digas amigo —respondió el albino.
Luego de unos pocos minutos más, Lincoln termina ganando otra vez, una victoria aplastante a decir verdad.
—¡Si! Gané otra vez jajaja —haciendo su baile de la víctoria, el peliblanco celebró cinco victorias seguidas, puta hermano, un gran festejo—. Ajá, si, yo gané, otra vez, si soy el mejor en este juego, y mejor que tú —señaló al negro chocolatero.
—Suerte de principiantes, aparte, no estaba concentrado Lincoln, por eso me ganaste —intentó ocultar su molestia detrás de una falsa imágen de sus no le importaba—. Vine aquí a distraerme pero, fue todo lo contrario.
—Vamos Clyde, dime ¿Qué te pasa? Desde que llegaste aquí a mi casa, has estado actuando de una manera extraña, como si algo te preocupara amigo, y no resulta tan increíble ganarle a alguien sino está concentrado en la partida.
—... —Clyde suspiró—. Son mi padres Lincoln.
—¿Qué? Tus padres, pero;¿Y ahora qué pasó?.
—Ellos... ellos discutieron amigo, y lo peor es que no sé el por qué lo hicieron —respondió de forma decaída—. No me gustaría ver que sus discusiones lleguen a, dañar por completo la bonita relación que tienen, o tenían.
El albino levantó una ceja, ¿Los amorosos padres de Clyde discutiendo? Que locura.
—No eso no lo creo Clyde, tus padres no van a separarse. Ellos se quieren mucho amigo. Tu eres testigo de eso. Escuché a papá una vez decir que ninguna pareja se salva de una discusión, pero está en ellos enmendar el error, o algo así.
—Solo espero que realmente no vayan a separarse, sería bastante triste para mí —comentó Clyde.
—Tranquilo, amigo, no pasará. Venga, una partida más para que olvides ese detalle y podamos tener una batalla justa —dijo Lincoln, volviendo a tomar el control de su consola.
—Me gustaría mucho pero, ya es hora de irme, me dieron permiso por solo tres horas, lo siento Lincoln, jugaremos otro día —dijo Clyde. Lincoln suspiró, por algún motivo esas cinco victorias seguidas se sentían ahora tan vacías.
—Cuídate Clyde, nos vemos mañana en la escuela.
—Adiós amigo, nos vemos —se despidió Clyde.
Clyde se despide de Lincoln y sale de su casa con rumbo a la suya. Por su parte Lincoln se pone a jugar un rato más, ahora en solitario, quería ganarle a los personajes de su juego en un modo difícil para sacarse ese mal sabor de cinco victorias vacías.
Después de eso, y de ganar y perder una que otra partida, se aburrió de los videojuegos, apagó su consola, por fortuna ninguna de sus hermanas se encontraba cerca, si veían que había desocupado la televisión, sin dudarlo lo empujarían fuera del mueble junto con su consola. Antes de regresar a su habitación, fué a la cocina a por un vaso de agua.
Cuando llegó, se sirvió su vaso con agua. Al darle un sorbo, este escuchó un fuerte grito que le hizo escupir lo que tragó. Miró el suelo, diablos ahora tenía que limpiar eso de ahí o su padre preguntaría después quien fué, pero antes de hacerlo, hermana mayor, Luna, ingresó en la cocina.
—¡Si! ¡Si! ¡Si! ¡Si! al fin la terminé, lo hice, me costó mucho pero al fin logré terminar esto, ¡I'm cool, Baby! Soy increíble —tenía un entusiasmo bastante notorio la castaña, se percató que su hermano menor estaba en la cocina—. Hola Lincoln, ¿Qué hay hermano? Pensé que papá estaría aquí pero, veo que no.
—Hola hermana, no papá no está pero ¿Qué sucede? ¿Por qué estás tan feliz? —preguntó Lincoln, se sintió curioso de aquella felicidad de su hermana?
—Estoy felíz porque logré terminar esta canción —respondió ella. Le mostró a su hermano menor el fruto de su esfuerzo, talento y creatividad—. Mira, hace dos semanas atrás anunciaron un concurso, la persona que escriba la mejor canción de todo Royal Woods, conocerá a Mick Swagger en persona, esa canción formará parte de su álbum y la mejor parte, ¡Pasará con el una semana entera como parte del premio!
Vaya, eso sí era un premio, no como los premios o recompensas de los políticos latinoamericanos por nuestro arduo trabajo —¡SAQUENME DE LATINOAMÉRICA!—. Lincoln se mostró bastante feliz por su hermana, Mick era su ídolo, su figura a seguir, y ahora que tenía la oportunidad de poder conocerlo y convivir con él una semana si ganaba el concurso, ni loca a perder tan jugosa oportunidad que el destino —o el guión, no sé— le estaba dando.
—Gemial, Luna, por la forma en la que hablas, veo que eso es algo muy importante para tí —dijo Lincoln.
—Si hermano, es muy importante para mí, si llego a ganar, al fin podré conocer a mi idolo Mick swagger. El ha Sido mi inspiración, él es...es perfección en dos palabras —el albino pudo ver en los ojos de su hermana una gran ilusión.
—Me alegro por tí, Luna —dijo Lincoln. Dejó su vaso en el lavamanos de la cocina, que por algún motivo extraño, tenía todavía agua sucia y uno que otro plato en su interior.
—Oh, de lo ansiosa que estoy me olvidé del sobre. Tengo que escribirla en la computadora, imprimirla y después mandarla por correo ¿Me detienes mi libreta un momento, Lincoln? Iré a mí habitación.
—Claro. ¿Puedo echarle un vistazo? Quiero ver qué tan buena es —preguntó Lincoln.
—Está bien, pero ten cuidado hermano, no quiero que le pase nada malo, es la única copia que tengo, no eh escrito otra —respondió su hermana mayor.
—Luna, estás hablando con Lincoln Loud, el chico más cuidadoso, responsable y tranquilo de todo Royal Woods, ¿Qué podría salir mal? —preguntó el albino, sintiéndose muy confiado en lo que dijo.
Luna le entregó la libreta a Lincoln y se retiró a su habitación en busca de un sobre para su canción. Lincoln empezó a leerla y caminar mientras lo hacía.
—Definitivamente Luna sí tiene talento para la música, no como esos "cantantes modernos" que no saben nada de música y cantan puras estupideces —pensó Lincoln, mientras seguía caminando con aquella libreta en sus manos.
No obstante, ni bien terminaba de leer la canción de su hermana, Lincoln pisó por error uno de los juguetes de Lily que estaba tirado en el suelo de la cocina, juguete que casualmente era un carrito, lo que provocó que el albino pierda el equilibrio y se estrelle de cara al suelo. Soltó la libreta sin tener idea de dónde fué a parar.
—¡Oh, rayos! Eso sí me dolió —dijo el peliblanco, con una mano en su rostro. Miró lo que había pisado y se dió cuenta de que era uno de los juguetes de su hermana Lily—. Así que fue por esto, le he dicho mil veces a Lily que no deje tirados sus juguetes, pueden ocasionar un accidente.
Lincoln se puso de pie, sobando su propia cara, pero al darse cuenta que ya no tenía la libreta en sus manos, se preocupó, dónde carajos había ido a parar. Un escalofríos muy desagradable recorrió su espina dorsal al ver dónde había terminado la libreta de su hermana, todo el esfuerzo que puso pasa componer esa canción y conocer a su ídolo.
—¡No puedes ser, no puede ser, no puede ser! —dijo muy asustado el pequeño albino. Sacó esa libreta del lavamanos y, carajo, estaba toda arruinada—, ¡¿Ah, por qué me pasan estas cosas a mí?! Luna va a matarme sin duda...
Lincoln en ese momento se percató que, su hermana mayor, ya había regresado a la cocina en busca de su libreta, pero nada más al ingresar observó como su querido hermano tenía su libreta toda arruinada en sus manos.
—No, no, no puede ser, mí canción... —dijo ella mirando como su libreta estaba arruinada—. No. Ese fué mi trabajo de más de una semana.
—¡Luna lo siento, enserio, fué un accidente! —trató de
disculparse pero ya era demasiado tarde.
—Me esforcé tanto, y ahora, está arruinada —las lágrimas comenzaron a aparecer en sus ojos—. Tanto esfuerzo para... ¡PARA QUE TÚ VENGAS A ARRUINARLO, LIKCOLN!
—Luna, enserio, créeme fué un accidente...
—¡¿UN ACCIDENTE?! ¡¿UN ACCIDENTE?! ¡ESTO NO FUE UN ACCIDENTE LINCOLN! —gritó con fuerza Luna, carajo parecía un volcán en erupción.
Ese fuerte grito de Luna retumbó en toda la casa, haciendo que las demás hermanas bajarán y llegaran a la cocina en muy poco tiempo, para hacer los quehaceres del hogar no aparecen, pero para cosas como estas claro que sí.
—¿Qué paso por qué los gritos? —preguntó Luan (besto Loud por cierto)
—¿Qué pasó Luna? ¿Qué ocurrió? —preguntó Lori.
—¿Qué por qué grito? Porque este idiota arruinó mi canción, ¡Mí canción! La que estuve trabajando más de una semana —respondió Luna, entre lágrimas, pero también estaba furiosa—. Esa era la canción que yo escribí para mandarla al concurso musical de Royal Woods, le puse tanta dedicación y esfuerzo, para que venga este, este... —miró a su hermano—, Lincoln, ¡Y me la arruine!
—Vamos Luna no creo que Lincoln tenga la culpa —comentó Leni, saliendo en defensa de su hermano.
—¿No tiene la culpa? —le arrebató con brusquedad su libreta, o lo que antes fué su libreta de las manos de su hermano—. ¡¿Y qué es esto?! Parece que lo hizo a propósito.
—Luna ¿No tienes una copia? —preguntó Lynn.
—¡No! No tengo otra copia, todo estaba ahí, toda la canción, rimas, versos, ideas, ¡Todo! Y ahora...
—Luna, lo siento, enserio, no fué mi intención —dijo Lincoln tratando inútilmente de disculparse, pero fué en vano.
—Siempre es lo mismo contigo, Lincoln, siempre —Miró a su hermano—. Siempre tienes que arruinar algo en esta casa, sino es el bate de Lynn, o las cosas de Lori, es el muñeco feo de Luan...
—Oye... —dijo Luan, se sintió ofendida.
—Lincoln, de verdad... ¡Qué pésimo hermano eres! ¡Pésimo e idiota! —tras decir eso último, se retiró de la cocina hacia su habitación, no quería seguir estando en ese lugar junto con su hermano. Dió fuertes pisotones, en serio estaba furiosa.
Lincoln después de ver a su hermana retirarse, miró a sus otras hermanas...
—¿Chale ya la cagué, verdad?
—Lincoln, literalmente tienes que tener mucho cuidado con las cosas que haces, esta vez fué la canción de Luna, mañana tal vez algún trabajo de Leni, o los maquillajes de Lola.
—¡Lincoln si haces eso te juro que conocerás a San Pedro en persona! —levantó la voz la pequeña insecto arrogante y chismosa, vestida de rosa.
—Pero fue un accidente Lori, yo no quería arruinar su canción, no tengo ningún motivo para hacerlo, pisé uno de los juguetes de Lily y me caí al suelo.
—Eso no quita el hecho de que la arruinaste, Luna tiene todo el derecho de enojarse contigo Lincoln, ella estuvo trabajando en esa canción día y noche, se esforzó tanto, a mi me consta, estuvo así más de una semana, a veces no me dejaba dormir por estar hasta altas horas de la noche escribiendo y escribiendo —dijo Luan, recordando todo el esfuerzo de su hermana mayor.
—Bueno, es de esperarse de Lincoln, él siempre lo arruina todo —dijo de forma grosera Lola.
—Suspiro, que mal por Luna, yo me sentiría igual si mis poemas fueran arruinados de esa forma —comentó Lucy.
—Lincoln ahora mismo subes a pedirle disculpas a Luna, ¡Ahora! —ordenó Lori.
—¡Señora, sí señora!
Lincoln salió disparado de la cocina para subir a la habitación de Luna y Luan. Ya estando enfrente de la puerta, Lincoln golpeó la puerta, llamándola.
—Luna... ¿Puedo entrar?
—Vete Lincoln, no quiero hablar contigo, vete —respondió su hermana desde el interior.
—Luna, por favor vamos, enserio fué un accidente.
—No Lincoln, no es la primera ves que me haces esto, cuando me rompiste mi amplificador por estar buscando a tu preciado bum-bum, te perdoné, cuando dañaste mi chaqueta autografiada por Mick swagger como premio al ser la persona número 100 en comprar su álbum, también te perdoné, cuando perdiste mis botas las cuales iba a usar para un concierto de rock, también te perdoné, cuando borraste mi vídeo el cual estuve trabajando 3 días seguidos para subirlo a internet, yo te perdoné. Cuando dañaste mi guitarra nueva recién comprada también te perdoné, me dolió mucho pero te perdoné, pero ahora... ¿Otra vez? ¿Otra vez me arruinarse algo?
Lincoln guardó silencio unos momentos, su hermana tenía razón, y ahora que lo pensaba bien, ella le había perdonado muchas de sus travesuras, pero este accidente, fuera o no su culpa, fué la gota que derramó el vaso.
—No Lincoln, tu ya lo haces a propósito, no hermano, esta no te perdono, no te la perdono jamás, vete no quiero hablar contigo. Eres un pésimo hermano.
Lincoln tragó saliva, su hermana hablaba en serio, así que mejor escuchó la voz de la razón y se alejó de la habitación de su hermana.
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