Capítulo 8.

El británico cascarrabias desvío la mirada de mis ojos y de nuevo midió a cada uno de sus estudiantes. De reojo pude verificar lo que Meera decía, casi toda la población femenina, incluso la masculina, miraban con ojos brillantes al delicioso espécimen que los observaba. El hombre era caliente, pero Meera tenía razón; un grano en el trasero como vecino y ahora también como mi profesor.

Bien que paso por mi cabeza la idea de Shawn yendo al conservatorio, ¿pero profesor? ¿Cuántos años tenía? No podía tener más de veinticinco años. Por un momento supuse que tener el apellido que tenía y los contactos en el conservatorio lo hicieron optar fácilmente a un puesto de profesor.

En fin, nepotismo.

Había hecho una especie de tregua con Shawn cuando me llevó mi carta del banco a casa y se disculpó, sin embargo, ¿era realmente una tregua? ¿El hecho de ser mi maldito profesor hará que las cosas se pongan más feas?

No odiaba a Shawn, no tenía por qué odiarlo, el tipo era delicioso a la vista, bastante malhumorado y evidentemente maleducado, pero se disculpó por el incidente de mis bolsas. ¿Debía de igual manera tener una predisposición de cómo sería como profesor? Las experiencias de Meera estaban sobre la mesa, Shawn era un grano en el trasero, ¿este año sería igual?

—Algunos me conocerán, otros habrán escuchado rumores sobre mí, probablemente todos ellos sean ciertos. ¿Me molesté porque vinieron sin estudiar el temario que impartiría? Sí, obviamente lo hice, para qué asistir a clases si ni siquiera leen un poco de lo que voy a decir. Necesito mantenerlos despiertos—respondió instantáneamente su pregunta manteniendo todos los ojos atentos en él —. ¿Hice llorar a alguno de sus compañeros? No es mi culpa que sean tan sensibles, no estoy aquí para ser su amigo, estoy aquí para enseñarles. ¿Reprobé a la mitad del curso el año pasado? Por supuesto, veo varias caras conocidas, señor Silva, ¿cómo está? Espero que esta vez se tome en serio mi clase.

Definitivamente este año sería igual, me respondí mentalmente.

Todos miraron hacia el pobre chico en la primera fila quien se veía mortificado por el comentario del británico.

—Me gusta la disciplina, la dedicación y por supuesto el trabajo duro, si conocen la definición de cada uno de esos elementos y los aplican no solo en mi clase sino en su vida diaria y profesional llegaran muy lejos. ¿Preguntas?

Nadie dijo nada, podía jurar que solo el sonido de un solitario mosquito atravesó mis oídos. Pero poco después del silencio atroz una delgada mano se alzó frente a nosotras, la chica—quien meneo sugestivamente su escote y tomó un mechón de cabello para enrollarlo en su dedo—, no parecía asustada como el resto de mis compañeros, ella se veía interesada... bastante interesada.

—¿Señor Kavanagh, podemos saber qué edad tiene? Parece bastante joven para ser profesor.

Shawn como siempre parpadeó, totalmente inexpresivo, de verdad me ponía de los nervios.

—¿Qué edad tiene usted, señorita...?

—Poly, Poly Trickman—dijo ella, o ronroneó, estaba segura de que ronroneó—. Tengo dieciocho.

Sentí el sonido de las arcadas de Meera a mi lado.

—¡Dieciocho! Todos, su compañera Poly Trickman tiene dieciocho años—fingió bastante bien una sonrisa feliz, tuve que evitar suspirar, aunque fuera bastante falsa era la primera vez que observaba otra emoción en Shawn. De repente su sonrisa se borró dando paso de nuevo a la inexpresión —. Eso es lo único que necesitan saber usted y sus compañeros, señorita Trickman. ¿Mi edad? Es solo mía y claro, de recursos humanos.

Ahogué una risita, lamentablemente no fui para nada disimulada. Shawn desvío su mirada de la sonrojada Poly tengo dieciocho años Trickman y de nuevo me miró. Pensé que iba a llamarme la atención por reír, pero Shawn hizo lo de siempre.

Adivinaste, parpadeó.

—Ahora todos vayan al capítulo uno, iniciamos nuestra lección del día.

No oí ninguna queja, ningún suspiro lastimero, nada, solo el sonido de todos siguiendo las instrucciones de nuestro profesor.

La clase fue bastante interesante, Shawn no hizo llorar a nadie y mantuvo la mirada atenta de todos sobre él. El británico cascarrabias era muy bueno en lo que hacía, sus manos se movían al explicar alguna cosa mientras él caminaba de un lado al otro frente al pizarrón, se notaba la pasión en sus ojos al hablar y eso me emocionó, porque Shawn podría ser cualquier cosa, pero profesionalmente era apasionado.

La pasión traía la excelencia en la música.

Al pasar las horas de clases, Shawn miró continuamente el reloj en su muñeca, hasta que dio la hora de salida.

—Bien, es todo por hoy. Nos vemos el miércoles y por favor, lean el capítulo dos, haré preguntas y el que no las responda le pediré amablemente que se retire de mi clase. Por favor, aquellos de los que seré tutor, necesito que se queden unos minutos, los demás ya pueden irse.

Muchos salieron corriendo del salón, algunas chicas lo hicieron soltando risitas mientras que observaban de reojo a Shawn, pero él las ignoro totalmente. Minutos después solo quedábamos cinco personas en sus asientos: Un chico con gafas extra gruesas y cabello grasiento, otro chico, este rubio y el que podía jurar estaba temblando en su asiento mientras miraba a Shawn espantado, Poly Trickman, Meera y yo.

Shawn arqueó su ceja al verme aún sentada en mi lugar, me encogí de hombros, al final no era mi culpa que él me hubiese sido asignado.

—Bien, cuéntenme un poco sobre ustedes—Nadie dijo nada. Pude notar como Shawn se desesperó—. ¿Alguien? ¿Qué instrumentos tocan? ¿Por qué decidieron estar aquí?

De nuevo nada, Shawn en un grupo reducido era aún más intimidante.

—¿Señorita Trickman?

—¿Eh si?—la voz de la chica tembló un poco, sus intentos de coqueteo obviamente habían sido dejado de lado—. Oh, yo toco la flauta, estoy aquí porque mami no podía pagar Juilliard, papi sí que podía, pero están divorciados y se odian, mami jamás permitiría que papi me aleje de ella.

Miré a Meera, ella me miró. Poly Trickman provocaba escalofríos.

Sin embargo, por más extraña que hubiese sido la respuesta de Poly, Shawn se dirigió al chico de cabello grasiento.

—¿Tú?

—Uhm soy Hansi Scrubber, sí, mi nombre es horrible, prefiero que me digan Han—formé una mueca, el apodo no era mejor que su nombre—, toco la flauta también. Mi sueño siempre ha sido tocar en una gran orquesta, trabajé duro para llegar aquí.

Shawn asintió, luego miró a chico rubio, como si fuera posible tembló aún más.

—Zac Tu-tucker, cello.

Todos prestamos atención a Zac esperando que dijera algo más, pero se quedó en silencio mirando sus manos temblorosas. Para mi sorpresa Shawn no lo presionó, solo dio un pequeño asentimiento y siguió con Meera.

—Soy Meera Richardson, violín, espero convertirme en primer violín en la orquesta principal del conservatorio, quiero llegar a tocar en la Filarmónica de Nueva York, específicamente la Filarmónica de Nueva York, no quiero más nada.

—Tus padres preferirían que te quedaras en California—comentó Shawn apoyándose en el filo de su escritorio.

Meera se encogió de hombros como si no le importara.

—Ya me obligan a venir aquí a pesar de todo y tengo que soportarlos cada vez que estoy en casa, ¿de verdad cree que quiero seguir cerca de ellos, señor Kavanagh?

Los ojos de Shawn brillaron en algo muy parecido al entendimiento.

En ese momento quería saber más sobre la familia de Meera y por qué Shawn parecía identificarse tanto con las palabras de mi nueva mejor amiga.

Por último, aquellos ojos británicos se posaron en mí.

—Lucy McDugents, guitarra, la música se convirtió en mi todo desde que tenía ocho años, mi papá me regaló mi primera guitarra y desde entonces no he podido soltarla. Sé que mi lugar correcto es donde está la música, por eso estar aquí para mí es un gran honor y privilegio.

Shawn como siempre parpadeó. Soltó un suspiro y me ignoró, como si no hubiese hablado hace tanto solo segundos.

—Bien, señorita Trickman, señor Scrubber, los veré a primera hora del viernes, trabajaran en conjunto durante todo el año sobre un proyecto que les asignaré ese mismo día. Señor Tucker, señorita Richardon, ambos son cuerdas, trabajarán juntos, estarán en mi despacho a la segunda hora del día viernes. Señorita McDugents, a usted la veré a solas en la última hora del día viernes. Eso es todo, los veo el miércoles, recuerden leer el capítulo dos del libro.

Y sin más se retiró dejándonos a los cinco en el salón de clases.

—¿Acaba de decir que voy a estar a solas con él en su despacho?

—¡Oh Dios, que mala suerte tienes!—exclamó Poly mirándome con lástima antes de salir, los chicos le siguieron.

Meera por su parte me miró de la misma manera que Poly.

—Tal vez no sea tan duro contigo.

¿Tal vez? Era el británico cascarrabias, él obviamente iba a ser duro conmigo.

—¿Algún consejo?—pregunté con la ansiedad llenándome de a poco.

Meera solo tomó mi mano y me arrastró a los pasillos bulliciosos.

—¿Recuerdas mis recomendaciones sobre el conservatorio? Haz todo lo que el profesor Kavanagh te pida y solo no lo hagas enojar.

—¿Y cómo evito hacerlo enoja, Meera?

Meera se detuvo y me observó pensativa.

—Esa, mi querida Lucy, es una excelente pregunta, pero lastimosamente no tengo una respuesta que pueda ayudarte—me desesperé aun más.

Tal vez Lucas podría tener una respuesta, aunque estaba segura de que él solo me recomendaría colocar chinches en el asiento de Shawn.

Pobre Lucy... ¿O pobre Shawn? Jajajajaja

Veo que muchos se sorprendieron con la dinámica profesor-alumna, desde hace un tiempo quería jugar con este tema, vamos a ver que tal nos va :)

Capítulo dedicado a ABG578 <3 Espero que te haya gustado :) 

Nos estamos leyendo 

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