Capítulo 22.
Até el hilo con cuidado al picaporte de la puerta de la habitación de Johan. Papá me había enseñado a hacer las trampas de queso azul cuando tenía diez, eran complicadas de hacer en total silencio, pero sabía que Johan dormía como un muerto, un punto negativo para mi primito de quince años.
Una vez el hilo estaba atado me cercioré que la bolsa con queso azul estuviera bien ajustada, la primera vez que hice la trampa había salido mal, el queso azul terminó en mi cabeza e hizo falta lavarme el cabello tres veces para que saliera por completo.
—¿Qué estás haciendo?
Fue inevitable no sobresaltarme al escuchar la voz en mi espalda. Al darme la vuelta me topé con Shawn quien miraba con curiosidad la bolsa que estaba firmemente ubicada en la parte superior del umbral de la puerta.
—Broma de queso azul.
—¿Broma de queso azul?
—Una combinación de pegamento blanco con pintura, después te daré la receta—Shawn arqueó su ceja sin quitar la mirada de la bolsa.
—¿A qué hora te levantaste?
—No he dormido, me costó conseguir cada una de las cucarachas y volver a meterlas en la caja. Una vez las tuve todas empecé a planificar mi venganza.
—¿Guardaste las cucarachas de la broma de tu primo?—cuestionó confundido, asentí afirmativamente—. ¿Por qué no simplemente las mataste?
—¡Lo sabía! —exclamé entre susurros—. ¡No podías ser tan perfecto! Tenías que tener un defecto, asesino de cucarachas.
—Lucy, dan asco.
—Tú das asco—de nuevo arqueó su ceja al escuchar mi mentira—. Bien, no lo das, la verdad es que eres guapo, pero acabas de ganar un poco de fealdad al querer matar a una dulce e inocente cucaracha.
Por primera vez no me sonrojé al insinuar la belleza del británico. Por su parte, Shawn suspiró como si estuviera rindiéndose conmigo.
—No sé porque sigo sorprendiéndome de tus ocurrencias.
Escuché como la alarma sonaba al otro lado de la puerta por lo que asustada tomé el brazo de Shawn arrastrándolo a su habitación, una vez nos encerramos traté de parar la oreja para escuchar hacia el pasillo. Demasiado tarde me di cuenta de mi cercanía con Shawn, de inmediato mis mejillas se encendieron al inhalar el aroma de su perfume y sus ojos curiosos sobre mí, incluso no pude evitar morder mi mejilla interna tratando de no decir uno de mis comentarios fuera de lugar.
Una conexión empezó a formarse al mirarnos fijamente, la curiosidad, la diversión e incluso el deseo, eso es lo que podía leer en aquellos extraños ojos del británico.
Morder mi mejilla interna se estaba volviendo doloroso, por lo que cuando finalmente voy a hablar se escuchó el estruendo y los gritos de mi primo en el pasillo.
—¡No puede ser! ¡Mierda! ¡Lucy, vas a pagarlo!
La sonrisa victoriosa se deslizó en mis labios y fue cuando lo vi, así de cerca, teniendo que inclinar mi cabeza hacia atrás por su tamaño.
El británico cascarrabias estaba sonriendo, incluso parte de sus dientes estaban siendo mostrados y lo mejor, el agujero en sus mejillas.
Shawn tenía hoyuelos.
—Estás sonriendo—le digo ignorando los alaridos de mi primo y concentrándome solo en él. Shawn rodó los ojos.
—Mi sonrisa no es por ti, es por la situación con tu primo así que no vale.
—Una situación que yo creé, así que indirectamente estás sonriendo por mí.
—Lucy...
—Vale, vale, de igual manera, es la primera vez que veo esta sonrisa tan de cerca.
—Es solo una sonrisa—trató de restarle importancia.
—Cuando solo he visto sonrisas discretas hacia miembros de mi familia y parpadeos inexpresivos hacia mí tu sonrisa se vuelve importante, británico cascarrabias. ¡Oh, ahora eres un británico con hoyuelos! ¿Sabías que tienes hoyuelos?
De nuevo rodó los ojos y su rostro inexpresivo volvió, por un momento sentí que me habían robado algo.
—No, no, no, de acuerdo, no sonreíste por mí, pero vuelve a sonreír, ¿sí? Tienes la sonrisa más bonita que he visto en un hombre.
—¿Estás coqueteando conmigo, Lucy?
La inexpresividad estaba en su rostro, pero la diversión seguía al máximo en sus ojos.
—No—dije un poco dudosa.
—¡Lucy, voy a matarte!
—Porque no está bien que coquetees conmigo.
—¡Ganaré esta guerra! ¡Te lo juro!
—No, no lo es—de nuevo respondí robóticamente sin dejar de mirarlo.
—¡Las cucarachas solo fueron el inicio!
—¿Quieres seguir escondiéndote aquí o quieres disfrutar de ver a tu primo embarrado de tu queso azul?
Vale, un chico que apreciaba mis bromas. ¿Olvidé decir que Shawn aún estaba enfundado en su pijama de rayas rojas? Ya se la había visto una vez, pero esta vez estaba mucho más cerca de él.
—Tu pijama está linda.
Los ojos de Shawn brillaron.
—La tuya también, los ositos se ven lindos en ti.
Me horroricé al bajar mi mirada a mi pantalón con cientos de ositos marrones.
—¡¿Dónde estás Lucy?! ¡No seas cobarde!
—Gracias, mis ositos están agradecidos—Solo se escuchaban los gritos de Johan afuera acompañado de las risas del que parecía tío Bart al ver a su hijo en tal estado—. Será mejor que salga a dar la cara. ¿Estás preparado para el día de hoy?
—¿Hoy conoceré al resto de la familia?
—Sí, no sé si el efecto Shawn funcione con todos en una misma sala.
—Estoy acostumbrado de ser odiado por las grandes masas, Lucy. Lo único que me importa es ayudarte a ganar la guerra de bromas.
Es así, como en un canto de ángeles crees haber conocido al indicado.
Con mis mejillas como dos manzanas rojas finalmente caminé hacia la puerta para poder encarar a mi primo.
Fue a tío Bart a quien vi primero, él me miraba orgulloso, como si hubiese descubierto la cura del cáncer. Johan por su parte tenía ojos asesinos en su rostro.
—Aunque tengo que admitir que fue una broma excelente, el nudo en el picaporte estaba un poco mal hecho, princesa Lucy. Sin embargo, aplaudo el hecho de tener la suerte de tu lado. ¡Bien jugado!
—Gracias, tío Bart.
—Nunca fue buena en los nudos, por eso ama hacer bromas con cucarachas.
Giré mi cabeza con rapidez al escuchar la voz de papá. Sin importarme que los restos del queso azul estuvieran arrojados en el suelo corrí hasta papá para envolverlo en un fuerte abrazo.
¡Como lo extrañé!
—¡Pensé que llegarían más tarde!
—Era una sorpresa, aunque al aparecer el sorprendido fui yo. ¿Qué hacías encerrada en una habitación con tu vecino, Lucy?
Después de ahí la casa de tío Bart estaba rodeada de gritos y más gritos. Había casa llena, quizás agradecía el hecho de que tío Connor y tío Bart fueran vecinos, al menos no solo era una casa la que estaba atestada de gente y de esa manera se podrían distribuir mejor.
Tío Louis me abrazó por un largo rato, desde el último acción de gracias no lo veía. Tío George por su parte me levantó y me giró por los aires, siempre lo hacía cuando lo veía. Mis tías Livana y Cristine no se quedaron atrás.
Mi tía Elizabeth y tío Tyler me saludaron felizmente, al igual que con tío Louis no los había visto desde el último acción de gracias.
Daniel, Kennedy, Archie, Evan y por supuesto Stephanie, el grupo de primos estaba casi completo. Daniel estaba emocionado de participar este año en la guerra de bromas teniéndome como adversaria.
Mi tía Hanna fue la última en abrazarme, pero esta a diferencia del resto de mi familia me separó de los demás.
—¡¿Quién es ese chocolate con envoltura costosa?!—cuestionó curiosa lanzando miraditas para nada discretas hacia mi vecino.
—Es Shawn.
—¿Es Shawn? Lucy, esa no es suficiente información —buscó algo más en mi rostro, pero yo lo único que pude hacer fue sonreír divertida—. Ya Amy dijo que no estaban durmiendo en la misma habitación, pero conociendo al estúpido de mi hermano y el tonto de mi cuñado estoy segura de que evitaron a toda costa que compartieras una cama con ese hombre.
—Solo es un amigo, tía Hanna.
—No me lo creo.
—Lo juro, Shawn es solo mi vecino. Tenemos una gran... afinidad con la música, toca el cello—le doy un poco más de detalles para que mi tía se calme un poco—. Lo juro, no hay nada más.
—Lo trajiste a casa, Hanna, eso es un gran asunto. ¿Lo más extraño? Connor sigue dándole miradas amenazadoras a Gaston cuando ya tengo años casada con ese hombre y a él no le ha dado siquiera una sonrisa amenazadora. ¡Míralo! Le está palmeando la espalda.
Observé cómo tío Connor atraía al círculo de los líderes a Shawn y como decía tía Hanna el más molesto de los Pirce parecía feliz de tener a Shawn cerca, todos se veían contentos, la verdad, menos papá, el pobre tenía un rastro de tragedia en su rostro.
—Papá lo está pasando mal.
—Tu papá siempre lo ha pasado mal con todos los chicos con los que has salido. Por cierto, ¿por qué terminaste con Carson?
—Resultó ser gay—hice una mueca, noté como tía se aguantó una carcajada.
—Una vez leí un libro en la que protagonista fue engañada con otro chico, la pobre estaba desconsolada.
—Anda, ríete tía Hanna, ríete.
Ella lo hizo, tía Hanna siempre comparaba mis desgracias con las protagonistas de los libros que le encantaba devorar. Lastimosamente todavía no había vivido ningún cuento de hadas de los que ya había leído, siempre me tocaban las partes chistosas o las tragedias de las protagonistas.
—Él es mayor que tú —dijo de la nada aún mirando hacia Gaston.
—Tiene veintiséis—confirmé.
—Tenía la misma edad que tú cuando empecé a salir con tu tío, él tenía un año menos que tu Shawn.
—No es mi Shawn.
—Y también es un extranjero, al igual que Shawn. Al menos no tienes hermanos mayores que te hagan la vida imposible.
Tío Connor fue un gran grano en el trasero cuando tía Hanna empezó a salir con tío Gaston, incluso lo golpeó, no solo una vez, varias veces. Cuando se enteró de que Gaston había dejado embarazada a Hanna, tío Connor persiguió a Gastón hasta conseguirlo y darle una paliza.
Papá solía contarles la historia a mis primos.
—Es lindo, pero recuerda algo, las diferencias de edades tienen un punto a favor y muchos en contra. Si quieres algo con él ten mucho cuidado, ¿de acuerdo?
—Tía, por enésima vez, solo somos amigos.
—Si bueno, tu amigo está siendo rodeado por los intocables, es mejor que lo saques de ahí antes de que suceda un accidente.
Asustada miré en dirección de Shawn pero, aunque sentía por primera vez los signos de amenaza entre los líderes, Shawn no parecía perturbarle el comportamiento de ninguno de ellos.
Al parecer el efecto Shawn había llegado a su fin.
Hanna te rezo...
Dedicado a DaianaRojasRuiz5 :)
Disfrútenlo :)
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