Capítulo 16.

Esa noche no pude dormir, de hecho, no pude hacerlo varias noches. Shawn me acompañaría a casa, eso no tenía ningún sentido. ¿Qué le diría a mi familia?

La mañana del jueves de esa semana tuve que enfrentarme a la situación. Había llegado agotada del conservatorio, mis profesores eran estrictos, nos habían llenado de montañas de tareas para las que seguro tendría que madrugar, además, debía practicar algunas nuevas melodías en mi guitarra y tratar de responder la pregunta que Shawn me había hecho el viernes pasado. Al día siguiente tendría mis tutorías y aunque me acompañara a casa para acción de gracias Shawn había dejado muy en claro que lo profesional no se mezclaba para él en lo personal.

¿Era siquiera legal que viajara conmigo siendo mi tutor?

Meera había mencionado que no estaba contra las reglas, sin embargo, era muy mal visto.

Suspirando me senté en mi cama y llamé en video a mi familia, solo bastaron unos minutos antes de que finalmente fuera aceptada, solo me encontré con la sorpresa de que el único miembro presente en la sala de casa era Gwen y se veía bastante enojada.

—Ah, ahí estás, necesito que me ayudes.

—Hola, hermana mayor. ¿Cómo estás? ¿Cómo va el conservatorio? —la reté, en respuesta Gwen rodó los ojos—. ¿Por qué tan molesta?

—Papá quiere que participe en la tonta guerra de bromas, dice que necesita una representación por el apellido McDugents. Si sonó estúpido en mi voz, imagínalo en la de él. Marta dijo que no, entonces a dedo me escogió a mí. No quiero participar en la tonta guerra de bromas, además, ¿quién sería mi pareja? Todos ya tienen pareja y yo no...

—¿Gwen?

—...quiero ser parte, mucho menos estando sola. Me van a crucificar, ¿entiendes? A Lucas le da igual si soy menor que él, quiere ver a todo el mundo cubierto de plumas y caramelo...

—¡Gwen! ¡¿Podrías callarte por un minuto?!—mi fuerte grito hizo que me prestara atención, se veía consternada.

Cualquiera pensaría que la guerra de bromas era una tontería. En mi familia no, mi papá estaba tan trastornado como mis tíos, es una religión en casa y una tradición a la que no se podía fallar.

—Representaré a la casa McDugents—ambas nos quedamos en silencio y sin poder evitarlo solté una risita—. Dios, suena como un extracto de un capítulo de Juego de Tronos. Cuando menos lo esperemos va a haber una traición entre las familias.

—¿Serás parte de la guerra este año?—cuestionó incrédula mi hermana menor, ignorando mi comentario. Mi hermana no tenía cultura—. Pensé que le habías prometido a mamá no participar más.

—Ehh no es tan así, solo prometí dejar las bromas pesadas a un lado. Abandonar la guerra de bromas fue una decisión propia, ya no tengo catorce años—Sin embargo, no podía esperar patearles el trasero a mis primos más pequeños—. Así que tranquila, no dejaré que participes en la guerra, lo haré yo.

—¡¿Qué?! ¡Dios mío! ¡¿Qué acabo de escuchar?! ¡¿Lucy, mi niña eres tú?!

Papá apareció de la nada dándole un empujón a su hija menor sin importarle hacerle daño. Gwen a su lado volvió a rodar los ojos, la situación se me hizo muy divertida.

—Hola, papá. Sí, soy yo.

—¡¿Participarás en la guerra de este año?!—Papá se veía tan emocionado, por un momento pensé que se iba a desmayar.

—Lo haré—le confirmé.

Eso hizo que enloqueciera, papá grito de júbilo, abrazó a Gwen quien parecía querer golpearlo. Papá gritaba muchas incoherencias, pero logré comprender una de ellas: ¡Le patearemos el culo este año!

Por el borde de la pantalla de mi computadora me di cuenta de que mamá llegaba a la sala, se sobresaltó al ver a papá lanzando tantos improperios, por lo que se acercó a él dándole una fuerte palmada en la parte posterior de la cabeza.

Divertida, saludé a mamá.

—Hola, mi pequeña bebé. ¿Cómo estás? ¿Cómo van las cosas en el conservatorio? ¿Cómo está Meera? ¿Ya comiste? ¿Te cepillaste los dientes? ¿Te duchaste?

—¡Mamá!

—Te extraño cariño, haces tanta falta, ya quiero darte un abrazo de mamá oso—Mamá se veía bastante afligida.

No era la primera vez que me tenía tan lejos, cuando era más pequeña y vivía con mis tíos supe por papá que le afectó mucho tenerme tan lejos, pero todo era por mi bien, seguía diciendo.

—Ya nos veremos pronto, mamá. Le estaba dando la noticia a papá de que participaré en la guerra de bromas—La nostalgia y el anhelo desaparecieron de su rostro dándole paso al enojo—. No haré bromas pesadas, lo prometo. Además, Marta no quiere hacerlo, mucho menos Gwen.

—Exacto, Lucy es la mejor opción—dijo mi hermanita muy convenientemente cuando mamá la miró con su ceja arqueada.

—Y sabes que a papá le hace mucha ilusión, no podemos borrar la ilusión de papá.

—Sí, no podemos borrar mi ilusión de que este año le patearemos el culo a los chicos—Mama frunció el ceño, molesta con papá, él tímido tomó su mano y besó su dorso—. Te amo, pequeña Pirce, pero sabes que esto solo pasa una vez al año.

—Además, tengo un objetivo claro en esta guerra de bromas. Mamá, tú me enseñaste a trabajar duro por mis objetivos y créeme, este objetivo me está sacando canas verdes.

—¿Objetivo? —preguntó finalmente mamá.

Bien, es ahora o nunca.

—Uh, llevaré a un amigo para acción de gracias.

Gwen sonrió pícaramente mientras mamá y papá solo se veían sorprendidos.

—¿Llevarás a Meera?

—No, no es Meera—me removí incómoda en mi lugar. ¿Desde cuándo era mala evadiendo información o mintiendo? —. Es un amigo, mi vecino para ser más específicos.

—Tu vecino—dijo papá, tratando de buscarle algún sentido a la situación.

—Sí, mi vecino.

—¿Por qué llevarás a tu vecino, Lucy?

—Ya lo dije, es mi objetivo. Además, Lucas me dijo que este año habrá un premio gordo, quiero ganarlo, necesitaba sangre fresca. Lucas y Johan solo me quieren de pareja para ganar, dentro de poco tendré la llamada de los diablillos de Archie y Daniel cuando se enteren de que participaré solo por querer ganarle a Lucas y Johan—expliqué como si esto se tratara de un tema muy importante. A grandes rasgos lo era, más que todo para papá —. Y está este chico, que al parecer no tiene sentido del humor, tengo un objetivo claro con Shawn. Así que lo invité y aceptó.

—¿Tu amigo se llama Shawn?—preguntó maliciosa mi hermanita, entrecerré mis ojos en su dirección.

—Sí, Lucy, ¿tu amigo se llama Shawn?—Y ese fue papá.

Ignorándolos a ambos me dirigí a mamá.

—¿Crees que tío Connor y tía Daisy tengan problemas de albergar a una persona más?

—Oh, no creo, hablaré con ellos—Aunque mamá se veía sorprendida no hizo demasiados comentarios.

Por otro lado papá...

—Está prohibido traer forasteros a la competencia.

—¿Desde cuándo? —¿Siquiera hay reglas específicas?

—Desde hoy.

—Papá, por favor—rodé los ojos—. Shawn tendrá un buen desempeño, ganaremos, lo prometo.

—No me gusta pensar que este, Shawn, tenga un buen desempeño con mi hija—La manera en la que dijo Shawn casi me hizo reír.

Papá sigue quejándose sobre Shawn cuando de repente escuché la melodía al otro lado de la pared, dejé de prestarle atención a papá para escucharla. De nuevo, se me ocurrió otra mala idea.

Tomé la laptop y salí de mi habitación en pijamas y completamente descalza, abrí la puerta principal y crucé hasta llegar al otro lado del pasillo, justo frente a la puerta de mi cascarrabias vecino.

—¿Si te presento a Shawn te quedarías un poco más tranquilo?

Papá guardó silencio, se veía preocupado, pero asintió. Mamá se veía expectante y Gwen parecía disfrutar el rostro de tragedia de papá.

Presioné el timbre haciendo que la melodía se detuviera y un minuto después Shawn, estaba frente a mí vestido deliciosamente con un short negro y una franela gris que se pegaba a su pecho.

—¿Puedes hacerme un favor?—hablé antes de que él pudiera hacerlo y tratando de distraerme de la deliciosa vista—. Papá quiere aprobarte para la guerra de bromas, necesita ver si tienes potencial.

—¡Yo no dije eso!—gritó papá.

Shawn parpadeó, no parecía sorprendió con la situación, al parecer ya se había acostumbrado a mis arranques de locura.

—¿Shawn?

Shawn arrancó la computadora de mis brazos y entró a su apartamento dejándome fuera y con la puerta abierta.

—Buenos días por allá, señor y señora McDugents. Oh, y hola ahí, ¿eres la hermana de Lucy?—escuché decir a Shawn. Tomé el que dejara la puerta abierta como una invitación para entrar en su apartamento por lo que lo hice.

Me había imaginado como sería el apartamento de Shawn y era exactamente lo que me esperaba, tan aburrido como su oficina. Paredes color blanco, mueblería de color negro y un sencillo espejo. Podía ver la cocina desde aquí y eran exactamente de los mismos colores, muy moderna, parecía recién reformada.

—Dios mío, eres lindo—escuché claramente la voz de mi hermana

Por un momento había olvidado que el hombre que vivía en aquel apartamento estaba hablando con parte de mi familia.

—¡Gwen!—la regañé al tomarme la molestia de sentarme a un lado de Shawn en el sofá.

¿Qué? ¿Escuchaste su acento? Definitivamente es mejor que Carson, es caliente—dijo en francés, Shawn se veía bastante divertido e incluso pude observar una pequeña sonrisa emerger de sus labios.

Oh Dios, le estaba sonriendo a mi hermana.

—Gwen, ve a tu habitación —exigió papá molesto, también en francés

Pero papá...

Ahora.

Gwen suspiró y se cruzó de brazos enojadas. Pero antes de irse le lanzó otra sonrisa a Shawn con mejillas sonrojadas.

—Fue un placer conocerte, Gwen.

—Igualmente, Shawn.

Concordaba con mi hermana. ¿Esa manera en la que dijo su nombre al estilo inglés? Sí, estallido de ovarios.

—Es un placer conocerte, Shawn—dijo mamá rompiendo el hielo que se había formado—. Lucy nos comentó que nos acompañarás en acción de gracias.

—Si no es molestia, por supuesto. Lucy me pidió ayuda con la guerra de bromas que se aproxima. Ella ha sido muy amable conmigo desde que llegó, no podía negarme a ayudarla.

A mamá pareció encantarle esa respuesta, ¿A papá? No tanto.

—Define amable—escupió papá.

Jadeé avergonzada y papá gritó para después mirar a mamá con ojos de cachorro. Estoy segura de que mamá lo pisoteó para que se comportara.

—Estaremos encantados de tenerte con nosotros y que participes en la guerra de bromas—dijo papá de forma robótica mirando hacia la cámara como si fuera un zombie.

—Muchas gracias, señor McDugents, estoy ansioso de conocerlos en persona.

—De acuerdo, es tarde por aquí. Hablaré luego con ustedes. Mañana hay clases.

—Pero...

—¡Adiós mamá, adiós papá! Saludos a Gwen y Marta—cerré la llamada.

Mis mejillas estaban sonrojadas, recordando de nuevo como había visto a Shawn sonreír tan espontáneamente con mi hermana.

—¿Por qué Gwen? ¿Por qué no yo?

—¿Disculpa?

—Le sonreíste a ella—Shawn se veía divertido, pero de nuevo, no estiró sus estúpidas comisuras en mi dirección —. ¡Ves! Quieres sonreír, pero evitas hacerlo.

—No evito hacerlo.

—¡Claro que sí!

Shawn suspiró y negó con la cabeza.

—A veces, Lucy, hay otras maneras de sonreír, solo que parece que todavía no lo has descubierto.

¿Amamos a Shawn? Amamos a Shawn <3

Dedicado a zapotamente <3 Disfrútalo :)

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