Capítulo 22
ERIC
★
—¿Cómo está tu muñeca? —pregunta Mailén por la rendija de la puerta entreabierta—. ¿Crees que esté recuperada para sustituir a Sofía?
Inhalo hondo, masajeo el puente de mi nariz y asiento, aunque ni sé para qué respondo porque me ha preguntado lo mismo ocho veces durante el día y siempre obtiene la misma respuesta.
—Sí.
Mailén suspira.
—¿Y cómo te sientes para subir hoy al escenario?
Relamo mis labios y vuelvo a asentir.
—Bien.
—Te ves muy dormido, Eric.
—No te preocupes, estaré bien.
—Eso es lo que me preocupa...
Mailén frunce el entrecejo, empuja un poco la puerta y demoro en reaccionar. Sus manos suaves sujetan mi rostro por las mejillas. No es tan alta, pero tampoco tan bajita como Aura.
Aura se sentiría incómoda si viera esto.
Sujeto sus muñecas y aparto sus manos.
—¿Qué haces? —murmuro.
—Intento ver tus pupilas, pero tus ojos son demasiado negros, no se distinguen.
Rio por lo bajo y meneo la cabeza, hasta esas palabras me recuerdan a Aura.
—Estoy bien.
—No lo sé, Eric...
—Ya, Mai, necesito unos minutos antes de bajar al lobby, ¿ok?
Ella vuelve a suspirar, retrocede con un asentimiento y se marcha.
Cierro la puerta y miro sobre el hombro hacia el pequeño bolso negro que está arriba de la cama. Henrik ha insistido en dormir conmigo para cuidarme, pero me he negado durante toda la gira. Prefiero un cuarto para mí solo; soy un gran amigo de mi soledad.
Debo apresurarme.
Me acerco despacio a la cama. A veces siento un poco de miedo, como hoy, miedo de perder el poco control que me queda, pero no sé qué más hacer. Nicolás estaba furioso porque entré al baño a tomar unas pastillas, es un secreto a voces. No se controló cuando salí y estuvo a punto de decirle a Aura lo que estoy haciendo; eso nunca se lo perdonaría. Las dejaré antes de volver a casa, ella no tiene que enterarse.
No hemos vuelto a discutir desde aquella vez en el avión y ya nos presentamos dos veces en Chicago; hoy será en Detroit. Sin embargo, el ánimo no es el mismo. En el escenario parece que nada ha cambiado, pero todo es diferente.
Un golpe firme en la puerta me sobresalta. Demoro dos segundos en preguntar quién es.
Sí, estoy algo dormido.
—Dimas.
Oh, genial. No quiero lidiar con el ex novio de Aura; no ahora.
Pero...
Los estoy jodiendo a todos.
Giro con pereza sobre mis talones y abro la puerta.
Dimas dijo una verdad a medias, sí, es él, pero está con Henrik y Nicolás. Mi letargo no me permite reaccionar a tiempo para impedirles entrar, sino que se meten en mi habitación y cierran la puerta.
—¿Ya? —pregunta Henrik.
—¿Ya qué? —bostezo.
—¿Ya lo hiciste?
Henrik ya viste de gris, el color que ha usado ahora en la gira para hacer resaltar sus ojos, y lleva el cabello rubio largo y suelto hasta media espalda.
—No lo ha hecho porque sigue dormido —dice Nicolás mientras avanza hacia la cama y toma el bolso—. Es justo lo que iba a hacer.
—Mierda, Eric, esto es peligroso —advierte Dimas.
—Gracias, lo sé —espeto y arrebato el bolso de Nicolás, aunque creo que me permite que lo tome porque mis movimientos son algo torpes—. Lo dejaré cuando regrese a casa, ¿de qué se preocupan?
—¿Sólo así? —pregunta Nico—. ¿No tienes que entrar a un anexo o algo así?
—Ya lo he hecho antes sin necesidad de eso.
Henrik asiente y dice:
—Sí, es verdad, pero no sé si sea lo mismo ahora... Las recaídas son más difíciles, Eric.
—¿Eras un adicto? —escupe Nicolás con desdén.
Me cuesta no enviarlo a saludar a su madre, porque nunca pedí que me tuviera en un buen concepto, es algo que hizo solo.
—Soy un adicto —contesto y me acerco a él. No puedo intimidarlo con mi estatura porque medimos casi lo mismo—. Perdón por caerme del pedestal donde me pusiste, pero ese es tu problema, no el mío. No soy tu hermano mayor ni tengo ninguna responsabilidad contigo.
Nicolás parece dolido por mis palabras y me arrepiento en el mismo segundo en que termino de pronunciarlas. No soy su hermano, es verdad, pero a veces siento que sí y... encontrar esa desilusión en sus ojos es demasiado para soportarlo.
Me aparto y, en silencio, saco el contenido de la bolsa. Si voy a arruinar la imagen que tienen de mí, pues que sea de una vez.
No obstante, al ver sus rostros, algo se rompe dentro de mí.
Dimas desvía la mirada unos segundos y, por loco que parezca, me duele más su reacción que la de Henrik y Nicolás. ¿Por qué? Simple. Dimas fue mi enemigo por tanto tiempo, sería quien tiene mayores motivos para desearme mal y no es así, sino que encuentro sufrimiento en sus expresiones mientras observa como estoy a punto de destruirme un poco más.
—¿No hay otra forma? —pregunta Nico—. No tienes que seguir haciendo eso, Eric, podemos ver cómo sobrellevarlo.
—No, no puedo mantenerme activo por tanto tiempo sin que se note que... algo está mal —contesto—. Lo lamento.
—A Aura le dolería mucho saber lo que estás haciendo —dice Dimas—. Tú la conoces mejor que nadie, lo sabes.
Y ahí está el Dimas adolescente que amaba a Aura, todavía la quiere, mas no como pareja. Es ese cariño que se consolidó con los años y que siempre lo hace querer protegerla, aunque a veces eso incomoda a mi hermanita.
—Aura no se enterará, ¿entendido?
—No le diremos —confirma Nicolás porque sabe que es quien estuvo a punto de joder todo—, pero tendrás que contarle cuando regreses...
—Es un secreto muy pesado, Eric —suspira Henrik—. Yo preferiría que suspendamos la gira e ingreses a rehabilitación.
Mi sonrisa brota de forma natural porque pienso que es una jodida broma, pero Dimas y Nicolás se mantienen serios.
—¿Lo dicen en serio?
—Sí... —confirma Dimas—. Hemos hablado con los demás.
—Mailén los matará.
—Mai tendrá que entender —asevera Nico—. No quiero ver cómo te destruyes, Eric.
—Los últimos dos conciertos han sido los mejores de nuestras vidas —le recuerdo a Henrik—. ¿Quieres mandar a la mierda eso?
—Estabas hasta el tope de esa basura —sisea Henrik y señala la bolsa transparente con polvo blanco que está arriba de la mesa—. No eras tú, eras... algo diferente y...
—Y todos lo amaron —insisto—. Podemos hacer que esto sea algo realmente grande, ¿entienden?
—Eric... —empieza Dimas.
—No, es en serio... Yo no puedo subir al escenario sin esto y no podemos cancelar, no después del atentado... creerán que otra vez es peligroso ir a un concierto nuestro y estamos logrando que lo olviden, ¿por qué retroceder?
—Porque no queremos que te mueras —contesta Nicolás con tono firme—. Por eso, Eric.
Niego. Es una estupidez.
—No me voy a morir... Esto es nada a comparación con todo lo que me he metido antes y...
—Y ya no tienes veinte años —persuade Henrik.
—Ahora llámame viejo —Meneo la cabeza—. Puedo hacerlo, ¿de acuerdo? Prometo que lo dejaré cuando regrese a casa y le confesaré a Aura lo que hice durante la gira, ¿está bien?
Mailén golpea suave en la puerta. Reconocemos esa forma de hacerlo.
»No hay tiempo.
—No quiero ver esto —dice Nico y se gira.
Henrik y Dimas lo imitan, así que no ven cuando inhalo, sólo lo escuchan, y yo siento el golpe seco en el tabique. Siempre me incomoda hacerlo, desde que era más joven y en muchas ocasiones preferí inyectarme en lugar de inhalar.
—Debemos apresurarnos —digo al tiempo en que presiono mi nariz con una mano y guardo el billete que usé en el bolsillo del pantalón.
—¿Llevas más de eso contigo al concierto? —quiere saber Dimas cuando vuelve a mirarme—. Si alguien lo ve estarás en problemas.
—Llevo lo necesario para aguantar el concierto de MalaVentura y dormir en el de Gray.
—Hay fiesta luego del concierto —me recuerda Nicolás.
—Mierda —espeto—. Alcanzará.
Soy el primero en salir de la habitación. Mailén espera recargada en la pared y nos avisa que los demás ya han bajado.
Nos dirigimos al ascensor y, cuando estamos adentro, descubro que me miran de soslayo sin disimular. Y, por alguna extraña razón, me parece tan gracioso que no controlo la risa.
Soy el único riendo en medio de sus caras largas que me miran con una mezcla de miedo y culpabilidad. No entiendo por qué no ríen conmigo si estamos a punto de dar el tercer concierto memorable de MalaVentura porque, podré estar destruyéndome, pero estoy construyendo un jodido legado para ellos.
★
Nota:
Ausencia por las fiestas patrias, perdón 🫣
En mis redes sociales pueden encontrar dónde leer el avance del siguiente capítulo. ✨
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