—Amanda, tu me gustas. —Me acaricia la mejilla. —No quiero que pienses que te estoy utilizando.

<¿Yo le gusto?> Cierro los ojos y por un momento me permito disfrutar las caricias que me brinda su mano en mi mejilla.

Sabía que le gustaba, es decir, hemos hecho y han pasado cosas, pero no sabía que le gustaba-gustaba no se si me explico. Mucho menos pensé que en algún momento lo fuera a admitir. Y, definitivamente, jamás esperé que fuera en esta situación.

Abro los ojos y sin aún apartar su mano de mi mejilla lo sigo escuchando. —Por eso fué que no puse mucha resistencia cuando mi padre me dijo lo de la relación... Al principio si fué una simple diversión, pero mientras más hablaba contigo, más me ibas llamando la atención, sólo que yo no quería reconocerlo; me di cuenta cuando empezaste a andar con Suga para todos lados, me sentía molesto todo el rato hasta que me di cuenta que no era molestia, sinó celos... Se que te estoy pidiendo mucho, ¿pero podrías adelantar la fecha del anuncio?

Tomo una respiración profunda y separo su mano de mi mejilla. Tengo demasiadas emociones revueltas en este momento. Conecto mi mirada con la suya y me permito analizar todo con calma, no había nada en su rostro que me diera un indicio de mentira o falsedad, tampoco lo había en su voz cuando estaba hablando tan solo unos segundos atrás.

Exhalo sonoramente antes de hablar. —Por mi no hay problema, después de todo, el anuncio hay que hacerlo, da igual que sea antes o después. —Suelto en un intento de mantener mi dignidad a flote y no parecer una desesperada que le dice que si a la primera... Al menos no en esta situación. El asiente dándome la razón. —Solo hay algo que me tiene incómoda en todo esto.

—Es Diana, ¿no? —Asentí.

—Hace un rato me dijiste que aún te gustaba. —Le recuerdo.

Diana es un asunto nuevo en lo que a "nosotros" respecta, si es que ha existido un nosotros. Nunca me he sentido cómoda con lo desconocido y, como dice el dicho, más vale bueno conocido que malo por conocer.

Definitivamente esto se sale de la escala de los problemas a los que me había enfrentado antes con Jimin y tengo miedo... Ya no se trata de una estúpida guerra de seducción o poder, o de unos malos momentos en los que actuabamos como críos y nos pasábamos días sin hablar; tampoco se trata de una discusión porque no me contó que andaba metido en cosas ilegales. Esta vez se trata de un problema externo, algo que se sale de nosotros dos y me aterra los cambios que pueda traer consigo... No quiero que Jimin me usé... No quiero resultar herida.

—Amanda. —Habla Jimin sacándome de mis pensamientos. Posa sus manos en mis hombros tratando de tranquilizarme. —Fué mucho tiempo el que estuve con ella... Te mentiría si te dijera que ya no hay nada, que mis sentimientos murieron, pero cuando Diana me dejó, yo aún la amaba. —Da dos pasos hacia mi y me limpia una lágrima que se había salido sin que me diera cuenta. —No te preocupes, lo importante es que ya no quiero a Diana en mi vida, y mientras estés a mi lado, no va a haber ningún problema con ella. —Me aseguró. —Ya vi que te pones como una fierecilla. —Bromea y no me queda más remedio que reirme.

—Tengo que cuidar lo que es mío. —Me encojí de hombros y reí. El alzó una ceja en respuesta.

—Te veías muy sexy cuando le estabas dejando en claro que yo era tuyo. —Dijo mientras posaba una mano en mi cintura y me atraía aún más hacía el.

—Ya te pusiste en modo puto de nuevo. —Bromee, más no me aparté ni un milímetro de su cuerpo.

—Tu me pones así. —Dijo a centímetros de mi boca, y cuando pensé que me besaría, posó suavemente sus labios en mi frente. —Ven conmigo.

<Diablos, realmente quería ese beso.>

Me tomó de la mano y me llevó a la cafetería donde ya se encontraba la mayoría de la población estudiantil para almorzar.

—¡Escuchenme todo el mundo! —Fué lo primero que dijo en cuanto entró y yo lo miré alarmada.

<¿Qué coño se supone que va a hacer? >

El silencio no tardó en llegar. Los ojos de todos estaban puestos sobre nosotros y yo me removí incómoda. Algunos miraban expectantes a Jimin y otros simplemente no paraban de susurrar cosas acerca de nuestras manos entrelazadas.

—Esta chica que está aquí es mi novia. —Los susurros se hicieron más fuertes, unos sonreían y otros nos miraban con cara de asco. Y es que normal, se supone que somos hermanastros... —A partir de ahora el chico que la mire o se atreva a pedirle una cita se las verá conmigo. —Anunció mirando directamente a Mark quién miraba la escena con verdadera incredulidad, al igual que Diana quien tenía sus puños apretados con fuerza. —¿Les quedó claro?

<Amanda 2, Diana 0>

—Si...—Susurraron algunos por lo bajo y yo todavía estaba procesando todo. Tal vez mi cara se veía igual a la de ellos.

—¿Les quedó claro? —Volvió a preguntar esta vez más fuerte.

—¡Siiiiiii! —Corearon todos con más ánimo.

—¿Qué carajos fué todo eso? —Le susurro por lo bajo.

—Eso fue la declaración de amor más romántica que he hecho en toda mi vida. —Y acto seguido me toma del brazo haciéndome girar y me da un beso, la gente sólo gritaba, chiflaba y aplaudía, y cuando nos separamos Diana ya no estaba por todo eso...

<Ups, parece que acabo de ganar de nuevo>

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Me inspiré en el dorama "Boys Over Flowers" para hacer la parte de la declaración de Jimin frente a todo el mundo.