No se por qué razón <O tal vez si, lo que no quiero admitirlo,> pero terminé correspondiendo a su beso.

<Corrección, terminé correspondiendo a su obra maestra.>

Me besaba con mucha delicadeza, el beso era suave y cálido, como si me lo estuviera dando con amor y yo le correspondí de la misma forma...

*12:50 pm*

Mi tía se encontraba gritándonos desde el piso de abajo para que desperataramos y bajaramos a comer, la verdad sigo sin entender porqué insiste en ocuparse ella de eso cuando tenemos a un personal que se le paga para hacer ese tipo de cosas, pero bueno, asi es ella, y es mejor que por el bien de todos la dejemos ser.

Una ves abajo y ya sentados en la mesa, Tan comenzó la conversación <la incomoda conversación si recordamos en lo que terminó>:

—¿Como pasaste el cumpleaños ayer?

—Muy bien, gracias. —Traté de sonar educada pero escueta, a ver si de ese modo se daba cuenta que no quería hablar de eso, pero fue en vano.

—¿Te divertiste cuando saliste con Jimin?

<¿Acaso sabe algo?> Ese tipo de preguntas me hacen entrar en pánico... Si no supiera nada no preguntara, ¿no?

La situación actual no me da mucho por donde escoger así que decidí invocar mis mejores dotes de actuación y mentirle descaradamente en la cara.

—Si, la pase muy bien, el y sus amigos son muy divertidos. —Le respondi con un tono tranquilo y le brindé una de mis mejores sonrisas.

<Por favor ya deja de preguntarme.>

—Me alegro mucho. —Dirigió la mirada a Jimin. —Por cierto, no debiste de haber llegado tan tarde ayer con Amanda, sabes que es peligroso, ademas que te dije que tenía una conversación pendiente contigo.

—Ya no regañes al niño que está comiendo. —Habla mi tía.

—Bien, pero en cuanto termines de comer te vienes a hablar conmigo que es algo muy importante y no se como te lo tomes.

Después de comer, mi tía y yo nos quedamos en el salón mientras Tan y Jimin se fueron a hablar sus cosas al estudio.

Jimin Pov:

—Escúchame.—Se aclaró la garganta—Lo que te voy a decir ahora es un poco... —Hizo una pausa buscando la palabra adecuada. — Delicado. —Asintió para si mismo al ver que la palabra fué la adecuada. —Pero digas lo que digas no voy a cambiar mi decisión, después de todo, la decisión ya está tomada, no quería que hubiese sido así pero no me queda más remedio y... —Lo Interrumpí.

—Papá... —Advertí nervioso <A saber Dios con lo que me va a salir ahora> —Deja de darle vueltas al asunto y ve al grano.

—Bien. —Se masajeó la sien. —Necesito que empieces en una relación con Amanda.—Soltó rapidamente.

<¿Que?> ¿Acaso escuché mal?, ¿Se habrá enterado de todo y por eso ahora nos quiere juntar?

—¿Qué?, ¿Por qué?.

No es que me desagrade del todo la idea, pero sin duda es algo que me tomó por sorpresa, ademas, el hecho de que mi papá me pida esto lo hace aún mas alarmante.

Después de todo es mi supuesta "hermanastra", por más que ya no hayamos toqueteado y besado.

Definitivamente algo no está bien en todo esto.

— Sabes que no te lo pediría si no fuera importante, te voy a hablar claro... Después de todo tu ya estás lo suficientemente mayor para entender la situación. —Asentí. — Nuestra empresa está a punto de irse a la quiebra.

—¿Cómo es eso posible? Hasta el momento estaba bien, trajiste a Jacqueline y a Amanda desde Cuba, inclusive le regaleste un auto por su cumpleaños. —Recordé. —¿Y que hay de la fiesta de cumpleaños en la que se gastaron miles de Wons?

Definitivamente en esta temporada se ha gastado mucho dinero, demasiado. Solamente con el cumpleaños de Amanda se había gastado una cantidad estrafalaria de dinero.

—Era más bien una reunión de inversionistas, usé el cumpleaños como excusa para atraer inversores nuevos que estén dispuestos a soltar un poco de su dinero en nuestra empresa. —Admitió con pesar. —Fué como matar dos pájaros de un tiro.

—Pero aún así, si sabías que estábamos tan mal no debiste derrochar tanto dinero...

—La empresa estaba pasando por algunos problemas financieron, pero deposité toda mi esperanza en la ultima inversión que hice, dándolo todo, y resulta ser que fue un completo fracaso. —Continuó explicando. —Recién hace dos días me informaron de que oficialmente nos quedaríamos en bancarrota.

Yo solo me quedé callado, era mucho que asimilar. Ante mi evidente silencio el siguió hablando y, aunque quería mantener su cotidiana actitud relajada, se le notaba en su voz un poco de desesperación al hacerme tal petición.

—Mira, la intención es que te cases con ella. —Abrí aún mas mis ojos. <¿Casarme?> —Por eso quiero que primero comiences una relación para que se conozcan y luego se casen.

La situación está peor de lo que imaginé.

—Pero es que todavía no entiendo que tiene que ver Amanda en esto... ¿Como ella va a salvar nuestra empresa?.

Según tenía entendido, ellas en Cuba tenían un estatus normal.

—Ella tiene que ver demasiado en esto, tus abuelos acordaron en prestarnos dinero sólo si te casas, a estas alturas no tengo tiempo de buscarte una esposa, además que sé que no estarías de acuerdo, por eso pensé en Amanda, se que ustedes se gustan, no soy bobo y, después de todo, aunque a ella la trate como a la hija que nunca tuve, la realidad es que no es absolutamente nada tuyo, ni legal, ni de sangre. Te voy a dar dos semanas, después de eso ustedes anunciaran su relación y luego pensaremos en la fecha de la boda... Entonces, aceptas?.