—Que!?

<Definitivamente no había escuchado bien, esto tiene que ser una broma>

—Ahhh... — Expresó como si hubiera estado obviando una cosa todo este tiempo y recién se da cuenta.— Perdona mis modales. — Coloca una mano en mi casillero, justo al costado de mi cabeza y se dispone a hablar nuevamente.— Déjame presentarme, Me llamo Mark. —Me guiña un ojo y continúa. —Eres muy afortunada de que te haya elegido como mi novia.

<Afortunado el por estar respirando el mismo aire que yo> Pfff , definitivamente ya les digo que esta gente no puede estar bien de la cabeza... Tal vez por respirar el olor del dinero todos estos años se les afectó el cerebro, nunca se sabe.

—Vete a molestar a otra parte. —Digo decidida a irme y dejar de perder mi tiempo con escorias como el. —No estoy para ti ni para tus amiguitos.

Se que decir que "El afortunado es el por estar respirando el mismo aire que yo" Me hace sonar tan engreida y pretenciosa como el, pero en serio no soporto a los chicos de su clase que se creen que, por ser guapos y ricos, todas las chicas estan a sus pies, ademas, con este no quiero tener nada que ver, por suerte Suga ya me advirtió y, aunque yo no soy la mejor chica del mundo, no quiero juntarme con gente de su calaña, y cuando digo "De su calaña" Me refiero a personas que se divierten haciendo sufrir a otros... Definitivamente no es el perfil que encaja conmigo.

Suelta una risita burlona —Así que ya me conoces, mejor aún...—Se acercó a mi con la total intención de besarme.

<Repito. BESARME.>

Miré a mis alrededores pero no había nadie que me pudiera sacar de esta. Era obvio que yo sola no me lo iba a poder quitar de encima. Todos ya estaban en sus aulas. Cada vez lo tenía más y mas cerca, y por más que lo empujaba no podía librarme de él, el único modo que encontré de librarme fue golpearlo con todas mis fuerzas en su entre pierna haciendo que este cayera automaticamente de rodillas contra el suelo retorciendose de dolor.

—Esta me la vas a pagar. —Dijo aún en el suelo.

—Idiota. —Y sin mas le pasé por encima y me fuí.

<Se que no fué la gran cosa pero me sentí una puta ama saliendo triunfal de ahí.>

—Es mejor que te cuides, nadie rechaza al gran Mark y tú no serás la excepción. —Le escucho decir a lo lejos.

<No se que se cree este.> Nidii richizi il grin Mirk.

Todos aquí tienes serios problemas de egocentrismo.

Después de eso me dirigí a clases lo mas rápido posible... El idiota de Mark ya me había hecho perder el primer turno y no quiero olvidar mi verdadero motivo de venir aquí. Cuando llego el profesor ya había empezado su clase.

<Sin duda alguna este no es mi día de suerte.>

Después de algunos regaños bastante vergonzosos delante de mis compañeros por parte del maestro, me apresuro a sentarme en mi puesto junto a Suga.

—¿Dónde estabas?—Me susurra en cuanto tomo asiento.

—Con Mark. —Le respondo de igual modo.

—¡Con Mark! —Se levantó de un tirón llamando la atención de todos.

—¿Hay algún problema estudiante? —Pregunta ya fastidiado por las interrupciones a su clase. Suga niega con la cabeza y antes de sentarse hace una reverencia a modo de disculpa.

—No hacía falta que te sobresaltaras de ese modo. —Rio. — Si estaba con el pero no es lo que piensas; estaba en mi casillero y el me acorraló diciendo estupideces como que yo era su nueva novia o cosas así, luego intentó besarme y le dí un golpe en sus partes. —Suga hizo una mueca de dolor.— Puedes estar seguro que no va a poder tener hijos en un futuro.—Bromeo a la par que esbozo una mueca victoriosa en mi rostro. — Luego me amenazó con "Esto no se va a quedar así porque Nadie Rechaza Al Gran Mark" —Dije poniendo mi voz mas grave imitando la forma en la que me lo dijo el.

—Bien hecho.— Me felicitó mientras posaba su mano en mi cabello para acariciarlo.— Me alegra que sepas cuidarte sola, y no te preocupes, no creo que el te vaya a hacer nada con nosotros aquí.

<El problema está en que ustedes no van a estar siempre.>

Ese día también transcurrió normal. El resto del día todos se la pasaron hablando sobre el gesto "cariñoso" que tuvo Suga conmigo en el Salón de clases.

<Por supuesto, algo así no iba a pasar desapercibido por los amantes del cotilleo>

A la hora de salida, como siempre, Jimin me recogió para ir a casa con su ya típico mal carácter.

—¿Quieres no demorar tanto en salir a partir de ahora?— Me reclama nada más verme.

—Perdón, don amargado, pero no todos vamos de irresponsables por la vida... Tenía que entregar unos trabajos a los profesores y luego recoger el salón.

Bufa. —Tampoco hacía falta que me contaras tu vida.

Me limito a rodar los ojos por su estúpida bipolaridad y subo al coche.

.....

—Niños, bajen a cenar— Grita mi tía desde la cocina.

Desde que llegamos ella se a adueñado de la cocina. Afirma que prefiere hacer las cosas ella misma.

Pobre María, mi tía inconcientemente la está dejando sin empleo.

—Ya voy. —Gritamos a la par "Don Amargado" y yo.

—No se por que te empeñas en hacer este tipo de cosas cuando tenemos empleados que se ocupan de todo. —Dijo Tan en cuanto llego a la mesa. Mi tía sonríe.

—Solo estoy acostumbrada a ser la mujer de la casa. No me gusta estar ociosa. —Como respuesta Tan la besa.

—¡Uy que asco! Dos viejos intercambiando saliva. —Responde Jimin haciendo aparición en la cocina.

<Ni que el estúpido nunca hubiera besado a alguien.>

Tan por su parte se molestó por el comentario de Jimin. Mi tía, como siempre, solo se limita a reír por "sus ocurrencias".

—Es mejor que no le vayas a la contraria a mi tía y la dejes hacer en la casa todo lo que ella quiera. —Bromee.

—Ya se que tu tía es muy terca, y por eso tomaré tu consejo en cuenta... Por cierto, Jimin, necesito hablar contigo, pero será después del cumpleaños de Amanda.

—Ok.

—¿Por qué tanto misterio? —Curiosié.

Ya me conocen, a veces me sale inconsciente.

—Amanda no seas maleducada. —Me reprende mi tía.

Ruedo los ojos disimuladamente para que nadie se de cuenta y sigo comiendo. El burro hablando de orejas.

—Cariño, la comida está muy buena. —Dice el pobre hombre al notar el ambiente tenso entre mi tía y yo.

—Mi tía siempre ha sido buena cocinera. —Le sonrio.

Se que los halagos la ablandan. Esa era mi táctica cuando quería conseguir algo de ella.

—No es verdad, la mayor parte de la cena la hizo María... —Responde sonrojada.

<¿Lo ven? Como si nunca se hubiera enojado.>

En toda la cena Jimin no paraba de mirarme, eso me estaba incomodando, al terminar decidí hablar con él... Nunca me voy a cansar de decir que es un bipolar, primero me trata bien, luego me trata mal, despues se digna a hacerme caso, pero a los cinco minutos ya me esta ignorando nuevamente, y ahora de la nada decide quedarse mirandome toda la cena, por esa razon decidí imponerme y reclamarle por una explicación decente que no sean solo las tipicas monosilabas a las que ya estaba acostumbrandome últimamente.

—Jimin, hablemos.

—Vale.

Ok, esa respuesta no me la esperaba... Sin duda alguna pensé que se negaría y me trataría mal.

<Siempre me sorprendes, Park Jimin.>

—¿Me quieres explicar por qué no me has sacado los ojos de encima en toda la comida? —Me cruzo de brzos en una intento de parecer mas imponente.

—Porque tenías un arroz pegado en la cara. —Dice burlon y yo lo miré recriminatoriamente. — Está bien. —Bufa como por fin dándose por vencido. —Era porque yo quería hablar contigo y estaba pensando de que manera decirte las cosas...

<Jimin definitivamente está enfermo.> Pero, no puedo dejar pasar esta oportunidad.

—Ok. Te escucho.

—Amanda yo...

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Muchos me escribieron quejandose de que los capítulos eran cortos y tal así que les traje uno de 1400 palabras.

Pd: Con las nuevas correcciónes que le estoy haciendo a los capítulos no sólo estoy arreglando las faltas de ortografía, sino, que también estoy alargando la trama.

Espero que les guste.

Bss. Amanda.