Comenzaron a bailar y en el medio de la canción, entre movimientos sexys, se arrancaron la camisa del cuerpo.

Y... La madre que parió a esos condenados!

Tenía la boca tan abierta de la impresión que parecía una caricatura... Los chicos estaban bien, pero Jimin... Jimin estaba buenísimo, sus abs estaban muy marcadas y sus músculos tonificados, sin mirar sus pechos que estaban cubiertos por esa leve capa de sudor haciendo la escena aún más sexy.

Ahora entiendo el porque me habia dicho eso, el muy hijo de su madre está muy confiado de su cuerpo y sabe cómo usarlo a su favor.

Y como no!? Parece un Dios griego... Que griego? Egipcio, Árabe, Alemán, Ucraniano y todos los putos gentilicios que puedan existir.

Cuando terminaron Jimin se acercó a mí y me invitó a tomar una cerveza. Yo acepté.

—¿Qué te pareció? —No respondí. Digamos que mi cerebro se estaba haciendo una paja con el recuerdo de sus bíceps en ese momento.

—Claro.—Sonrió. — Qué pregunta más idiota. —Le dió un largo trago a su cerveza y me susurró. — Es obvio que te encantó, vi como no podías cerrar la boca cuando me mirabas. —Rió picaramente y se incorporó. — Pero tranquila, no se lo diré a nadie.

Tengo que reconocerlo, el idiota es gracioso.

—No te creas tan especial florecita. Un baile cutrecillo lo puede hacer cualquiera. —Repliqué en un intento de mantener mi orgullo a flote.

—Mentir no es saludable, dicen que te pone fea. —Entornó los ojos —Y ninguno de los dos quiere eso,¿verdad?

<Primero Estados Unidos se vuelve comunista y después es que yo me pongo fea.>

—Bueno, tampoco es que sea la gran cosa... Ustedes son populares porque tiene atractivo y un cuerpo envidiable.

—¿Ustedes o yo? —Hace una pausa. —Si quieres hacerme un cumplido no hace falta que lo camuflejees así... Puedes decirlo sin incluir a los demas.

Vaya vaya, acabo de encontrar a la arrogancia personificada... Después de mi, claro está.

—¡Já! — exclamé —No te lo tengas tan creído, princesa, eh visto a chicos mejores...

Y no era mentira, había visto a lo largo de mi vida a muchos chicos con cuerpos bien trabajados...

Pero desde que los k-dramas contaminaron mi cerebro mi gusto hacia los chicos cambió y mis días se resumían en suspiros dramáticos mientras soñaba con algún día tener a un coreano (Sea lindo o feo) lo se, logré llegar hasta ese nivel de obsesión.

Suelto un suspiro dramático en mis adentros y vuelvo a la realidad

—Este cuerpo puede ser tuyo cuando quieras —Dijo Jimin en cuanto regresé de mi cabilaciones.

Lo miré con cara de "Sigue soñando" Y él intensificó su carcajada.

Por desgracia sé de sobra que no se tragó nada de lo que dije.

...

Estaba sola y para colmo media borracha con tan solo tres cervezas.

¿Por qué me haces esto señor?

¿Acaso es esto un castigo por prometerte en mi borrachera anterior que no iba a tomar más?

Como sea, Jimin hacía ya unos 10 min que se había ido al baño y no había regresado, y los chicos estaban muy ocupados ligando, ya estaba cansada de estar sola así que decidí salir a buscar a Jimin.

Después de un rato no lo encontré y comencé a sentir como la cerveza me estaba haciendo efecto también en mi vejiga, pregunté donde estaba el baño pues ya no aguantaba las ganas de orinar y me dijeron que en el segundo piso, al subir me encontré a Jimin recargado en la puerta del baño

<Cómo no se me ocurrió buscarlo ahí antes!?...>

—Déjame pasar. —Le pedí a la par que cruzaba las piernas... Si me movía un centímetro más iban a presenciar algo muy desagradable.

—¿Para qué?

Y si señores, el premio al más tonto es para: Park Jimin.

—¿¡Para que va a ser, marmota!? —Respondí con sarcasmo. —Déjame pasar.

—No quiero.

<Con tantos carros que hay y ninguno lo atropella>

—¡Déjame pasar rata subdesarrollada! —Le grité llevándome la mirada de las pocas personas que habían en el pasillo. —No aguanto las ganas de orinar.

—Bueno, si insistes...

Se hizo a un lado para que pasara, pero cuando iba a entrar puso su pie en medio y tropecé, antes de caer me agarró por la muñeca y me pegó a él, nos encontrábamos demasiado cerca el uno del otro, tanto así que podía sentir el aire caliente de su respiración, el tenía su mano derecha en mi cintura y la otra aún sujetaba mi muñeca, cuando lo miré a los ojos comenzó a acortar la distancia de sus labios con los míos y yo... Yo me olvidé de las malditas ganas de orinar.

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Este capítulo fué editado.
Te perdiste la genial y sensual nota de autor.
:v