La Mejor Impostora (2/2)

Tal y como había dicho en la parte anterior, este relato contiene escenas explícitas.

¡Espero que les guste!

Maki abre su closet, no está orgullosa pero tampoco disgustada. Saihara y Momota también lanzan una mirada.

–Maki ¿no tienes ropa para salir? ¿Algo que no sea tan casual o parezca que vayas a cometer un delito?–Pregunta Kaito.

Harukawa suspira pesadamente y cierra el armario. Tiene una cita con Kaede esta noche, no tiene ropa presentable (sólo pantalones de mezclilla y camisetas oscuras). Los tres están en la habitación de la chica de dos coletas; Maki había pedido ayuda para su cita y sólo podía contar con estos dos.

Se lanza boca arriba a su cama, mirando el techo y no sabiendo que hacer.

–Podría ir con la misma ropa de siempre...

–¡Ni hablar! ¡Debes lucir preciosa para Kaede!–Exclama Kaito con una sonrisa, chocando sus propios puños–Podrías pedirle prestado a alguien.

–¿De verdad crees que voy a pedirle ropa linda a alguien? No soy una vagabunda, además, nadie querría prestarse a eso.

–Eres más o menos de la misma complexión que Tenko, pero no sé si quiera–Añade Saihara–Podríamos ir de compras.

–Tenko tiene más pecho que Maki, pero en lo demás si se parecen–Comenta Momota de manera reflectiva, pero sólo recibe un golpe con una almohada directo en la cara–¡Auch! ¡No lo dije con esa intención!

–De todas formas no podemos ir de compra a no ser que alguien de ustedes tenga dinero–Responde Maki, ignorando los lloriqueos del astronauta.

Si, ser adolescente y vivir de tu propio bolsillo a menudo te deja sin dinero, incluso para los Estudiantes Definitivos. Entonces Saihara vuelve a decir otra propuesta.

–Bueno...conocemos a alguien con toda una gama de ropa de todo tipo en su habitación, nos puede echar una mano.

–¡¿No te referirás a Junko Enoshima de la clase 77?!–Exclama Momota.

–No sé quien es esa, pero no, me refiero a una compañera nuestra–Sigue explicando Saihara.

–¿E-Eh? ¿Yo?–Responde Tsumugi con una expresión de sorpresa completa. Casi nadie suele acordarse de ella, algo totalmente comprensible. Justificable, diría yo.

–Sabemos que tienes ropa de todo tipo ¿no podrías prestarle un poco a Maki? Sólo por hoy–Ruega Saihara.

Shirogane lo piensa un momento. Tenía pensado terminar ese traje de Lucina de Fire Emblem; además de que no es muy cercana a Maki, pero de las pocas veces que puede ser de ayuda y valer la pena recordar.

–Lo mío son los cosplays–Responde Shirogane, como si eso fuera un problema.

–¡Entonces has un cosplay bonito para Maki–Exclama Momota. Harukawa trata de no morirse de la vergüenza, pero si realmente quiere impresionar a Kaede...

–P-Pues no habría problema pero no sé si Harukawa quiera...

–Haz lo que tengas que hacer–Sentencia Maki, decidida, lista para la batalla.

Shirogane se sintió halagada, era la primera vez que alguien recurría a su talento. Bueno...Maki da un poco de miedo, pero es agradable tener a una modelo que no se queje cuando la aguja la pincha. Momota y Saihara esperan en el pasillo, dialogando y tratando de adivinar como lucirá Maki.

–A lo mejor se viste como loli gótica–Especula Momota, imaginándose a la asesina con vestido negro, zapatos de cuero y detalles de corazones en todas partes, se vería muy graciosa. Momota siempre consideró ese estilo de vestimenta muy infantil.

–Yo pienso que tirará a algo más... ¿Sweet?–Responde Shuichi, en su cabeza, Maki usa falda rosa pastel a cuadros, medias hasta los muslos, aretes y perfume. Pero esa apariencia tan «Kaede» dulce, contrasta con su actitud a menudo amargada; no tendría gracia.

Entre esa lluvia de ideas, la puerta se abre y ambos chicos voltean al instante. Maki asoma media cara para después mostrarse, su cara está roja y sus manos tiemblan, detrás de ella hay una Shirogane muy orgullosa.

Vistiendo con falda de mezclilla, botas, y una blusa negra, Harukawa se ve adorable, atrevida, tímida, decidida, femenina y fuerte. Lista para golpear a alguien pero con ese toque moe; la representación gráfica de como es Maki Harukawa, La Asesina Definitiva.

–¿Y b-bien?–Pregunta Maki tratando de ocultar su sonrojo.

–Maki...si sigues por ese camino, me enamoraré de ti–Comenta Momota.

–Si, yo también–Añade Saihara.

Harukawa tan sólo suelta una tímida risa, vuelve a adentrarse en la habitación de Shirogane para verse al espejo. Es la primera vez en mucho tiempo que se siente bonita, agradable a la vista. Nunca tuvo problemas con su apariencia, sabe que es guapa de cierta manera pero tampoco se atrevía a lucirse de esta forma. Maki se sintió feliz consigo misma, y no pudo evitar sonreír frente al espejo.

Los demás también entran, nadie aparta sus ojos de Harukawa.

–¿Creen que a Kaede le guste?–Pregunta la chica de dos coletas.

Ambos jóvenes asienten con ánimo, Shirogane se pregunta "¿Es qué acaso Kaede y Maki son pareja?". Harukawa siempre ha sido muy distante, se esfuerza en parecer misteriosa; pero de Kaede no se lo esperaba, siempre rodeada de chicos, teniendo una fila de hombres que esperan una cita con ella (como Rantaro quien ha intentado conquistarla desde el primer día de clases). Quizás por eso Akamatsu nunca a presumido de un novio, porque el problema es ese. Un novio.

–Shirogane...muchas gracias–Dice Maki, dejando pasmada a la cosplayera.

–N-No pasa nada...–Shirogane siente su rostro enrojecer.

–Y...gracias a ustedes dos-Se dirige a Saihara y Momota. La emoción del momento la hace abrazarlos a ambos, en verdad adora estos chicos. Más que sus amigos se han convertido en su familia.

–No hay problema Maki–Responde Momota, sonriendo junto con Saihara. Si, esta bien que Harukawa se vea tan sonriente.

Tras eso, Maki tenía que prepararse para su cita. Tras eso, vuelve a su habitación, los chicos ya se habían ido. Pero fue una grata sorpresa encontrarse con Ouma. Ambos se detienen, hay cierto desagrado en la mirada de los dos.

–¿Se te ofrece algo?–Pregunta Harukawa, sin muchas ganas de hablar.

–Quería disculparme por lo la otra vez, si iba a invitarte, quería que todo el salón fuera.

–Eso ya da igual.

–Escucha, sólo quiero que Shuichi me dirija la palabra, por eso me disculpo.

–Viniendo de ti, esa disculpa fue suficiente–Antes de que Maki siguiera su camino, suelta un último comentario–Más te vale ser digno para Shuichi, tiene muchas esperanzas puestas en ti.

–No lo defraudaré, y dado que eres su amiga no me puedo permitir perder tu aprobación–Ouma tiene una pequeña sonrisa en la cara–¿Estamos en paz?

–Si, feliz cumpleaños enano.

–Gracias, señorita asesina y futura señora Akamatsu.

Saihara tenía razón, Kokichi no es mala persona aún si se esfuerza en parecer lo contrario.

Harukawa se encuentra en su habitación, esperando pacientemente sentada en la cama. Comprobando la hora cada veinte segundos; y cuando alguien llamó a la puerta sintió como su cuerpo se paralizaba.

Al abrirla, Kaede sonreía como siempre: estaba hermosa. Un vestido azul pastel, tacones blancos, y algo de lápiz labial rosa que para Maki, provocaba el querer besarla de nuevo. Aquel sabor a fresa que recuerda con gozo.

–Hola–Saluda Akamatsu, un poco embobada por lo «sexy» hermosa que se ve Maki–¿Estás lista?

–Si...eh, te ves bien–Maki se prometió controlarse com sus sonrojos, pero la pianista no se lo ponía fácil.

–Gracias, tu también–Kaede comparte su sonrojo, hay un pequeño silencio antes de que la pianista vuelva a hablar–¿Tienes hambre?

–Si ¿a dónde iremos?

–Esa es la cuestión, tu dirás el lugar, no te preocupes ¡como de todo!

Resulta que afuera de la escuela, un auto esperaba pacientemente a Kaede y Maki, era un mayordomo que la pianista contrató. Eso hizo abrir los ojos como platos a Harukawa, sabía que la rubia venía de una familia algo adinerada, y que su talento como pianista la había llevado por buen camino; pero nunca imaginó que hasta ese punto llegaría.

–¿Estás segura que quieres que yo escoja el lugar?–Pregunta Maki, ambas están muy guapas y Kaede querrá un sitio fino y elegante, y nuestra asesina no es que sepa mucho de sitios sofisticados.

–Si, como dije antes, quiero conocerte, así que...tú eliges el sitio–Kaede no perdió la sonrisa en ningún momento. Eso sólo puso más nerviosa a Maki.

–Bueno...hay un sitio que me gusta mucho...

–¡Bien! ¡Andando! ¿Cómo se llama?

–Pues...

El nombre "El Gallo de Sinaloa*" no deja mucho a la imaginación. Así es, es tal y como lo están pensando: un restaurante mexicano, donde la carne, la salsa roja y el agua de jamaica se sirve como pan caliente.

–Oh...–Fue la reacción de Kaede al ver el sitio, tomando la posibilidad de que su precioso vestido azul saldrá con una mancha roja encima.

–Si quieres podemos ir a otro lado–Los nervios de Maki están en su límite, le gusta el sitio, es muy sencillo y la comida es gloriosa, la última vez que vino fue con Saihara y Momota. Estar aquí con Akamatsu, para Maki, significa mucho.

Pero Kaede es muy fina para esto...

–Esta bien, huele delicioso ¿entramos?–Responde Kaede, esto sale de su zona de confort ¿pero qué más da? Está en una cita con Maki, eso basta para querer arriesgarse un poco.

Entraron y el mesero las llevo a una mesa en el balcón. Kaede toma el menú, no ha probado ni la mitad de las cosas que ofrecen.

–Yo voy a querer la hamburguesa feliz de Jalisco*–Dice Maki al mesero–Que incluye el juguete de Speedy Gonzales*.

–Claro que si muchacha–El mesero tiene cierto acento, algo cantado-¿Y usted?

–Pues...–Akamatsu mira el menú–Un pozole* mediano, sin carne por favor.

El mesero la mira confusa. Maki comenta lo siguiente en voz baja:

–Kaede, el pozole se come con carne...

El rostro de la pianista se vuelve roja de golpe, rápidamente junta sus manos pidiendo perdón.

–¡Lo siento compadre! ¡Lo quiero con extra de carne si señor!

El mesero anota su orden, y con una sonrisa se va. Creo que estaba soportando la risa. Maki también sonreía, ver a Kaede tan nerviosa con ese toque infantil era irresistible. La mira fijamente, que hermosa es.

Tras un rato, la comida llega. Hay otro rato de silencio. Como era de esperar, Kaede es la primera en hablar.

–¿Cómo conociste este lugar?

–Antes de entrar a Kibougamine ya venía por aquí, cuando estaba en el orfanato solíamos traer a los niños aquí cada vez que podíamos, sobretodo para diciembre con su posada.

Kaede ya había oído hablar de este tema. Maki y su talento con los niños. Nunca había preguntado más, no eran tan íntimas para llegar a ese punto. Era triste en cierta forma, ella siendo Kaede Akamatsu lo tiene todo, una familia amorosa, amigos de verdad, un talento relacionado a lo que más le gusta; y Maki Harukawa fue obligada a ser la Asesina Definitiva, incluso la separaron del orfanato que tanto cuidó.

No sólo son distintas en actitud, sus vidas son polos opuestos, sus mundos chocan. Quizás por eso Kaede se interesó en Maki. Es diferente, es única.

–Maki, sólo quiero que sepas que...puedes contar conmigo para lo que sea–Comenta Akamatsu, mirándola a los ojos–Quiero estar contigo, igual que Shuichi y Kaito.

«No, de otra forma».

–Kaede...–Maki tuvo que desviar la mirada, sus ganas de huir se incrementan, pero no lo hará, aquí y ahora debe enfrentarlo–¿Porqué... te gusto?

–¿Cómo?

–¿Porqué te fijaste en alguien como yo?–No quería estropear la cita, pero de verdad necesita oírlo.

–Maki...me estas pidiendo que explique el porque a una persona le llega a gustar otra persona, no tengo respuesta, simplemente... pasó, pero...–Toma delicadamente la mano de Maki–Estoy feliz de que así sea...

–¿Incluso si soy una cobarde? No soy valiente como tú–Harukawa no quería llorar, las palabras de Akamatsu derriten su corazón.

–Si quieres huir, házlo, yo te encontraré allá donde vayas–Entrelazan sus dedos, Kaede sonriendo como nunca–Lo volveré a decir, me gustas Maki, ahora y siempre.

Las piernas de Maki dejaron de temblar. No necesitaba una explicación, la respuesta era tan obvia. Kaede la quería tal y como es. ¿Porqué le costó tanto aceptar eso?

Jamás volverá a estar sola. Tenía amigos como Shuichi y Kaito, compañeros que podían echarle una mano como Shirogane, o como Ouma quien acepta su intervención. Y por último está Kaede Akamatsu, quien la ama a ella, a esto que ve, a esta persona cuyas manos están tomadas.

Maki, acepta estos sentimientos, aunque sea una vez.

–Tú también me gustas, joder, te adoro y no quiero que me sueltes–Confiesa la de dos coletas mientras una lágrima cae de su rostro.

En cuanto entraron a la habitación de Harukawa, los besos desenfrenados volvieron. Maki tiene acorralada a Kaede contra la pared, saboreando su boca. La rubia gime entre el mar de besos, tomando las caderas de Harukawa para sentirla más cerca. Puede sentir su piel erizarse bajo la ropa.

Habían vuelto del restaurante, charlando mientras comían una menta para calmar el aliento. En cuanto pusieron un pie en Kibougamine, la temperatura subió, ambas están justo donde quieren estar.

–Maki...vamos a tu cama–Susurra Kaede, al mismo tiempo en que Harukawa muerde su delgado cuello y explorando un poco bajo si vestido.

La de dos coletas prácticamente lanzó a Kaede contra el colchón. Se posicionó encima y siguió con sus besos y caricias. Los gemidos de Akamatsu son tan descarados que sólo provoca un cosquilleo en la entrepierna de Maki.

–Aah...–Suspira Kaede al sentir las manos de Maki sobre sus pechos, acariciando, como un leve masaje.

–Son grandes...–Comenta Maki con una sonrisa burlona, entonces posiciona una mano bajo el vestido de Akamatsu, subiendo hasta las bragas–Estás mojada.

–C-Claro que si ¿tú no?–Pregunta la pianista en un tono más que provocativo, devorando a Maki con la mirada.

–Tendrás que comprobarlo–Reta Maki. Entonces las posiciones cambian, siendo la asesina la de abajo.

Las finas manos de Kaede (las manos de una pianista), recorre las piernas de Harukawa hasta llegar a su intimidad. Entonces cuela sus dedos bajo su ropa interior, sintiendo esa humedad tan característica; decide bajar las bragas negras de Maki, exponiendo aquel sitio tan prohibido.

–Kaede...–Gime la asesina mientras ese par de dedos juega con su zona, sobretodo en el clítoris, provocando cadenas de placer–¡Aaah!

Kaede, con una sonrisa, masturba a Maki con lentitud pero con fuerza, presionando sus zonas más sensibles, dando fricción a ese cúmulo de nervios. Harukawa se siente en el paraíso, comparte otro beso húmedo con la pianista, quien mueve sus dedos con más rapidez.

–Kaede...–Gime la de dos coletas, sus piernas tiemblan, y sin poder evitarlo, se corre, mojando los dedos de Akamatsu.

–Eres tan hermosa... –Comenta Kaede antes de comenzar a desvestirse, deslizando su vestido, exponiendo su ropa interior blanca.

Maki la imita, y es la primera en quitarse el sujetador. Sus pezones ya están duros. Kaede se toma su tiempo para apreciarla; están sentadas en la cama.

–Si, lo sé, no son muy grandes–Dice Maki mientras se lleva ambas manos al pecho.

–Estás bien así–Kaede le entrega un beso en la mejilla, después se retira sus últimas prendas. Primero el sujetador, haciendo rebotar sus enormes pechos. Después sus bragas. Maki no puede apartar los ojos, el cuerpo de Kaede es bellísimo, casi perfecto.

Vuelven a caer sobre las sábanas, Maki de nuevo está arriba. Saborea el cuello de Kaede, para después descender a sus pezones.

–Aaah...–Gime la pianista, cerrando sus ojos. Maki lame uno de sus pezones mientras juega con el otro, con la otra mano estimula la vagina de la rubia, provocando muchos escalofríos.

La lengua de Harukawa baja hasta su entrepierna, donde lame todo lo que está a su alcance. Kaede gime, respirando con pesadez, masajes sus propios pechos mientras Maki sigue saboreando y repartiendo besos por esa zona tan frágil.

Mientras Harukawa está en el oral, usa sus propios dedos para tocarse un poco. Ambas están en su límite, sus vistas se nublan y la mente se bloquea. ¿Es esto el amor puro? Sus cerebros no pueden procesar nada más que el orgasmo.

Akamatsu es la primera en venirse, arqueando su espalda. Maki vuelve a correrse, mordiendo su labio inferior para no gritar tanto.

Están agotadas. Han cubierto sus cuerpos con una manta, entrelazando sus piernas, tratando de recuperar el aliento.

–Te amo, Kaede–Dice Maki mientras cierra sus ojos.

–Yo también, Maki–La pianista apega más sus cuerpos, el calor era muy agradable.

Y por primera vez, ambas no tuvieron que ocultar nada. Ni siquiera a ellas mismas. Sabían que tras esto, su mundo sería mas colorido. Sólo verdades, olvidando sus miedos.

Fin.

*Sinaloa/Jalisco: Estados de México.

*Speedy Gonzales, es un personaje animado de la serie Looney Tunes de Warner Brothers.

*Pozole es un plato tradicional, un caldo hecho a base de granos de maíz, a la que se agrega, según la región, carne de pollo o de cerdo como ingrediente secundario.​

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Por lo que cualquier golpe a mi dulce cara será bien recibida <\3 (con la silla no, por favor).

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