38. Pecado de 3

Como actor le había tocado besar muchas veces a lo largo de su carrera, sus colegas que habían tenido la fortuna de ser participes de ello lo calificaban como un Dios o algo por el estilo, uno, porque se preocupaba de hacerlos sentir cómodos y, dos, bien, porque el tipo lo hacía como todo un experto. Para Youngho todo se trataba de trabajo y debía estar acostumbrado.

La primera vez que besó a Yaroslav se sonrojó como un adolescente. Y se sintió bonito, agradable y bueno.

Pero ahora, que era la "primera vez" besando a Mark Lee... ¿Era posible siquiera sentirse tan hambriento, de pronto? ¿Era normal que sus entrañas se retorcieran con aquellos labios posándose sobre los suyos?

Cerró los ojos y no pudo hacer otra cosa que sentir la calidez y humedad cubrir su propia boca, aquellos labios sostener los suyos, uno a la vez, como si primero tantease camino, como si quisiera esperar permiso. ¿Podía decir que no? ¿Tenía la fuerza de voluntad de romper, lo que fuese que estuviese ocurriendo?

Sin darse cuenta, Youngho estiró la mano y la descansó en su nuca para hacer el beso algo más profundo, ambos hombres sentados en el suelo del balcón, besándose lentamente en la oscuridad, como algo tan íntimo y suyo.

En el momento que el ruso lamió sus labios y le exigió en silencio que abriera su boca, invadió cada rincón reclamando lo suyo. Ni siquiera se dio cuenta cuando el otro casi terminó sentado sobre sus muslos abrazándolo por el cuello, dejándose sostener mientras sus caderas estaban tan pegadas la una a la otra. Mierda, habría que ser tonto para no percibir la creciente erección en el cuerpo del otro.

Cuando Lee gimió, el ruso sintió que estaba perdiendo la batalla, que no iba a poder luchar, que el hambre y el deseo se estaban volviendo aún más demoniacos, que no quería abandonar esto, que quería romperle la boca a besos y meterse tan profundo en el cuerpo de este hombre que...

—Lo siento tanto —susurró Mark con los labios aun pegados sobre los suyos, le dio otro pequeño beso— lo siento.

Le tomó un par de segundos darse cuenta cuando había terminado el beso y ese hombre se había ido de ahí, dejándolo con la sensación más extraña que había experimentado en su vida, con un vacío de calor y contacto tan grande que gimió aterrado, por muchas razones. 1, ni siquiera pudo detenerse para decirle que no lo besara, 2, su cuerpo tenía una jodida sensación de satisfacción y familiaridad con tenerlo entre sus brazos, 3, la idea de correr a buscarlo se hacía más grande y 4 ¡Había besado a una persona que no era su pareja!

Con la yema de sus dedos tocó sus labios, labios que picaban y no podían olvidar la sensación de un beso caliente, dedos que se arrastraron hasta su cabello para sujetarse y jadear.

Mierda ¡En serio se había besado con su hombre de seguridad!

Esa misma noche, Youngho devolvió el llamado a Yaroslav argumentando que había dejado el teléfono dentro del vehículo y, para cuando se había dado cuenta, tenía sus llamadas perdidas. Esa misma noche le pidió a su novio que fuera a casa y lo acompañara porque estaba jodidamente aterrado por lo ocurrido en el local de eventos. Una noche que terminó con un acto sexual desesperado entre sus sábanas.

¿Lo peor de todo? Lo peor de todo fue que mientras tenía sometido a Yaroslav bajo su cuerpo, la imagen de él jodiendo a Mark se hizo presente y aunque trató de disipar la imagen, esta venía con mayor fuerza cuando cerraba sus ojos. Dios, Dios, que descontrolado se comportó imaginando que estaba entre sus muslos jodiéndolo y saciándose de él mientras este susurraba "Señor Stepanov".

Pudo haber sido bruto, su novio pudo haberlo gozado no una sino repetidas veces durante la madrugada, pero, interiormente, solo el ruso iba a saber que el beso de Lee le había afectado más de lo normal y que no hubo sexo con su novio que pudiera aplacar el deseo de saber qué hubiera pasado si el beso no se hubiera roto.

Durmió lo que quedaba de noche con culpa.

La mañana siguiente, Mark bajó vestido con ropa casual y dispuesto a enfrentar la situación como el hombre adulto que era. No pudo detener el deseo de besarlo, no después de ver a Youngho en peligro, no cuando lo amaba tanto y no podía expresarle lo que sentía por este asunto de la falta de memoria del destino. Se sentía conflictuado en muchos sentidos.

Giró hacia la cocina porque escuchaba ruido, pero se detuvo a pasos de la isla de mármol al ver a Yaroslav mordiendo un sándwich y al otro bebiendo una taza de té. Ver esos ojos claros y ese cabello dorado le produjo una molestia horrible, en parte culpa porque en teoría él era el actual novio de Youngho y, en parte por que no quería tenerlo cerca.

—Lamento interrumpirlos. Buenos días señor Shiryaev.

El aludido desencajó la mandíbula ¿Por qué tanta cordialidad? Tragó lo que comía.

—¿Ibas a tomar desayuno? Puedes tomar desayuno con nosotros Mark.

No necesitaba que fuera buena persona, quería un Yaroslav inquieto, celoso, alguien irritable a quien odiar.

—Por cierto, gracias por proteger a Youngho, no sé de donde te sacó... Grisha —dijo ese nombre con desprecio— pero eres increíble y te estoy agradecido por eso ¿Te encuentras bien?

—Muy bien, gracias —él y el otro ruso cruzaron miradas— señor Stepanov ¿Puedo hablar a solas con usted?

Necesitaba acabar con esto cuanto antes. Caminaron a una distancia prudente el uno del otro hacia una pequeña oficina que tenía el ruso, tras cerrar la puerta, Mark se volteó y lo miró. ¿Por qué tenía que verse tan deseable? ¿Por qué la casualidad de su cabello caído y ropa simple, lo jodía tanto? No hacía más que complicar las cosas para Lee.

—Lo que ocurrió anoche no debió pasar, señor, fue una falta a mi código como su guarda espalda.

—¿Por qué lo hiciste entonces? Si no mal recuerdo ocurrió después que mencionaras la relación que tuviste con tu... antiguo jefe —irritado, se sentía irritado de recordar eso— ¿Es una costumbre tuya besar a tus jefes? No soy consuelo de nadie, Mark Lee.

Frunció las cejas.

—¿Qué tan importante se cree usted para pensar que quiero consuelo de su parte? —"Dios, quiero todo de ti" — independiente del motivo, lo besé y usted respondió, si no deseaba hacerlo pudo haberme empujado... como sea, solo estoy siendo responsable de mis actos señor Stepanov, anoche le dije que esperaba me despidiera ¿Entonces?

—Como actor, beso todo el tiempo a mis compañeros de reparto si el guion lo solicita, esto no es más que un beso experimental, no debió ocurrir, pero no supera la importancia que tiene un beso en el trabajo ¿Qué tan importante te crees para pensar que el tuyo vale la pena?

Mark lo miró de arriba hacia abajo, y luego de vuelta. Lo amaba, Dios sabía cuanto lo amaba, pero ¿Podía darle una patada en su entrepierna por ser tan idiota?

—Si a un hombre tan importante como el señor Kozlov le parecen buenos mis besos, entonces sí valen la pena.

Esperen ¡¿A Grisha?! ¿Acaso ese idiota no estaba con el japonés Osaki? ¡Menudo animal! ¡¿Por qué tenía que estar besando a Mark Lee?!

—No me importa a quién andes besando, pero si quieres una respuesta respecto a tu puesto laboral, no voy a despedirte, Lee, ni en sueños... acabo de sufrir un ataque y hasta que no encuentre a alguien que te iguale en destreza, trabajarás para mí así que hazte la idea.

—Bien.

Asintió y salió de allí luchando con el deseo de empujarlo contra la pared y comérselo a besos hasta dejarlo de rodillas, mierda, no sabía qué era peor, si trabajar de nuevo para Youngho o estar lejos. Necesitaba ir al baño ahora y masturbarse tan duro para aplacar, en parte, el deseo que le tenía.

El ruso, estando solo en ese espacio, descendió la vista a su pantalón para comprobar lo que ya esperaba ver, una erección formada por las emociones de una discusión. ¿Realmente iba a tolerar tener a Mark Lee tras su espalda todo el tiempo?


Jueves 2 de junio 2022, 2 semanas después

Aunque era indudable de que Mark era la mejor elección como un hombre de seguridad, guarda espalda o como mierda quisieras llamarle, no pudo sentirse el mismo de antes, incluso su propio novio le había mencionado un par de veces lo perdido que lucía cuando estaban juntos, la mirada en el vacío, la falta de atención. Yaroslav incluso le había mencionado el hecho de que podía requerir una cita con algún terapeuta porque podía tratarse de estrés post traumático.

Y el ruso sabía en el fondo lo que era, lo que no hacía más que empeorar la ansiedad que crecía en su pecho, porque se había jurado así mismo no ser como su mejor amigo, porque tenía responsabilidad sobre su relación y aun así, a pesar de todo, no fue ni era capaz de contarle que se había besado con Mark, peor, que en las noches cuando los pensamientos lo abrumaban terminaba masturbándose deseado que su mano fuese la boca de este, o sus manos, o su trasero.

En este momento estaba sentado en un cómodo sofá de la terraza en su patio, viendo como su hermano jugaba al tenis con Shotaro, Mark y un compañero de la escuela. Estaban de vacaciones, era oficialmente verano en el país, las limonadas y el ambiente de descanso se podía respirar en el ambiente, todos parecían tan cómodos y ahí estaba él, con el ceño fruncido.

—Hola campeón ¿Por qué esa cara? —Grisha se acercó, había decidido venir a verlo— ¿Qué?

—¿Vienes a verme o a espiar a Shotaro? —suspiró, a pesar del quiebre entre él y Darinka por culpa de ese hombre, podía admitir que era muy bueno con su hermano, muy respetuoso con él y como hombre de seguridad, espectacular— ¿Mmm?

—Un poco de esto, un poco de aquello —bebió de la cerveza que el otro le ofrecía— ¿Y tu novio? ¿Por qué no está aquí?

"Yarik" se había ido a Krasnoyarsk, a más de 4100 kilómetros lejos de él, por un par de días para visitar a parte de su familia, por supuesto que había invitado a su novio, pero por asuntos laborales a Youngho le era imposible viajar. Se lo contó a su amigo, lo que no esperó fue que hubiera un brillo inusual en su rostro.

—Veo algo que te preocupa ¿Quieres hablarlo?

Idiota. ¿Cómo podía olvidar que se trataba de un agente de seguridad cuya especialidad era saber leer a las personas? Le hizo una seña a su hermano para que supiera que entraría un momento a casa, luego de eso se desplazó por el primer piso hasta llegar a la sala de estar donde ambos se sentaron cerca sin quitarse la vista de encima.

—Yo... besé a Mark hace días atrás, quiero decir... él me besó y yo seguí el contacto —suspiró— no sé qué me pasó, pero no he podido dejar de pensar en eso, es... me hace sentir enfermo.

No existía amnesia que pudiera negar cuan ligadas esas almas estaban. Kozlov lo sabía, por lo que las palabras de su amigo no hacían más que emocionarlo, incluyendo el hecho de que el odioso twink estaba al otro lado del país.

Necesitaba mover las piezas del ajedrez.

—Dejando de lado la parte moral... ¿Te gustó lo que pasó?

Resopló, sus manos temblaban.

—¿Gustarme? Dios, todo ha estado mal en mí desde la maldita gala esa cuando lo vi haciendo la danza del vientre, y... darle el beso no hizo más que joder mi cerebro. No pareciera que el sexo con mi propio novio pueda calmarme, solo aparece Mark una y otra vez y yo...

—Quieres joderlo y saciarte —asintió— es Mark Lee, es... comprensible.

Youngho frunció el ceño, recordando los comentarios de su hombre de seguridad ¿Lo estaba diciendo para molestarlo o realmente Grisha había tenido algo con Mark? No era normal querer sujetarlo de los hombros y enfrentarlo por eso, ambos eran hombres adultos y podían hacer la mierda que fuera con sus vidas, no podía meterse en los asuntos "de cama" de otra persona.

—Tú lo besaste —no era una pregunta, era una confirmación— Mark se jactó de...

—¿Quieres que sea honesto? Hice más que solo un beso y lo disfruté... ¿Sabes que te hace falta? Hacer lo mismo, hacer lo que tienes en tu mente para comprobar como responde tu cuerpo o ¿Quieres pasar todos estos días con un humor de mierda? —bebió cerveza, Youngho realmente lucía mortificado— no pienses con moral porque ocurrió, ya engañaste a Yaroslav y deja de pensar que lo amas porque no es así...

—Grisha...

—Es la verdad, el trío o mal trío, mejor dicho, fue con consentimiento, pero el beso de Mark fue algo que tu twink no sabe por lo que tienes dos opciones, o dejas de pensar en Mark Lee y sigues con tu vida adelante... o cruzas la línea y pecas de una buena manera para entenderte a ti mismo.

Se suponía que un buen amigo lo llevaría por el buen camino ¿Qué clase de consejo era ese? Pero, por otra parte...

Incluso cuando Mark manejaba por él y lo llevaba a un destino X, disfrutaba de su perfil o su perfume llenar el vehículo, o ahora, que habían vuelto al patio para observar a los demás jugando tenis, podía ver el pantalón corto ajustarse de vez en cuando contra su trasero gordo.

No, no era normal desear tanto y de manera intensa a alguien que se conocía poco.

Con atención vio a Shotaro acercarse a Grisha, sentarse en sus muslos y reír contra su cuello mientras le contaba que se había caído cuando jugaba. Ambos lucían tan cómodos en una relación que "surgió del engaño". No se dio cuenta que el ruso le dijo algo al oído que lo hizo sonrojar, mirar de reojo a Stepanov y volver a susurrar.

Cuando Shotaro se re incorporó al juego, Grisha volvió a mirar a su amigo, esta vez serio.

—Ven hoy día a mi casa, 10 de la noche, puedo ayudarte a descubrir qué es lo que te sucede con Mark ¿Mmm?

—No lo haré, olvídalo.

---

Y allí estaba, observando la casa de su mejor amigo desde el vehículo, un poco inquieto por supuesto porque Mark había hecho uso de sus 4 horas libres precisamente ahora al igual que Shotaro. ¿Sospechoso?

No sabía cómo podía haber dejado a Gavrel sin un guarda espaldas, quizás era por el hecho que su mejor amigo lo había llamado para comunicarle que había 2 miembros del servicio de inteligencia ruso custodiando la casa por fuera e inclusive 1 policía con el que era cercano.

Grandes ventajas de tener un alto cargo en algo tan importante.

Estacionó adecuadamente y tomó una gran cantidad de aire, no sabía cómo Grisha podía ayudarlo a descubrir lo que le sucedía, quizás verían archivos del muchacho, tal vez le haría pruebas psicológicas ¿Verdad?

Al tocar el timbre, inmediatamente apareció la figura de Shotaro con las mejillas sonrojadas. Vestía ropa ligera, en su mano llevaba una copa de vino.

—Buenas noches señor Stepanov, el señor Kozlov dice que debo guiarlo a un lugar, sin cuestionamientos.

¿Sin cuestionamientos?

Lo siguió en silencio hasta una escalera que iba a un subterráneo, bajando peldaño por peldaño preguntándose realmente qué estaba pasando, quizás no conocía a su mejor amigo del todo, quizás ocultaba cosas. Entró a un cuarto con un sofá de terciopelo rojo en dirección a una pared de vidrio que mostraba la vista del cuarto contiguo sin revelar, obviamente, quienes están observando.

Esto era tan similar a los cuartos donde interrogaban a las personas, solo que tenía un ambiente... ¿Erótico?

—Necesito ver a Grisha, esto... esto es tan...

—Usted tiene dudas, mi señor ofreció ayudarlo, recibirá lo que necesita —susurró Shotaro cerca de su oreja— hay un deseo allí adentro que tiene que explotar señor, si no es capaz de abrir su mente, entonces puede devolverse.

No siguió prestándole atención, porque la luz en la otra habitación se había encendido y podía ver a Grisha Kozlov en un sofá de cuero, con Mark Lee sentado sobre sus muslos. El ruso llevaba un traje formal que ceñía su cuerpo de manera exquisita, el ex policía vestía de manera casual.

Se podía escuchar lo que conversaban.

—¿Shotaro no se pondrá celoso? Quiero decir... esto es...

—Mi pequeño es una mierdita cachonda y depravada, por su puesto que está de acuerdo con esto —el ruso repasó una mano por las piernas de Mark, sonriendo de lado— soy un hombre muy seguro en mi relación con él, por lo que puedo permitirme esto, además ¿Qué tiene de malo querer hacerte sentir bien?

Acarició su rostro sintiendo al muchacho temblar y luego lo abrazó lleno de afecto, del más puro y sincero.

A cada uno el beso lo había afectado, pero de maneras distintas, a Youngho porque había despertado el deseo animal por alguien a quien no recordaba, teniendo novio, y a Mark porque estaba enamorado y lo quería a su lado. Aunque, a este último lo dejaba en una situación aún más dolorosa. Saber la verdad y ver a tu novio acostándose con el "novio" de este universo, era horrible.

"Podemos hacer muchas cosas, pequeño".

Estaba enamorado, pero no era idiota, tener a Mark Lee sentado sobre sus muslos era algo que no podía desaprovechar.

Lo acercó para besarlo, mientras este lo abrazaba por el cuello y lo acercaba para profundizarlo. No iba a pensar en nada, solo a disfrutar, porque merecía ser tocado, porque merecía que lo apreciaran, porque no debía ser de ojos claros y cabello rubio ondulado para ser guapo, porque sabía que tendría un orgasmo satisfactorio si un ruso como Kozlov lo apreciaba.

Youngho tragó saliva, pudo escuchar el suspiro de Mark cuando Grisha lo sujetó de la espalda baja y lo acercó para que sus entrepiernas se rozaran lentamente, mientras se besaban con comodidad. Shotaro acercó su rostro desde atrás y depositó un beso en su cuello, antes de susurrarle.

—Si usted dejara que sus deseos tomaran control por una vez, no sería mi señor Kozlov quien estaría disfrutando a Mark, observe —los ojos rasgados de Stepanov estaban en la escena frente a sus ojos— esas manos sujetando esa cadera, escuche esos suspiros, no es usted quien se los está provocando...

Rozó poco a poco la entrepierna del ex oligarca, estaba poniéndose duro con las caricias y con lo que veía, pero también muy molesto.

—Están enfermos, esto es...

—Fascinante —besó su piel, Youngho olía muy bien— divertido, personas libres que la pasan bien.

No había diferencia con el otro mundo del que provenían, Grisha Kozlov podía ser extremadamente serio con su trabajo, pero eso no quitaba que tuviera fantasías que cumplir como esta, ser observado mientras disfrutaba del hombre de otra persona y conocía a su mejor amigo, lo suficiente como para entender todo lo "kinky" que fue con Mark y lo mucho que podía aprovechar eso a favor de ambos.

Se reclinó hacia atrás llevándose al muchacho con él encima mientras se molían lentamente, disfrutando de los besos y lo excitados que se estaban volviendo.

Sin esperar mucho, Mark le abrió la camisa botón por botón, dejando el pecho descubierto del ruso para luego aferrarse a su pectoral izquierdo y morder el pezón que tenía, como un crío hambriento, sintiendo esas enormes manos acariciar las nalgas de su trasero, manos que ya se habían inmiscuido bajo su ropa interior.

—Dios, quiero... quiero estar tan jodido que no pueda levantarme —gruñó— esta ropa me molesta.

"Tienes dos opciones, o dejas de pensar en Mark Lee y sigues con tu vida adelante... o cruzas la línea y pecas de una buena manera para entenderte a ti mismo".

Aquella hambre descontrolada volvió a él.

—A la mierda.

Se levantó violentamente del lugar donde observaba todo, saliendo de allí en busca de su nuevo objetivo, dejando que Shotaro se acomodara en el lugar que había estado ocupando y observara el espectáculo como el voyerista que no le daba miedo admitir que era.

Youngho abrió la puerta del dormitorio contiguo, pero su mente quedó completamente bloqueada ante la imagen que tenía frente a sus ojos. Allí totalmente solo en el sofá de cuero, Mark Lee estaba con la camisa abierta dejando expuesto su tórax y su abdomen, pero abajo no llevaba pantalón ni ropa interior puesta, sus muslos y piernas estaban un poco extendidas hacia los lados y su mano derecha estaba a medio camino de su entrepierna, jadeando, observándolo con los ojos entrecerrados, como un banquete dispuesto a ser tomado.

Quería comérselo completamente.

Antes de hacer cualquier avance a ese muchacho, sintió dos manos grandes posarse en su abdomen, como el abrazo de alguien que venía desde atrás. Y luego un susurro en su oreja con una voz aun más ronca de lo habitual. Era Grisha.

—¿Acaso no se ve Mark, el hombre más apetecible del mundo? Todo suave, todo bonito, todo caliente...

—¿Q-Qué haces?

—Tienes un hambre impresionante por Mark desde el día que lo viste bailar la danza del vientre —sus manos fueron subiendo lentamente por el abdomen de Youngho hasta que sintió los primeros botones de la camisa— pero te niegas a ceder a eso... cuando por dentro todo lo que quieres es cumplir todas esas fantasías quienes en la cabeza.

—¿Qué?

Kozlov depositó un beso en su hombro antes de caminar hacia el sofá y extender la mano hacia Mark para que se parara. Para cuando lo tuvo así, parado, apoyando su espalda en el torso desnudo del ruso, le hizo una seña a Youngho para que se acercara. Poco a poco Mark Lee terminó en medio de aquellos hombres, sintiendo el perfume, el calor y la erección de ambos empujarlo desde algún punto.

—Esto no significará nada, Mark —dijo Stepanov.

Grisha resopló antes de estirar la mano, apoyarla en la nuca de su mejor amigo y acercarlo hacia él para chocar sus labios cómodamente sobre los del otro. En algún punto de su vida había tenido el pensamiento de qué se sentiría estar con el oligarca despiadado para el que trabajaba y a quien quería como su mejor amigo desde la infancia. Nunca fue desagradable el pensamiento y ahora podía comprobarlo, los labios generosos de Stepanov se merecían su fama.

—Tú —susurró sorprendido— ¿Grisha?

—Deja de decir que las cosas no significarán nada, porque lo único que harás será perderte de la diversión.

Grisha empezó a quitarse la prenda una por una frente a la ventana espejo, sabiendo que al otro lado estaba Shotaro sonrojado viendo el espectáculo. El ruso sonreía, se mordía el labio e incluso giró sobre sus propios pies. Luego volteó hacia el sofá, se sentó como si fuera el amo y le hizo una señal a Mark para que se acercara.

Como si hubiese hechizado al muchacho, este le obedeció, quitándose la camisa en el camino, aguantando la respiración al ver aquella erección esperando por él. Dios, su boca se hizo agua y los músculos de su trasero se tensaron.

—Stepanov, prepáralo para mí —dijo Grisha con una orden, no aceptando un "no" por respuesta.

"A la mierda", pensó, se paró detrás de Mark, giró la barbilla hacia él y suspiró antes de tomar su boca y darle un beso que venía con un sentimiento que no podía nombrar, pero que también provocó un gemido en él. Ni siquiera quería acordarse de su novio, solo quería besarlo mientras repasaba las manos por sus pectorales y posicionaba su erección entre las mejillas traseras.

Ni siquiera recordaba en qué momento se desnudó, solo que tener su pene moviéndose tan lento y suavemente contra la piel de ese hombre, era la gloria que necesitaba.

—Mascota —dijo mordiéndole la mejilla derecha del rostro— mi mascota.

Mark Lee quería llorar, porque el fondo de Youngho necesitaba llamarlo así, como en los viejos tiempos, y él quería escucharlo.

Fue recorriendo su espalda rogando besos hasta pedirle que separara sus piernas, lo siguiente casi desestabilizó al muchacho. La lengua de ese hombre estaba allí chupándolo ¡Dios!

Shotaro, que veía todo desde el otro lado, retorcía los dedos del pie, no le parecería una mala idea si su "de nuevo" jefe le hacía lo mismo.

Lo chupó y tocó por un tiempo, disfrutando cuando Mark jadeaba, cuando su voz pasaba de estar ronca a aguda y suspirona, cuando metió los 4 dedos de su mano derecha, se sintió contrariado, porque Grisha se dio cuenta que estaba listo.

El otro ruso volteó a Mark para que le diera la cara a Youngho, colocó las manos en sus caderas y lo acercó hacia él teniéndolo sobre su erección. Grisha prácticamente le estaba diciendo a su amigo que observara como Mark cambiaba las emociones en su rostro a medida que iba entrando en su cuerpo, cómo "La mascota" prácticamente estaba acostada sobre él, con sus muslos extendidos hacia los costados, dejando a la vista todo lo que debía ser visto, como aquel miembro tan grande lo expandía y lo hacía inclinar hacia atrás su cabeza.

—"Malchik" —susurró antes de enterrar los dientes en su cuello— tan delicioso...

Se detuvo un momento para que se acostumbrara al grosor de su miembro, levantando la mirada hacia su mejor amigo. Sabía que estaba celoso, sus labios lo decían todo.

—Ven, amigo.

Youngho reaccionó ¡¿Por qué le estaba obedeciendo como si se tratara de su perro?

Se acercó e inclinó el rostro hacia Mark para besarlo, aunque también tuvo la necesidad de besar un poco a Grisha, el cabrón era una de las personas más guapas de Rusia y su ex novia se jactaba de eso.

Youngho acarició los pectorales de Mark mientras su amigo lo penetraba poco a poco, aunque luego quiso agacharse, morder el muslo de Kozlov y luego meterse en la boca el miembro del muchacho para ser parte de la sobre estimulación.

Dios, quería que estuviese rogando, quería sentir que era parte de esos jadeos, que él también se los provocaba, que era parte de esto que era sucio e inmoral para alguien que tuviese novio. Dios, ni siquiera se podía controlar, su propio pene tenía espasmos pidiendo estimulación.

—Voy a correrme —mascullaba Mark— dejen de... tocarme tanto.

—Ni se te ocurra —ordenó Stepanov, sus ojos rasgados se veían tan pesados y aun más pequeños, como si pudiera asesinar con ellos— no lo harás si yo no te hago algo, cabrón.

Grisha, que besaba el cuello de Mark, le indicó el espacio entre los muslos, invitándolo a algo que podía ser un poco demasiado, considerando que ambos rusos estaban bien dotados.

—Él lo resistirá, lo está pidiendo a gritos.

—¿Eh?

Y ocurrió, ocurrió por que lo pervertido de la situación era excitante, porque el calor de una piel y su humedad estimulaban a todos. Kozlov retiró un poco su miembro, solo lo suficiente para que Youngho Stepanov introdujera parte del suyo y así expandieran su cavidad trasera lo suficiente.

—¡Eh!

Ya no había vuelta atrás, no habría perdón ante Dios que los salvara de esto. Sentir su propio pene rozarse con el de su mejor amigo, apretados por el cuerpo de Mark, el calor, la fricción, el líquido pre seminal, era sucio, pero tan bueno. Ambos se movían un poco hasta encontrar el ritmo perfecto. Lee no tenía pudor para que gemir y jadear con las embestidas, incluso pedía más fuerza, pedía besos de ambos, quería que lo tocaran en todos los rincones, quería ser una completa "puta" por ellos.

Beso de 3, pecado de 3.

El abdomen de Mark se sentía tenso, pero feliz, sus muslos más abiertos que nunca, su ano más expandido, la lengua del hombre que amaba chupar sus labios, la boca del otro ruso morderlo en el cuello. Empezó a masturbarse escuchando como los mejores amigos se besaban calientemente o se turnaban para comerlo a él.

Y la doble penetración...

—Mi señor Stepanov —dijo Mark tan sumiso y tan necesitado que...

El aludido retiró su miembro del trasero y se corrió dejando que el esperma se esparciera en la cara de los otros dos, quebrándose de un orgasmo tan arrebatador al ver como los demás se lamían los labios pareciendo disfrutar de esto, casi corriéndose una segunda vez al ver que Grisha llenaba de semen las profundidades de Mark al correrse también, como este, a su vez, el protagonista del encuentro, segundos más tarde respiraba agitadamente tratando de tener una gota de aire mientras retorcía los dedos de sus pies y se corría gimiendo el nombre de ambos.

Segundos más tarde, fue Kozlov quien salió de allí erecto nuevamente, porque pensando en lo rosado, suave y bonito que era su niño japonés, creo muchos escenarios en su cabeza. Dios, lo dejaría deshuesado de tan duro que le daría a su cuerpo.

Stepanov, por su parte, que estaba acostado en el sofá encerrando el cuerpo de Mark Lee, con la punta de su nariz respirando en el cuello de este y sobre su piel húmeda, se sintió aterrado. ¿Por qué de pronto, tenía la necesidad de decirle "te amo"?

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Nota autora:

Quiero más perversión. ¿Tendremos más perversión? recuerden, a esta historia no le quedan muchos caps. 

Gracias a todos por leerme.

Quiero agradecer la portada nueva a  @iblis_s-dream !!! Gracias por tu amor 😭​

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