28. Adiós
Caminó lentamente por aquellas calles, con las manos en los bolsillos, con los copos de nieve cayendo entre las personas dejando un paisaje blanco a su alrededor. Las personas conversaban en un lenguaje que él reconocía, sin embargo, después de meses escuchando ruso, el coreano se sentía tan inapropiado y tan triste que su corazón empezaba a encogerse.
Había más de 9.5 millones de personas en Seúl y él solo necesitaba a una, pero ¿Dónde podía partir? Después de 1 hora se le había ocurrido uno en puntual que quedaba en la zona de Gangnam.
Miró hacia la galería que tenía frente a él, se trataba de la oficina de Lezhin Comics, el portal coreano más famoso de webtoons, la página donde Lucas Wong había empezado a subir su historia.
Cuando las puertas de vidrio se abrieron ante él, caminó con cautela hacia la única persona que estaba en recepción, una bella mujer que parecía ser una secretaria o recepcionista. Cualquiera fuera el caso le servía, así que aclaró su garganta y enderezó su cuerpo.
—Hola, buenas tardes, mi nombre es Mark Lee ¿Podría preguntar algo?
La muchacha lo observó con una sonrisa de labios sellados.
—Estamos por cerrar, señor, pero adelante ¿Qué sucede?
—Yo sé que trabajan con el autor de "El circo de las almas", sin embargo, es una historia que no se ha publicado en meses ¿Qué es lo que pasó realmente?
—Es información confidencial, hemos tenido muchos periodistas, medios amarillistas y fanáticos haciendo la misma pregunta, no puedo ayudarte con eso.
—Pero nadie de ellos sabe que su nombre es Lucas Wong ¿O sí? —inclinó la cabeza hacia adelante— es mi amigo y temo que le haya pasado algo, al menos... díganme si han tenido una llamada con él.
Alterar la verdad era conveniente cuando se requería información, lo había hecho muchas veces en el nombre de la justicia como policía y lo haría mucho más si se trataba de salvar la vida de Youngho. Aunque estaba claro que no le darían la información que quería.
La muchacha lo pensó un momento antes de dejar un lápiz hacia el costado.
—La última reunión con el señor Wong fue hace 1 semana, estamos discutiendo si continuará o no con el webtoon, el concepto de auto implicarse en la historia solo lo sabemos nosotros, pero su personaje causó un revuelo... —sonrió al vacío— la versión impresa sigue siendo la número uno, solo esperemos que acepte la oferta que se le ha ofrecido.
Y mientras corría inútilmente por la ciudad como si tuviese la mínima posibilidad de encontrar a Lucas, las palabras de esa mujer seguían resonando en su cabeza provocando profunda incomodidad, revelando aquel lado ignorante del ser humano.
Aquella creencia de los empleadores porque ese hombre se había "auto implicado" en su historia, aquellas palabras entusiastas por las ganancias que generaba el público. Mierda, cada vivencia, cada palabra, cada dolor y lágrima habían sucedido. Esos lectores que terminaban un capítulo y podían seguir su vida como si nada no tenían idea que esos protagonistas eran de carne y hueso.
Y estaba seguro que su propia historia podía ser el deleite de otras.
Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras miraba a todas partes como si estuviera perdido. No quería que su dolor fuera el deleite para otros.
Se acomodó en una banca de madera que había en el paseo de un parque, pensando en qué podía hacer para llegar a ese hombre, hasta que pensó un momento. No le importaba si Grisha no le creía en absoluto o si pensaba que los había abandonado, Mark necesitaba utilizar el último recurso para salvar al hombre y las personas que amaba.
Sostuvo su teléfono y apretó su nombre. El ruso contestó al instante.
—Grisha, soy Mark —su voz estaba estrangulada, entre el cansancio y la angustia— será imposible para mí encontrar a una persona en particular, pero sé que para tu equipo no... debo encontrar a Lucas Wong, se supone vive en Seúl, esa persona me ayudará, esa persona puede hacer algo estoy seguro.
El ruso tragó saliva.
—"Malchik" —su voz temblaba— estoy rastreando tu llamada, es... es imposible que en un plazo de 2 horas estés en Corea del sur, Mark... que...
—No importa cuanta información te dé, no me creerías si te lo dijera todo, ya expliqué brevemente, no soy de este mundo, pero por la misma razón puedo salvar a Youngho.
El ruso miraba la pantalla de su teléfono, el programa que utilizaba para rastrear las cosas jamás se había equivocado, pero allí estaba, marcando a Mark Lee como un punto de Corea del Sur. Sus manos eran incapaces de quedarse quieta por unos minutos, su mirada se desvió al vacío, les había pedido a unos hombres que siguieran el elevador que tenía dentro al muchacho cuyo piso se había marcado en el uno, pero como si de magia se tratara, la presencia de este desapareció. Ni cámaras de seguridad ni salidas del hospital, nada de nada.
Que insensato de su parte sería creer en ello, pero también tenía sus dudas. En efecto, la carta que Mark le había entregado, había sido escrita en inglés de puño y letra por parte de su amigo, en alguna ocasión había tenido fiebre y había mencionado el deseo de "encontrar a Spiderman", y por último, recordaba perfectamente cuando hace unos meses atrás Youngho viajó a Corea del Sur porque debía encontrar a alguien.
—Grisha, por favor... no tengo tiempo.
—"Malchik" —dijo con su voz un poco aguda— no sé que eres, no sé si estoy cometiendo una locura, pero lo que sea que tengas que hacer y donde sea que estés, ayúdame —no quería llorar, porque no creía correcto hacerlo, pero Kozlov estaba desesperado y las emociones lo estaban ahogando— los médicos hablaron hace unos momentos conmigo, Gavrel no lo sabe, pero no creen que Youngho pase de esta noche... Youngho se está muriendo, Mark.
Hubo unos segundos donde lo único que Mark podía escuchar eran los sollozos de ese hombre, pero se negó a llorar por una sola razón, no quería perder el enfoque.
Tragó saliva nuevamente y se armó de valor para seguir hablando.
—No lo hará, él no va a morir, pero necesito de tu ayuda, no me importa que pienses cuan descabellado es esto, solo dime dónde vive Lucas Wong —después de escuchar como el otro hacía algo, seguramente buscando algo en el teléfono, recibió la información que quería— Grisha, probablemente esta sea la última conversación que tengamos, pero voy a prometerte algo, no solo salvaré la vida de Youngho, lo haré con todos y cada uno de ustedes.
Podía haber hecho esto desde un inicio y no perder tiempo, pero también tenía la intuición que los pensamientos y los hechos ocurrían para que pudiera cumplir su objetivo.
El ruso quería seguir llorando, pero la evidente presencia de alguien frente a él hizo que levantara la mirada hasta fruncir el ceño, se trataba de un hombre de ojos rasgados que llevaba un abrigo negro hasta el suelo, alguien realmente elegante, alguien que irradiaba una energía especial, alguien a quien no había visto antes.
----
Mark tomó el elevador hasta el piso donde se encontraba el departamento de ese hombre, con el corazón y el alma desesperados. Mierda, si no tuviera tanta fuerza de voluntad no podría estar en pie, porque saber que la persona que amaba se estaba apagando y no estaba a su lado, era un tanto cruel.
Caminó por el pasillo y cuando estuvo frente al departamento que la dirección indicaba, alzó la mano para tocar el timbre, sin embargo, la puerta se abrió por sí sola apareciendo un hombre casi del tamaño de Youngho, con ojos grandes y expresivos, con su mano sujetando una maleta. La viva y hermosa imagen humana de aquel dibujo que aparecía en el webtoon.
—¿Señor Wong?
El aludido pestañeó confundido. Miró a todo el pasillo y luego al hombre frente a él.
—Voy a abordar un avión ¿Qué es lo que deseas?
—Salvar la vida del hombre que amo —dio un paso adelante, el otro retrocedió confundido— supongo que Jungwoo te mencionó que había hecho una promesa con un niño que se llamaba Mark... Lucas, ese niño soy yo.
El teléfono de Lucas se estrepitó contra el suelo cuando abrió su boca sorprendido, por supuesto que recordaba aquello, el momento exacto en el que se dio cuenta que habían cosas que él no había manipulado, mucho menos creado. La razón por la que algunas veces, Jungwoo observaba el horizonte del desierto esperando que ese tal "Mark" llegara a él.
No pudo evitar estirar las manos y sostener el rostro de ese hombre, la temperatura de su piel estaba baja, pero era real. ¡Era real! Sus ojos se llenaron de lágrimas, todo este tiempo que llevaba desde la separación con el mundo de su webtoon, creyó que se había vuelto loco e incluso que todo fue un sueño muy vívido, sin embargo y por razones que no entendía, una de las personas que provenía de ese mundo estaba en el suyo.
—Mark... ¿Realmente co... conociste a Jungwoo?
Era el dolor de alguien que amaba y él no entendía.
—Nos ayudamos a salir adelante cuando pequeños... Lucas, soy tan real como él lo es... y por eso necesito que me ayudes, por favor.
Aquel hombre se agachó para sostener su teléfono, luego se hizo a un lado y lo dejó pasar. Desde hace días había pensado qué hacer con su vida, llegando a la conclusión que no volvería a dibujar el webtoon, que abandonaría todo doloroso recuerdo y que se iría a otro país para comenzar de nuevo. Mas, antes de abrir la puerta hoy, pensó que, si esta no era la decisión correcta, que llegara una señal para no cometer una locura y... ahí estaba, un hombre clamando por su nombre, un nombre que no era de este mundo sino del otro.
Mark observó a su alrededor, el departamento era de un gusto exquisito, pero no reparó en más detalle, solo se sentó en el sofá viendo como Lucas se sentaba delante suyo mirándolo como si fuera lo único importante en el mundo.
—Cuéntame un poco sobre como ocurrió todo —le preguntó— el viaje, la conexión con Jungwoo.
Para pedir algo tan importante, necesitaba que el otro se sincerara.
Lucas Wong era creador de uno de los webtoon más exitosos del último tiempo, cuyo nombre era "El circo de las almas", su protagonista era Jungwoo, un hombre de belleza exquisita que vivía en el desierto y que junto a otras personas que también eran víctimas de secuestros o abusos, hacían de todo para sobrevivir, entre robar a turistas hasta lo que hacía mención del nombre de la historia, funciones de circo que recorrían el país para recaudar fondos.
Wong se había enamorado de Jungwoo a través de los dibujos, sin embargo, un día después de que Youngho Stepanov lo persiguiera por "ayuda", este viajó sin aviso previo cayendo en medio del desierto.
Fue así que comenzó a involucrarse y de alguna manera a "escribir" la historia por dentro. Cada cierto día se publicaba un capítulo nuevo, nadie sabía que había desaparecido de verdad, su "aparición" como el personaje nuevo causó una revolución que produjo mayores ventas.
—El tiempo que transcurre allí no es el mismo que acá, son dimensiones diferentes —miró angustiado el vacío— y todo lo que se vive no se refleja en los capítulos que se publican... viví tanto con Jungwoo, tanto, Dios —su voz se quebró— hice de todo para hacerlo feliz, le prometí que buscaríamos la manera de hacer una vida nueva, que había una forma de que no viviera en el desierto, de sacarlos a todos de allí, pero en un viaje que hice por el desierto, desaparecí... así sin más, antes que pudiera decirle te amo, antes que pudiera decirle de dónde venía y... lo peor de todo es que él debe pensar que lo he abandonado.
Repasó ambas manos sobre su cabello y su rostro, no quería llorar frente a un extraño, había hecho de todo para regresar, sin embargo, se sentía como si hubiera una barrera que hiciera imposible las cosas. No era como no hubiese querido dibujarse a sí mismo para regresar, lo intentó, sí, pero ningún lápiz trazaba algo sobre la pantalla.
Y se lo dijo a Mark, provocando que el muchacho jadeara ansioso, pero no lo detuvo a contar su propia historia, desde la hambruna a la niñez, la conexión con Mister Snow, hasta el viaje a este mundo y el encuentro con Youngho Stepanov.
—Ese hombre que conociste por accidente, es el hombre que yo amo y el hombre que se está muriendo —sus dedos temblaban— Lucas, no eres creador del universo del que yo provengo, quizás todo lo que creíste que eran tus propias ideas, fueron influenciadas por la conexión que tienes con Jungwoo, pero, a pesar de eso, creo que tienes un don, como a mi se me otorgó un papel y una pluma mágica para comunicarme con Youngho, a ti se te entregó esta capacidad de influenciar en algún aspecto en mi universo a través de lo que tu crees que es tu webtoon, es... por eso que necesito tu ayuda —se inclinó hacia adelante, el otro lo escuchaba con la mirada húmeda y brillante— quiero llevarlo a mi mundo, quiero que lo dibujes, necesito que se haga realidad una transmigración.
----
Grisha estaba parado mirando el suelo, recordando la conversación que había tenido con ese hombre de ojos rasgados, pensando sobre lo que debía hacer y el hecho inequívoco de que Mark no había mentido.
Shotaro se acercó, lo abrazó por la cintura y luego apoyó el rostro en su cuello dejando que el ruso lo sostuviera de vuelta como lo único que pudiera darle un poco de calor y paz en medio de la desesperación.
—Espero no te vayas de mi lado —susurraba contra su suave cabellera— eres de las pocas personas que me motivan a estar aquí parado.
Y a pesar de que no tenía el tiempo suficiente para atenderlo como se merecía, Shotaro seguía aquí observándolo, cuidándolo y preocupándose de él, saber si había dormido, si había comido, siendo su almohada cuando el cansancio ganaba la batalla, o siendo su apoyo cuando sentía que no podía estar en pie.
Sostuvo la parte posterior de su cabeza con delicadeza, lo inclinó un poco y le dio un beso, porque lo necesitaba, quería sentir esos brazos rodearlo y esos labios jugar con los suyos. Dios, realmente le encantaba este japonés a tal punto que pensar en él internado y muriéndose, su corazón se hacía pequeño y la angustia lo carcomía.
—No me voy a ir de su lado, señor —se acurrucó contra su cuello nuevamente después de besarlo, se había convertido en su lugar favorito.
A diferencia de Gavrel que estaba pasando la tarde acompañado por sus amigos en la sala de espera, Grisha y Shotaro estaban más cercanos a la puerta de entrada de la unidad, muy cercano al equipo clínico. Y, aunque las puertas aislaban gran parte del ruido, algo en su interior empezó a desesperarse.
"Está sudando, señor Kozlov" susurró Shotaro, quien sacó usó parte de su camiseta para cubrir la frente del ruso.
Sentía que iba a vomitar de la ansiedad así que se apoyó en la pared y fue descendiendo hasta llegar al suelo.
—Tengo que hacer algo que no quiero hacer para ayudar a que mi amigo esté mejor, pero tengo miedo que todo falle y... termine haciendo lo contrario —sostuvo parte de su camiseta y a respirar por la boca, era como si una crisis de pánico o ansiedad lo estuviera destruyendo por dentro— tengo terror, pequeño, las cosas están mal.
A pesar de que no sabía qué cosas estaba diciendo, se sentó a su lado y lo abrazó, acompañándolo en esta crisis que duró cerca de una hora. Algunas personas habían entrado y salido de la unidad en ese momento, pero llegó un punto donde alguien del personal de salud caminó hacia ellos.
—¿Familiares del señor Stepanov?
Grisha y Shotaro se pararon de inmediato, asintieron.
—Sí, doctor ¿Qué es lo que sucede?
El hombre tan joven como ellos, tomó su tiempo antes de observarlos fijamente y hablar lo que debía ser hablado.
—Hace unos instantes el señor Stepanov ha vuelto a tener un paro cardíaco, el tercero desde el accidente, hicimos todas las maniobras de rescate necesarias y aunque lo sacamos de esta situación tras un par de minutos, debo ser sincero con ustedes —era solemne y muy cuidadoso para expresarse— el señor Stepanov está cursando lo que temíamos que pasara, ha presentado cuadros constantes de fiebre, taquicardia, las presiones de sangre muy bajas, los exámenes de sangre son severos, los anticuerpos están muy elevados... debido a las múltiples fracturas, la hemorragia interna e infección causada al ser introducido un elemento extraño en su abdomen como lo fue ese fierro, su cuerpo trató de defenderse, sin embargo tuvo una respuesta inflamatoria sistémica. Estos mediadores de inflamación están causando daño en sus órganos, los... exámenes de sangre nos dan indicio de una falla renal, respiratoria, hepática, los paros cardiacos de una falla en el corazón, lo que nos sugiere que puede tratarse también, como consecuencia de esta inflamación exagerada, de un síndrome de disfunción multiórganico.
Información, demasiada información que se sentía como si enterraran un cuchillo en su cuerpo, lo giraran por dentro, lo sacaran y volviesen a apuñalarlo una y otra vez. Ya habían expresado la probabilidad que Youngho no viviese más tiempo, pero no habían sido así de específicos.
—Este síndrome es altamente mortal, el equipo está haciendo todo lo necesario para mantenerlo con vida, pero tememos que el señor Stepanov vuelva a hacer otro paro cardíaco...
Grisha miró al vacío y aunque su voz estaba vacilante por el sollozo, se atrevió a hablar.
—¿Los daños son irreversibles?
—Ni siquiera podemos dimensionar cuan afectado ya está ese cuerpo, piense como si se tratara de un rompe cabezas, sin embargo, por más que trates de unir todas esas piezas y viene algo que lo golpea, vuelve a desarmarse, así es esto, el señor Stepanov está lesionado en múltiples puntos, todas esas fracturas que deben ser intervenidas no podrán hacerse hasta que este síndrome tenga un retroceso, sin contar que la lesión medular puede ser permanente... la sobrevida del señor Stepanov es muy baja.
—Y reanimarlo cada vez que tiene un paro es como si no le permitieras partir —las lágrimas ya caían de esos ojos claros, Shotaro enterró las uñas en sus manos, Grisha ya podía verlo todo con mayor claridad— ¿Me está sugiriendo que no se le reanime?
"Desde el punto de vista médico, pero aún más el ético, considero que es mejor dejar partir a ese pobre hombre, si sobrevive a esto, es probable que ni siquiera vuelva a pararse, y peor, quizás no salga de un estado vegetativo".
El hombre de ojos rasgados había sido muy claro, para que su mejor amigo fuese feliz, debía dejarlo partir así.
—Su hermano es menor de edad, yo soy su jefe de seguridad y además soy su representante legal —ni siquiera haría el intento de secarse las lágrimas, no iba a dejar de llorar después de esto— y no quiero, doctor, no quiero que vuelvan a poner sus manos en él... dejen a Youngho morir en paz.
----
—¿Cómo...?
Cerró los ojos, inspiró profundamente y dejó que el aire fluyera a través de su cuerpo.
Lo que Lucas hacía con el webtoon era lo que Mark creía, dibujar no desde la creación sino como una forma de reflejar lo que ocurría en el otro mundo, como si sus herramientas fueran una ventana para este universo. Pero ahora lo que harían sería distinto, porque realmente inventarían una situación de la nada, aunque ¿Funcionaría?
No, no podía vacilar en el último momento, el tiempo se estaba acabando, su corazón se lo gritaba.
Bien, le había dicho a Lucas que quería llevar a Youngho a su mundo, pero ¿De qué forma? Con sus ojos cerrados y el profundo amor que le tenía a ese hombre, las imágenes empezaron a hacerse nítidas, podía verlo sonriendo acostado mirando las estrellas, con Gavrel a su lado que las apuntaba y se reía también, podía verlos felices y tranquilos en una Rusia que no juzgaba por lo que era diferente, como una familia libre de las tareas que requería ser el oligarca de una familia inmensamente rica.
—Mark ¿Cómo quieres que dibuje a ese hombre?
—En posición fetal, durmiendo plácidamente en una cama con las sábanas que ama, descansando como nunca antes pudo hacerlo y...
—¿Y por qué no estás a su lado?
Sin preguntarle trató de dibujar primero a Mark, pero, así como el sistema parecía bloquearse cuando Lucas quería dibujarse a sí mismo, también lo hacía con él, lo que demostraba lo que el muchacho pensaba. Él no era parte del trato, la transmigración sería solo con los demás.
El otro lo miró con angustia.
—Aun así, ¿Quieres...?
—¡Por supuesto que lo deseo! ¡Todo lo que sea que esté en mis manos para salvar su vida y la de los demás, lo haré! ¡Yo no soy importante! ¡Solo él!
"Y si yo no puedo salvar mi propia historia, al menos, haré todo lo que sea para que tú puedas salvar la vida del hombre que amas, Mark" susurró.
Miró por un momento la fotografía de Youngho Stepanov, una imagen tomada con el teléfono de Mark, alguien que parecía tan lleno de vida y amor mientras sonreía, totalmente distinto al hombre que él recordaba que lo había seguido por una razón. Los viajes cambiaban a las personas, era testigo de ello.
Mierda, estaba sudando ansioso, pero a pesar de ello asintió a Lee, luego sostuvo su lápiz y rozó la tableta rogando que pudiera funcionar. Cuando el trazado se reflejó en la pantalla, no dudó más tiempo, empezó a dibujar todas las imágenes que llegaban como bombas a su cabeza.
Mark paseaba por la sala de estar abrazándose a sí mismo y llorando en silencio
---
Todo el mundo, incluyendo Youngho, lo habían valorado por su gran capacidad de tomar buenas decisiones, pero esto no sabía como calificarlo puesto que se sentía como si hubiera firmado una sentencia de muerte.
Quizás estaba cometiendo un crimen, pero si ese hombre de ojos rasgados no se hubiera aparecido ante él ¿Pensaría de la misma manera? ¿Habría firmado la orden de no reanimación? Había apostado todo por la pequeña esperanza instalada en su corazón ¿Y si se equivocaba?
En el peor de los casos... no, no había peor de los casos. Su amigo no querría vivir si quedaba de esa manera, postrado en una cama con sus funciones cerebrales deficientes, lo peor ya había pasado, el maldito accidente lo había arrebatado de su lado cuando dejó de ser el mismo.
Fue a la sala de espera donde Gavrel se despedía de su último compañero. Pero no fue capaz de acercarse, solo observó la sonrisa que se había ganado después de tanto tiempo, parado allí desde una esquina. Cuando Youngho le contó que su hermanita de 5 años en realidad era un niño, Grisha Kozlov supo que Gavrel debía tener otro hermano mayor que prometiera cuidarlo. Y ahora que solo lo tenía a él como referente, su corazón le dolió.
"He firmado para que no reanimen a tu hermano, pequeño, no vas a perdonarme nunca por esto, pero quiero creer en lo que me han dicho, quiero creer que dejándolo morir ambos serán felices... debo creer que no cometí un crimen con mi mejor amigo".
Un adolescente que se abrazaba a sí mismo, creyendo tal vez que ganaba la suficiente energía para sacar adelante a su hermano mayor, ignorante a todas las cosas que los médicos habían dicho, ignorante al hecho que Mark había desaparecido, ignorante al hecho que Youngho estaba apagándose.
Y de pronto fue como si el muchacho hubiese sido noqueado por algo invisible, puesto que terminó cayendo inconsciente hacia atrás, golpeándose la nuca duramente contra el suelo.
Empezó a retroceder, poco a poco. Tal como ese hombre llamado Kun le había dicho, las cosas estaban sucediendo. Entonces fue que corrió en dirección contraria hacia la sala de paciente crítico donde su mejor amigo estaba internado, escuchando a las personas moverse aceleradas, con un carro de paro que se había detenido a medio camino cuando alguien gritó que no podía ser reanimado.
Grisha Kozlov irrumpió en el lugar pasándose los protocolos de seguridad viendo como el cuerpo de Youngho estaba colapsando, con el monitor revelando un ritmo cardíaco anómalo, con los signos vitales tan críticos, con personas desconectando máquinas y tratando de extubarlo de la ventilación mecánica e incluso retirando las vías que le proporcionaban las soluciones necesarias para ayudarlo a aferrarse a la vida.
Youngho Stepanov estaba pasando por su cuarto paro cardíaco, pero esta vez era diferente, nadie hacía los masajes sobre su pecho, nadie inyectaba nada, nadie gritaba nada, todo se hacía como la ceremonia de despedida de una persona que había hecho todo y nada en el último viaje para encontrarse con su hermano.
---
—¡Se está muriendo! ¡Se está muriendo! ¡Lo siento! ¡Lo siento!
Mark golpeaba su cabeza con ambas manos, podía sentir como arrancaban algo en su interior, algo que quemaba y lo derribaba al suelo, una sensación que subía de su pecho hasta su cabeza y lo hacía gritar.
Lucas miraba su pantalla con los ojitos anegados en lágrimas, había retratado escenas de la manera más realista posible, tal cual llegaban a su cabeza, de un hombre que dormía plácidamente en su cama, de un adolescente que hacía lo mismo enredado en sus mantas.
No se le estaba permitiendo dibujarlos con los ojos abiertos, solo un par de escenas de ellos descansando, y eso era todo en lo que podía ayudar, todo lo que se le dejaba trazar en la tableta de dibujo. Sin saber a ciencia cierta si su intervención había funcionado.
—Mark...
Intentó agacharse a su lado para contenerlo, porque se retorcía mientras gritaba y lloraba en el suelo, pero cuando quiso darle un abrazo, el llanto de aquel muchacho fue silenciado, el contacto físico fue imposible, el cuerpo de Mark Lee fue desapareciendo poco a poco hasta convertirse en pequeñas partículas de nieve y arena, que finalmente dejaron... nada.
----
"17:20, se constata como hora de fallecimiento del señor Youngho Stepanov".
Y a pesar de que se suponía que esto debía suceder por un bien mayor, la incertidumbre y la falta de respuestas, hizo que Grisha se abalanzara contra el cuerpo sin vida de Youngho, apoyara la frente contra su pecho y llorara amargamente dejando que su cuerpo completo se deshiciera en ello, llorando como ese hombre que había perdido, quizás para siempre, a quien había considerado a su familia... a ese hombre que se había convertido en su mejor amigo.
~~~~~~~~~~
Nota autora:
La muerte es el paso a una mejor vida ¿Pero cuál?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top