Capítulo único
La máscara más pequeña
Kim Minseok & Oc
~ You Are The One~
Aun con la cara a medio cubrir por un par de amplios lentes de sol, los brillantes rayos de luz se las arreglan para colarse entre los ahumados cristales y la obligan a entrecerrar los ojos.
Con las puntas de los dedos apenas descubiertas, se reacomoda una vez más sobre el puente de la nariz su estrafalario par de gafas y es en ese mismo segundo en que ve como la claqueta del director marca con un golpe sordo el inicio de una nueva escena. Ella espera que sea esta la última.
En las cinco horas que la chica lleva viendo la grabación, ha visto como lentamente la espesa capa de esponjosas nubes se ha ido diluyendo; hasta que termina por despejar la opaca mancha gris en la que se ha convertido el cielo, para que un desnudo azul cian bañe todo lo que se encuentra bajo el firmamento.
Son esos momentos en los que sientes que el mundo entero brilla, pero tu alrededor está oscuro. Y para ella estar ahí, sentada en la silla del actor protagónico de la filmación, la hace sentir en un mundo totalmente diferente al que creía vivir.
No a uno que se reduce a cuatro paredes dentro de una pequeña provincia congelada en valores tradicionalistas; no uno que se reduce a un pueblo donde todos se conocen entre sí y a la vez nadie conoce el significado de guardar un secreto. Es cuando debe recordarse que esto bajo sus pies es Seul y no Gwangju.
Aun con los ojos convertidos en delgadas rendijas, los reflejos de la brillante ropa de Minseok logran cegarla, tal vez solo un poco más de lo que ya está. Contiene un suspiro contra el amplio escote de su playera y espera que esa larga bocanada de aire se lleve lo que la hace sentir fuera de lugar.
Sabe que aunque ella no pertenece a este ambiente, hará lo posible para sentirse cómoda por su novio; porque no es que Seok se sienta completamente a gusto viviendo en un ámbito tan del dominio público y en eso el joven entiende completamente el pensar de su novia.
La rizada peluca llena de mechones multicolores y la cara maquillada le hacen pesar en que nunca en su vida imagino ver a su reservado novio en una situación como esta. Con esa actitud tan presta y dispuesto a lo que sea por sacar adelante este papel. Dejar un poco de lo que es ser Kim Minseok para poder encarnar a un ser totalmente diferente. Uno que se muestra así de entregado, así de expuesto... Así de vulnerable, como un nervio en carne viva.
Sus brazos buscan un lugar entorno a su pecho, autoregalándose un abrazo, distrayéndose en algo antes de que este burbujeante sentimiento aún sin nombre la haga salir corriendo y detener la filmación, solo para que nadie vea a Minseok. No quiere que nadie lo dañe, no quiere que nadie lo juzgue, no quiere que nadie se atreva a burlarse...
Verlo de esa manera no hace más que encender una vorágine de recuerdos; piensa en cómo eran las cosas antes de mudarse, en cómo fue crecer en ese lugar. Y aunque en casa nunca falto nada, tampoco fue que sobrara mucho. Así mismo que tampoco era extraño ver a personas pedir dinero en las calles...
Ella misma tiene un amigo que en ocasiones canta en las aceras del centro de la ciudad sorteando a los policías por hacerlo en un lugar que se supone está prohibido.
Un escalofrió que repta rápidamente por su espalda la trae de vuelta a la realidad y la hace regresar sobre sus pasos para saber cómo llevo a este punto; y no le sorprende mucho descubrir que la estrafalaria ropa de payaso que lleva Minseok detono todo. Espera que solo sea un absurdo temor infundado por los recuerdos, y él nunca se vea en la necesidad de realmente convertirse en Pierrot.
Las voces que zumban a su alrededor como un enjambre de moscas se detienen de repente, cuando el agudo grito del director emerge de entre la estática del megáfono. Es un corten el que pone fin a otro día de filmación y ella estira sus entumidos brazos como si buscara alanzar el sol.
Sus pies se balancean inquietos ahora que sabe que falta muy poco para que al fin puedan irse; sus ojos no dejan de buscar un punto donde concentrarse, no tarda mucho en rendirse y en volcar su atención de vuelta en Minseok.
Se concentra en las pocas briznas de maquillaje que se niegan a desaparecer de los altos pómulos del chico, así como en que los labios del actor siguen rojos por el labial y ella solo quiere besarlo hasta hacerlo desaparecer o aún mejor, que sean todavía más rojos por sus besos.
Los ojos le pican y apenas puede contener las lágrimas, y a eso se une ese sentimiento de tristeza que se le asienta en el estómago, es tan cálido y dulce que solo quiere sentarse en el regazo del chico y suplicar para que la mime. Esta más que anhelante de atención por parte de su ocupado novio.
La joven espera que él no piense que tiene un extraño fetiche por verlo en pantaloncillos cortos o que tal vez sea por el maquillaje de payaso; pero la verdad es que ni siquiera ella sabe porque es que el corazón se le llena de inocencia cada vez que lo ve de esa manera.
...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top