001

Un sentimiento

OLIVIA

Un día más en la fría ciudad de Nueva york, el frio me gustaba,  respirar ese aire me calmaba. La ciudad era linda, dentro de todo me sentía orgullosa de haber llegado tan lejos sola ¿Quién lo hubiera imaginado? trabajar en una oficina ocho horas sin descanso valía la pena solo por esta hermosa vista desde el ventanal de mi apartamento.

Abrigada salí del edificio hacía el auto, un  Honda CR-V en color blanco, mi lugar seguro.

El transito hoy estaba espantoso, bufe viendo lo lento que se movían los coches, estaba a diez minutos de entrar a  la oficina, y a media hora de camino, no sé porque jure que llegaría a tiempo, no debí dormir esos veinte minutos más. Seguro lo resolvería hablando con mi jefe, le explicaría la situación y ojalá entendiera. Apenas avanzaron acelere, intentando tomar otras calles menos llenas y trabadas.

Conocía Nueva York como la palma de mi mano así que me movía sin problemas.

A los minutos llegué a la oficina, la mirada de reproche de mi jefe en el umbral de la puerta me recibió.

-¿Cuál es la excusa de hoy?

-El tráfico y no es una excusa, es la verdad-Dije con una sonrisa nerviosa-¿No me vas a correr, verdad?

James se paso una mano por la cara y negó-Si sabes que no, no lo haría.

-Que alivio-James me miro arqueando una ceja, mi sonrisa se fue-No volverá a pasar...iré a mi escritorio.

-El informe-Me recordó.

-Oh si...-Regrese a su lado, extendiéndole la carpeta con folios-Esta todo completo.

-Eso lo veré en mi oficina...últimamente estas muy diferente, ¿sabes? más distraída, ¿es ese chico, no?

-Eh, no es...

-Y de nada te sirve mentirme. Olivia, es genial que tengas una vida amorosa, te lo mereces, pero no pierdas tu ritmo, eres fundamental como mi secretaria en esta empresa, cuento contigo, así que prioriza tus responsabilidades ¿entendido?-Asentí a su regaño, James me hizo un gesto con la cabeza y me aleje directo al ascensor con el corazón en la boca.

-Tiene razón...-Susurro pasando mi mano por mi frente, sudaba de los nervios. 

Últimamente he estado menos atenta, James sabia la razón porque no tenia secretos con el, más que un jefe era un amigo, o una figura paterna. 

En los últimos siete meses había estado conociendo a un chico, su nombre era Liam, era atento, detallista y encantador. Había jurado no enamorarme pero simplemente caí ante el, aunque nunca se lo confesé ni tampoco lo haría, mis experiencias pasadas me lo impedían. Aún así Liam demostraba ser diferente, y eso me embobaba. Sabía algunas cosas de el, que era de un pueblo lejos de Nueva York, el lo describía como un lugar hermoso y me daba curiosidad. Liam venía los fines de semana y los días de semana, ya que tenía trabajos que atender en otros lugares. Hoy en la noche me invito a cenar y acepte sin dudar, estaba ansiosa por que la noche llegara y volver a verlo.

El timbre del ascensor me hizo volver a la realidad.

Salude a algunas personas en el camino a mi escritorio, acomode todo y con media sonrisa empecé el día, positiva.

><

En la noche me prepare en mi habitación, un vestido rojo vino con escote caído, e vestido hasta las rodillas, tacones negros con puntas rojas, mi cabello castaño ondulado suelto y un maquillaje suave pero que resaltaba mis ojos. El maquillaje me encantaba, no era experta pero me quedaba bien, aunque solía usar maquillaje más fuerte, hoy no quería exagerar.

Unos golpes en mi puerta me tensaron-Liam...-Susurre nerviosa, me mire al espejo una ultima vez y camine a la puerta. La abrí y me encontré con el, y un ramo de flores.

-Estas...preciosa.

-Gracias, tu igual-Dije avergonzada.

-Para ti. Aunque verdaderamente las opacas con tu belleza-Su cumplido me hizo enrojecer, ya era costumbre de el ponerme nerviosa.

-Te agradezco-Sujeto las flores, eran rosas rojas. Las deje en un jarrón con agua y volví a donde Liam-¿A donde iremos?

-A un lugar que te encantara-Salimos del apartamento y me ofreció su mano, le di una sonrisa y la acepte.

El viaje fue tranquilo, relajado, Liam era joven, castaño casi rubio, ojos avellana, una sonrisa perfecta, en si el era perfecto, nunca había visto a un hombre tan hermoso en mi vida, no se que sería, pero el tenía algo especial-¿Sabes que se que me estas mirando?-Aparte la mirada de inmediato, no me había percatado de que se había dado cuenta. Liam soltó una carcajada, sonreí de igual forma.

Llegamos a un restaurante, no había mucho bullicio, en una ocasión el me comento que prefería estar lejos del trafico, los bocinazos y esas cosas. 

Entramos, Liam dándome la mano como un caballero. El lugar era pequeño, cálido y encantador. Las mesas estaban apartadas de cada una, los manteles eran blancos con jarrones floreales arriba, las paredes de madera muy reluciente. Liam escogió una mesa pegada a la pared, me sostuvo la silla para que me sentara, una vez lo hice el se sentó frente a mi y me ofreció el menú.

Elegí ensalada con pollo, Liam también y aviso al mozo, su mirada fija en mi en todo momento, como si fuera lo mas interesante de todo el restaurante.

-Espero que el restaurante este a tu altura.

-Oh, por supuesto que si, es precioso-Sonreí.

La noche paso volando literalmente, entre risas y sus coqueteos habituales, lo tome por sorpresa cuando le respondí de igual forma, pero solo hizo que su actitud mejorara. La comida fue exquisita o tal vez lo que la hizo tan deliciosa era su presencia a mi lado.

-Eres... interesante, Olivia-Dijo después de un rato, apoyándose contra el respaldo de su silla.

-¿Por qué dices eso?

-Porque eres especial, atenta, curiosa. Desde que nos conocemos noto que buscas algo, que ni siquiera sabes qué es. Y no me refiero al restaurante, a todo en general-Me quedé en silencio, sorprendida. ¿Cómo podía alguien que tenía tan poco de conocerme me podía leer tan bien?

-Solo estoy buscando mi lugar, ya sabes, encajar es difícil-Más siendo huérfana, pensé.

Liam asintió lentamente, como si mi respuesta confirmara-Todos estamos buscando algo. Yo también lo estaba... en la ciudad es difícil encajar, prefiero mi hogar.

-¿Tu hogar?- repetí, intrigada.

-Si, mi hogar, un pueblo. Morirías si lo vieras, los bosques son increíbles. No hay tanto ruido como en la ciudad.

-Oh, por eso me dijiste que los ruidos te molestan tanto.

-Así es, que atenta.

Luego de eso decidimos volver, era casi medianoche, y Liam como todo caballero me llevaría. Su compañía provocaba algo en mii, y me sentía plena con el. Liam me dejo frente a la puerta de mi departamento-Gracias por esta noche, ojalá sean muchas más.

Avergonzada sonreí-Ojalá.

-Eres una mujer increíble, ¿lo sabes, no?-Sus palabras me dejaron sin habla, jamás había oído eso antes. Tras mi silencio, Liam hizo algo que me dejo inmóvil por un momento, me beso, un beso suave, lento, que poco a poco subió de intensidad, le correspondí sujetando su traje. Hasta que nos separamos-Eso fue positivo, ¿no?

-Si lo fue.

Acaricio mi mejilla, su calor me envolvió-Te llamare. Descansa bien.

-Tu también.

Liam se fue y entre en el apartamento, suspirando por el beso. Sin duda, Liam tenia algo especial.







¡Gracias por leer!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top